El gigante farmacéutico Johnson & Johnson "saldrá del negocio de los opioides a nivel nacional" en Estados Unidos, en virtud de un acuerdo por 230 millones de dólares con Nueva York, anunció este sábado la fiscal general del estado, Letitia James.
Johnson & Johnson dejará de vender opiáceos en EEUU y pagará $230 millones a Nueva York
"La epidemia de opioides ha causado estragos en innumerables comunidades del estado de Nueva York y del resto del país, dejando a millones de personas todavía adictas", dijo la fiscal general de ese estado, Letitia James.
El acuerdo permite a Johnson & Johnson resolver los litigios por "su papel en alimentar la epidemia de opioides", según un comunicado de la fiscal, que dijo que la compañía distribuirá los pagos a lo largo de nueve años.
También podría pagar otros 30 millones de dólares en el primer año si el estado promulga una nueva legislación para crear un fondo contra los opiáceos.
#BREAKING: Johnson & Johnson will pay up to $230 million for its role in fueling the opioid crisis that has devastated communities across New York.
— NY AG James (@NewYorkStateAG) June 26, 2021
As part of our unprecedented settlement, @JNJNews will also stop manufacturing or selling opioids nationwide.
Johnson & Johnson aún enfrenta otros procesos judiciales en el país, incluido un juicio en curso en California.
"La epidemia de opioides ha causado estragos en innumerables comunidades del estado de Nueva York y del resto del país, dejando a millones de personas todavía adictas a los peligrosos y mortales opioides", dijo James en el comunicado.
"Johnson & Johnson ayudó a alimentar este fuego, pero hoy se compromete a dejar el negocio de los opioides, no sólo en Nueva York, sino en todo el país", añadió.
Esto incluye tanto la fabricación como la venta de opioides, según el comunicado.
Los 230 millones de dólares se destinarán a esfuerzos de prevención, tratamiento y educación sobre los peligros de estas sustancias en el estado de Nueva York.
Johnson & Johnson, Purdue y otras farmacéuticas y distribuidoras son acusadas de animar a los médicos a recetar en exceso opiáceos —inicialmente reservados para pacientes con cánceres especialmente graves— aun sabiendo que son altamente adictivos.
Desde 1999, esta dependencia ha llevado a muchos consumidores de los medicamentos a dosis cada vez más altas y a adquirir sustancias ilícitas como la heroína o el fentanilo, un opiáceo sintético extremadamente potente con un alto riesgo de sobredosis mortal.
Cerca de 500,000 personas han muerto por sobredosis de drogas en Estados Unidos desde entonces.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la principal agencia de salud pública del país, estiman que unas 90,000 personas murieron por sobredosis de drogas en 2020, la mayoría de ellas por opiáceos.
Mira también:




















Su uso como analgésico y relajante se convirtió en hábito, ya fuese tomado o fumado. El consumo rutinario de esta droga tenía más de un milenio en China cuando los primeros inmigrantes de ese país llegaron a California, a mediados del siglo XIX. La imagen, de 1898, muestra un fumadero de opio del barrio chino de San Francisco.