“Cuando escuchas las bombas imaginas que no es real”: el duro relato de una huida por resguardarse en Ucrania

Una inmigrante eslovena narra a Univision Noticias cómo escapó del avance de las tropas rusas entre bombardeos, alarmas y el tráfico pesado. Desde un refugio ella sigue ayudando a quienes necesitan medicamentos, comida y productos de higiene. Su plan es quedarse hasta que pase el conflicto. Aquí puedes seguir las últimas noticias de la crisis.

Foto Isaias Alvarado
Por:
Isaías Alvarado.
El presidente ucraniano Volodimir Zelensky grabó en un video mientras caminaba entre los edificios bombardeados de Kiev. La capital ucraniana ha resistido al asedio de las fuerzas rusas durante la madrugada del sábado. Sigue minuto a minuto la situación aquí.
Video “No tiraremos las armas”: el mensaje del presidente ucraniano entre edificios bombardeados

Mira Milavec sabía que el conflicto entre Rusia y Ucrania escalaba peligrosamente, pero la tomó por sorpresa el grito de una persona durante la madrugada del jueves. Los primeros bombardeos de las tropas rusas ya estaban impactando el territorio ucraniano. “¡Vámonos! ¡Levántense! ¡Nos vamos!”, se escuchó en un complejo de la organización Caritas en Odesa, al sur del país, donde estaba ella.

“Tuve mucho miedo, no sabía lo que pasaba y un colega me dijo: ‘Mira, están bombardeando, es la guerra. Necesitamos irnos’”, narra Milavec en una entrevista telefónica con Univision Noticias.

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Empacó lo que pudo y abordó con otros compañeros de Caritas una camioneta rumbo a la capital Kiev. Miles más evacuaban hacia el mismo lugar. “En el camino había un enorme tráfico. Puedo decir que filas de kilómetros en una carretera de cuatro carriles, porque la gente esa mañana tomó sus coches y estaba dejando la ciudad. La ruta tomó cuatro o cinco horas de Odesa a Kiev”, continuó.

Aquí puedes seguir las últimas noticias de la crisis.

No sabían que se dirigían al lugar al que también querían llegar los soldados rusos desde el norte, pasando por Chernobyl. Por esa razón en Kiev les dio la bienvenida una alarma que les advertía que los proyectiles de los invasores caerían en una zona cercana.

“Al llegar a Kiev vi que estaba vacío, las calles estaban vacías. Cuando llegamos a nuestra oficina, cerca de la catedral de San Alexander, las alarmas comenzaron a sonar… No teníamos un búnker ahí, pero entramos a la iglesia para protegernos. Gracias a Dios no pasó nada”, relata.

Mira Milavec fue evacuada la madrugada del jueves y ahora está en el oeste de Ucrania.
Mira Milavec fue evacuada la madrugada del jueves y ahora está en el oeste de Ucrania.
Imagen Cortesía Mira Milavec


Su evacuación continuó por la tarde, ahora dirigiéndose hacia una ciudad en el oeste del país, una zona que ella describe como “donde hay menos conflicto”. No quiso revelar su ubicación por razones de seguridad. En su ruta vieron tanques de guerra y, de nuevo, les detuvieron las filas interminables de vehículos que trataban de alejarse de Kiev lo antes posible.

“Esa noche, cuando viajábamos a la ciudad donde estamos ahora, bombardearon otra ciudad por la que recién habíamos pasado. Fue cuando escuché las bombas por primera vez”.

Mira Milavec tiene 42 años, nació en Eslovenia y lleva tres años en Ucrania. Cuando era niña, a inicios de la década de los noventa, le tocó un conflicto bélico en su país, pero jamás alcanzó la situación en la que ahora está Ucrania. “Recuerdo bien ese sentimiento de que necesitas ir al búnker”.

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La noche del jueves el horror de la guerra le pisaba los talones. “Cuando escuchas las bombas en tu mente imaginas que no es verdad. Que quizás está pasando un camión grande. Pero la realidad es que sí son bombas. Por supuesto en ese momento te da ansiedad, te da miedo”, describe.

“Ucrania necesita más ayuda que nunca”

Los trabajadores y voluntarios de la organización de servicios sociales Caritas, que es parte de la red de instituciones de la iglesia católica, fueron distribuidos en distintos lugares de Ucrania. Milavec comparte ahora una casa con otros compañeros. Dice que no ha querido ver las noticias para no espantarse más, pero amigos y colegas le envían información de lo que ellos están pasando.

“Un colega me escribió que en el búnker escuchan bombas todo el tiempo y también los combates de los soldados”. Ella confía en que este domingo ese colega salga de allí.

A medida que las tropas rusas siguen avanzando, en apenas tres días de invasión, más de 150,000 personas han huido de Ucrania hacia los países vecinos, Hungría, Rumanía, Moldavia y Eslovaquia, informó este sábado la Agencia de Refugiados de la ONU (ACNUR).

Por ahora la mitad de los ucranianos que han huido lo ha hecho hacia Polonia y el resto a Hungría, Moldavia, Rumanía y otros países vecinos. "El desplazamiento dentro de Ucrania también está creciendo, pero la situación militar hace que sea difícil estimar el número y proporcionar ayuda", detalló en un tuit Filippo Grandi, alto comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados.

Personas aglomeradas en una estación de tren en Lviv, al oeste de Ucrania.
Personas aglomeradas en una estación de tren en Lviv, al oeste de Ucrania.
Imagen Mykola Tys/AP


Cuando ya había caído la noche del sábado, Milavec se preguntaba si debía quedarse o regresar a su natal Eslovenia. Eligió la primera opción. “Muchos de mis amigos y familiares me llaman para decirme que necesito volver a mi país. También mi embajada me llamó hace dos días: ‘Mira, tienes que salir de Ucrania’. Pero Ucrania es mi segunda casa y de verdad siento que no me tengo que ir. Les digo que Ucrania necesita más ayuda que nunca y por el momento aquí estoy. Pero no sé qué pasará mañana”.

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Ella comenzó su tarea apoyando a otros desde que viajaba en la camioneta para buscar un refugio. Cuenta que tomó el caso de una persona que necesitaba urgentemente un medicamento que no había en Ucrania y consiguió que alguien en otro país lo obtuviera. El problema fue que la única opción era llevarlo hasta la frontera ucraniana, donde aquellos que salen del país han formado un cuello de botella. Ella también ha colaborado consiguiendo fondos para comprar alimentos y productos de higiene personal para los que abandonaron sus hogares.

“Muchas veces me pregunto si esto es un sueño o es verdad. Lo que me ha ayudado a pasar esto es no pensar en mí, sino en los demás”, expresó. “Mi deseo es volver a Kiev tan pronto se pueda, pero en este momento no es posible porque la ciudad está cerrada. Sigo aquí porque me siento cerca de la gente”.

Milavec se fue a dormir ya en la madrugada del domingo, en el cuarto día del conflicto bélico, pidiéndole a Dios que esta pesadilla termine pronto. “No puedo imaginar por qué está pasando esto en el siglo 21. Lo que le digo a la gente que me pregunta cómo puede ayudar es que debemos construir un diálogo entre nosotros en donde estemos. Sabemos que somos diferentes, pero el reto es acercarnos”.

Mira también:

Una mujer con dos niños camina por una carretera después de cruzar la frontera desde Ucrania a Eslovaquia, el 25 de febrero. La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) calcula que en las primeras horas de la invasión rusa al menos 100,000 ucranianos ya habían tenido que dejar sus hogares. 
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Un tren cargado de refugiados ucranianos a su llegada a la ciudad fronteriza de Przemysl, Polonia, al oeste de Ucrania, el 25 de febrero. 
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<br>La ONU se está preparando para posibles flujos de uno y hasta cinco millones de refugiados ucranianos que podrían escapar de su país próximamente, dependiendo del rumbo que tome la guerra que ha estallado en Ucrania.
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Una niña ucraniana en un centro de asistencia a refugiados instalado en la frontera entre Moldavia y Ucrania. Shabia Mantoo, portavoz de ACNUR, afirmó que tras la primera jornada de intervención militar rusa es todavía difícil hacer un seguimiento de los movimientos de población, “que en este momento se producen de forma esporádica e impredecible”.
Un grupo de ucranianos reciben asistencia en el cruce fronterizo entre Ucrania y Polonia en la ciudad de Medyka. El gobierno polaco habilitó ocho centros de acogida a refugiados en su frontera con Ucrania. También puso en marcha líneas telefónicas de ayuda y publicó toda la información necesaria para las personas que están saliendo hacia Polonia en su portal.
Un grupo de mujeres ucranianas luego de cruzar la frontera de su país hacia Polonia en Medyka, el 24 de febrero. Un portavoz del gobierno polaco indicó que el primer día de la invasión se registró la llegada de unas 29,000 personas a la frontera polaca procedentes de Ucrania, algunas de las cuales ya tenían planeado la salida por esta frontera desde antes del inicio de la guerra.
Una mujer empuja un cochecito de bebé después de cruzar la frontera desde Ucrania hacia Siret, Rumania, el 25 de febrero. El Gobierno rumano eliminó las restricciones por covid-19 para todas las personas que entren a su territorio procedentes de Ucrania, luego que miles de ucranianos solicitaron refugio en Rumanía luego de la invasión rusa.
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De la suspensión de las medidas de restricción de viajes por el covid-19 también se beneficiarán aquellos desplazados ucranianos que ingresen en Rumanía a través de la vecina república de Moldavia. En la fotografía una mujer ucraniana sostiene a un niño después de cruzar la frontera hacía Rumania en la ciudad de Siret.
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Un soldado polaco atiende a una mujer ucraniana en la estación ferroviaria de Przemysl, que se ha convertido en un centro de recepción temporal para refugiados de Ucrania.
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<br>Según las autoridades polacas, la ONU ha reforzado sus operaciones en Ucrania y otros países vecinos, y podría aumentar su personal en la zona si el conflicto continúa su escalada.
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Familias ucranianas caminan por una carretera después de cruzar la frontera hacia Hungría cerca de la ciudad de Beregsurany, a unas 190 millas de Budapest, la capital húngara.
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<br>Filippo Grandi, el alto comisionado de la ONU para los Refugiados, pidió a los países vecinos a Ucrania que “mantengan sus fronteras abiertas a aquéllos que buscan seguridad y protección”.
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Una mujer llora en su automóvil después de cruzar la frontera hacia Rumania en Sighetu Marmatiei, el 25 de febrero. “Aunque en los próximos días el flujo de personas de Ucrania crezca recibiremos a todos los que nos pidan ayuda”, dijo la presidenta de Moldavia, la reformista y pro-occidental Maia Sandu.
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Mujeres y niños ucranianos después de cruzar la frontera hacia Eslovaquia el 25 de febrero, cerca de la ciudad ucraniana de Welykyj Beresnyj. Según la presidenta de Moldavia, en las últimas 24 horas, más de 16,000 personas han entrado en Moldavia procedentes de Ucrania.
Una mujer sostiene a su perro después de cruzar la frontera hacia Rumania en Siret. La Comisión Europea anunció que está coordinando la ayuda para esta emergencia de la Unión Europea, y que está lista para asistir a los países fronterizos con Ucrania pertenecientes a la organización.
Un grupo de ucranianos en el cruce fronterizo entre su país y Hungría cerca de la ciudad de Tiszabecs. El Gobierno de Hungría ha sido tradicionalmente uno de los menos abiertos a recibir refugiados en su territorio.
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Las tiendas de campaña de un refugio temporal para refugiados ucranianos en Palalanca, Moldavia.
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<br>"Estamos preparando con el ACNUR (Agencia de Naciones para los Refugiados) planes de contingencia para la salida de una población de uno hasta tres millones de personas hacia Polonia, y de uno hasta cinco millones considerando todos los países vecinos", dijo la directora regional de UNICEF para Europa y Asia Central, Afshan Khan.
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La directora regional de UNICEF indicó que se había decidido reactivar el plan que se puso en marcha frente a la crisis de refugiados que sacudió Europa entre 2015 y 2016, en esa ocasión como consecuencia de la guerra en Siria. En la fotografía un grupo de mujeres ucranianas con bebés, luego de cruzar la frontera hacia Rumania en Siret.
<b>Video. “Todos están asustados, nadie respondió”: la llamada del presidente de Ucrania a líderes europeos</b>
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<br>El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, dio un mensaje en el que dice haber preguntado a los 27 miembros de la OTAN si Ucrania entraría en la alianza; sin embargo, nadie respondió. Zelensky asume que todos tienen miedo de ofrecerle garantías de seguridad.
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Una mujer con dos niños camina por una carretera después de cruzar la frontera desde Ucrania a Eslovaquia, el 25 de febrero. La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) calcula que en las primeras horas de la invasión rusa al menos 100,000 ucranianos ya habían tenido que dejar sus hogares.
Imagen PETER LAZAR/AFP via Getty Images
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