Secuestrado al pisar México: abogados denuncian que la inseguridad hace que los migrantes falten a sus cortes

En tres días, una abogada de la organización Human Rights First notó que muchos migrantes se ausentan de sus audiencias de corte. Entre otras razones, lo atribuyen no solo porque desisten de sus casos hartos por lo largo y lento del proceso, sino porque tienen miedo de ser secuestrados o agredidos cuando van en camino a sus audiencias o cuando vienen de regreso a México.

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Por:
Patricia Clarembaux.
Una de las cortes instaladas en carpas está en Laredo, Texas. Hasta allí acudió un migrante para su audiencia. Tras comparecer ante el juez, el hondureño manifestó que piensa devolverse a su país. Por su parte, el secretario interino de Seguridad Nacional, Kevin McAleenan, aseguró que este procedimiento "desmotivará a personas que no tienen razones válidas" para ir a EEUU.
Video "No dejan que uno opine mucho": migrante narra su audiencia por videoconferencia en la frontera

Una mujer llegó el martes con su hijo de 8 años a su audiencia de corte en una carpa instalada en Laredo, Texas. Ambos están bajo los Protocolos de Protección de Migrantes (MPP), que los obliga a esperar en México la resolución de sus casos de asilo y les permite cruzar a Estados Unidos solo para ver al juez. Se suponía que esa tarde debían aparecer tres miembros de la familia en la cita, pero su esposo está desaparecido desde septiembre y por eso esa tarde no se presentó. Ella, llorando, contó que no sabe si fue secuestrado, lo asesinaron o lo desaparecieron. De igual forma, por su ausencia, el juez ordenó la deportación del inmigrante.

El caso fue visto a través de una videollamada por la abogada Rebecca Gendelman, del equipo legal de la organización Human Rights First, quien estaba en la misma sala que el juez. La abogada considera que la inseguridad a la que están expuestos los inmigrantes bajo MPP es una de las razones por las que en la corte esta semana, por ejemplo, de 31 personas que tenían audiencia solo llegaron cuatro; y en otra sala, de 63 solo llegaron 15.

Para ella, el ausentismo en las carpas en la frontera se debe también al miedo que tienen los migrantes a ser víctimas de secuestros, agresiones, violaciones sexuales, extorsiones o robos cuando van de camino a sus audiencias o apenas al cruzar los puertos fronterizos de regreso de Estados Unidos a México, como le pasó a dos mujeres que fueron raptadas en septiembre en Nuevo Laredo cuando llegaban de vuelta a México tras sus audiencias de ese día.

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"Basado en nuestras investigaciones, creemos que las altas tasas de secuestros y ataques contribuyen a que la gente no pueda llegar a sus audiencias. Tenemos también reportes de inmigrantes que han sido raptados de camino a sus audiencias o al regreso. Es peligroso para algunos de ellos incluso ir a sus cortes", explica Gendelman a Univision Noticias.

Human Rights First ha escuchado estos testimonios en esas videollamadas y al conversar con los migrantes en la frontera. En tres días de presencia en la corte de San Antonio, Gendelman dice que vio, por ejemplo, a dos adolescentes, de 12 y 16 años, suplicarle al juez que no los devolviera a México porque ya habían sido secuestrados a su regreso de la audiencia anterior; hubo otra madre que llegó con su niño de 2 años, ambos habían sido raptados, así que ella aseguró que prefería ser deportada a su país antes que ser devuelta a México, y el juez obedeció y firmó su expulsión del país.

En el informe 'Órdenes desde arriba: los abusos masivos a los derechos humanos bajo la política de Trump de retorno a México' de esta organización ellos cuentan al menos 340 reportes de violaciones, raptos, torturas y otros ataques violentos contra los migrantes que están bajo MPP. Aseguran que hubo un pico en agosto, cuando identificaron —solo en ese mes— 110 agresiones. Explican que la cifra de seguro es mayor, pero que las víctimas por miedo no denuncian ante las autoridades y tampoco cuentan nada a la prensa o a activistas.


A pesar de lo que narran los migrantes en las cortes, el comisionado en funciones de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), Mark Morgan, dudó de los testimonios —ampliamente denunciados desde el arranque de los MPP— y en una rueda de prensa en septiembre los catalogó como "anécdotas". Dijo entonces que el gobierno mexicano no había podido comprobar la veracidad de esas historias.

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Las videoconferencias que están siendo escuchadas por abogados de distintas organizaciones, son las que están siendo realizadas desde septiembre como parte de un programa para supuestamente agilizar los atascos en las audiencias de asilo en el país que, según un registro independiente de la Universidad de Syracuse, suman un millón de casos atrasados. Ha sido implementado en Laredo y Brownsville: los migrantes tienen sus audiencias bajo carpa blancas instaladas al lado de los puentes fronterizos y hablan por videollamada con jueces de San Antonio, Port Isabel y Harlingen, según corresponda. Después son devueltos nuevamente a ciudades fronterizas de las más violentas en México —como Nuevo Laredo, Matamoros o Tijuana— donde deben esperar durante meses la resoluci´on de sus casos.

Diversas organizaciones —entre ellas Amnistía Internacional, ACLU y Human Rights First— han denunciado que a pesar de que los inmigrantes manifiestan haber sido víctimas e incluso tienen una entrevista con oficiales de asilo para explicar lo que les ocurrió, son devueltos a México "a manos de sus secuestradores", condena Gendelman.

El objetivo: los solicitantes de asilo

El miedo de los migrantes a ser retornados a México no es cuento de unos pocos. El Immigration Policy Center, que investiga las consecuencias de las políticas migrantorias, encuestó a 607 solicitantes de asilo en Tijuana y Mexicali entre julio y octubre de 2019. Cerca de 9 de cada 10 aseguró tener temor de ser devuelto: 40.4% de ellos tuvo una entrevista con un oficial de asilo para exponer las razones de su miedo y 59.6% de ellos no. Y entre los que son escuchados, 6 de cada 10 son regresados a México sin que siquiera se investigue la veracidad de sus testimonios.

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Human Rights First cuenta distintos casos en su reporte que ni siquiera son considerados para un segundo chequeo. Entre ellos, el de un solicitante de asilo hondureño que junto a su hijo de 9 años fue devuelto a Matamoros sin tener una entrevista con un oficial de asilo que confirmara las razones de su miedo. Eso a pesar de que le explicó al funcionario de CBP que habían sido secuestrados en México y que él había sido torturado por funcionarios del gobierno de Tamaulipas, que le quemaron distintas partes de su cuerpo con encendedores de cigarrillos. Según contó a la organización, el agente de CBP lo amenazó con separarlo de su hijo si insistía sobre su temor de volver a México.

También cuentan el testimonio de otra solicitante de asilo embarazada a quien CBP tampoco permitió una revisión de su miedo de volver a México. Ella contó que había sido secuestrada en Nuevo Laredo, y aunque activistas intentaron insistentemente que ella fuera removida del programa —por estar embarazada y por sus miedos— fue retornada a México en septiembre.

Entre los que sí fueron escuchados pero igual fueron retornados a México está el caso de una guatemalteca que le contó al oficial de asilo de su secuestro en Ciudad Juárez y que sus agresores una vez que la liberaron, siguieron amenazándola, incluso por la noche mientras dormía en el albergue. Ella explicó que ellos mismos le habían robado sus documentos de MPP y sabían exactamente cuándo era su próxima fecha de corte; reiteró entonces su temor a ser secuestrada de nuevo mientras iba al puerto de entrada para su corte. Aún así, el funcionario consideró que no existían suficientes razones para su miedo y la devolvió a México.

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Frente a estas situaciones y las tragedias que escuchó en su visita a la corte de San Antonio, Rebecca Gendleman asegura que seguirán sumándose migrantes que tengan miedo de ir a sus cortes o que pedirán sus deportaciones: "No puedo imaginar el trauma que están viviendo (...) Son niños y adolescentes que están siendo secuestrados y luego obligados a permanecer en México".

Un grupo de migrantes espera para entrevistarse con las autoridades de EEUU que procesarán sus solicitudes de asilo en una corte provisional instalada en carpas en Laredo, Texas. Estas oficinas son llamadas oficialmente 'Centro de Audiencias de Inmigración de los Protocolos de Protección Migratoria' y fueron creadas para atender solicitantes de asilo que están obligados a aguardar la tramitación de su proceso en 
<a href="https://www.univision.com/temas/mexico-city">México</a>.
El complejo de carpas para las audiencias de inmigración en Laredo tiene 30,000 pies cuadrados (2,787 metros cuadrados). Esta ciudad colinda con la mexicana Nuevo Laredo, a unas 150 millas al sur de San Antonio. Estas oficinas temporales son parte de la política del gobierno de Donald Trump para agilizar el proceso legal de las solicitudes de asilo en EEUU.
Otra corte similar fue activada en Brownsville, al lado de la ciudad mexicana de Matamoros, muy cerca de la desembocadura del río Grande (o río Bravo para los mexicanos) entre México y EEUU.
Estas cortes temporales son parte del programa ‘Protocolos de Protección al Migrante’ (MPP, por sus siglas en inglés), implementado para enfrentar “una crisis de seguridad y humanitaria en la frontera sur”, según funcionarios del gobierno. En la fotografía, un niño duerme en las piernas de un adulto mientras esperan para para ser atendidos en Laredo.
La corte temporal de Laredo comenzó a funcionar el pasado lunes. En la fotografía, los números que deben llevar los solicitantes de asilo en la nueva instalación.
¨"Silencio por favor, corte en sesión", se lee en un cartel dentro de la instalación temporal de Laredo. Con el programa MPP los solicitantes reciben una "notificación de comparecencia" para su audiencia en el tribunal de inmigración, pero son devueltos a México hasta su fecha de audiencia con un juez, que ahora puede realizarse en alguna de estas carpas.
La atención de los solicitantes de asilo en estas carpas permite que un juez de inmigración determine los méritos de las peticiones con los solicitantes presentes, lo que acelera el proceso. Según las organizaciones que ayudan a los migrantes, los solicitantes de asilo que esperan en México tienen más complicaciones para encontrar ayuda legal y asesoría para el manejo de sus casos del otro lado de la frontera.
Uno de los espacios dentro de la instalación para atender a los solicitantes de asilo en Laredo. Los migrantes son atendidos por funcionarios dentro de la corte temporal y jueces que están en otras ciudades y se comunican con los solicitantes por videoconferencia.
Un grupo de migrantes en la fila para ser atendidos en Laredo. El programa MPP se comenzó a implementar en enero de este año. Según declaró Kirstjen M. Nielsen, entonces secretaria de Seguridad de EEUU, esta política tiene como objetivo frenar el tráfico de personas que “no tienen el derecho legal de permanecer en EEUU” y “exigir que ciertas personas esperen sus procedimientos judiciales en México".
El secretario interino del Departamento de Seguridad Nacional, Kevin McAleenan, y otros funcionarios realizan un recorrido por la instalación de Laredo. El Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza de EEUU (CBP, por sus siglas en inglés) estima que unos 42,000 migrantes fueron enviados a esperar en México para esperar a que se procesen sus solicitudes.
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Un grupo de migrantes espera para entrevistarse con las autoridades de EEUU que procesarán sus solicitudes de asilo en una corte provisional instalada en carpas en Laredo, Texas. Estas oficinas son llamadas oficialmente 'Centro de Audiencias de Inmigración de los Protocolos de Protección Migratoria' y fueron creadas para atender solicitantes de asilo que están obligados a aguardar la tramitación de su proceso en México.
Imagen Eric Gay/AP
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