El brutal ascenso de Ovidio Guzmán, el rey del emporio de fentanilo más grande del mundo

La carrera criminal de Ovidio Guzmán López comenzó cuando tenía 18 años y experimentó una subida meteórica tras su breve detención en Sinaloa en 2019. Él y sus hermanos secuestraron y asesinaron a miembros del Cartel que no aceptaron unirse a ellos, se apropiaron de zonas estratégicas en México, reclutaron a un ejército de sicarios y construyeron la facción más poderosa de la organización.

Foto Isaias Alvarado
Por:
Isaías Alvarado.
El gobierno de Estados Unidos asegura que los hijos de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán controlan una facción del Cartel de Sinaloa con extrema violencia. A sus víctimas las han torturado, les han inyectado fentanilo hasta matarlos por sobredosis e incluso hicieron que sus tigres les devoren, revelan las acusaciones. Sigue las últimas noticias en Univision.
Video ‘Los Chapitos’ alimentaron a sus tigres con personas vivas: nuevos cargos contra los herederos del Cartel de Sinaloa

Advertencia: este artículo contiene descripciones explícitas de torturas y asesinatos que pueden resultar perturbadores para el lector.

Una voz familiar se escuchó en los radios de varios sicarios del Cartel de Sinaloa que, enfurecidos y con armamento de guerra, recorrían las calles de Culiacán el 17 de octubre de 2019. Les hablaba Iván Archivaldo Guzmán Salazar, el hijo mayor de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, quien rompía una de sus reglas de seguridad por una emergencia: dirigir el operativo para tratar de rescatar a su hermano menor Ovidio Guzmán López, el cerebro detrás del negocio ilícito del fentanilo, según se lee en documentos judiciales recientemente desclasificados.

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La orden de Iván Archivaldo Guzmán fue clara: “asesinar a cualquier oficial de gobierno y militar” que se cruzara por su camino. Se dirigió a todos los pistoleros disponibles para que fueran a Culiacán a liberar a ‘El Ratón’, como le apodan. A su guardaespaldas personal le pidió que enviara a un grupo al aeropuerto de la ciudad para atacar con bazucas y lanzagranadas a todos los aviones y helicópteros que aterrizaran o despegaran. ‘El Chapito’ sabía que estaban solos, pues las otras facciones del cartel decidieron no unirse a su batalla, de acuerdo con la versión del gobierno estadounidense.

El llamado ‘Culiacanazo’ dejó un saldo de 13 muertos y la insólita liberación de Ovidio Guzmán. También significó una ruptura dentro del cartel por la sed de venganza que dejó en ‘Los Chapitos’. A esto le siguió una serie de asesinatos de quienes no quisieron asociarse con ellos y pelear territorios clave en el trasiego de drogas hacia Estados Unidos. Actualmente no hay ningún otro grupo criminal sinaloense con un poder similar, ni siquiera el que comanda el antiguo socio de su padre, Ismael ‘El Mayo’ Zambada.

Imagen de Ovidio Guzmán, cuando fue capturado brevemente en octubre de 2019 en Culiacán, Sinaloa.
Imagen de Ovidio Guzmán, cuando fue capturado brevemente en octubre de 2019 en Culiacán, Sinaloa.
Imagen Univision


Los hijos de ‘El Chapo’ Guzmán “lideran la facción más poderosa del cartel y la operación de tráfico de fentanilo más grande, violenta y prolífica del mundo”, afirma una acusación federal contra ellos por narcotráfico, lavado de dinero y contrabando de armas sometida en el Distrito Sur de Nueva York.

Ovidio Guzmán, de 33 años, es el rey de ese emporio internacional de fentanilo. Un cálculo conservador señala que obtienen unos 10 millones de dólares al año por el polvo y las pastillas de fentanilo que producen en laboratorios ocultos en la sierra y en casas de Sinaloa. Esa mercancía es transportada en autos particulares que cruzan las garitas, por personas que la esconden bajo su ropa, camiones comerciales, paquetería aérea, en lanchas que navegan sigilosamente por el mar de California y también por túneles, el método que inventó su padre hace tres décadas.

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Desde 2014, cuando tenía alrededor de 24 años, Ovidio Guzmán quedó al frente del primer laboratorio de fentanilo que fue instalado en una modesta casa de Culiacán. ‘El Chapo’ había mandado a miembros de su cartel a China para que exploraran el negocio ilícito que venía. El cartel tenía la mayor parte de su producción de metanfetamina en Huatabampo, Sonora. Édgar Guzmán López, otro hijo de ‘El Chapo’, era el encargado de traer efedrina desde Argentina y, cuando lo asesinaron a balazos en 2008, Ovidio Guzmán tomó su puesto. Tenía 18 años.

Las primeras píldoras de fentanilo que se elaboraron bajo la supervisión de ‘El Ratón’ eran llevadas a casas de seguridad en Tijuana y luego las cruzaban a EEUU. “Desde esos primeros días, la manufactura de fentanilo del cartel ha explotado y la demanda por una droga muy peligrosa y potencialmente letal han crecido significativamente”, señala el gobierno.

El Departamento de Justicia alega que el éxito de ese negocio se debe en parte a que el cartel ha llevado a los consumidores de distintas drogas al fentanilo, al mezclarlo con otros narcóticos. Esa estrategia inclusive afectó a los vendedores de heroína y la solución de Ovidio Guzmán fue establecer un sitio en la Ciudad de México donde éstos pueden comprarle el opioide para agregarlo a su mercancía.

La influencia criminal de Ovidio llega hasta la zona metropolitana de Los Ángeles, en California, donde sus operadores almacenan decenas de miles de pastillas y kilos de fentanilo en polvo, y envían el producto al resto del país, cada vez más usando el servicio de paquetería.

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Seis jefes y miembros de ‘Los Chapitos’ están ahora en la lista de los 10 traficantes más buscados por la DEA. Por información que lleva a las capturas de Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar se ofrecen recompensas individuales de 10 millones de dólares. Por el resto pagarían hasta $1 millón.

Los crímenes de ‘Los Chapitos’

Ovidio no lo habría logrado sin la brutalidad de sus hermanos. Su principal tarea es dirigir las operaciones del fentanilo y colectar las millonarias ganancias. Mientras sus hermanos mayores Joaquín Guzmán López, Iván Archivaldo Guzmán Salazar y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, se encargan de manejar el sistema que le permite a su facción seguir existiendo. Desde la entrega de sobornos a policías corruptos y la compra del arsenal que portan sus sicarios, hasta las torturas y asesinatos de sus rivales.

El cartel funcionaba con relativa normalidad en 2015, cuando ‘El Chapo’ preparaba su segundo escape de prisión. La Fiscalía neoyorquina señala que la cúpula del grupo se reunió en un rancho de Iván Archivaldo Guzmán para discutir cómo quedarían repartidos los territorios que controlaban. El pacto se rompió cuatro años después porque no los ayudaron en el rescate de Ovidio Guzmán.

‘Los Chapitos’ echaron mano de un comando de matones conocido como ‘Los Ninis’, cuyos líderes son Néstor Isidro Pérez Salas y Jorge Humberto Figueroa Benítez. A ellos les pidieron secuestrar, torturar y matar a todos los líderes del cartel que se opusieran a ellos. Sus víctimas fueron llevadas a una finca de Iván Archivaldo Guzmán en Navolato, Sinaloa. A varios les quitaron la vida a balazos, pero otros fueron lanzados para que tigres los devoraran vivos.

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“Como resultado de esa violencia, el cartel incrementó su poder y la facción de ‘Los Chapitos’ creció”, al grado que ahora “han alcanzado casi el control total sobre todas las actividades de tráfico de drogas en muchas partes de México, incluyendo la fabricación y tráfico de fentanilo”, señala la acusación sometida en una corte federal de Manhattan.

Culiacán es su principal bastión y allí cobran “impuestos” a otros narcos y hasta por la venta de cerveza, papel de baño, electrónicos y otros artículos. En esa localidad, sus pistoleros portan sus armas en público, pero lo prohíben a todos aquellos que no están afiliados a la facción, según el gobierno.

La misma brutalidad con la que se apropiaron de Culiacán la han usado en otros territorios de México. Su táctica es asociarse con policías corruptos, hacer tratos con otros carteles y pandillas locales, y atacar a los jefes de grupos regionales. Le dicen “limpieza” y la han aplicado en Coahuila, Michoacán, Sonora, Tamaulipas, Chihuahua y Baja California.

Sicarios de 'Los Chapitos'.
Sicarios de 'Los Chapitos'.
Imagen Departamento de Justicia


En Coahuila se aliaron con el Cartel del Noreste y en Chihuahua se acercaron a la pandilla callejera Artistas Asesinos. La acusación describe que, en agosto de 2022, los pistoleros de ‘Los Chapitos’ se unieron a los Artistas Asesinos en Ciudad Juárez para destruir negocios que pertenecían a un cartel rival. Por incendios y balaceras hubo más de 10 muertos. A ese episodio se le conoce como ‘Jueves Negro’.

Otros actos violentos que el Departamento de Justicia les atribuye son los asesinatos de tres miembros de Los Zetas que capturaron en las montañas en los límites de los estados de Sinaloa y Durango en mayo de 2017. Los interrogaron mientras les daban descargas eléctricas, hasta que les dispararon frente a Jesús Alfredo Guzmán, alias ‘Alfredillo’.

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‘Los Ninis’ también secuestraron a dos agentes de la extinta Procuraduría General de la República (PGR). A uno lo agarraron saliendo del aeropuerto de Culiacán y lo llevaron al rancho de Navolato. Lo torturaron cruelmente hasta el día siguiente, cuando llegaron los hijos de ‘El Chapo’. Lo interrogaron y le dispararon en la cabeza. Al otro oficial lo trasladaron a la misma finca y lo torturaron durante dos horas. Le insertaron un sacacorchos en el cuerpo y en las heridas abiertas y en la nariz le pusieron chile. Su sufrimiento terminó hasta que Iván Archivaldo Guzmán lo baleó. Los cadáveres de estos policías fueron arrojados cerca de un hotel en Navolato.

Los hijos mayores de ‘El Chapo’ también habrían participado en la tortura y asesinato en octubre de 2010 de Israel Rincón Martínez, alias ‘El Guacho’, quien era miembro del clan de los hermanos Beltrán Leyva. Ellos y su medio hermano Joaquín Guzmán López serían responsables de las muertes de Jesús Antonio Muñoz Parra el 30 de diciembre de 2010, de Mario Nungaray Bobadilla el 6 de mayo de 2021 y de Geovani Hurtado Vicente el 17 de octubre de 2021.

Además del conocido caso en el que ordenó el asesinato de un cantante de música regional mexicana que no quiso asistir a su boda, Ovidio Guzmán estaría detrás de otros crímenes. Se alega que sus operadores en Los Ángeles le ordenaron en julio de 2019 a un integrante de su grupo, quien terminó cooperando con las autoridades, que asesinara a una persona que había comprado fentanilo y no quería pagar su deuda. Un sicario contratado lo baleó, pero sobrevivió al ataque.

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A ese informante le pidieron hacerse cargo de varios sitios en Los Ángeles donde escondían cargamentos de fentanilo. Hasta que el 28 de mayo de 2019 se metió en problemas porque agentes antinarcóticos de la DEA decomisaron unos 10 kilos (22 libras) que le pertenecían al menor de ‘Los Chapitos’. Ya que no quiso hacerse cargo de esa pérdida, el cartel secuestro a su hermano durante tres meses y lo torturaron ahogándolo con agua para que les dijera dónde se escondía su familiar.

Armas y droga que pertenecía a la facción de 'Los Chapitos'.
Armas y droga que pertenecía a la facción de 'Los Chapitos'.
Imagen Departamento de Justicia


Hay otro incidente perturbador que describen los fiscales. Es el caso de una mujer a la que debían matar a balazos, pero decidieron someterla a un método más cruel: le inyectaron varias dosis de fentanilo para alargar lo más posible su agonía, hasta que finalmente murió por una sobredosis.

En 2013, otro miembro del cartel que le robó a Jesús Alfredo Guzmán terminó baleado y perdió un pie, agrega la acusación.

El presidente Andrés Manuel López Obrador emitió duras críticas contra la operación que adelantó la DEA al interior del Cártel de Sinaloa. El mandatario afirmó que es "una intromisión que no debe aceptarse bajo ningún motivo". Expertos consideran que las declaraciones de AMLO se contradicen con los acuerdos a los que llegaron funcionarios estadounidenses, mexicanos y canadienses la semana pasa en la Casa Blanca. Lee aquí más información sobre la acusación de Estados Unidos contra 28 miembros del Cártel de Sinaloa, incluyendo a 'Los Chapitos'.
Video "Una intromisión abusiva y prepotente": AMLO critica infiltración de la DEA en el Cártel de Sinaloa

La droga de los hijos de ‘El Chapo’ en Los Ángeles

Los Ángeles es un lugar importante para ‘Los Chapitos’ y su presencia es notoria en decomisos cada vez más grandes de fentanilo. Desde mediados de 2022, la DEA les ha confiscado en dos ocasiones más de dos millones de pastillas, que habrían vendido en unos 40 millones de dólares.

Allí, el producto lo esconden en casas y en bodegas alquiladas, donde han colocado más de 80 kilos (176 libras) del narcótico. En 2018, el grupo de Ovidio Guzmán ocultó unos 20 kilos (44 libras) de fentanilo en la habitación de un hotel en El Monte. Cuando alguien entró a limpiar el cuarto miró la droga. Los narcos se llevaron de inmediato las pastillas y la enterraron en el patio de una casa en Paramount. Al notar que no los delataron, enviaron el producto a estados de la Costa Este.

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La oficina de la DEA en Los Ángeles les ha dado varios golpes a los socios de ‘Los Menores’, como también les dicen. El pasado 11 de enero les incautaron un kilo de fentanilo en el estacionamiento de un centro comercial de Downey. Dieciséis días después decomisaron 10,000 pastillas y un kilo (2 libras) de esa droga, que entregaron en el estacionamiento de una tienda en Burbank.

Uno de los principales socios de ‘Los Chapitos’ es Leobardo García Corrales, alias ‘Leo’, considerado un miembro de alto rango del cartel. Este capo de la vieja guardia trabajó de cerca con ‘El Chapo’ y ‘El Mayo’. La relación con el primero se afianzó cuando lo escondió en un rancho suyo después de que escapó del penal de Puente Grande en 2001. García Corrales contó en un restaurante de la Ciudad de México el 19 de septiembre de 2022 que él y Guzmán eran dueños del mayor laboratorio de droga que fue desmantelado en Guatemala. También dijo que instalaría un sitio en Oaxaca para producir hasta una tonelada de fentanilo. A ese narco le decomisaron varios cargamentos entre septiembre de 2022 y febrero de 2023 en Paramount, Perris y otros lugares de Los Ángeles, señalan documentos judiciales.

Las autoridades también han detectado bodegas secretas de los hijos de Guzmán en El Paso, Texas; Phoenix, Arizona; y El Bronx, Nueva York. A sus paquetes los marcan con las palabras ‘Chapiza’ y ‘Ratón’.

Paquetes de fentanilo incautados a la facción de los hijos de 'El Chapo' Guzmán.
Paquetes de fentanilo incautados a la facción de los hijos de 'El Chapo' Guzmán.
Imagen Departamento de Justicia


A Liborio Núñez Aguirre, otro traficante leal a este grupo, le confiscaron 20,000 píldoras de fentanilo que entregó en un restaurante de comida mexicana en San Diego, California, en marzo de 2022. Para ganarse la confianza de su comprador le mostró fotos de aviones y armas doradas de los hijos de ‘El Chapo’, y aseguró que era el “padrino” de Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán López. Núñez Aguirre es uno de los 10 narcos más buscados de la DEA.

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El Departamento de Justicia asegura que Ovidio Guzmán conversó con Núñez Aguirre después de que éste cerró un trato en EEUU y le prometió que pagaría a policías corruptos para que transportaran la mercancía, de Culiacán a Tijuana, sin contratiempos.

Un agente fronterizo en el bolsillo de ‘Los Chapitos’

Incluso un “corrupto agente fronterizo” que trabajaba en El Paso, Texas, estuvo en la nómina de ‘Los Chapitos’, revela el expediente criminal presentado en una corte Manhattan. El nombre de ese elemento de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) no ha sido revelado.

Se alega que en agosto de 2021 un operador del cartel en Ciudad Juárez presentó a ese oficial del CBP con Juan Pablo Lozano, alias ‘Camarón’, quien se dedicaba a mover fentanilo y armas. A lo largo de 12 meses, “a cambio de pagos del cartel”, facilitó durante su turno de trabajo, que comenzaba a las 10:00 pm, que Lozano moviera su mercancía “como quisiera”. Uno de sus métodos era contratar a mujeres estadounidenses que cada noche pasaban tres veces por la garita peatonal con hasta 6,000 pastillas de fentanilo ocultas en el cuerpo. Todo se almacenaba en un lugar de El Paso. La Fiscalía no ha revelado si presentó cargos contra ese policía aduanal.

Además del tradicional método a través de las garitas, los herederos de ‘El Chapo’ usan túneles. Uno de estos, que tenía una milla de extensión, fue difícil de detectar porque había oficinas falsas en la entrada, en Sonora, México; y en la salida, en Arizona. Eso les permitió a los traficantes “moverse con libertad en ambos lugares haciéndose pasar como empleados de cada oficina, sin levantar sospechas”.

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El plan de Ovidio era “centralizar” la fabricación del fentanilo en Sinaloa para hacer un “monopolio” que le permitiera vender un opioide más potente y barato en las calles de Estados Unidos. Lo dijo en una reunión con jefes del cartel en un rancho de Sinaloa, que resguardaban unos 40 sicarios y 6 vehículos acorazados que tenían ametralladoras montadas, de acuerdo con la acusación.

En ese encuentro, ‘El Ratón’ advirtió que la DEA se había enfocada en el fentanilo porque había muertes cuando la fórmula de preparación fallaba. “Finalmente, Ovidio Guzmán acordó vender fentanilo en Los Ángeles, diciendo que aceptaría pagos en la Ciudad de México”.

Armamento adquirido por el grupo de los hijos de 'El Chapo' Guzmán.
Armamento adquirido por el grupo de los hijos de 'El Chapo' Guzmán.
Imagen Departamento de Justicia


De su red de laboratorios en México, las autoridades destacan uno construído bajo tierra, con una entrada oculta, un elevador para mover barriles de fentanilo y precursores químicos, estufas industriales, prensas y otros materiales. Una sola prensa elaboraba 100,000 pastillas cada día. Lo protegían hombres armados con rifles automáticos.

Las ganancias son inmensas. De un kilo (dos libras) de precursores químicos que compran por 800 dólares, este grupo elabora unas 415,000 píldoras de fentanilo o 4 kilogramos de polvo. Cada píldora se vende desde 50 centavos en EEUU, pero el precio sube a 3 dólares en Nueva York. Eso hace que una inversión de 800 dólares se convierta en una utilidad de hasta 640,000 dólares.

Los precursores químicos los compran a traficantes chinos, que los esconden en contenedores con alimentos y químicos legales. También sobornan a policías en puertos y aeropuertos mexicanos. Pero en septiembre de 2019 pasó algo inusual: 16 kilos de fentanilo y 32 kilos de precursores químicos que provenían de China y tenían al aeropuerto de la Ciudad de México como destino final, fueron incautados en Alaska. El cargamento pertenecía a Jesús Alfredo Guzmán, informó el gobierno.

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“El tráfico de fentanilo se ha convertido en uno de los negocios más lucrativos del cartel, ganando varios millones de dólares cada año”, concluye el gobierno, citando que un solo operador de Ovidio Guzmán en Los Ángeles le ayudó a obtener durante un par de años más de 24 millones de dólares, de los cuales $9 millones se los envió a México escondidos en compartimentos secretos en vehículos.

No fue el único flujo de dinero. Las autoridades dicen que un narco usó de 2021 a 2022 un bar de Phoenix, Arizona, para lavar “miles de dólares” que enviaba semana con semana. Otras ganancias les llegan a través de depósitos bancarios, criptomonedas, bienes raíces y artículos.

Ovidio Guzmán fue detenido el 5 de enero en un rancho en el poblado sinaloense de Jesús María. Su objetivo es evitar que lo extraditen a EEUU, donde enfrentan cargos que conllevan penas de hasta cadena perpetua. Su padre recibió ese castigo en 2019 y ahora vive en una celda aislada.

Los hijos del narcotraficante Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, exlíder del Cartel de Sinaloa, están ahora entre los criminales más buscados por Estados Unidos. Por información que lleva a su captura y condena se ofrece una recompensa individual de 5 millones de dólares.
<b>En video: Departamento de Estado ofrece recompensa de $5 millones por información que permita el arresto de los hijos de 'El Chapo'</b>
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Con esa cifra, que fue establecida el 15 de diciembre de 2021 por el Departamento de Estado, ellos alcanzan el nivel de relevancia en el mundo del tráfico de drogas que una vez ocupó su padre, quien durante tres décadas fue uno de los jefes del también llamado Cartel del Pacífico.
‘Los Chapitos’, como les dicen, crecieron entre rifles, fajos de dinero ilícito y tabiques de droga. Tres de ellos nacieron en Sinaloa, la cuna del narcotráfico mexicano; y uno más en Jalisco.
Ovidio Guzmán López, el menor de la dinastía, dio sus primeros pasos en el crimen organizado a la edad de 18 años, tras el asesinato de su hermano mayor Edgar, quien fue abatido en un fuerte tiroteo en el estacionamiento de un centro comercial de Culiacán en 2008, según el Departamento de Estado.
Una versión no confirmada es que Edgar Guzmán fue confundido por los propios pistoleros del cartel. Se dice que ‘El Chapo’ compró miles de rosas, todas las que se vendían en esa ciudad, para adornar su funeral. Un altar en honor a su hijo se erigió en el sitio donde lo acribillaron.
Este hecho marcó las vidas de Ovidio Guzmán, entonces un adolescente, y su hermano mayor Joaquín, quien tenía 22 años. El gobierno estadounidense señala que en esa época ellos "heredaron gran parte de las ganancias de los narcóticos y comenzaron a invertir grandes cantidades de dinero en efectivo en la compra de marihuana en México y cocaína en Colombia”.
Ahora son los líderes de un grupo dentro del cartel y supervisan alrededor de 11 laboratorios en Sinaloa que producen entre tres y cinco toneladas de metanfetamina cada mes, que distribuyen en Estados Unidos con la colaboración de traficantes de ese país y Canadá.
La influencia de Ovidio Guzmán subió después de que sus pistoleros lograron rescatarlo de un operativo militar que lo detuvo brevemente en Culiacán en octubre de 2019. Quemaron vehículos, secuestraron efectivos del Ejército y se apostaron afuera de una unidad habitacional de familiares de soldados.
El propio presidente Andrés Manuel López Obrador ordenó la liberación de Ovidio Guzman para, según dijo, “no poner en riesgo a la población, para que no se afectara civiles, porque iban a perder la vida -si no suspendíamos ese operativo- más de 200 personas inocentes en Culiacán, Sinaloa”.
El menor de ‘Los Chapitos’ no aprendió la lección y aprovechó el llamado ‘Culiacanazo’ para subir de nivel en el cartel. Una fuente de Univision Noticias dijo que él y su hermano Iván Archivaldo Guzmán Salazar estuvieron a finales de 2021 en una propiedad de Mazatlán protegidos por unos 50 pistoleros.
EEUU afirma que Ovidio Guzmán ordenó el asesinato de un “popular cantante mexicano” que no quiso ir a su boda, así como informantes del gobierno y un narcotraficante no identificado.
En esta foto inédita proporcionada por el Departamento de Justicia (DOJ) aparecen Joaquín Guzmán López, identificado allí con el apodo de ‘El Güero’; sus hermanos Edgar, sobre la frase “Tu ángel” por su muerte; Alejandrina Guzmán Salazar; la madre de ella Alejandrina Salazar; otro hijo de ‘El Chapo’ que no se alcanza a distinguir y tres niñas pequeñas.
De esa postal, que fue encontrada en febrero de 2014 por marinos mexicanos y agentes de la DEA en una casa de seguridad de ‘El Chapo’ en Culiacán, se tomó el retrato de Joaquín Guzmán López que ahora difunden las autoridades de EEUU ofreciendo una recompensa de $5 millones.
En la parte superior aparece otra fotografía difuminada de ‘El Chapo’ con sus hijos y la frase: “Para el hombre más importante de nuestras vidas en este día tan especial. Feliz día del esposo, padre y abuelo. TE AMAMOS!! Que dios te bendiga. 16 junio 2013”.
Además de ese recuerdo familiar, los militares encontraron un arsenal, incluyendo un lanzagranadas, y droga, según relató el agente antinarcóticos Víctor Vázquez en el juicio de Guzmán en una corte de Brooklyn.
Unos días después del hallazgo, ‘El Chapo’ fue capturado en un condominio de Mazatlán, aunque se escapó del penal del Altiplano, en el centro de México, un año después gracias a la ayuda de su esposa Emma Coronel Aispuro, sus hijos Jesús Alfredo e Iván Archivaldo Guzmán Salazar y su compadre Dámaso López Núñez, alias ‘El Licenciado’.
Alejandrina Guzmán Salazar, quien también aparece en aquella foto familiar, lanzó en el verano de 2019 una línea de ropa inspirada en su infame padre llamada ‘El Chapo 701’, por el lugar que le otorgó hace unos años la revista Forbes en la lista de las personas más ricas del mundo.
En octubre de 2012, Alejandrina Guzmán fue detenida por agentes migratorios en la garita de San Ysidro, California, porque presentó documentos migratorios falsos. Ella confesó ser la hija de ‘El Chapo’ y que su plan era reunirse con el padre de sus dos hijos en Los Ángeles y dar a luz a su tercer hijo en EEUU. Tenía siete meses de embarazo.
Esta joven le permitió a Univision Noticias publicar cuatro fotos inéditas de su padre. En dos él posa con dos niños que sostienen globos en forma de conejo durante unas vacaciones en alguna ciudad costera.
Fueron tomadas en 1989, cuando el capo recién había fundado el Cartel de Sinaloa. La pequeña con el traje de baño naranja es Alejandrina Guzmán. Su padre viste unos pantaloncillos cortos y una playera blanca.
En otra imagen, ‘El Chapo’ sonríe sin ver directamente hacia la cámara. Viste un traje oscuro y una camisa blanca desabotonada que deja ver una cadena en su pecho. “Boda”, la tituló su hija. Aparentemente son las nupcias con su madre.
En la cuarta foto, el exjefe del cartel de Sinaloa aparece sentado en una cama con tres niños. Alejandrina Guzmán posa de pie, levantando los olanes de su vestido blanco. Sus hermanos menores también aparecen en ese recuerdo. El narcotraficante lleva un pantalón gris y una camisa blanca de manga larga.
Las madres de ‘Los Chapitos’, Alejandrina Salazar y Griselda López, fueron agregadas en 2012 a la lista negra de la Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro.
La primera fue fichada junto con su hijo Jesús Alfredo en junio de ese año “por sus roles en las operaciones de la organización de narcotráfico de Guzmán Loera y el Cartel de Sinaloa”.
La segunda fue designada tres meses después por su papel en las operaciones del cartel, “incluyendo sus esfuerzos para ayudar a Guzmán Loera a evadir la justicia” y brindar “apoyo material a las actividades de narcotráfico de su esposo”.
Son los hijos de Alejandrina, Jesús Alfredo e Iván Archivaldo, quienes tienen más poder en su facción del cartel. El primero lleva años en la lista de los fugitivos más buscados del FBI.
Ellos participaron en el plan que en 2015 logró liberar a su padre del penal El Altiplano, en el centro de México, construyendo un túnel que llegó hasta su celda. Desembolsaron una fortuna ilícita para sobornar oficiales y comprar un terreno adyacente a la prisión.
Después del último arresto de su padre y su extradición, 'Los Chapitos' han tenido que defender su organización delictiva a capa y espada. Primero enfrentaron una guerra interna contra 'El Licenciado' y su hijo Dámaso López Serrano, 'El Mini Lic', la cual ganaron con el respaldo de Ismael 'El Mayo' Zambada, quien era el principal socio de su padre.
En agosto de 2016, un comando del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) irrumpió en el lujoso restaurante La Leche Almacén Gourmet en la zona turística de Puerto Vallarta, en Jalisco, y secuestró a Jesús Alfredo Guzmán y a cinco asociados del cartel que lo acompañaban.
Alias 'Alfredillo' permaneció en cautiverio aproximadamente una semana y luego lo liberaron sin explicaciones. Se cree que el jefe del CJNG, Nemesio Oseguera Cervantes, apodado 'El Mencho', cedió a las amenazas de Guzmán Loera, quien le advirtió desde su celda en El Altiplano que atacaría a las familias de los líderes de su grupo criminal.
Ahora ellos están enfrascados en un pleito contra la facción de ‘El Mayo Zambada’, algo que aún no ha minado la influencia en México y el mundo del cartel, según expertos.
En una extraña entrevista que concedió en 2018 a la revista belga Knack, Iván Archivaldo Guzmán habló sobre una supuesta traición que el gobierno de México le hizo a su padre, se deslindó de la muerte de seis militares y aseguró que no está ávido de poder.
“Mi padre había depositado su confianza en las manos del gobierno mexicano y lo entregó a los estadounidenses como un trofeo. Nunca los perdonaré por eso”, dijo al mismo medio y calificó a los políticos como “la mafia más legítima”.
'Alfredillo', a quien también apodan 'JAGS' (por las iniciales de su nombre), ha sido mencionado en una acusación federal que en 2009 se interpuso en una corte de Chicago, en el estado de Illinois. Su padre y 'El Mayo' encabezan ese caso. Los fiscales federales alegan que entre 2005 y 2014, ellos y otros seis implicados enviaron múltiples cargamentos de droga desde Sudamérica hacia EEUU.
"El hijo de Guzmán Loera actuó como un coordinador de logística, en nombre del acusado Guzmán Loera y miembros y asociados del cartel de Sinaloa, causando que múltiples kilos de cocaína, heroína y marihuana fuesen transportados a la frontera entre México y Estados Unidos, y hacia el interior de EEUU para distribuirlos", señalan documentos judiciales.
A Guzmán Salazar, quien nació en Jalisco en 1983, también lo involucran en la compra de armamento, el pago de sobornos a funcionarios corruptos y en actos violentos contra policías, rivales y miembros de su propio cartel.
Según el testimonio de un cooperante del gobierno, Jesús Alfredo e Iván Archivaldo Guzmán estuvieron presentes durante la tortura y el interrogatorio en 2010 de Israel Rincón Martínez, alias 'El Guacho', quien era un lugarteniente del clan de los hermanos Beltrán Leyva. La víctima habría asesinado a tiros al hijo de un aliado de 'El Chapo' creyendo que era Iván Archivaldo y los Beltrán Leyva lo entregaron para evitar que su guerra escalara aún más. El video se mostró en el juicio de Guzmán.
Otro testigo afirmó que "trabajadores" de los hermanos Guzmán Salazar secuestraron a toda su familia porque creían que se había vuelto un informante de la DEA.
Los hijos mayores de 'El Chapo' fueron entrevistados por un "productor colombiano" que escribía un libro y el guion de una película sobre la vida de su padre. Ambos tomaron control de ese proyecto, que jamás se realizó. Así lo reveló el capo Alex Cifuentes en el juicio contra Guzmán.
<i>"Ya tengo el pie en el estribo/ ya no pueden cambiar nada/ ya no puedo renunciar/ al puesto que mi padre me ha dado/ y que con mucho empeño él todo lo ha logrado",</i> dice el corrido 'Dos Jóvenes Muchachos' del Grupo 360, que habla sobre estos capos treintañeros.
De acuerdo con EEUU, los hermanos Guzmán Salazar “han aumentado su poder dentro del Cartel de Sinaloa” desde el arresto y extradición de su padre.
“Han ampliado su empresa con sofisticados laboratorios de fentanilo en Culiacán, México, y han ampliado sus operaciones de transporte utilizando transporte marítimo y aéreo, además de túneles y cruces fronterizos”, agrega la ficha informativa que ofrece recompensas por ellos.
“Para proteger su organización, sus tácticas han incluido obtener pistolas y otras armas, sobornar a funcionarios públicos corruptos, participar en actos de violencia y amenazas de violencia, secuestrar e intimidar a miembros de las fuerzas del orden, narcotraficantes rivales y miembros de sus propias organizaciones de narcotráfico”, describe el gobierno sobre ellos.
Unos días después de que el gobierno de EEUU anunciara las recompensas para capturarlos, la prensa mexicana difundió imágenes de una narcoposada en Culiacán en la que ellos regalaron ocho autos nuevos, juguetes y electrodomésticos. Pero un funcionario de Sinaloa afirmó que ese evento se realizó en diciembre de 2020 y que fue interrumpido por un operativo militar.
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Los hijos del narcotraficante Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, exlíder del Cartel de Sinaloa, están ahora entre los criminales más buscados por Estados Unidos. Por información que lleva a su captura y condena se ofrece una recompensa individual de 5 millones de dólares.
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