"Fue negligencia de ICE": las denuncias de abusos y discriminación de mujeres transgénero tras dos muertes en un año

Aunque existen protocolos para el tratamiento de las poblaciones LGBT mientras están en custodia de las autoridades migratorias, siguen las denuncias por la vulneración de sus derechos.

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Por:
Patricia Clarembaux.
<b>Brigitte Félix, 35 años</b>. Cruzó a Estados Unidos por Piedras Negras, Coahuila, el 16 de abril de 2018. Estuvo cuatro meses en custodia de ICE.
<b>Brigitte Félix, 35 años</b>. Cruzó a Estados Unidos por Piedras Negras, Coahuila, el 16 de abril de 2018. Estuvo cuatro meses en custodia de ICE.
Imagen Patricia Clarembaux/Univision

HOUSTON, Texas.- Lucía Sánchez y Johana Medina rieron y lloraron por 20 días, los mismos que estuvieron juntas en la Casa del Migrante de Ciudad Juárez esperando a que llegara la fecha en la que podían cruzar a Estados Unidos a pedir asilo. A Sánchez le tocó primero.

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Ella recuerda que su amiga la acompañó a la frontera y al despedirse, le dijo: "Amor, nos vemos en Las Vegas, ahí vamos a celebrar todas juntas". Pero ese día no va a llegar: Johana murió tres días después de ser liberada de un centro de detención del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE). Su caso se suma al de Roxana Hernández, otra mujer transgénero que falleció hace un año cuando todavía estaba en custodia de ICE.

"Saber que no la voy a volver a ver me parte el corazón. Nos duele a todas porque todas hemos pasado por cosas difíciles", le dice a Univision Noticias Sánchez, una mujer transgénero hondureña de 24 años.

Johana Medina León era salvadoreña, tenía apenas 25 años. Había sido arrestada el 11 de abril en el puerto de entrada de El Paso del Norte, pero el 14 de abril quedó en custodia de ICE y la llevaron al Centro de Procesamiento de Otero, en Nuevo México. El 18 de mayo tuvo la entrevista de miedo creíble, que resultó positiva. Todo iba bien hasta entonces.

El 28 de mayo pasaron varias cosas que cambiaron radicalmente la forma en la que todo se resolvía: primero, ella pidió una prueba de VIH, se la hicieron y salió positiva; luego, tuvieron que transportarla aun centro m´edico de El Paso, Texas por dolores en el pecho; ese mismo día, le dieron libertad condicional. Tres días después falleció y aún las autoridades no han revelado la causa de muerte, pero organizaciones de derechos humanos reclaman que hubo negligencia de parte de ICE para atenderla oportunamente.

<b>Lucía Sánchez, 24 años</b>. Huyó de su país, Honduras, por amenazas de muerte de miembros de su propia familia. Entre ellos su hermano, que era pandillero y le dijo que lo enterraría vivo.
<b>Lucía Sánchez, 24 años</b>. Huyó de su país, Honduras, por amenazas de muerte de miembros de su propia familia. Entre ellos su hermano, que era pandillero y le dijo que lo enterraría vivo.
Imagen Patricia Clarembaux/Univision

Un año antes ya había fallecido Roxana Hernández, una mujer transgénero hondureña de 33 años. También estaba en custodia de ICE. En una carta, los senadores demócratas Kamala Harris, Tom Udall y Martin Heinrich reclamaron a las autoridades el maltrato al que había sido sometida tanto por la Patrulla Fronteriza como por ICE: que soportó temperaturas gélidas; que se le negó comida, agua y tratamiento médico; que en una ocasión mientras era trasladada de un centro de ICE al otro vomitó y pidió asistencia médica que no le dieron. Cuentan que cuando lleg´o al Hospital General Cibola tenía síntomas de neumonía, deshidratación y complicaciones asociadas con el VIH que padecía. La causa de muerte según ICE : un paro cardíaco.

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Lucía Sánchez siente que tuvo suerte de poder salir ilesa de su arresto y ahora, en libertad, poder compartir techo con otras mujeres transgénero en un refugio en Houston. Está a punto de presentar su solicitud de asilo. Cuando piensa en la muerte de Johana se estremece: "Podría haber sido yo (...) Me sentí mal, impotente. Siempre creí que fue negligencia de ICE y que por eso mataron un sueño".

En los últimos cuatro días tres inmigrantes indocumentados han fallecido bajo custodia de inmigración, una de esas personas es una mujer transgénero de El Salvador que llegó a EEUU para solicitar asilo el 11 de abril.
Video Muere una mujer transgénero mientras estaba en custodia del gobierno estadounidense

La vida intramuros

Un memorando del 19 de junio de 2015 definió la 'guía para el cuidado de detenidos transgénero'. Establece, entre otras cosas, que está "estrictamente prohibida" la discriminación o el acoso a cualquier persona por su identidad de género. Dice que aunque se debe registrar el sexo biológico de la persona, puede haber una casilla para precisar si el detenido se considera "transgénero". Asegura que la identidad de género no debe ser compartida con otros arrestados ni puede ser usada por los funcionarios para ofender a la persona. Es claro al afirmar que cuando alguien se identifica como "transgénero" se debe garantizar su seguridad a la hora de definir dónde será recluido y al considerar un traslado. Señalan además que en las instalaciones cuyos funcionarios sean parte del Cuerpo de Servicios de Salud de ICE debe haber un representante médico y personal con formación en el tema.

Para la compañera de casa de Lucía, Brigitte Félix, una mujer indígena transexual originaria de Guatemala, la mayoría de los elementos de esa guía no se cumplen.

A Brigitte la detuvieron en Eagle Pass, Texas. "¿Tienes sida?", fue la primera pregunta que le hizo el oficial de la Patrulla Fronteriza. Ella por miedo respondió que no, pero sí es portadora del virus. Cuando pasó a custodia de ICE, la recluyeron en una celda con 100 hombres. Recuerda el número exacto porque su cama era la 99. "Un cubano dijo: 'Carne nueva, carne fresca'. Yo me sentí ofendida (...) Cuando me bañaba los baños eran de cinco personas. Los hombres me decían: "¿Vas a querer?'" (al mostrarle el pene). Allí pasó dos noches y la movieron a otro centro de ICE. De nuevo tuvo que compartir celda con un hombre. En otro de sus traslados llegó a Livingston, en Texas, donde pidió que le suministraran hormonas y se las negaron. Allí otro grupo de hombres la obligaba a orinar de pie.

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Brigitte ya había vivido años de humillaciones solo por considerarse una mujer transgénero. Empezaron en su propia casa, de su madre, quien insistía en llamarla Ángel y le reiteraba que se portara como un hombre. Se fue a México y allí vivió dos años en Playa del Carmen. Pero también de allí debió huir. Un par de hombres entraron en su casa y la violaron: "Venimos a robarte todo y a hacerte lo que queramos", le dijeron.

Lucía no tuvo una experiencia distinta durante los siete días que estuvo en custodia de la Patrulla Fronteriza. Univision Noticias consultó a esta agencia federal sobre sus protocolos para el tratamiento de personas transgénero, pero no obtuvo respuesta.

A ella también la encerraron con 15 hombres. Era un espacio de 13 pies cuadrados (cuatro metros cuadrados). El oficial que procesó sus datos le dijo al tomarle la foto que se quitara el maquillaje. Otro más, el que la custodiaba, le puso el apodo de 'flor' y así la llamaba para todo: "Oye flor, sal", "oye flor, ¿quieres orinar? ¿Y por qué no haces de pie?". A ella también le negaron sus hormonas: tenía seis meses tomándolas. Y en una ocasi´on pidió agua y el funcionario de la Patrulla Fronteriza la escuchaba, pero se hacía el sordo y le trajo el vaso con agua tres horas después.

"Creo que todo eso me pasó por ser una mujer transgénero e indocumentada. Creen que no tenemos el derecho de llegar a este país a buscar refugio", recrimina Lucía. Para ella, el comportamiento de los agentes no es por desconocimiento: "No creo que no sepan lo que es una persona transgénero. Creo que sencillamente nos tratan así porque quieren hacerlo".

Ana Andrea Molina llegó a Estados Unidos hace casi 18 años. Es fundadora de la Organizaci´on Latinas de Trans en Texas, con la que ayuda a conseguir recursos para la defensa y fianza de las mujeres transgénero que migran a Estados Unidos en busca de protección.
Ana Andrea Molina llegó a Estados Unidos hace casi 18 años. Es fundadora de la Organizaci´on Latinas de Trans en Texas, con la que ayuda a conseguir recursos para la defensa y fianza de las mujeres transgénero que migran a Estados Unidos en busca de protección.
Imagen Patricia Clarembaux/Univision

Ana Andrea Molina, fundadora de la Organización Latinas de Trans en Texas y quien dirige el refugio en el que viven las tres, recuerda otro caso en el que una inmigrante fue recluida por ICE con un hombre que la golpeó y la abusó sexualmente.

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Van a seguir sucediendo

Una de las instalaciones de ICE acondicionadas para mujeres transgénero está en Nuevo México, dentro del Centro Correccional del condado Cibola. Funciona desde 2017. Es el mismo en el que fue recluida Roxana Hernández. Está dentro de una cárcel para hombres y tiene una capacidad para albergar a 60 personas. Univision Noticias intentó tener detalles sobre los protocolos de ICE con la población LGBT pero no obtuvo respuesta.

Según la afiliada de FOX en El Paso, en ese espacio hay 27 mujeres transgénero detenidas.

Molina considera que el número de inmigrantes transgénero llegando a Estados Unidos es cada vez mayor y que en las instalaciones que funcionan actualmente en lugar de protegerlas "las hacen vulnerables". Su organización estaba apoyando a Johana Medina y también a Roxana Hernández. Hacían todas las gestiones de búsqueda de abogados y patrocinio porque ambas llegarían al refugio en Houston.

"No responsabilizamos al país de las enfermedades con las que venimos, sino de los cuidados que no recibimos", reclama. Ella considera que hasta que no se entiendan los derechos de las mujeres transgénero, muertes como la de Roxana y Johana van a seguir sucediendo.

Lucía recuerda que Johana le contó que huía de amenazas de muerte en El Salvador y que solo quería venir a Estados Unidos para trabajar y poder pagarle a su madre el crédito que pidió para que ella pudiera estudiar enfermería. "No pensaba en ser un peso para este país. Solo quería ser una mujer respetada, aceptada".

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Si quieres contactar a la autora de la nota, puedes escribirle a pclarembaux@univision.net

<a href="https://www.univision.com/noticias/inmigracion/esto-es-tortura-asi-hablan-los-inmigrantes-que-han-sido-aislados-por-tiempo-prolongado-en-celdas-de-castigo">Dulce Rivera estuvo en una celda de castigo</a> los últimos 11 meses de su vida, cuando fue liberada del centro de detención de El Paso, Texas, el 9 de abril de 2019. Jan Thompson, una voluntaria de la organización Avid le dio posada en su casa, "hasta que pueda valerse por sí misma".
La entrada al centro de procesamiento del condado de Otero, donde están recluidos Jesús Lorenzo Ávila (aún en aislamiento) y Gustavo Rodríguez Quintanilla.
Dibujo que hizo Dulce Rivera de su celda de confinamiento (la número 7) en El Paso Texas. Allí estaba desde el 8 de agosto de 2018. Ya había atentado contra su vida en en el centro de Cibola dos meses atrás, en junio.
Centro de detención del condado de Otero, Nuevo México.
Gustavo Rodríguez Quintanilla, cuando vivía con su familia en San Pedro Sula, en Honduras. Hoy espera decisión de un juez de inmigración en Otero, Nuevo México. Estuvo más de 20 días en confinamiento solitario.
Luis Lovo fue deportado luego de enfermarse dentro del aislamiento en Stewart, y ahora está en su casa de El Salvador.
Jesús Lorenzo Ávila dibujó y midió con las cuartas de su mano la pequeña celda de castigo donde se encuentra ahora.
Jesús Lorenzo Ávila en Guerrero, México, donde hizo vida política y dice que fue perseguido. "Me amenazaron de muerte", asegura y por eso huyó a Estados Unidos.
Luis Lovo sigue tratamiento médico para sus problemas de salud mental, en su país: El Salvador.
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Dulce Rivera estuvo en una celda de castigo los últimos 11 meses de su vida, cuando fue liberada del centro de detención de El Paso, Texas, el 9 de abril de 2019. Jan Thompson, una voluntaria de la organización Avid le dio posada en su casa, "hasta que pueda valerse por sí misma".
Imagen Tamoa Calzadilla
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