En un revés judicial para la administración Biden, una corte de apelaciones dictaminó este martes que el gobierno federal no puede invocar una ley de atención de urgencias de 1986 para obligar a los hospitales de Texas a practicar abortos a mujeres cuyas vidas corren peligro debido al embarazo.
El nuevo revés judicial para el gobierno Biden y los defensores del aborto en Texas
La administración Biden defendió una guía basada en una ley de 1986 en la que plantea que los hospitales "deben" proporcionar servicios de aborto si la vida de la madre está en peligro, pero un panel de tres jueces dictaminó que la misma ley obliga a "estabilizar" a la embarazada y al feto.
Se trata de uno de los numerosos casos relacionados con restricciones al aborto que se han llevado a tribunales estatales y federales después de que la Corte Suprema pusiera fin a la protección constitucional al derecho al aborto en 2022.
El gobierno federal emitió este año una guía en la que establece que los hospitales "deben" proporcionar servicios de aborto si hay un riesgo para la vida de la madre, citando la Ley de Tratamiento Médico de Emergencia y Trabajo de 1986, que requiere que las salas de urgencias proporcionen tratamiento estabilizador para cualquier persona que reciban.
El mes pasado, la Corte Suprema de Texas falló en contra de una mujer que pidió permiso para abortar un feto con un diagnóstico mortal. El mismo tribunal escuchó en noviembre los argumentos de mujeres a las que se denegó la interrupción del embarazo a pesar de los graves riesgos que corría su salud; los magistrados no se han pronunciado sobre ese caso.
Los que se oponen al aborto han impugnado las directrices de la ley de atención de urgencia en varias jurisdicciones.
El 9º Circuito, con sede en California, ha permitido que se siga utilizando la cuestionada guía en un caso de Idaho que se tramita ante la Corte Suprema de EEUU.
Así fue el proceso judicial contra la normativa federal basada en la ley de 1986
En Texas, la Asociación Estadounidense de Ginecólogos y Obstetras Pro-Vida y la Asociación Médica y Dental Cristiana, junto con la propia gobernación de Greg Abbott, interpusieron una demanda contra la directriz federal ante un tribunal de distrito que les dio la razón.
Los demandantes afirman que la ley de Texas ya permite abortar para salvar la vida de la madre, pero que las directrices federales van demasiado lejos, pues permiten interrumpir el embarazo cuando no existe una situación de emergencia y eliminan la obligación de tratar al feto.
El gobierno de Biden apeló ante la Corte de Apelaciones del 5º Circuito, que tiene jurisdicción en Texas, Louisiana y Mississippi. Pero la apelación fue rechazada el martes por un panel unánime de tres jueces de línea conservadora.
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Según la resolución, las directrices no pueden ser utilizadas para exigir abortos de urgencia en Texas. Los jueces afirman que la ley de atención de urgencias de 1986 obliga a los hospitales a estabilizar a la embarazada y al feto.
"Estamos de acuerdo con el tribunal de distrito en que la directriz no confiere a la madre embarazada el derecho incondicional a abortar a su hijo, especialmente cuando la directriz impone las mismas obligaciones de estabilización", dice el dictamen escrito por el juez Kurt Engelhardt.
El panel incluyó a Engelhardt y Cory Wilson, nominados a la corte por el expresidente Donald Trump, y Leslie Southwick, nominada por el expresidente George W. Bush.
En la audiencia de apelación en noviembre pasado, un abogado del Departamento de Justicia dijo que la guía proporciona salvaguardias necesarias para las mujeres, y que la orden del tribunal de distrito que bloquea el uso de la guía fue un error con "consecuencias potencialmente devastadoras para las mujeres embarazadas dentro del estado de Texas."
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