"Debería avergonzar a cada estadounidense": congresistas visitan los campos de refugiados centroamericanos en México

Una delegación de congresistas visitó este viernes el campamento improvisado en Matamoros donde esperan unos 2,000 migrantes enviados a México mientras sus casos de asilo avanzan en EEUU. "Nadie debería estar sujeto a estas condiciones inhumanas", dijo la representante Norma Torres.

Por:
Univision
Los 17 legisladores demócratas arribaron al campamento improvisado de familias inmigrantes retornadas a Matamoros, México, y allí recibieron una serie de quejas y acusaciones. "El trato que reciben no es como lo estipula la ley y la gente aquí sufre para tener acceso a la comida y a la salud", aseguró el representante Jesús 'Chuy' García.
Video Las denuncias que recibió un grupo de congresistas que visitó un campamento de migrantes en México

De inhumana y desastrosa. Así calificó un grupo de congresistas la política conocida como Protocolos de Protección de Migrantes (MPP, por sus siglas en inglés) tras visitar un campo de refugiados formado en la ciudad de Matamoros por migrantes regresados a México por la administración de Donald Trump mientras esperan que avancen sus casos de asilo en EEUU.

"Ésta no es forma de tratar a la gente que pide asilo", dijo el congresista Joaquín Castro, representante demócrata de Texas y presidente del caucus hispano, al término de la visita en una conferencia de prensa. "El presidente de Estados Unidos es responsable y debería venir a ver lo que aquí ocurre".

Como presidente del caucus hispano, Joaquín Castro lideró la delegación que visitó Matamoros.
Como presidente del caucus hispano, Joaquín Castro lideró la delegación que visitó Matamoros.
Imagen Twitter Joaquín Castro


Bajo la política MPP, que se comenzó a implementar hace casi un año, el gobierno ha enviado a más de 56,000 solicitantes de asilo a diferentes ciudades de la frontera norte de México, donde deben esperar a que sus casos sean escuchados en tribunales que funcionan en tiendas de campaña en los puentes fronterizos.

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El grupo de 17 congresistas visitó el campamento improvisado que formaron unos 2,000 migrantes retornados a la ciudad de Matamoros, la mayoría de ellos centroamericanos, y pudieron ver cómo sobreviven en tiendas de campaña donadas y con comida que les llevan organizaciones no gubernamentales de ambos lados de la frontera.

"Miles de familias están atrapadas en un limbo en un campo de refugiados en Matamoros, México, debido a la desastrosa política 'Permanezca en México' de Donald Trump", escribió la congresista de California Norma Torres en su cuenta de Twitter tras la visita. "Nadie debería nunca estar sujeto a estas condiciones de vida inhumanas. Somos mejores que esto".


Por su parte el congresista de Texas Filemón Vela, quien dijo haber visitado siete veces el campamento de Matamoros, le dijo a Univision Noticias que el resultado de la política MPP es "peor" que la política de separación de niños de sus padres en la frontera implementada por el gobierno de Donald Trump que conmocionó al país a mediados de 2018.

"Lo que estamos viendo aquí ahora es peor que la política de Trump cuando separaba a familias. El problema es que necesitamos explicar a todo el mundo lo que está pasando para ver si podemos hacer algo para que la administración cambie la política", añadió.

"La situación que he visto en este campo de refugiados en Matamoros debería impactar y avergonzar a cada estadounidense. (El programa) 'Permanezca en México' está mal", escribió por su parte la congresista de California Nanette Barragán en su cuenta de Twitter.

Barragán, quien hizo transmisiones a través de las redes sociales en varias ocasiones durante su visita, denunció que se esté enviando a solicitantes de asilo a lugares en los que el departamento de Estado tiene una advertencia de nivel 4 de "no viajar", un nivel equiparable al de Siria.

El programa ha sido fuertemente criticado por organizaciones que consideran que, con el envío a ciudades peligrosas de México de decenas de miles de solicitantes de asilo, se están llevando a cabo "abusos masivos a los derechos humanos", una idea que sustentan en los cientos de reportes de secuestros, violaciones, raptos, torturas y otros ataques violentos.


El gobierno de Trump, sin embargo, ha rechazado las críticas y el comisionado interino de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), Mark Morgan, llegó a calificar las denuncias de violencia en México contra los solicitantes de asilo como "anécdotas".

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La visita de la delegación se produce en la misma semana en la que el comité Judicial de la Cámara de Representantes anunció que abrirá una investigación del programa MPP cuestionando la legalidad de la política y su impacto en poblaciones vulnerables.


"La legalidad de esta iniciativa está siendo cuestionada en las cortes federales así que es que nosotros queremos retornar al Congreso compartiendo con nuestros colegas la inhumanidad y posiblemente ilegalidad de esta política que es un cambio drástico de las normas que han regido la cuestión del asilo político", le dijo a Univision Noticias Jesús "Chuy" García, demócrata de Illinois.

Una delegación de 17 congresistas visita dos ciudades fronterizas: Brownsville, Texas y Matamoros, Tamaulipas. El demócrata Jesús García asegura que buscan analizar de cerca lo que ha producido la política de esperar en México para los solicitantes de asilo, cuya legalidad está siendo cuestionada en las cortes federales.
Video Congresistas evalúan impacto de política migratoria de Trump en “el campo de refugiados más grande de la frontera”


"Nuestro compromiso como legisladores en el Congreso es redoblar los esfuerzos para anular esta mala política. Mala porque separa, castiga y oprime a las personas como las que vimos al otro lado de la frontera", dijo horas después tras visitar el campamento.

Según los datos más recientes de la Universidad de Syracuse, hasta noviembre más de 56,000 solicitantes de asilo habían sido enviados por EEUU a esperar el avance de sus casos a México. Hasta el momento, según esas estadísticas, solo el 4% de los migrantes que se presentan en las cortes de las carpas bajo el programa MPP lo han hecho acompañados de un abogado.

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Esos mismos datos reflejan que la mitad de los migrantes enviados a México bajo MPP no se presentan a su primera audiencia de asilo algo que la universidad atribuye a "los muchos retos a los que los solicitantes de asilo hacen frente en las comunidades fronterizas en las que deben esperar".

<b>María, una guatemalteca de 27 años,</b> fue regresada a México con sus tres hijos. Quiere ir a Estados Unidos para que sus niños tengan un mejor futuro y porque asegura que necesita protección porque era golpeada por su esposo. Ella asegura que tiene miedo de estar en México porque fue secuestrada y aunque escapó, amenazaron a su madre con que hallarían a la hija y la matarían. No ha logrado conseguir abogado que le apoye con su petición de asilo solo por estar en México. Si perdiera su caso no volvería a Guatemala, sino que se movería a Chiapas porque lo considera más seguro.
La abogada de inmigración en San Diego Maricela Amezola dice que 
<b>actualmente no tiene ningún caso de MPP,</b> aunque asegura que podría tomar algunos sin costo alguno si los argumentos para pedir el asilo fueran contundentes. Explica que tiene pocos abogados en su despacho y que por eso no puede enviarlos un día entero a Tijuana a ayudar a los migrantes bajo los Protocolos de Protección de Migrantes (MPP). Cree que las posibilidades de que un caso de asilo prospere sin abogado son muy remotas, sobre todo por la complejidad de los cambios en la legislación de parte del gobierno de Donald Trump.
Una vista del pasillo en forma de caracol en El Chaparral, el punto fronterizo por el que decenas de migrantes centroamericanos retornados a México 
<b>deben pasar cada vez que tienen su cita con un juez de inmigración en Estados Unidos.</b> Una vez ante los oficiales de Estados Unidos, son recibidos y traslados en buses a las salas de corte.
La carta en la que una organización le notifica a una inmigrante retornada a México que no podrán representarla ante el juez de inmigración: 
<b>"Nuestro equipo legal determinó que NO TIENE la capacidad para aceptar su caso en este momento",</b> se lee en el correo. La negativa se explica porque esta organización, Jewish Family Services, solo tiene un abogado y dos representantes autenticados por el Departamento de Justicia. Entre ellos tres evalúan cuáles y cuántos casos pueden asumir considerando, por ejeplo, que la vida de las personas corra peligro por ser víctimas de la violencia o por razones médicas. Esta es la única organización en la frontera de California que está tomando casos de migrantes devueltos a México bajo los MPP.
El pastor Gustavo Banda Aceves dirige el albergue Embajadores de Jesús en Tijuana, donde casi 90% de los migrantes que allí duermen fueron devueltos a México para los MPP. Explica que la desesperación de los centramericanos por ver una solución en sus casos es tal que hace que muchos de ellos desistan y se devuelvan a sus países. Por eso y las dificultades para conseguir abogados, asegura, 
<b>"la gente no quiere intentarlo más".</b>
Brenda Esmeralda Ruiz, una salvadoreña, ha estado a punto de desistir varias veces, pero el pastor Banda le ha dicho que no se rinda, que siga buscando un abogado que la represente y pelee su caso en Estados Unidos. Ella huyó de su país porque su esposo la golpeaba frecuentemente y la acosaba, hasta que un día se cansó. Salir de El Salvador fue la mejor solución que encontró para poner fin a ese círculo de violencia. Cuando tomó la decisión le pidió a un amigo que la acompañara y se fueron hasta Tapachula. De ahí se montó en la bestia hasta Mexicali y de allí siguió hasta Tijuana. Hasta ahora solo ha tenido una corte. En ella el juez le pidió considerar volver con un abogado.
Diana Vidal, otra salvadoreña de 32 años, también está en Tijuana. Huyó porque tanto las pandillas como la policía acosaron a sus hijos y los obligaban a cumplir órdenes. Cuando ella puso la denuncia en la Fiscalía, la policía comenzó a golpear a los adolescentes e incluso la amenazaron de muerte. Y una noche llegaron miembros de la pandilla Máquina, una de las menos numerosas y quienes controlaban la zona en la que ellos vivían, y les dieron 30 minutos para tomar unas pocas cosas y marcharse de la casa. Así hicieron. Ahora tienen algunos meses en Tijuana. Dice frustrada que ha hablado con cinco abogados y que ninguno ha aceptado su caso. 
<b>"El juez me dijo que tenía 87% de probabilidades de entrar (a Estados Unidos) con un abogado",</b> dice. "El problema es que ninguno quiere venir aquí porque dicen que están saturados".
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"Los inmigrantes vienen con la ilusión de que si no tienen dinero les asignarán un abogado, pero se decepcionan porque eso no ocurre", dice el pastor Alberto Rivera, que dirige el albergue Ágape, también en Tijuana. Cuenta que ve cómo los migrantes llegan con una hoja que les dan en Estados Unidos con una lista de posibles abogados probono y organizaciones sin fines de lucro: "Pero 
<b>ellos llaman y llaman y cuando les contestan les dicen que están saturados". </b>Hasta albergues como Ágape llegan personas que les dan asesoría legal, pero que en muchos casos no son abogados, explica: "Les dicen cómo llenar los documentos, pero 
<b>en algunos casos ha habido dificultades porque han llenado formularios de forma errónea".</b>
Un padre guatemalteco muestra los mensajes de texto con el que grupos criminales amenazaron a su familia e intentaron secuestrar a la hija adolescente desde su propio colegio. Ellos aseguran que su familia en Estados Unidos puede ayudarles a pagar un abogado que los represente, pero hasta ahora no han podido conseguir a ninguno que tome su caso.
Ahora esta familia espera en México el día de su corte. Entre sus miembros hay un bebé de apenas meses que la madre lleva entre brazos. Ella cuenta que mientras estuvieron en custodia de la Patrulla Fronteriza su hijo se enfermó por el frío; la llevaron a una clínica donde una doctora atendió al menor, pero cuando tocó pagar la cuenta, el funcionario que la trasladó se quejó por la cantidad alejando que ella no era estadounidense.
Daniela Díaz, una salvadoreña también esperando en Tijuana. Asegura que ha llamado a todos los números que le han dado en la lista de abogados y que hasta ahora ninguno si quiera le ha devuelto la llamada pese a que ha dejado mensajes de voz. "Esto me pasa cada vez que llamo", dice mientras escucha una de las grabadoras de una de las organizaciones con las que intentaba comunicarse.
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María, una guatemalteca de 27 años, fue regresada a México con sus tres hijos. Quiere ir a Estados Unidos para que sus niños tengan un mejor futuro y porque asegura que necesita protección porque era golpeada por su esposo. Ella asegura que tiene miedo de estar en México porque fue secuestrada y aunque escapó, amenazaron a su madre con que hallarían a la hija y la matarían. No ha logrado conseguir abogado que le apoye con su petición de asilo solo por estar en México. Si perdiera su caso no volvería a Guatemala, sino que se movería a Chiapas porque lo considera más seguro.
Imagen Almudena Toral/Univision
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