Los campos de naranja de Bakersfield, California, tienen menos trabajadores desde hace una semana. Igual que las cercanías del Home Depot, donde ya no se ve a la treintena de jornaleros esperando por quien requiera sus servicios, sino a unos cinco. Hay quienes tienen incluso miedo de ir a la tienda a comprar comida, y sus familiares o amigos con documentos les hacen el mandado. La semana pasada marcó a las comunidades de este condado, el Kern.
Trabajadores del campo entre los detenidos por la Patrulla Fronteriza en Bakersfield: "Es el tipo de cosas que veremos en los próximos cuatro años"
Bakersfield no es igual desde la semana pasada. Después de que la Patrulla Fronteriza detuviera a decenas de miembros de la comunidad, el miedo y la ansiedad se esparció. A dos días de la toma de posesión de Donald Trump, las organizaciones insisten en que nunca es tarde para saber cuáles son tus derechos.

Los teléfonos de las organizaciones de defensa de los trabajadores no pararon de sonar advirtiendo que funcionarios de la Patrulla Fronteriza estaban deteniendo a miembros de la comunidad en los alrededores de granjas, en las calles, en las estaciones de gasolina e incluso en la principal autopista del Valle Central de California, la 99.
"Llevaron a cabo lo que ciertamente nos parecieron paradas y detenciones basadas en el perfil de los trabajadores de habla hispana. Arrestaron en su mayoría a trabajadores agrícolas en Bakersfield y sus alrededores, así como a algunos jornaleros de la construcción", dijo en una conferencia de prensa Antonio De Loera, director de comunicaciones de la organización United Farm Workers, que defiende los derechos de los trabajadores del campo. Denuncian que entre los detenidos hubo incluso ciudadanos estadounidenses y residentes permanentes, como Yolanda, entrevistada en el video al inicio de esta nota.
Bakersfield es una populosa ciudad a dos horas al norte de Los Angeles, en California. Poco más de la mitad de sus 413,381 habitantes son hispanos o latinos, según cifras del Censo. La zona en la que la Patrulla Fronteriza llevó a cabo su operación 'Return to Sender' es descrita por los activistas como un área de producción agrícola, de frutas y nueces que son vendidas en todo el país. Y los días en que se llevaron a cabo los arrestos —entre el martes y el viernes de la semana pasada— los campesinos trabajaban en la cosecha de limones y naranjas.
En su cuenta de la red social X, el jefe de la Patrulla Fronteriza del Centro, Gregory Bovino, aseguró que 78 personas indocumentadas habían sido detenidas. United Farm Workers cree que la cifra puede ascender hasta las 200 personas.
De Loera lamenta el miedo, la ansiedad y el estrés que siembran estos operativos en las comunidades y las familias afectadas: "Desafortunadamente, creo que es el tipo de cosas que veremos cada vez más en los próximos cuatro años".
Univision Noticias consultó a la Patrulla Fronteriza para conocer detalles de la operación y de los detenidos, pero al cierre de esta nota no obtuvo respuesta.
¿Quiénes son los detenidos?
Ante los rumores de redadas en la zona, un granjero decidió pedirle a sus empleados que se marcharan a casa. "Creyó que permitiéndoles irse a sus hogares los protegería de los arrestos, sin saber que agentes de la Patrulla Fronteriza los estaban esperando fuera de la granja para arrestarlos. Este granjero estima que unos 30 de sus trabajadores fueron tomados en custodia", contó Ambar Tovar, directora de servicios legales migratorios de la Fundación United Farm Workers.
Areli Arteaga, miembro de United Farm Workers e hija de campesinos, asegura que esta es la primera operación de esta magnitud que vive en el Valle Central. Dos de sus compañeros fueron detenidos.
"Francisco era un padre orgulloso de tener dos hijos con menos de 10 años, ambos ciudadanos estadounidenses. Había trabajado en campos de California durante más de 15 años", narró Arteaga al cambiar los nombres para proteger a las familias que quedaron en Estados Unidos. "Santiago también era padre de cuatro niños en edades entre cuatro y 10 años. También tenía más de 15 años de trabajo en el campo".
Arteaga contó que ambos se despertaron el martes entre las cuatro y cinco de la mañana para ir a trabajar en la cosecha en campos de mandarina. De regreso a casa, por la tarde, fueron detenidos por agentes de la Patrulla Fronteriza. El miércoles ambos fueron deportados. "El mayor miedo que tienen es que inmigración regrese por sus familias. Están preocupados por cómo podrán dar sustento a sus hijos".
El jefe de la Patrulla Fronteriza, Gregory Bovino, dijo que entre los detenidos había "muchos con récord criminal", precisó. Mencionó a un violador de un menor de ocho años, otro con una orden de búsqueda por delitos sexuales contra niños y uno más que poseía un arma.
Tovar aseguró que entre las personas que ellos entrevistaron ninguna tiene historial criminal: "Eso significa que pese a no tener antecedentes criminales, simplemente porque ahora están en contacto con inmigración o tuvieron algún contacto con inmigración, la Patrulla Fronteriza tomó la iniciativa de darles una notificación de comparecencia y ahora se encuentran en un proceso de deportación".
Ella insiste en que la operación que se vivió en Bakersfield —en la que aseguran participaron más de 50 agentes, con buses, patrullas y vans para detener y trasladar a las personas— mostró prejuicios raciales y no tuvo como fin detener a criminales.
Los representantes de United Farm Workers han hablado con algunos detenidos que ya fueron liberados. Uno de ellos aseguró que fue trasladado en un autobús con otras 30 personas más, entre ellas tres mujeres.
Tovar asegura que ubicar a los detenidos ha sido un reto. Dice que saben de al menos 50 inmigrantes de origen mexicano que firmaron su regreso voluntario a su país de origen. "Esto significa que estas personas renunciaron a su derecho a ver a un juez de inmigración, lo cual es problemático. No se les concedió el derecho al debido proceso para tener un día en corte".
Por cifras como estas, sospechan que los detenidos por la Patrulla Fronteriza eran más que los 78 que informó la agencia.
Después de lo ocurrido en Bakersfield, estos activistas han sabido de falsas alarmas sobre redadas que se han dado en otras ciudades del estado. Aseguran que a días de la entrada de Donald Trump a su segunda presidencia ya se siente miedo en las comunidades. A las reuniones de capacitación para que los inmigrantes conozcan sus derechos cuentan que llegan en cientos.
De Loera asegura que en sus conversaciones con las comunidades les recuerdan que el "juego no se acaba porque la Patrulla Fronteriza los pare", que pueden permanecer en silencio y que no tienen que firmar su salida voluntaria del país porque ellos lo digan. Les recuerdan la importancia de conocer cuáles son sus derechos.