La Legislatura de Texas envió una reescritura radical de las leyes electorales del estado al gobernador republicano Greg Abbott el martes, lo que supuso una contundente derrota para los demócratas después de una dura y encarnizada lucha por los derechos electorales.
El Congreso de Texas aprueba polémico proyecto de ley de restricción al voto, tras meses de protestas de los legisladores demócratas
La Legislatura de Texas, de mayoría republicana, aprobó este martes una reescritura radical de las leyes electorales, pese a las protestas de los demócratas y organizaciones que defienden el derecho al voto.
El proyecto de ley de casi 75 páginas que obtuvo la aprobación final el martes tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado prohibiría los lugares de votación las 24 horas y empodera a los observadores electorales partidistas. También convertiría en un delito que los funcionarios electorales envíen solicitudes de boleta electoral por correo a los votantes que no la soliciten.
La votación se saldó con el respaldo de la mayoría republicana y la oposición frontal de los demócratas. Ahora le corresponde al gobernador republicano Greg Abbott, quien inmediatamente después de la votación anunció que lo firmará.
Aseguró que la legislación "reforzará la confianza en el resultado" de las elecciones "al hacer más fácil votar y más difícil hacer trampas", haciendo alusión a las acusaciones infundadas de Donald Trump sobre un supuesto fraude electoral en las pasadas elecciones presidenciales.
The Texas election integrity bill is on its way to my desk!
— Greg Abbott (@GregAbbott_TX) August 31, 2021
I thank @SenBryanHughes, Rep. Murr, Lt. Gov. @DanPatrick, & Speaker @DadePhelan for stepping up to ensure this bill made it to the finish line.
This bill will make it easier to vote & harder to cheat.#txlege pic.twitter.com/oZ0GJKB4Mi
La firma de Abbott agregaría a Texas, donde los republicanos buscan mantenerse en el poder en uno de los lugares de más rápido crecimiento y diversificación del país, a una lista de estados entre los que están Florida y Georgia, que intentan aprovechar las mentiras del expresidente Donald Trump sobre el fraude electoral, y promulgar leyes restrictivas este año.
Los demócratas habían huido del estado durante semanas para evitar que la Cámara tuviera el quórum necesario para votar el proyecto de ley, lo que obligó a Abbott a convocar a la Legislatura a dos sesiones especiales para abordar lo que el republicano de segundo mandato caracterizó engañosamente como "integridad electoral", a pesar de que no hubo evidencia de fraude electoral generalizado en Texas.
Los republicanos de Texas defendieron el proyecto de ley en los mismos términos que el Partido Republicano ha utilizado en más de una docena de otros estados que también aprobaron leyes de votación restrictivas este año: calificaron los cambios de salvaguardas prácticas, mientras negaban que fueran impulsados por las afirmaciones infundadas de Trump de que perdió la reelección porque del fraude electoral generalizado.
Los demócratas criticaron el proyecto de ley de votación como un intento de reprimir la participación de un electorado ascendente y más diverso, ya que los republicanos, que están acostumbrados a acumular victorias electorales en el estado rojo más grande de Estados Unidos, comienzan a perder terreno.





















El 22 de abril, día de la Tierra, Joe Biden se comprometió a reducir a un poco más de la mitad la contaminación generada en el país por los gases de efecto invernadero y puso como meta el año 2030. Su anuncio lo hizo al iniciarse la cumbre climática virtual de dos días y reconoció que se trata de un objetivo que va a requerir cambios radicales en los sectores de energía y transporte.