Este anillo de luz es la galaxia más lejana similar a la nuestra

Con la ayuda del telescopio ALMA en Chile, un equipo de astrónomos ha observado una galaxia muy distante que es sorprendentemente parecida a la Vía Láctea. Se llama SPT0418-47 y su luz distorsionada, observada gracias a una lente gravitacional o ‘efecto lupa’ de otra galaxia cercana, ha tardado 12,000 millones de años en llegar hasta la Tierra.

Por:
Agencia SINC.
La galaxia SPT0418-47 se ha observado gracias a una lente gravitacional de otra próxima, y puede verse como un anillo de luz casi perfecto.
La galaxia SPT0418-47 se ha observado gracias a una lente gravitacional de otra próxima, y puede verse como un anillo de luz casi perfecto.
Imagen ALMA (ESO/NAOJ/NRAO), Rizzo et al.

Un grupo internacional de astrónomos ha descubierto una galaxia extremadamente lejana y, por lo tanto, muy joven, que es enormemente similar a la nuestra. Se ha observado con el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA) que tienen el Observatorio Europeo Austral (ESO) y otras instituciones en el desierto chileno de Atacama.

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La galaxia está tan lejos que su luz ha tardado más de 12 mil millones de años en llegar a nosotros: la vemos como era cuando el universo tenía sólo 1,400 millones de años.

“Este resultado representa un avance en el campo de la formación de galaxias, mostrando que las estructuras que observamos en galaxias espirales cercanas y en la Vía Láctea ya estaban en su lugar hace 12,000 millones de años”, afirma Francesca Rizzo, estudiante de doctorado del Instituto Max Planck de Astrofísica en Alemania, quien dirigió la investigación publicada hoy en Nature.

El telescopio Hubble tomó esta imagen de la galaxia 'Messier 94', que se encuentra a 16 millones de años luz.
Video La NASA divulga nueva imagen de galaxia lejana


Aunque la galaxia estudiada, llamada SPT0418-47, no parece tener brazos espirales, tiene al menos dos características típicas de la nuestra: un disco giratorio y una protuberancia, el gran grupo de estrellas concentradas alrededor del centro galáctico. Es la primera vez que se ve una protuberancia en una etapa tan temprana de la historia del universo, haciendo así de SPT0418-47 la galaxia parecida a la Vía Láctea más distante observada hasta el momento.

“La gran sorpresa fue descubrir que esta galaxia es en realidad bastante similar a las galaxias cercanas, al contrario de lo que se esperaba por los modelos y observaciones anteriores, menos detalladas”, sugiere el coautor Filippo Fraternali, del Instituto Astronómico Kapteyn de la Universidad de Groningen, en los Países Bajos. En el universo primitivo, las galaxias jóvenes todavía estaban en proceso de formación, por lo que los investigadores esperaban que fueran caóticas y carecieran de las estructuras típicas de galaxias más maduras como la Vía Láctea.

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Cuando el universo tenía el 10 % de su edad actual

Estudiar galaxias distantes como SPT0418-47 es fundamental para entender cómo se formaron y evolucionaron este tipo de sistemas. Esta galaxia está tan lejos que la vemos cuando el universo tenía solo el 10 % de su edad actual, ya que su luz tardó 12 mil millones de años en llegar a la Tierra. Al estudiarla, estamos volviendo a una época en la que estas galaxias 'bebé' estaban empezando a desarrollarse.

Debido a la gran distancia a la que se encuentran, es casi imposible observar con detalle estas galaxias, incluso con los telescopios más potentes, ya que las galaxias se ven pequeñas y débiles. El equipo superó este obstáculo al usar una galaxia cercana como una poderosa lupa, un efecto conocido como lente gravitacional, permitiendo a ALMA ver el pasado lejano con un detalle sin precedentes. En este efecto, el tirón gravitacional de la galaxia cercana distorsiona y dobla la luz de la galaxia distante, haciendo que la veamos deformada y magnificada.

Gracias a su alineación casi exacta, la galaxia distante vista con lente gravitacional aparece como un anillo de luz casi perfecto alrededor de la galaxia cercana. El equipo de investigación reconstruyó la verdadera forma de la galaxia distante y el movimiento de su gas a partir de los datos de ALMA utilizando una nueva técnica de modelado por ordenador. “Cuando vi por primera vez la imagen reconstruida de SPT0418-47 no podía creerlo: se abría un cofre del tesoro”, afirma Rizzo.

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Un orden inesperado

“Lo que encontramos fue bastante desconcertante: a pesar de formar estrellas a un ritmo alto, y por lo tanto ser un lugar con procesos altamente energéticos, SPT0418-47 es el disco de galaxia mejor ordenado que jamás se haya observado en el universo temprano”, declaró la coautora Simona Vegetti, también del Instituto Max Planck de Astrofísica. “Este resultado es bastante inesperado y tiene importantes implicaciones en la forma en que creemos que evolucionan las galaxias”.

Los astrónomos señalan, sin embargo, que, aunque SPT0418-47 tiene un disco y otras características similares a las de las galaxias espirales que vemos hoy en día, esperan que evolucione a una galaxia muy diferente de la Vía Láctea y se una a la clase de galaxias elípticas, otro tipo de galaxias que, junto a las espirales, habitan el universo actual.


Este inesperado descubrimiento sugiere que el universo primitivo pudo no ser tan caótico como se creía y plantea muchas preguntas sobre cómo podría haberse formado una galaxia bien ordenada tan poco tiempo después del Big Bang.

Este hallazgo de ALMA sigue al descubrimiento anterior anunciado en mayo de un disco masivo giratorio visto a una distancia similar. Gracias al efecto de la lente, SPT0418-47 se ve con más detalle y, además de un disco, tiene una protuberancia, por lo que se parece más a nuestra Vía Láctea actual que la galaxia estudiada anteriormente.

Futuros estudios, incluso con el Telescopio Extremadamente Grande de ESO, tratarán de descubrir cuán típicas son realmente estas galaxias de disco 'bebés' y si es común que sean menos caóticas de lo previsto, abriendo nuevas vías para que los astrónomos descubran cómo evolucionaron las galaxias.

Recientemente los astrónomos han encontrado una pequeña galaxia que se está aproximando a la nuestra.
Se trata de una galaxia que pertenece a otro grupo más grande, y que está orbitando la Vía Láctea. Pero esta no es la primera vez que eso pasa, de hecho, hay más de 49 galaxias que orbitan la nuestra.
De estas, la más grande es la ‘galaxia enana de Sagitario’.
Según las simulaciones que la NASA ha realizado en los últimos años, las galaxias gigantes lograron expandirse gracias a la fusión de galaxias pequeñas.
‘Galaxia enana cráter 2’, nombre que su descubridor, el astrónomo Gabriel Torrealba le dio, fue encontrada en la Universidad de Cambridge, por él y sus colegas en enero del 2016.
No es visible para el humano ya que se encuentra a 3800 años luz, además de tener un diámetro de penumbra de 7000 años luz.
Es decir, que si la pudiéramos ver, tendría el tamaño de dos lunas llenas. ¿Te imaginas?
El astrónomo chileno se encuentra haciendo un doctorado en la universidad de Cambridge y fue ahí donde descubrió esta galaxia a la que denominó ‘el cuatro mayor satélite de la Vía Láctea’.
Josh Simon, astrónomo de los Observatorios Carnegie en Pasadena, California, afirma que esta galaxia es una de las más brillantes que se han encontrado en la última década orbitando alrededor de la Vía Láctea.
Emite 160,000 veces más luz que el sol, pero no había sido detectada antes debido a que sus estrellas están muy extendidas, creando una penumbra alrededor de ella y escondiendo entre esta el brillo de sus estrellas.
Cerca de ‘Crater 2’ se han descubierto además, un cumulo globular de estrellas y otras tres galaxias enanas en Leo.
Estas galaxias pequeñas aún conservan sus formas redondas, lo que significa que todavía no se adhieren a la Vía Láctea, y que solo la están orbitando por el momento…
Los estudios sobre las nuevas galaxias que se aproximan a la nuestra se han intensificado durante los últimos años, pues nos ayuda a entender como especie, la creación de la Vía Láctea, y así mismo su comportamiento.
Y aunque esto podría parecer ajeno a nosotros, la realidad es que todo lo que pasa en el universo nos afecta de manera directa o indirecta.
Al igual que las estrellas, los planetas y el universo entero, los seres humanos estamos hechos de materia.
La forma en la que la luna cumple sus ciclos, por ejemplo. Influye en los movimientos de la marea o en la fuerza de gravedad.
Está comprobado que estos comportamientos, influyen en los procesos químicos de las plantas, interviniendo en los poderes nutritivos o curativos que algunas de estas poseen.
La energía de la luna y otras radiaciones del sol afectan el crecimiento y fertilidad de los seres vivos, incluyendo los seres humanos.
Todo en el universo está conformado de materia y energía. Estas fluyen e influyen en todo lo demás en procesos de rotación y traslación que no se detienen nunca, llamados fuerzas de la naturaleza.
Así que nada de esto nos es ajeno, ¡Recuerda que formamos parte de este maravilloso universo que aún nos guarda muchos secretos!
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Recientemente los astrónomos han encontrado una pequeña galaxia que se está aproximando a la nuestra.
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