Los fiscales que han investigado el asesinato de Kristin Smart, ocurrido en 1996, intentarán esta semana dar pruebas de que los dos sospechosos son culpables de su muerte a pesar de haberse declarado inocentes y sin que haya aparecido el cuerpo de la joven.
Fiscales intentan probar el asesinato de una joven que está desaparecida desde hace 26 años
En 1996 una estudiante de 19 años de nombre Kristin Smart fue asesinada por un joven, quien ahora tiene 45 años. El padre de él, dijeron los investigadores, fue su cómplice. Los dos hombres aparecerán frente a un juez del condado de Monterey sin que los restos de la víctima hayan aparecido.
Smart sigue desaparecida y sigue en pie una recompensa de $75,000 para ayudar a encontrar a la estudiante universitaria de la que no se sabe nada desde el 25 de mayo de 1996, cuando fue vista por última vez en la Universidad Estatal Politécnica de California en San Luis Obispo.

Las declaraciones de apertura del juicio a Paul Flores, quien es el principal acusado de asesinato, y su padre, Rubén Flores, acusado de ser su cómplice, estaban programadas para este lunes en el Tribunal Superior del Condado de Monterey en Salinas.
El joven Flores, ahora de 45 años, fue acusado de matar a la joven de 19 años durante un intento de violación el 25 de mayo de 1996 en su dormitorio en Cal Poly, donde ambos eran estudiantes de primer año, dijeron los fiscales.
Su padre, que ahora tiene 81 años, supuestamente ayudó a enterrar a la estudiante asesinada detrás de su casa en la comunidad cercana de Arroyo Grande y luego desenterró los restos y los trasladó a otro lugar.
Arrestados 25 años después
Durante mucho tiempo, Paul Flores había sido considerado sospechoso del asesinato, pero los fiscales solo lo arrestaron a él y a su padre en 2021 después de que se reanudó la investigación.
El alguacil de San Luis Obispo, Ian Parkinson, reconoció los pasos en falso de los detectives a lo largo de los años y le dio crédito a un popular podcast sobre la desaparición de Smart llamado "Tu propio patio trasero" por ayudar a descubrir nueva información e inspirar a los testigos a hablar con los investigadores.
Nunca se han encontrado los restos de Smart y es probable que el misterio de cómo desapareció del pintoresco campus escondido contra una verde cadena montañosa costera sea central para el juicio.
Los investigadores han realizado docenas de búsquedas durante dos décadas, pero en los últimos dos años dirigieron su atención a la casa de Rubén Flores a unas 12 millas (20 kilómetros) al sur de Cal Poly en la comunidad de Arroyo Grande.
Debajo de la cubierta de su casa, ubicada en una calle sin salida de Tally Ho Road, los arqueólogos que trabajan para la policía encontraron en marzo de 2021 una alteración del suelo del tamaño de un ataúd y la presencia de sangre humana, dijeron los fiscales.
La sangre estaba demasiado degradada para extraer una muestra de ADN. Si bien un experto en sangre dijo que era sangre humana, la prueba utilizada no descartó la posibilidad de que fuera de un hurón o un simio, aunque los registros judiciales dijeron que no se encontraron restos de ese animal allí.
"Ha sido un proceso largo"
Hasta el momento, los detectives han recolectado 230 objetos etiquetados como evidencia, realizaron alrededor de 137 entrevistas, efectuaron más de 41 órdenes de registro y llenaron más de 500 reportes policiales. Toda esa información ocupa un espacio de 3,000 gigabytes (GB).
En septiembre de 2016, alguaciles de San Luis Obispo y oficiales del FBI realizaron durante varios días una excavación en una colina en las inmediaciones del campus y señalaron que habían hallado "objetos de interés", pero no lograron avances significativos en las investigaciones.
Parkinson indicó que las órdenes judiciales que se emitieron para espiar el celular de Flores y catear en varias ocasiones su vivienda y las de sus familiares llevaron a colectar evidencia forense "ligada a Kristin" que derivó en su arresto este martes.
Subrayó que tomó demasiado tiempo poner al sospechoso tras las rejas porque no había suficientes pruebas que lo inculparan: "No es lo que crees, es lo que puedes probar".
"Ha sido un proceso largo", dijo el jefe policiaco. "Hemos lidiado con un caso de varios años, por lo cual se volvió muy difícil. Esperamos que sea el primer paso para traer justicia a la familia Smart", señaló.
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