EEUU ante "dos emergencias de salud": suben las muertes por fentanilo durante la pandemia

Desde que las autoridades implementaron las órdenes de quedarse en casa en marzo se han reportado más muertes por sobredosis de opioides. La Asociación Estadounidense de Medicina alerta que en más de 40 estados del país ya se rebasó la tasa de fallecimientos registrada antes del coronavirus. Sigue aquí nuestra cobertura completa sobre la pandemia del coronavirus.

Foto Isaias Alvarado
Por:
Isaías Alvarado.
Funcionarios de salud de Carolina del Norte advierten sobre una tendencia inquietante en los problemas de salud mental debido a la pandemia de covid-19. Un aumento del 15% en las sobredosis por opioides, y el consumo excesivo de alcohol, han puesto en alerta a las autoridades del estado.
Video Aumentan los casos de sobredosis y el consumo de alcohol en Carolina del Norte durante la pandemia

El aislamiento, el desempleo y la interrupción de servicios de tratamiento debido a la pandemia son consideradas las principales causas del aumento de muertes por consumo excesivo de opioides en más de 40 estados del país y los expertos temen que el año finalice con un nuevo récord de fallecimientos.

“Estados Unidos se enfrenta a dos emergencias nacionales de salud pública simultáneas”, advierte un informe del Programa de Mapas de Detección de Sobredosis (ODMAP) de la Universidad de Baltimore, el cual concluye que desde mediados de marzo aumentaron un 18% los fallecimientos relacionados con el fentanilo y drogas sintéticas, en comparación con los meses previos a la contingencia sanitaria.

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En total, el 62% de los condados que recopilaron datos para el ODMAP reportaron aumentos en los casos de sobredosis entre marzo y mayo, cuando varios gobiernos estatales y locales ordenaron a sus residentes quedarse en casa para evitar los contagios por el nuevo coronavirus.

El análisis también descubrió que durante la cuarentena se registraron más casos no solo en las metrópolis, sino en zonas rurales y suburbanas. Asimismo, observó que el número de alertas de picos por sobredosis y la duración de éstos aumentaron a nivel nacional.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), las muertes por sobredosis de drogas aumentaron un 5% el año pasado, cobrando la vida de unos 72,000 estadounidenses. Ahora se teme que la pandemia sea la causante de que el año 2020 cierre con un nuevo récord de fatalidades.

En tanto, por complicaciones relacionadas con el coronavirus han fallecido a la fecha de más de 183,000 personas en EEUU.

La Asociación Estadounidense de Medicina (AMA) alertaba el 14 de agosto que más de 40 estados del país habían informado sobre aumentos en la mortalidad relacionada con el consumo de opioides.

Esta organización dijo en un reporte estar “muy preocupada” por esa situación, por lo cual recomendó a los gobernadores que haya flexibilidad para la evaluación y los requisitos de prescripción mediante la telemedicina, así como eliminar “las barreras existentes” para que los pacientes obtengan los analgésicos y los tratamientos necesarios.

Covid-19 y la epidemia del fentanilo

La Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins activó las alertas por dicho problema a finales de junio, identificando en particular a los estados de Texas, Pennsylvania, Florida y Nueva York.

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“El número de muertes por sobredosis relacionadas con opioides podría ser casi un 30% más alto de lo informado debido a datos faltantes o registros de defunción incompletos”, dijo el doctor Paul Christo, profesor asociado de dicha institución académica.

“El peor temor es que, debido al aislamiento social, las personas no sean encontradas o tratadas de inmediato", agregó Christo.

Para la Universidad Johns Hopkins, la contingencia por el coronavirus coincide con la tercera fase de la epidemia de los opioides, en la cual se registra un alarmante incremento en el consumo de fentanilo y otras sustancias sintéticas. En la primera fase hay más muertes por opioides recetados y en la segunda, por consumo de heroína.

El fentanilo, del cual solo dos miligramos son suficientes para matar a una persona, siguió llegando a EEUU a pesar del cierre parcial de las garitas fronterizas y de que se redujeron las importaciones.

Del 1 de octubre de 2019 al pasado 31 de julio (faltando dos meses para concluir el año fiscal 2020), los agentes de la Oficina de Aduanas y Control Fronterizo (CBP) decomisaron 2,852 libras de fentanilo, la cifra más alta desde que la dependencia comenzó a incautar ese tipo de píldoras en 2014.


Las autoridades señalan como responsables a traficantes chinos (aunque estos se vieron más afectados porque el covid-19 surgió precisamente en el lugar donde más se produce fentanilo, Wuhan), así como a los carteles de Sinaloa y Jalisco (CJNG).

Hicieron llegar sus cargamentos de fentanilo de distintas formas: por paquetería, lanchas, túneles, autos y ocultos bajo la ropa de peatones en las garitas.

Más casos en el noreste de EEUU

En los cinco condados que conforman el este de Virginia se registró un incremento del 24% en las llamadas al 911 por casos de sobredosis de opioides. El fiscal federal de esa jurisdicción, Bill Powell, lo vinculó a problemas sociales durante la pandemia.

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“Al hablar con quienes están en el frente de batalla que luchan contra la epidemia de drogas, esto no es una coincidencia”, dijo el funcionario en un comunicado. “El aislamiento, la pérdida de empleo y la interrupción de algunos servicios de tratamiento probablemente llevaron a este aumento", concluyó.

Otro lugar impactado es Washington DC, donde 47 personas perdieron la vida en abril por consumo excesivo de opioides, siendo el mes con la tasa de fatalidades más alta en esa región desde 2016, afirma un informe de la Oficina del Médico Forense de ese lugar.

En marzo pasado hubo 27 muertes. El año comenzó allí con el pie izquierdo, registrando 41 fallecimientos en enero, entonces la cifra mensual más alta en la historia del Distrito de Columbia.

Kimberly Henderson, portavoz del Departamento de Salud de DC, dijo al diario The Washington Post que el aislamiento por la pandemia es el que ha desencadenado las recaídas de los adictos.

En total, en los primeros cuatro meses del año hubo 140 muertes por sobredosis en Washington DC y se advertía que, si continuaba esa tendencia, habría más fatalidades que nunca. Es el mismo pronóstico que hacen los expertos para varias localidades estadounidenses.

Las playas de Santa Bárbara, en la costa central de California, se han vuelto el destino más lejano de los transportistas de droga que usan lanchas para evadir a las autoridades de México y Estados Unidos.
En años recientes, las agencias del orden han detectado que los narcos mexicanos llegan hasta un sector costero de 13 millas cercano a la carretera estatal 101, entre Gaviota Beach y El Capitan State Beach.
Los contrabandistas usan motores fuera de borda y navegan por aguas internacionales por varios días para no ser detectados por los radares de la Marina mexicana y de la Guardia Costera de EEUU.
Este ha sido uno de los métodos más eficaces del Cartel de Sinaloa, que desde hace varios años controla la ciudad fronteriza de Tijuana (México). Así han logrado cruzar múltiples toneladas de narcóticos y también a inmigrantes indocumentados, otro de sus lucrativos negocios.
Pero ahora tienen competencia. El director de la unidad de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) en Los Ángeles, David A. Prince, afirmó en una entrevista con Univision Noticias que los operadores del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) ya incursionaron en el tráfico de droga por el mar de California.
Para los carteles, una pequeña embarcación que navega solitaria por el Pacífico significa mover varias toneladas de marihuana, cocaína y otras sustancias que valen una fortuna en las calles estadounidenses.
“Típicamente esos cargamentos valen millones de dólares”, advirtió el encargado del HSI en Los Ángeles y por eso lo considera “uno de los métodos más efectivos” que tienen los carteles mexicanos para introducir su mercancía ilícita al país más consumidor de narcóticos en el mundo.
A mediados de marzo de 2020, un operativo policial concluyó con el arresto de 22 personas, incluyendo cinco tripulantes de esta embarcación que llegó hasta Gaviota Beach. Llevaba 204 paquetes que contenían 2.1 toneladas de marihuana y más de 40 galones de aceite de cannabis.
Este fue el cargamento colocado en la lancha en algún sitio de Ensenada. Los tripulantes debieron navegar durante tres días usando un localizador satelital GPS para llegar hasta Santa Bárbara. Un avión de la Guardia Costera trazó su ruta para interrumpir el intento de contrabando.
En mayo de 2018, otra acción de las autoridades llevó al decomiso de 120 bultos que contenían más de 3,000 libras de marihuana. Parte del cargamento ya había sido colocado en dos vehículos en el área de Arroyo Quemada, un camino que serpentea paralelo a la autopista 101.
En varias ocasiones la Policía solo encuentra los botes abandonadas sobre la arena, como éste que aparece en la foto. En esos casos, los contrabandistas lograron llevarse la mercancía a casas de seguridad en Los Ángeles y para después entregarla a sus clientes en varias ciudades del país.
Las agencias del orden no han dejado de interceptar este tipo de contrabando en la costa de Santa Bárbara. Uno de los períodos con mayor actividad fue el de 2012-2013, cuando interrumpieron más de 20 intentos de contrabando, decomisaron más de 4 toneladas de marihuana y realizaron varios arrestos.
Uno de los detenidos en ese tiempo fue Jesús García Guzmán, un joven mexicano que entonces tenía 19 años. Era tripulante de una panga que navegó con casi 2,000 libras de marihuana. Lo habían arrestado por cargos de robo en una propiedad en Hollister Ranch y luego descubrieron que trabajaba para el narco.
La droga incautada esa vez en la playa se habría vendido hasta en 4 millones de dólares en el mercado negro, de acuerdo con el Sheriff del condado de Santa Bárbara.
En septiembre de 2015, la Policía detuvo a estos residentes de Riverside, un lugar conocido por la gran cantidad de casas de seguridad de los carteles mexicanos. Los acusaban de participar en el contrabando de marihuana usando una panga de 30 pies de largo.
Los narcos prefieren estos lugares de desembarque en la costa de Santa Bárbara: Gaviota Beach, Arroyo Quemado Beach, El Capitán State Beach y Refugio State Beach. Esta última aparece en la foto.
La unidad de Investigaciones de Seguridad Nacional informó que, desde la frontera con México y hasta Santa Bárbara, lograron confiscar en 2019 más de 13,500 libras de marihuana en lanchas, embarcaciones comerciales y pangas.
Incluso durante la pandemia ha continuado este método de contrabando. Del 1 de octubre de 2019 al 19 de junio, la Oficina de Aduanas y Control Fronterizo (CBP) registró 162 incursiones ilegales en lanchas en San Diego, arrestando a 655 personas y decomisando más de 6,000 libras de droga.
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Las playas de Santa Bárbara, en la costa central de California, se han vuelto el destino más lejano de los transportistas de droga que usan lanchas para evadir a las autoridades de México y Estados Unidos.
Imagen Sheriff de Santa Bárbara
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