Oleada de niños centroamericanos jaquea la política migratoria de Obama
La Patrulla Fronteriza reporta que en el primer trimestre del año fiscal 2016 arrestó a más de 17,300 niños y familiares

La nueva oleada de niños y familias migrantes centroamericanos, que en el primer trimestre del año fiscal 2016 supera los 17 mil arrestos en la frontera entre Texas y México, sacude el frágil equilibrio de la Casa Blanca en un tema que, incluso critican los propios demócratas de la Cámara de Representantes.
La Administración Obama sigue intentando dar una imagen de firmeza para contener en flujo que proviene del Triángulo Norte (Guatemala, El Salvador y Honduras). El martes, la directora de política interna de la Casa Blanca, Cecilia Muñoz, dijo a Univision que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por su sigla en inglés) seguirá deportando a quienes ingresaron después del 1 de enero de 2014, no tienen causa de asilo y recibieron una orden final de deportación.
Fue la primera vez, después del anuncio de redadas conocido en vísperas de Navidad, que un alto funcionario menciona que los arrestos continuarán.
Muñoz también reconoció que el 41.1% de los deportados durante el año fiscal 2015 no tenía antecedentes criminales, pero subrayó que tanto criminales como migrantes con orden de deportación se encuentran en la lista de “prioridades de deportación” que el DHS anunció el 20 de noviembre del 2014.
El martes más de 130 congresistas demócratas firmaron una carta en la que piden a Obama que otorgue un Estatus de Protección Temporal (TPS, por su sigla en inglés) a miles de niños y sus familiares centroamericanos que llegaron a Estados Unidos huyendo de la violencia en sus países de origen.
Números alarmantes
Los arrestos de niños y familias migrantes se dispararon en los meses de octubre, noviembre y diciembre de 2015, el primer trimestre del año fiscal 2016.
La Oficina de Aduanas y Control Fronterizo (CBP, por su sigla en inglés) reportó la detención de 17,370 personas. Durante el mismo período de tiempo en el año fiscal 2015 los arrestos fueron 7,987.
La agencia reiteró que la Oficina de Reasentamiento de Refugiados, que opera bajo el mando del Departamento de Salud, está ampliando su capacidad temporal para albergar a niños no acompañados, y que la pedida era un “paso prudente” para prevenir la inmigración ilegal, la trata y proteger las fronteras.
Una ley aprobada por el Congreso en 2008 prohíbe la deportación inmediata de menores indocumentados detenidos en la frontera que provengan de países no fronterizos. Exige que sean procesados y que un juez de inmigración decida sus futuros en el país.
Los sectores fronterizos donde se han llevado a cabo el mayor número de arrestos son Big Bend, El Paso, Río Grande y Yuma, dijo la Patrulla Fronteriza.
De los arrestados durante el 2016, la mayoría son de Guatemala (6,474), El Salvador (5,017), México (2,881) y Honduras (2,772).
Causas de la oleada
La emergencia que se vive en la frontera y que se refleja en los números de arrestos por parte de la Patrulla Fronteriza no es nueva. “No existe una nueva oleada migratoria. Los números de guatemaltecos, hondureños y salvadoreños que están huyendo de sus países han sido altos y siguen siendo altos”, advirtió en diciembre Elizabeth Kennedy, profesora e investigadora de la Universidad Estatal de San Diego y de la Universidad de California en Santa Bárbara, California.
Kennedy anticipó en 2013 la oleada migratoria desde Centroamérica y México hacia Estados Unidos pero las advertencias no fueron atendidas por el gobierno de Washington.
Casi tres años después la investigadora reitera que las causas que generaron el flujo “han empeorado” y que el problema se transformó en una “crisis humanitaria” sin precedentes.
Durante el año fiscal 2014 la Patrulla Fronteriza detuvo a 68,541 niños migrantes en un sector de la frontera suroeste entre Texas y México. En el 2015 la cifra bajó en un 42% en relación con el año anterior pero en los primeros tres meses del año fiscal 2016 (octubre, noviembre y diciembre de 2015) las autoridades federales arrestaron a poco más de 17,300, cifra que inquieta a la Casa Blanca.
Por qué huyen
Entre 2013 y 2014 Kennedy, junto con investigadores de las universidades Estatal de San Diego y de California, llevaron a cabo más de 400 entrevistas a migrantes originarios de El Salvador que querían llegar a Estados Unidos.
“Se analizó los primeros 322 casos, y entre ellos el 60.1% dijo que huía por el miedo que tienen del crimen, las amenazas de las maras y la violencia”, dijo.
Agregó que 35% de los migrantes iban en busca de sus familias y que “ese número dice mucho, porque más del 90% tienen familiares en Estados Unidos, y de ellos más del 50% tienen su mamá, su papá o los dos padres allá”.
En diciembre de 2014 la Casa Blanca anunció un programa de refugiados para El Salvador, Hundras y Guatemala para que los padres de nios que residen legalmente en Estados Unidos pidan la protección del gobierno de Estados Unidos y los beneficiarios no tengan que verse forzados a realizar el peligroso viaje hacia la frontera.
El miércoles el Secretario de Estado, John Kerry, anunció que el gobierno ampliará el programa y que pidió al Altop Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR) lleve a cabo las primeras inspecciones de las personas originarias del Triángulo Norte para determinar si pueden entrar legalmente al territorio estadounidense con estatus de refugiados.
Pero no todos comparten el optimism de Kerry. “Lo que queda corto es que (la ampliación del programa) solo atiende a los que todavía no llegan a Estados Unidos y no da respuesta a los que ya están aquí, las miles de madres y niños que tienen órdenes de deportación y tienen miedo de que los arresten y los manden de regreso a sus países”, dijo a Univision Noticias Alma Couverthie, directora de organización de CASA de Maryland.