Muere una mujer transgénero de la caravana de migrantes que estaba bajo la custodia de ICE

Roxanna Hernández, de 33 años, entró a Estados Unidos el 9 de mayo por el puerto de San Ysidro, California. Según la agencia, falleció por complicaciones de salud, mientras que activistas LGBT acusan a las autoridades de dejarla morir.

Por:
Univision
En un comunicado, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) dijo que Roxanna Hernández murió en un centro médico en Albuquerque, a donde fue enviada por síntomas de neumonía, deshidratación y complicaciones asociadas al VIH. Sin embargo, activistas de la comunidad LGBT acusan a las autoridades de dejarla morir.
Video Indignación por muerte de mujer transgénero de caravana de migrantes que estaba bajo custodia de ICE

Roxanna Hernández, de 33 años, una mujer transgénero que llegó a Estados Unidos con la caravana de migrantes murió el pasado viernes cuando estaba bajo custodia del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) en Nuevo México.

Hernández, que fue identificada con un nombre de género masculino por las autoridades de inmigración en un comunicado, había ingresado a Estados Unidos el pasado 9 de mayo por el puerto de San Ysidro, California, pocos días después de que más de dos centenares de inmigrantes centroamericanos pidieran refugio en ese mismo puesto fronterizo.

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En un comunicado, ICE dijo que Hernández murió en el Centro Médico Lovelace (LMC) en Albuquerque. Según la agencia, la inmigrante fue enviada al hospital por síntomas de neumonía, deshidratación y complicaciones asociadas al virus del VIH.

Los mensajes del presidente contra los inmigrantes y los beneficiarios de DACA ocurrió, al parecer, poco después de que el canal conservador Fox News lanzara la alarma sobre una caravana de “ilegales” que pretende cruzar a Estados Unidos. Se trata en realidad de inmigrantes centroamericanos que buscan denunciar la pobreza y la violencia que viven en sus países.
Video De qué se trata la caravana de migrantes en México que desató la furia de Trump


De acuerdo al comunicado del ICE, el 13 de mayo agentes de esa agencia federal tomaron custodia de la inmigrante y la trasladaron a El Paso (Texas).

El 16 de mayo Hernández llegó al Centro Correccional del Condado de Cibola en Milán, Nuevo México, donde fue alojada en una unidad para personas transgénero.

Un día después de su arribo al centro de detención, la hondureña fue trasladada al Hospital General de Cibola y ese mismo día fue trasladada en ambulancia aérea a LMC, donde permaneció en la unidad de cuidados intensivos hasta su fallecimiento el pasado viernes.

ICE indicó que Hernández había ingresado dos veces de forma ilegal al país entre 2005 y 2009 y había firmado un retorno voluntario a México, de donde dijo ser ciudadana.

El 23 de enero de 2014 fue arrestada nuevamente por reingreso ilegal y fue deportada a Honduras el 11 de marzo de 2014.

Este grupo que se unió a la caravana de migrantes con el fin de buscar protección comenzó con 30 personas transgénero que huyeron de sus países por discriminación y violencia. Las integrantes se dispersaron durante la travesía por México y unas 10 llegaron a la frontera con Estados Unidos en Tijuana para pedir asilo.
Video Las 'transmigrantes': transgéneros que huyeron de sus países junto a la caravana de migrantes

Protestas por la muerte

Defensores de los derechos de los inmigrantes y de la comunidad LGBTQ protestan hoy en Los Ángeles por la muerte de una hondureña transgénero que estaba bajo custodia del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) en Nuevo México.

"ICE dejó morir a Roxanna, los pacientes no mueren de complicaciones por el sida hoy en día, mueren debido a la negación del tratamiento", dijo hoy a Efe Bamby Salcedo, presidente y directora ejecutiva de la Coalición TransLatin@

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"Se ha establecido una burocracia institucional para que no podamos recibir la ayuda y el apoyo que necesitamos para salvar nuestras vidas", denunció.

Anandrea Molina Molina, presidenta de Organización Latina de Trans en Texas, dijo que la comunidad necesita organizarse "ahora más que nunca" para proteger a las "mujeres más vulnerables", en particular las "inmigrantes transgénero que están rodeadas de violencia a diario".

Las organizaciones Pueblo sin Fronteras, Al otro lado y Diversidad sin Fronteras publicaron un comunicado en el que afirmaban que el fallecimiento de Roxana fue un "asesinato institucional".


Según afirmaron, las autoridades migratorias tardaron más de una semana en "finalmente reconocer (...) que ella necesitaba atención médica" y las acusaron de "negligencia médica".

"En otras palabras, ella fue asesinada, como Claudia Gómez González fue asesinada por un agente de la Patrulla Fronteriza hace menos de una semana. Roxy murió en el país en que ella quiso empezar una nueva vida, murió por ser una mujer transgénero, una migrante que fue tratada sin respeto ni dignidad", se lee en la nota.

Las autoridades aún esperan el resultado de la autopsia a Hernández, la sexta persona que muere bajo custodia del ICE en lo que va del año fiscal 2018, que comenzó el 1 de octubre de 2017.

<b>Laura</b> es madre soltera con cuatro hijos menores. Salió de La Ceiba, en la costa atlántica de Honduras, después de que un grupo del crimen organizado mató a su hermano y comenzó a amedrentarla, con amenazas. "Lo más difícil fue cuando hace unas semanas le metieron fuego a mi casa". Ese incendio, según cuenta, le causó quemaduras a una de sus hijas. La certeza de que los pandilleros continuarían con los hostigamientos hizo que la familia prefiriera salir de Honduras y atravesar Guatemala para unirse a la caravana en la frontera con México. "Me vine con mis cuatro hijos para no arriesgarlos. En Honduras corren peligro".
<b>Kevin</b>,
<b> </b>de
<b> </b>15 años, dice que quiere llegar a Estados Unidos para estudiar. En Choluteca, Honduras, las pandillas le impedían ir a clases y aunque le permitían trabajar como peón, a menudo le quitaban lo que ganaba. "Querían el dinero para comprar drogas. Yo sé que al llegar a EEUU voy a tener que trabajar para poder estudiar, porque no va a ser gratis, pero valdrá la pena". Lo primero que desea es que le den el permiso de entrar al país y luego a la escuela: "De ahí, vamos a ver qué es lo que me puede gustar. Tal vez estudiar para ser doctor o maestro".
<b>Janet</b>, de 32 años, salió huyendo de San Bartolo Ilopango, en El Salvador, junto a su esposo Yoni y sus dos niñas. "Nos amenazaron de muerte. Los mareros (miembros de la pandilla) le dijeron a mi esposo que si no accedía a unas peticiones, le podía pasar lo mismo que a un familiar suyo (le mataron a un primo)". Esa amenaza ocurrió en marzo. Semanas después aumentó la presión para que Yoni colaborara con las pandillas: "Llegaron a advertir que si se negaba, ya la iban a tomar contra nosotras, las niñas y yo". Por eso la pareja decidió abandonar su vida en Ilopango y unirse a la caravana, después de que supieron que el objetivo era llegar con cientos de personas a la frontera norte mexicana para presentarse ante las autoridades migratorias estadounidenses. "Pues bueno, ya hemos llegado hasta aquí y gracias a Dios estamos bien, pero ahora falta 
<a href="https://www.univision.com/noticias/inmigracion/la-caravana-de-migrantes-se-enfrenta-a-su-peor-obstaculo-el-reto-de-pedir-y-obtener-asilo-en-eeuu">lo más difícil, conseguir el asilo".</a>
<b>Yoni</b> está nervioso. La sola imagen de acudir a las autoridades estadounidenses para entregarse junto a su familia y solicitar un asilo le inquieta. "Siento presión de oír tantos temas; que el presidente Donald Trump dice esto y aquello. Si yo pudiera, le pediría que se pusiera la mano en el corazón y dialogara con muchas de estas familias que vienen acá por diferentes tipos de problemas; y que los escuchara porque así se daría cuenta de que uno no viene acá para aprovecharse del país o por algún interés, sino por seguridad y por sacar adelante a nuestros hijos. Lo único que nos queda es ponernos en manos de Dios y que sea él quien le toque el corazón". A pesar de la angustia, dice que también se siente "agradecido", pues en el camino nadie de la familia se enfermó y nada malo les pasó.
<b>Ángel</b>. Este jornalero decidió huir de su casa en el central departamento de Yoro, en Honduras, tiempo después de que pandilleros de la MS-13 mataran a su hermano: "Era un profesor rural que no se metía con nadie, así que no sabemos el motivo". Dos meses más tarde, los mismos criminales asesinaron a su sobrino y le advirtieron que le pasaría lo mismo si no obedecía todo lo que le pedían que hiciera. Así que decidió marcharse; en la huida, recorrió diversos pueblos de Honduras. Entonces, los pandilleros decidieron ser más crueles: "Golpearon y violaron a mi madre, una mujer de 87 años, porque querían que les dijera dónde estaba yo, para hacerme regresar; yo tengo pruebas de todo eso, fotos del hospital". Como no podía trabajar de manera estable, decidió unirse a la caravana con su hijo de 5 años. "Esperamos que nos concedan asilo. Si nos lo niegan vamos a estar en mucho peligro, pero si lo conseguimos, vamos a ver cómo vamos a ayudar a los demás en la familia".
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Laura es madre soltera con cuatro hijos menores. Salió de La Ceiba, en la costa atlántica de Honduras, después de que un grupo del crimen organizado mató a su hermano y comenzó a amedrentarla, con amenazas. "Lo más difícil fue cuando hace unas semanas le metieron fuego a mi casa". Ese incendio, según cuenta, le causó quemaduras a una de sus hijas. La certeza de que los pandilleros continuarían con los hostigamientos hizo que la familia prefiriera salir de Honduras y atravesar Guatemala para unirse a la caravana en la frontera con México. "Me vine con mis cuatro hijos para no arriesgarlos. En Honduras corren peligro".
Imagen Manuel Ocaño
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