Más del 80% de la población de Tuvalu, un archipiélago del Pacífico amenazado por la subida del nivel del océano, aspira a llegar a un visado "climático" para reinstalarse fuera de su país porque el aumento del nivel del océano está 'borrando' las posibilidades de un futuro en la zona.
El primer país que se "quedará vacío" por el imparable aumento del nivel del mar
En este país, más del 80% de la población busca aplicar a visas para salir de su país como "refugiados climáticos". La subida del nivel del océano destruye sus playas, sus hogares y mata sus cultivos cubriéndolos de agua salada.
Y Australia es su principal destino de quienes buscan salir de allí, gracias a un programa de visados para los ciudadanos de Tuvalu, en un esquema de migración climática único en el mundo.
La comisión australiana que gestiona estas solicitudes de visa, dio parte de un "nivel extremadamente alto de interés" en los visados: 8,750 personas pidieron visas climáticas, el dato equivale al 82% de la población de Tuvalu, que según el censo de 2022 ascendía a 10,643 habitates.
El programa, firmado el año pasado, concede los visados de manera aleatoria, y otorga a los habitantes de Tuvalu la posibilidad de vivir, estudiar y trabajar en Australia.
Las islas del Pacífico ya viven el cambio climático (no es solo una teoría)
El archipiélago de Tuvalu es uno de los países más amenazados por el cambio climático y la subida del nivel del océano. Viven a diario con la realidad del cambio climático, a medida que la intensificación de los ciclones, el aumento del nivel del mar y la intrusión de agua salada transforman sus costas, sus cultivos y alteran la vida.

Desde 1993, el nivel del mar alrededor de sus islas ha aumentado significativamente más rápido que el promedio mundial.
Según los científicos, Tuvalu será inhabitable en los próximos 80 años, y de momento dos de los nueve atolones que lo componen han sido engullidos por el mar. Los atolones son islas que típicamente tienen forma de anillo, alrededor de un arrecife de coral que rodea una laguna central.
Un fallo internacional que apunta contra los países que son grandes contaminantes

Esta semana, la más alta jurisdicción de la ONU se pronunció sobre las obligaciones legales de los Estados frente al cambio climático, y la responsabilidad económica de los países que históricamente contaminaron más. El caso partió precisamente de un país vecino de Tuvalu, Vanuatu, donde un grupo de estudiantes decidió apelar a la justicia internacional a la vista de la urgencia climática en esta zona del mundo.

La Corte Internacional de Justicia (CIJ) emitió un fallo no vinculante, pero clave para estas pequeñas naciones. El caso, liderado por Vanuatu y respaldado por más de 130 países, establece que todos los países están sujetos a obligaciones legales claras para proteger el clima bajo tratados existentes.
Según la CIJ, los países deben elaborar planes climáticos nacionales con la mayor ambición posible, en línea con el objetivo de limitar el calentamiento a 1.5 °C. Si no cumplen, podrían tener que reparar daños o incluso enfrentar reclamos de compensación.
Aunque no es jurídicamente vinculante, este fallo influirá en futuros litigios, negociaciones y decisiones políticas. Incluso advierte que expandir la producción de petróleo, gas y carbón podría considerarse un "acto ilícito".
Tuvalu, un pequeño paraíso que se pierde

El fallo llega tras décadas de frustración para las naciones del Pacífico que han visto desaparecer sus territorios, inundarse sus cultivos y sus atolones hundirse.
En Tuvalu, donde la altitud promedio es de tan solo 2 metros (6.6 pies), la vulnerabilidad climática es extrema: se trata de un archipiélago prácticamente sin elevaciones y su población no tiene dónde reubicarse dentro de su propio territorio.

El país tiene hermosas playas de agua cristalina, un paraíso que avanza hacia su desaparición. Se sitúa en el medio del océano Pacífico, aproximadamente a 2,400 millas (4,000 km) de Hawái y sus países más cercanos son Kiribati, Samoa y Fiyi. Para 2100, se prevé que gran parte del país quede bajo el agua durante la marea alta.
Cuando el agua del mar asciende por el atolón de coral en la parte continental de Funafuti (capital de Tuvalu) inunda las plantaciones de taro, un cultivo de raíz consumido en Oceanía y Asía.
Tuvalu se compone de 8 islas, todas habitadas por cerca de 11,000 personas que experimentan los efectos del cambio climático en su vida diaria.