El presidente Joe Biden visitará este domingo El Paso, Texas, en su primer viaje a esa zona desde que asumió el control de la frontera en 2021.
Biden llega a Texas en una visita tras el dramático cambio a la política de asilo en la frontera
El mandatario viajará a la frontera sur por primera vez desde que asumió el 20 de enero de 2021. La gira de tres horas fue planeada como parte del anuncio de una nueva política migratoria de asilo y se dará horas antes de su visita a México para reunirse con su par, Andrés Manuel López Obrador.

El viaje se lleva a cabo dos días después del anuncio de un dramático cambio en la política de asilo que expande el uso del Título 42 y limita el ingreso al país de ciudadanos originarios de Cuba, Haití y Nicaragua, quienes se suman a los venezolanos incluidos en las restricciones en octubre del año pasado. También se da horas antes de que Biden visite a su par mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
“Yo mismo visitaré la frontera este domingo, en El Paso, para evaluar las operaciones de control fronterizo”, dijo el mandatario el viernes durante el anuncio del nuevo programa en el Salón Roosevelt de la Casa Blanca.
Durante su estancia, programada para tres horas, Biden se reunirá con los funcionarios locales, líderes comunitarios y representantes de la comunidad fronteriza. “Escucharé lo que necesitan y enterarme de lo que no tienen” para controlar el cruce de inmigrantes, indicó.
El Título 42 fue activado en marzo de 2020 por el gobierno de Donald Trump como parte de las medidas para combatir la pandemia del coronavirus. La herramienta permite a los agentes fronterizos expulsar de forma expedirá a extranjeros, incluso aquellos que vienen en busca de asilo.
Durante el año fiscal 2022, agentes federales llevaron a cabo 2,378,944 arrestos (hallazgos) en la frontera con México frente a 1,734,686 detenciones registradas en el año fiscal 2021, según datos de la Oficina de Aduanas y Control Fronterizo (CBP).
El número de detenidos en 2022 es la mayor cifra en casi una década. De esa cifra, casi la totalidad de extranjeros fueron expulsados: 2,208,604. Apenas 170,340 casos fueron referidos a la Corte de Inmigración (EOIR) para iniciar un juicio de deportación ante un juez donde los individuos tienen la oportunidad de pedir asilo.
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Las razones de Biden
Uno de los principales motivos del viaje de Biden a El Paso es demostrar que su gobierno sigue desarrollando estrategias para contener la crisis en la frontera, pero que necesita del apoyo del Congreso para hacer las transformaciones necesarias que permitan reparar un sistema migratorio que ya puso en aprieto a los tres gobiernos anteriores, las administraciones de Trump, Obama y Bush.
El presidente explico esta semana que, en los últimos años, “miles de personas han estado huyendo de América Central y del Sur y los países del Caribe gobernados por dictadores opresivos —incluidos Cuba, Nicaragua y Venezuela— y escapando de la violencia de las pandillas, que tiene el mismo impacto en Haití”. “Actualmente, estos cuatro países representan la mayoría de las personas que viajan a México para comenzar una nueva vida al llegar a la frontera estadounidense e intentar cruzar”, precisó.
Pero advirtió que la entrada de estos migrantes no se está llevando a cabo dentro de “un proceso seguro y ordenado en la frontera”, debido a la fragmentación de un sistema que “simplemente no funciona como debería”, apuntó. “ No tenemos suficientes oficiales o personal de asilo para determinar si las personas califican para el asilo. Hay un estándar por lo que tienes que cumplir. No tenemos suficientes jueces de inmigración para adjudicar los reclamos de los inmigrantes”, dijo en una aparente justificación.
Biden también anunciará en El Paso la entrega de nuevos fondos para ayudar a las comunidades a lidiar con los efectos del aumento de la migración. “Sé que la migración está ejerciendo una presión real sobre las fronteras y las comunidades fronterizas”, indicó el mandatario. “Nuestros problemas en la frontera no surgieron de la noche a la mañana y no se resolverán de la noche a la mañana. Es un problema difícil”, acotó.
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Críticas inmediatas
Pero la reciente solución planteada por Biden y que en parte motivó su viaje a El Paso este domingo, fue inmediatamente criticada, no solo por organizaciones que defienden los derechos de los inmigrantes, sino también por senadores de su propio partido.
“Si bien entendemos los desafíos que enfrenta la nación en la frontera (…) estamos profundamente decepcionados por la decisión de la Administración Biden de ampliar el uso del Título 42”, dijeron los legisladores Bob Menéndez, de Nueva Jersey, Alex Padilla, de California, y Cory Booker, de Nueva Jersey). “Continuar utilizando esta política fallida e inhumana de la era Trump no hará nada para restaurar el estado de derecho en la frontera”, precisaron.
Los senadores agregaron que la medida “dejará abandonados a los migrantes que huyen de la persecución y la tortura en países sin la capacidad de protegerlos” e instaron a Biden a que se enfoque “en abordar las causas” que general migración y trabaje con el Congreso para aprobar un sistema de asilo “más ordenado y humano”.
El Caucus Hispano (CHC) también reaccionó al anuncio del nuevo plan y del viaje de Biden a la frontera sur. “Como nación de inmigrantes, debemos tener un sistema de inmigración humano, eficiente y profesional que refleje nuestros valores estadounidenses”, dijo Nanette Barragán, presidenta de la entidad.
“El Caucus Hispano del Congreso da la bienvenida a los esfuerzos de la administración para ampliar las vías legales para los refugiados y solicitantes de asilo, pero está decepcionado con la expansión de la política fallida del Título 42 de la era Trump que ha negado a los solicitantes de asilo sus derechos al debido proceso durante demasiado tiempo”, indicó.
Barragán explicó que después del anuncio de Biden, el CHC tuvo una conversación con el secretario del Departamento de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, “para discutir nuestros acuerdos y desacuerdos sobre la política fronteriza y dejó en claro que el CHC debe ser consultado sobre todas las políticas relacionadas con la frontera y la inmigración”.
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Resumen del nuevo programa
El nuevo programa migratorio fronterizo anunciado por Biden está dirigido a inmigrantes provenientes de Cuba, Haití y Nicaragua, quienes se agregan a Venezuela y solo podrán entrar a Estados Unidos si previamente son solicitados o reclamados por un familiar que resida legalmente en estados Unidos.
Los favorecidos únicamente podrán ingresar al país por vía aérea una vez sea aprobada la petición y reciban una autorización de viaje. El permiso dura dos años y el titular puede solicitar una autorización de empleo (permiso de trabajo) válida por el tiempo de permanencia autorizado.
Si al término de esos dos años el titular del programa no logra ajustar su estatus migratorio a permanente por cualquier vía legal disponible, deberá abandonar Estados Unidos.
De acuerdo con el anuncio, a partir del 5 de enero de 2023, los inmigrantes procedentes u originarios de Cuba, Haití y Nicaragua (y a partir del 12 de octubre de 2022 de Venezuela) que busquen asilo “pueden usar una aplicación en su teléfono celular o computadora ingresando a la página de CBP One. Ahí deben programar una cita en un puerto de entrada donde podrán presentar su solicitud de asilo".
Si la solicitud es denegada, el inmigrante originario de cualquiera de los cuatro países designados no podrá ingresar legalmente a Estados Unidos. Y si tratan de cruzar ilegalmente, “serán devueltos a México y no serán elegibles para este programa después de eso”, advirtió la Casa Blanca.
“Mi mensaje es este”, puntualizó Biden el jueves cuando anunció el plan. “Si está tratando de salir de Cuba, Nicaragua o Haití (o Venezuela) y nosotros no hemos acordado autorizar el viaje, no se presente simplemente en la frontera. Quédese donde está y solicite legalmente desde su país la admisión para poder entrar a Estados Unidos”.
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