Cuál es la probable causa del llamado 'síndrome de La Habana' según las agencias de inteligencia de EEUU

Funcionarios de inteligencia estadounidenses informaron que los casos investigados no parecen tener origen en ataques de una potencia extranjera, como se sospechó cuando se reportaron los primeros casos, en Cuba.

Por:
Univision y AP
El síndrome de La Habana es como se les conoce a los incidentes que pudieron afectar la salud de cientos de diplomáticos y agentes de inteligencia de EEUU en varias partes del mundo; los primeros casos se reportaron en Cuba a finales de 2016. Un trabajo investigativo concluyó que “es poco probable que un adversario extranjero fuera el responsable de estos incidentes anómalos”. Sin embargo, algunos ponen en duda las posibles causas expuestas en el informe.
Video Síndrome de La Habana: ataque extranjero es poco probable, revela informe que algunos ponen en duda

Las agencias de inteligencia estadounidenses no han podido vincular a un adversario extranjero con ninguno de los incidentes asociados con el llamado 'síndrome de La Habana': cientos de casos de lesiones cerebrales y otros síntomas reportados por personal estadounidense en distintas partes del mundo.

Las conclusiones difundidas el miércoles por funcionarios de inteligencia de EEUU ponen en duda las sospechas de quienes denunciaron esos casos de que Rusia u otro país podrían estar detrás de una campaña global para acosar o atacar a estadounidenses por medio de alguna forma de energía dirigida.

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La mayoría de los casos que se han investigado parecen tener distintas causas, desde factores ambientales hasta enfermedades no diagnosticadas, señalaron los funcionarios, quienes dicen que no han encontrado una explicación que sea válida para la mayoría o para todos los reportes.

En cambio, dicen los funcionarios, hay pruebas de que no hubo participación de gobiernos extranjeros. En algunos casos, Estados Unidos detectó en países adversarios cierta confusión acerca de las acusaciones y sospechas de que el síndrome de La Habana era un complot estadounidense. Los investigadores no encontraron “evidencia creíble” de que algún adversario hubiera obtenido un arma que pudiera causar los síntomas reportados, o de que un dispositivo de escucha haya lastimado a las personas de forma involuntaria.

El gobierno del presidente Joe Biden ha enfrentado intensa presión por parte de personal gubernamental que reportó lesiones y de intercesores, incluidos miembros del Congreso, para responder a los casos de síndrome de La Habana. El mandatario promulgó en 2021 la Ley HAVANA, que indemniza a las personas que sufrieron lesiones que encajan en lo que el gobierno describe como “incidentes anómalos de salud”.

Reacciones al nuevo informe sobre el 'síndrome de La Habana'

Mark Zaid, abogado de más de una veintena de personas que reportaron lesiones, señaló que la nueva evaluación carece de transparencia y no responde a cuestiones clave.

“En tanto no se levante el velo de misterio y se ponga a disposición el análisis que llevó a las conclusiones dadas a conocer este día y quede sujeto a una debida confrontación, las supuestas conclusiones carecen de un valor sustancial”, señaló en un comunicado. “Pero el daño que ha causado al estado de ánimo de las víctimas —en particular al desviarse del hecho de que el gobierno no evaluó toda la evidencia— es real y debe ser condenado”.

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Por su parte, las autoridades cubanas dijeron que los resultados reflejan lo que han afirmado repetidamente: que no se produjeron ataques.

“No estamos sorprendidos”, dijo a The Associated Press Johana Tablada, subdirectora de la división estadounidense del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba.

Tablada recordó que el expresidente Donald Trump utilizó los supuestos ataques como excusa para endurecer radicalmente las sanciones contra Cuba, incluida la paralización parcial de sus servicios consulares durante más de cinco años.

"Sobre la base de acusaciones infundadas, se tomaron medidas muy duras contra nuestros pueblos de Cuba y Estados Unidos que perjudicaron a las familias cubanas, intercambios entre nuestros países, que provocaron una espiral de deterioro prácticamente irreversible”, agregó.

Dos funcionarios al tanto de la evaluación informaron a la prensa el miércoles bajo condición de anonimato, en apego a las reglas fijadas por el director de Inteligencia Nacional.

El estudio de los diferentes casos del llamado 'síndrome de La Habana'

Los investigadores estudiaron unos 1,500 casos en 96 países. Muchos, dijeron, se han vinculado a otras posibles causas ajenas a una campaña extranjera: enfermedades, mal funcionamiento de aparatos de aire acondicionado y ventilación, u ondas electromagnéticas provenientes de artefactos como un ratón de computadora.

Además, algunas personas pudieron haber reportado síntomas basándose en lo que habían escuchado de otros casos o debido a la extensa cobertura mediática sobre el síndrome de La Habana, añadieron.

Un grupo central de una veintena de casos identificados en una evaluación preliminar publicada el año pasado ha sido objeto de estudios exhaustivos, dijeron los funcionarios. Ninguno de los casos fue vinculado a un ataque de un adversario o un poder extranjero.

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Los funcionarios enfatizaron que su investigación fue exhaustiva y contó con la participación de siete agencias federales. Uno de los funcionarios dijo que revisó un reporte de un estadounidense que informó que posiblemente fue chocado por otro vehículo mientras conducía. Los investigadores federales dieron con el vehículo y el conductor, e investigaron las relaciones personales de esa persona y cualquier viaje al extranjero.

A algunas de las pistas se les dio seguimiento hasta por nueve meses, indicó el funcionario.

¿Cómo afecta el resultado del informe a las compensaciones?

Los funcionarios que informaron a la prensa se negaron a indicar cómo la evaluación más reciente, publicada por primera vez por The Washington Post, podría afectar los pagos establecidos por la Ley HAVANA. El Departamento de Estado ha compensado a los empleados afectados con pagos únicos de entre 100,000 y 200,000 dólares.

Líderes de la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes insistieron en que “no debería haber cambios” en las compensaciones en lo que llevan a cabo una revisión del reporte.

“Buscaremos garantizar que la revisión se llevó a cabo con el más alto grado de rigor analítico y que tomó en cuenta toda la inteligencia disponible y todas las perspectivas, documentando todas las diferencias sustanciales en el análisis”, señalaron los representantes Mike Turner y Jim Himes en un comunicado conjunto.

¿Qué es el 'síndrome de La Habana?

El síndrome de La Habana se refiere a una serie de trastornos cerebrales reportados en 2016 en la embajada estadounidense en Cuba y que luego se repitieron en otros países.

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Diplomáticos, agentes de inteligencia y personal militar en Washington y misiones en el mundo han denunciado incidentes. Algunos agentes de inteligencia sospechaban que Rusia utiliza artefactos de energía dirigida para atacar a personal estadounidense.

Pero el año pasado, la CIA dijo que le parecía improbable que Rusia o algún otro adversario extranjero utilizara microondas o alguna otra forma de energía dirigida para atacar a funcionarios estadounidenses. La agencia ha sido objeto de críticas de parte de aquellas personas que han reportado casos y de activistas que acusan al gobierno de desestimar los padecimientos.

Incluso con la falta de respuestas y de atribución de responsabilidad, los funcionarios han intentado reiterar su compromiso con la salud de las víctimas.

“Quiero ser sumamente claro: estos hallazgos no ponen en tela de juicio las experiencias y los problemas de salud reales que el personal del gobierno federal y sus familiares —incluidos agentes de la CIA— han reportado mientras sirven a nuestro país”, dijo el director de la CIA, William Burns, en un comunicado.

“Permaneceremos alerta a cualquier riesgo para la salud y el bienestar de los miembros de la agencia, para garantizar el acceso a la atención médica, y darle a los agentes la compasión y el respeto que merecen”.

<b>¿Ataques acústicos en Cuba?</b>
<br>Desde finales de 2016, un grupo de 21 personas relacionadas con la embajada de Estados Unidos en la Habana empezaron a enfermarse y a presentar extraños síntomas como 
<b>pérdida de la audición, náuseas, dolores de cabeza, desórdenes del equilibrio</b>, e incluso consecuencias más graves como 
<b>lesiones cerebrales traumáticas leves y daños del sistema nervioso central</b>.
<a href="http://www.cnn.com/2017/08/20/politics/havana-sonic-attacks/index.html">Según reportó la CNN,</a> algunos afectados aseguraron haber oído constantemente un zumbido, 
<b>como si fuera de un insecto o de una cigarra</b>. Tras las investigaciones, 
<a href="http://www.univision.com/noticias/america-latina/eeuu-se-prepara-para-retirar-mas-diplomaticos-de-su-embajada-en-cuba"><b>el Departamento de Estado ordenó a finales de este septiembre el retiro de más de la mitad de sus diplomáticos no esenciales de Cuba</b></a>, así como de sus familiares.
Las autoridades estadounidenses sospechan que las extrañas dolencias de su cuerpo diplomático podría haber sido causadas por un ataque acústico producido por un dispositivo sónico oculto, aunque eso es apenas una hipótesis. Estados Unidos ha reconocido que no hay pruebas de que existan esos dispositivos en Cuba, y la isla ha negado su uso.
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<b>¿Pero qué es un ataque acústico?</b>
<br>Existen ataques acústicos audibles, que son los que usan música o sonidos perceptibles por el oído humano para generar ciertos estados de ánimo. Por otro lado están los ataques inaudibles. Según le explicó a Univisión Noticias Toby Heys, director de 
<a href="http://www.art.mmu.ac.uk/profile/theys"><b>Centro de Investivacion sobre ‘Future Tecnology’ (tecnología del futuro) de la Universidad Metropolitana de Mancheste</b>r</a>, “desde la Segunda Guerra Mundial, se han llevado a cabo varias investigaciones en armas acústicas 'inaudibles', que pueden ser armas ultrasónicas (por encima de los 20kHz) e infrasónicas (por debajo de los 20Hz)".
Su principal ventaja, explica el experto, es que son discretas y, no menos importante, que su efecto es invisible, es decir, "no dejan marcas visibles en el cuerpo para que, por ejemplo, las cámaras capturen durante una revuelta”.
<b>¿Cómo funcionan?</b>
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<a href="https://archive.org/stream/DTIC_ADA030476/#page/n25/mode/2up">Los científicos acústicos</a> han determinado que cada órgano dentro del cuerpo humano tiene una frecuencia resonante y sus propias propiedades acústicas, así, ciertas frecuencias pueden conectar directamente con las frecuencias de onda del cerebro y del sistema nervioso.
En estudios se ha comprobado que si la frecuencia de resonancia del globo ocular, por ejemplo, es afectada eso tiene un efecto directo sobre los estados emocionales de ansiedad y estrés. Así lo explica el profesor Heys: "
<b>El infrasonido, por ejemplo, funciona resonando ciertas partes del cuerpo, como los órganos, los ojos o el cerebro</b>. El ojo resuena entre 17-19Hz, si esto ocurre entonces es posible que haya manchas visuales, lo que causa alucinaciones y cambios en la visión periférica".
<b>El sonido se vuelve un arma</b>
<br>Los primero registros de lesiones cerebrales y pérdida de audición se remontan a la Primera Guerra Mundial, cuando los soldados tuvieron que soportar no sólo los intensos sonidos del conflicto durante largos períodos de tiempo, sino además las ondas de choque producidas por la gran artillería.
<b>Se vuelve estratégico en la Segunda Guerra Mundial</b>
<br>Desde los primeros años de la Segunda Guerra Mundial se registraron importantes evidencias del uso del sonido con el fin de atacar la psicología de sus enemigos. Entre los militares estadounidenses se suele hacer 
<a href="https://www.amazon.com/Ghost-Army-World-War-Top-Secret/dp/1616893184">referencia a la “Armada Fantasma”, </a>que era un grupo de ingenieros de radio y de sonido a los que se les asignó la fabricación de sonidos de tropas marchando, tanques avanzando y aviones aterrizando con el fin de engañar a los enemigos y doblegar su moral.
<b>También en la guerra de Indochina de 1973</b>
<br>El efecto del cambio emocional y psicológico como resultado de la exposición a ondas sonoras puede ser encontrado más tarde durante la segunda guerra de Indochina. En 1973, Estados Unidos desplegó la 
<a href="http://mindcontrol-research.net/wp-content/uploads/2016/12/3_goodmann-steve-sonic-warfare.pdf">Campaña ‘Urban Funk’ (reseñada en el libro 'Sonic Warfare' con detalle en la pag. 19),</a> un ataque que a través del sonido buscó alterar los estados mentales de sus enemigos. "El objetivo de lanzar este ataque a través de la selva usando sonidos en lugar de municiones era debilitar la resolución de la guerrilla vietnamita, hacerlos salir de su escondite y lograr así su rendición".
<b>Luego, en Iraq para que los prisioneros hablaran</b>
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<a href="http://news.bbc.co.uk/2/hi/middle_east/3042907.stm">En 2003, la noticias registraban </a>que los prisioneros iraquíes que no cooperaran con los militares estadounidenses eran sometidos a largos periodos de exposición a grupos como Metallica y a músicas infantiles como Plaza Sésamo y Barnie.
La USA Psychological Operations Company explicó en su momento que era una manera 
<b>de quebrar la resistencia de los prisioneros</b> a través de la privación de sueño y poniendo música que era ofensiva para ellos. Amnistía Internacional, sin embargo, calificó esta práctica como tortura y dijo que podrían estar quebrantando la Convención de Ginebra.
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<b>Ahora se usan para disuadir manifestaciones</b>
<br>Las armas sónicas se han usado 
<a href="http://www.slate.com/blogs/future_tense/2014/08/14/lrad_long_range_acoustic_device_sound_cannons_were_used_for_crowd_control.html">más recientemente para disuadir manifestaciones</a>. Los
<b> </b>aparatos de largo Rango Acústico o lo que en inglés es conocido como LRAD (Long Range Acoustic Devices) que fueron creados en 2003, han sido usados para despejar manifestaciones una vez que le permiten a la policía emitir órdenes verbales claras seguidas de potentes 
<a href="https://www.theatlantic.com/international/archive/2013/03/this-pain-inducing-acoustic-device-used-to-control-crowds-in-azerbaijan-might-be-us-made/274036/">tonos de disuasión –audibles e inaudibles–</a> que producen instantáneamente dolores de cabeza y confusión. En la Armada de Estados Unidos se usa como un arma no letal que sirve para doblegar al enemigo.
<b>Y para defenderse de los pirata somalíes</b>
<br>En 2005, un grupo de piratas somalíes intentaron atacar el Seabourn Spirit que llevaba 151 pasajeros. Para defenderse del ataque,
<a href="http://www.spiegel.de/international/spiegel/the-weapon-of-sound-sonic-canon-gives-pirates-an-earful-a-385048.html"> según registraron las noticias</a>, el barco usó uno de estos aparatos LRAD que emitió 150 decibeles de sonidos aturdidores que doblegaron a los atacantes.
<b>¿Por qué no se han difundido más?</b>
<br>Ha habido muchos y muy serios intentos para prohibir o condenar el uso de este tipo de armas, aunque ninguna ha sido completamente efectivo. 
<a href="https://books.google.com/books?id=8iIlDwAAQBAJ&pg=PA223&lpg=PA223&dq=%E2%80%9Cglobal+ban+on+all+research+and+development,+whether+military+or+civilian,+which+seeks+to+apply+knowledge+of+the+chemical,+electrical,+sound+vibration+or+other+functioning+of+the+human+brain+to+the+development+of+human+beings,+including+a+ban+on+actual+or+possible+deployment+of+such+systems%E2%80%9D+(Giordano,+2014).&source=bl&ots=MAh1rV89r3&sig=qZEXyXTxLshJ47q_6OCcXN7Hgbw&hl=es-419&sa=X&ved=0ahUKEwilraPg-9fWAhUBziYKHQpmAH4Q6AEIJzAA#v=onepage&q&f=false">En 1999 el Parlamento Europeo hizo este llamado:</a> “A prohibir mundialmente la investigación y desarrollo, ya fuere para fines militares o civiles, que busque usar el conocimiento de las funciones químicas, eléctricas, de vibración de sonido y otras del cerebro para desarrollar armas que puedan traer cualquier tipo de manipulación del ser humano”.
<b>Lo de Cuba ¿es de verdad un ataque acústico?</b>
<br>Frente a las sospechas de que hayan sido armas sónicas inaudibles las que se usaron en la embajada de Cuba, el profesor Heys concluye: “Los dispositivos que trabajan en cualquier espectro podrían causar daño auditivo pero es improbable que sea infrasónico dado el tamaño del altavoz requerido para producir la frecuencia y el nivel del decibeles apropiado. Los ultrasonidos, por su parte, podrían dirigirse a la cabeza de un objetivo, pero es difícil ser exactos dentro de un edificio en donde hay tanta gente, lo más probable es que las frecuencias sean desviadas o inexactas".
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¿Ataques acústicos en Cuba?
Desde finales de 2016, un grupo de 21 personas relacionadas con la embajada de Estados Unidos en la Habana empezaron a enfermarse y a presentar extraños síntomas como pérdida de la audición, náuseas, dolores de cabeza, desórdenes del equilibrio, e incluso consecuencias más graves como lesiones cerebrales traumáticas leves y daños del sistema nervioso central.
Imagen YAMIL LAGE/AFP/Getty Images
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