Casi se divorcia y no buscará la presidencia: las revelaciones del libro de Michelle Obama

La ex primera dama lanzó esta semana su libro 'Becoming' en el que habla de cuando era una niña de clase media-baja en Chicago. En sus páginas quedan retratadas cientos de anécdotas, entre ellas, que casi se separó de Barack Obama.

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Por:
Angélica Gallón S..
Foto de la portada del libro 'Becoming', que Michelle Obama lazó el 13 de noviembre en varios idiomas.
Foto de la portada del libro 'Becoming', que Michelle Obama lazó el 13 de noviembre en varios idiomas.
Imagen Getty Images

En su libro ‘Becoming’, Michelle Obama le habla cerquita al lector, a veces le susurra y deja salir sus más genuinas confesiones, pero en realidad durante las 425 páginas de sus memorias nunca se expone más de la cuenta. Su lectura, apacible, pasa casi sin sorpresas. La sensación quizás sea que de ella sabemos casi todo, que ya todo se ha contado.

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Sin embargo, es en el recuento de las anécdotas más anodinas de su infancia, de su matrimonio, de cómo era vivir en la Casa Blanca, y de cómo fue empacar una vida después de ocho años de presidencia para darle el lugar del poder al presidente Donald Trump, en donde el libro reclama su valor. En donde ella, por unos instantes se le presenta al lector como esa mujer que confiesa ser: “Una persona común y corriente que se encontró a sí misma en un camino extraordinario”.

A Michelle Obama la vemos de niña fantasear con que su padre pudiera tener un carro de cuatro puertas y no solo de dos. La oímos convencida de que después de escuchar miles de lecciones de piano que su tía impartía en la planta baja de la casa alquilada en la que vivían sus padres, por ósmosis el conocimiento de tocar una tonada se le había transferido. La vemos ganarse un lugar de respeto entre la tribu de niñitas de su barrio después de darle un puño a DeeDee, aquella que a todas las nuevas atormentaba y a quien venció usando la técnica que su padre le enseñó.

Somos testigos de cómo estudiando ya en la Universidad de Princeton, Michelle Obama no siente ninguna aprensión en confesar que viene de South Side, Chicago, el lugar cuyo más prominente estereotipo era el de un gueto lleno de pandillas. “Yo pertenecía a Princeton tanto como los otros y si yo venía de un lugar como South Side, Chicago, me parecía importante decirlo fuerte”.

En una íntima entrevista, la ex primera dama contó que se sintió "perdida y sola" y por eso ha decidido hacer públicos este personal episodio días antes de que salga a la venta su libro de memorias.
Video Las revelaciones de Michelle Obama sobre su matrimonio: un aborto involuntario y concepción in vitro


Nos confiesa que, aunque todo el mundo celebró como un gran triunfo su mera intención de presentarse a Harvard, la verdad es que logró entrar después de quedar en la lista de espera y tener suerte. “Sin embargo, la gente cercana ya me veía como si hubiera dejado una gran marca en el mundo”, dice con cinismo burlándose de las condescendientes expectativas que había siempre sobre las mujeres negras.

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Ya graduada, trabajando en una reputada firma de abogados y de vuelta a Chicago, Michelle Obama aparece impaciente esperando a un joven pasante que está vergonzosamente tarde y que a pesar de estar solo en primer año de la universidad ha sido aceptado por el bufete de abogados por sus extraordinarias capacidades.

“Barack Obama sin haber aparecido ya había creado todo un revuelo en la oficina… Yo era escéptica de todo. En mi experiencia, uno le ponía un traje formal a un hombre negro medianamente inteligente y los blancos se volvían locos”. Luego narra: “Él era tres años mayor que yo... Lo que más me sorprendió era lo seguro que parecía de la propia dirección de su vida. Estaba completamente ajeno a la duda”.

¿Cómo cuenta Michelle Obama su amor por Barack?

Michelle Obama está durmiendo en la cama del hombre del que, recientemente y fuera de todo protocolo laboral, se ha enamorado. Inquieta se despierta cuando se da cuenta de que Barack Obama está pasando la noche en vela.

Cuando ella le pregunta qué pasa por su cabeza, el jovencito taciturno le contesta: “Estoy pensando maneras con las que acabar la inequidad”. Ante la respuesta a ella no le queda más que admitir: “Estaba aprendiendo la manera como la cabeza de Barack Obama funcionaba. Se enfrascaba en la resolución de grandes y muy abstractos temas alimentado con un sentimiento casi alocado de que él podría ser capaz de solucionarlos”.

"Feliz aniversario número 25 Barack Obama. Un cuarto de siglo después, sigues siendo mi mejor amigo y el hombre más extraordianrio que he conocido. Te amo", con estas palabras y con una foto de su boda, celebró este martes Michelle Obama sus años de amor con el presidente Barack Obama, un amor siempre manifiesto durante sus años en la Casa Blanca.
Esta pareja inaguró una nueva política de amor en la Casa Blanca. Lejos de los formalismos que han legado históricamente los padres de la patria, la pareja encontró en su romance una manera de humanizar el poder, de hacerlo cotidiano, lo convirtieron incluso en una herramienta eficaz para crear empatía entre el electorado. Pero más allá de cualquier análisis semiótico o político, esa complicidad entre los dos, esa que parece exaltarse en esta foto de 2012 mientras los dos viajaban por todo el país en campaña presidencial, inspiró al mundo y ese es su verdadero poder. ( JIM WATSON /AFP/ GettyImages)
Desde el gesto más sencillo como caminar siempre tomados de la mano en los eventos públicos, mostrándose en una cierta intimidad aún cuando el mundo los estuviera observando fue, como dicen los expertos, jugar el amor en los detalles pequeños. "Nuestro amor nació de la amistad", es algo que la pareja ha repetido en varias ocasiones en los medios, y que parece reafirmarse en la manera como caminan por la vida, como verdaderos compañeros. (YURI GRIPAS/AFP/Getty Images)
Yo cuido de ti. Soy el Presidente de los Estados Unidos, pero puedo caminar detrás tuyo y protegerte de la lluvia. Eso parece decir calladamente Barack Obama con un gesto sutil que se ha repetido en muchas ocasiones (como en esta tarde lluviosa, durante su visita al Palacio de Kensington el pasado 22 de abril de 2016). Una actitud que parece revelar justamente eso que hizo que la Primera Dama se enamorara de él: "Lo que de verdad me hizo enamorarme de Barack Obama fue su carácter. Su decencia, su honestidad, su compasión y convicción". (CHRIS JACKSON/AFP/Getty Images)
Rompiendo el protocolo, dejando que algo de su vida privada se colara ante los ojos del mundo como si estuviéramos husmeando por entre una rendija, y evidenciando su gusto natural por el buen vestir, Michelle Obama solía acomodar el corbatín de su esposo en los eventos de gala (lo hizo en la cena de Estado para el presidente chino el año pasado, lo hizo en la cena para los gobernantes nórdicos en mayo de 2016). Es quizás una manera de demostrar que ella también cuida de él, una señal de que su presencia a su lado es indispensable. (Chip Somodevilla/Getty Images)
“Michelle, he tomado muchas decisiones como presidente. Pero la mejor decisión que alguna vez he hecho eres tú. Te amo", confesó Barack Obama alguna vez en el programa de Ellen Degeneres. Ese romance declarado se ha manifestado en una amplia sucesión de fotografías que han capturado a la pareja dándose los besos que muchas otras parejas presidenciales nunca se dieron.
No importa en que escala de poder estés, el amor caballerezco, ese de hombres nobles que cuidan a sus mujeres es uno que Barack Obama ha practicado a lo largo de sus 24 años de vida matrimonial. Bajando del avión presidencial, se ha visto a Barack Obama recoger objetos que Michelle ha dejado caer (como en su aterrizaje en 2014 en Texas) o ayudándole a que su falda no se eleve ante el viento como ocurrió en el aeropuerto Internacional de Austin. (BRENDAN SMIALOWSKI/AFP/Getty Images)
"He tomado la decisión de ponerme a mi misma como prioridad en la lista y decir sí, puedo tomar decisiones que me hacen feliz y que beneficiarán a mis hijos, mi esposo y mi salud mental", ha profesado Michelle Obama como lema vital, uno que sin duda ha hecho que ella se revele como una mujer empoderada, que se ocupa de sus asuntos más allá de sus funciones como esposa y madre y que además despierta la admiración de su marido. Esta mirada de beneplácito y complicidad que le lanzó el presidente en mayo de 2016, mientras la Primera Dama hablaba en un show cómico en la base aérea de Andrews habla por si sola. (Photo by Drew Angerer/Getty Images)
A pesar de las apretadas agendas, de las relevantes decisiones que a diario debía hacer el Presidente de Estados Unidos, la pareja siempre tuvo tiempo para hacer cosas juntos, para divertirse y despreocuparse de los asuntos de la política (como lo hicieron múltiples veces leyendo libros infantiles a los niños que visitaban la Casa Blanca). "Tratamos de tener nuestras citas nocturnas, a pesar de la ambulancia y los veinte motociclistas que nos siguen", ha admitido con gracia Michelle Obama. (NICHOLAS KAMM/AFP/Getty Images)
Mirarse a los ojos, cuando estaban hablando en público, cuando iban juntos a los discursos, es como su estrategia secreta para develarle al otro su complicidad, su cercanía, su apoyo mutuo. “Si la miras a los ojos, verás una cierta vulnerabilidad", confesó alguna vez Barack Obama dejando claro que son una de esas parejas que sencillamente se mira a los ojos.
Esta imagen tomada el 29 de septiembre de 2015, en el aeropuerto de Maryland, captura a la pareja en una escena que es emblemática de ese sentimiento de sorpresa y tensión que parece pervivir entre los dos: “Algunas veces, cuando estamos acostados juntos, la miro y me siento un poco mareado con la revelación de que ahí está una persona diferente a mí, que tiene memorias, orígenes, pensamientos, sentimientos que son diferentes de los míos. Esa tensión entre familiaridad y misterio teje algo muy fuerte entre los dos”, confesó Barack Obama al diario Le Monde. (MANDEL NGAN/AFP/Getty Images)
Las sutiles caricias que se dan entre ellos hablan de cómo en el amor cotidiano no se puede subestimar el poder del contacto físico. Hay una gentileza siempre en la manera como interactúan en las situaciones más anodinas. (Photo credit should read CHRIS KLEPONIS/AFP/Getty Images)
"No hay juegos con él, él es quien aparenta ser. Me siento muy afortunada como mujer de tener un esposo que me ama y me lo demuestra todos los días", le dijo Michelle Obama a ‘Prevention’. Ese amor se ha manifestado diariamente desde esta emblemática escena, cuando en enero 20 de 2009, lo primero que ocurrió después de jurar como el 44 Presidente de los Estados Unidos, fue que Barack Obama besó a su esposa.
Este es el genuino abrazo que le dio Michelle Obama a su marido después del discurso de aceptación en 2012 tras ser reelegido como Presidente. (ROBYN BECK/AFP/Getty Images)
Bailar juntos, vestir las mejores galas para el mundo pero también para ellos mismos es algo que delata una vívida intimidad, un amor que a pesar de los años sigue pasando por el cuerpo.
Desde 1989, año en el que el estudiante de Derecho, Barack Obama conoció a la tutora y abogada Michelle Robinson y tras casarse en 1992, la pareja ha mantenido una solidez que se basa en un apoyo incondicional en los proyectos profesionales de los dos. Esta escena, sucedida el 4 de noviembre de 2008, cuando Obama ganó las elecciones por primera vez, permanecerá como emblema de una historia de amor que le legó a la política unas nuevas lecciones sobre la importancia del amor.
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"Feliz aniversario número 25 Barack Obama. Un cuarto de siglo después, sigues siendo mi mejor amigo y el hombre más extraordianrio que he conocido. Te amo", con estas palabras y con una foto de su boda, celebró este martes Michelle Obama sus años de amor con el presidente Barack Obama, un amor siempre manifiesto durante sus años en la Casa Blanca.


Michelle Obama deja prontamente claro en el libro que no cree en la política: "El atractivo de estar en un gimnasio o en una escuela secundaria para escuchar promesas y lugares comunes nunca tuvo mucho sentido para mí", sentencia. "El mundo político no era un lugar para la gente buena, no era más que la fea dinámica del rojo contra el azul", se cerciora unas líneas después.

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Pero a pesar de su rechazo por lo político, lo que sí deja muy claro es que ella cree y ha creído desde el primer instante en Barack Obama, el optimista irremediable que le sentenció como verdad que con las ventas de su libro iban a poder hacer campaña para el Senado sin tener que tocar las finanzas familiares, el lector incansable de periódicos y libros que en ningún discurso usaba telepronter, el hombre que “cuanta más presión tuviera encima, más calmo parecía”.

A través de una narración más seria y pragmática que lo que podrían anticipar los relatos románticos que le dedica Barack Obama en su Twitter cada tanto, Michelle nos adentra en su romance. Los vemos coquetear la primera vez que ella, para entonces su jefa, lo lleva a un bar y un par de colegas se abalanzan sobre él para conversar. Michelle Obama, celosa, sin embargo, se da cuenta de que es a ella a quien Barack no pierde de vista.

Con pastel en mano, así le celebraba Michelle Obama y las pequeñas Malia y Sasha el cumpleaños 43 al para entonces candidato al senado Barack Obama.
Desde 2004, la familia Obama se mostraba como una de las grandes fortalezas de Barack Obama como político.
En el primer día de la Convención Nacional Democrata en 2008, Michelle Obama se presentó en el Pepsi Center acompañda de sus dos sonrientes hijas para darle su apoyo al para entonces candidato demócrata.
Aunque la pequeña Sasha caía de agotamiento, Michelle Obama mantenía las misma sonrisa durante las duras jornadas de la Convención. Vestidas las tres con trajes rosas celebraban que Barack Obama se hubiera convertido en el candidato oficial del partido para la presidencia.
Michelle Obama ayudó a construir esa fuerte imagen de Barack Obama como un feliz hombre de familia, haciendo campaña a su lado durante todo el 2008 por todo el país.
El 4 de noviembre de 2008, Michelle Obama lució un imponente vestido rojo y negro para celebrar que su esposo había sido elegido como presidente de los Estados Unidos. Las niñas fueron vestidas con los mismos colores que su madre.
A solo unos días de las elecciones, la que sería la nueva Primera Dama organizaba a su familia con buenos abrigos para repartir comida en las calles de Chicago.
A pesar de la apretada agenda que impone el poder, Michelle Obama encontró maneras especiales para compartir con sus hijas. Sagradamente año tras año, en la celebración de Pascua, departieron juntas y leyeron cuentos.
Y por qué no sacar tiempo para visitar en familia la Torre Eifel en París, mientras Barack Obama se encargaba de atender importantes ceremonias en Francia, la familia hacía uno de sus primeros viajes internacionales.
Llevando con mucha elegancia y estrategia los códigos del vestido, Michelle Obama lució un femenino vestido blanco durante la primera semana de vacaciones de la familia en Massachusetts. Como sería costumbre ella siempre estaría muy atenta de Sasha, su hija más pequeña.
Estar muy unidos y tratar de que las rutinas internas de la familia se mantuvieran intactas a pesar de estar siempre montados en el Air Force One y rodeadas del Serivicio Secreto fue siempre uno de los principales intereses de la primera dama.
Conforme el primer año de mandato de Barack Obama fue pasando, fuimos viendo cada vez más formales a Michelle y a sus hijas que empezaron a ser perseguidas por la prensa de moda.
A pesar de los formalismos de la política, Michelle Obama trató de mantenerse siempre cotidiana y cercana con sus hijas. Este desprevneido abrazo se lo dio a su hija Malia durante la ceremonia de Pascua de 2010.
En 2010, no fue difícil notar la importante influencia que en materia de moda empezó a ejercer Michelle Obama sobre su hija mayor, Malia, que ya se perfilaba como una adolescente.
Los viajes fuera de la Casa Blanca se convirtieron en momentos importantes de complicidad entre la primera dama y sus hijas. En 2011 compartieron un viaje juntas a Brasil para conocer a la entonces presidenta Dilma Rousseff.
En 2011, Malia ya casi alcanzaba a Michelle Obama en su altura. Sus estilos se hicieron cada vez más parecidos como se hizo evidente en esta foto tomada en 2011 en Washington tras un viaje por Latinoamérica.
Las Convención demócrata de 2012 la vivió Michelle Obama de manera muy diferente. Con sus hijas grandes había tiempo para las gracias y las risas mientras Barack Obama era de nuevo elegido como candidato del partido.
Como solían hacerlo en las primeras presentaciones políticas, Michelle Obama, Malia y Sasha eligieron una paleta de colores parecida para vestirse el día de la segunda posesión presidencial de Barack Obama.
Aunque es sabido lo difícil que es para unas jovencitas crecer en la Casa Blanca, Michelle Obama siempre se mostró muy segura y a cargo de la situación. En este viaje que hicieron en 2013 a un parque nacional de Irlanda se veía como se mantenía intacta esa complicidad entre las tres.
En este histórico viaje a China, realizado en 2014, Michelle Obama no solo estuvo acompañada de sus hijos, sino de su madre.
Durante su viaje a China, que tenía como propósito promocionar su programa de educación, Michelle Obama y sus hijas sacaron tiempo apra camianar la Gran Muralla.
En 2014, Sasha, la menor de la familia, cumplía ya 13 años y lograba la altura y el estilo de su madre y su hermana mayor. Todas vestidas de negro se vieron en agosto de ese año de viaje a la boda de su chef perosnal Sam Kass.
La primera dama intentó vincular en todos los asuntos humanitarios a sus hijas. Aquí en una base militar el norte Italia en una brigada alimenticia.
Para 2015, Michelle Obama ya se había consagrado como un ícono de estilo. Ahora era el turno de sus hijas de hacer que las expertas en moda posaran sus ojos en sus looks.
2016 sería el año en el que las redes sociales mostrarían más devoción por Malia Obama, que se graduó del college, que por su madre. Aquí las dos compartiendo la moda de llevar vestidos con tenis en su retorno de vacaciones.
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Con pastel en mano, así le celebraba Michelle Obama y las pequeñas Malia y Sasha el cumpleaños 43 al para entonces candidato al senado Barack Obama.
Imagen Getty Images


En sus páginas la ex primera dama cuenta por primera vez públicamente que después de casarse perdió un bebé, que sus dos hijas, Malía y Sasha fueron fruto de la inseminación artificial y luego lleva al lector vertiginosamente a aquel momento en el que su matrimonio estuvo a punto de acabarse debido a que el intenso trabajo de Barack Obama los empezó a apartar. “Gasté tanta energía especulando sobre si iría a casa a cenar o no, que las cenas, con o sin él, ya no eran divertidas”.

Una terapia de pareja, sin embargo, redireccionó la relación y Michelle Obama decidió dejar aquella costumbre de hacer que sus hijas esperaran infructuosamente a que su padre volviera a casa para la cena. “No quería que de ninguna manera ellas creyeran que la vida empezaba cuando el hombre de la casa llegaba al hogar. Ya no esperábamos por papá, era su trabajo que él nos alcanzara a nosotras”.

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La Casa Blanca, Trump y la candidatura a la presidencia

Las memorias de la ex primera dama se convierten en un documento en donde se puede repasar la historia reciente del país. El primer debate de Barack Obama en Chicago en su camino hacia el Senado, que hizo que muchos sentenciaran tempranamente que habían visto el primer presidente negro que tendría EEUU.

El discurso durante la campaña en el que Michelle Obama dijo que “por primera vez estaba orgullosa de su país”, lo que hizo que le llovieran críticas y la tacharan de traidora a la patria. La agresiva campaña de Hillary Clinton contra Obama en la carrera hacia la presidencia. La masacre de Sandy Hook en la que murieron 20 niños, que según cuenta Michelle Obama fue de las pocas veces en las que su marido le pidió asistencia moral porque le habían quebrado el ánimo. El triunfo tras dar con el paradero de Osama Bin Laden.

Desde Naeem Khan hasta Carolina Herrera, los diseñadores que han firmado los looks de Michelle Obama han ayudado a convertirla en un icono de estilo que pasará a la historia, y no sólo la política.
En la cena en honor a India que se celebró en 2009, Michelle Obama lució un vestido palabra de honor firmado por Naeem Khan, 
<a href="http://www.univision.com/estilo-de-vida/moda/michelle-obama-y-su-devocion-por-los-vestidos-de-naeem-khan-fotos">uno de sus diseñadores favoritos</a>. Khan es conocido por sus elaborados conjuntos y complejos bordados que también han conquistado a Kate Middleton y a la Reina Noor de Jordania.
En azul y con un favorecedor peinado, Michelle Obama se decantó por un diseño de Peter Soronen, creador nacido en Chicago y experto en la confección de corpiños que resaltan la figura. Fue en la cena en honor a México en 2010.
Un año después, la primera dama escogía un arriesgado conjunto de Alexander McQueen, uno de los diseñadores británicos más aclamados de los últimos tiempos. El color, rojo, se interpretó como un gesto de homenaje hacia China, el país al que estaba dedicada la cena. Aunque el vestido fue motivo de controversia entre la industria de la moda por no haber elegido una firma nacional, al final la polémica quedó zanjada cuando Michelle animó a las mujeres a vestir lo que ellas desearan.
Esta vez en honor a Alemania, Michelle Obama volvió a confiar en Naeem Khan y apareció con este glamuroso conjunto de escote en V decorado con cuentas plateadas e hilo metálico.
El morado es uno de los colores preferidos de Michelle, y para la cena en honor a Corea del Sur optó por este favorecedor tono en un vestido asimétrico diseñado por la coreana-estadounidense Doo.Ri.
Marchesa está entre las marcas más populares en todos los eventos de alfombra roja, incluidos los Óscar y los Globos de Oro, gracias a sus diseños elegantes y clásicos. Cuando tocó homenajear a Reino Unido en 2012, escogió un vestido de esta firma como ha hecho en numerosas ocasiones.
Con la falda al vuelo como si se tratara de una princesa, Michelle apareció con un vestido bicolor de la diseñadora venezolana Carolina Herrera en 2012 para honrar a Francia.
De nuevo haciendo un gesto de diplomacia, el diseñador escogido, Tadashi Shoji, fue un guiño a las buenas relaciones que mantiene la Casa Blanca con Japón, país al que dedicó una cena el pasado año.
Ese mismo año, Michelle lució Vera Wang, la firma favorita de las futuras novias estadounidenses. Fue en la cena en honor a China, país de origen de la diseñadora. El corte voluminoso de la falda se llevaba parte de la atención, que acaparó sobre todo el favorecedor peinado a un lado y su deslumbrante sonrisa.
Por primera vez en una Cena de Estado, aparecen los estampados. Se lo debemos a Jason Wu, quien diseñó este vestido para la celebración por Canadá este año.
Por tercera vez, Naeem Khan, el que ha encontrado la fórmula perfecta para conquistar a Michelle. En la cena en honor a Dinamarca, Finlandia, Islandia y Noruega de este año, la primera dama se llevó los hagalos de los críticos de moda por su estilo depurado y luminoso, con un moderno peinado informal.
Y ya en la gala por Singapur, confirmando que estamos ante un icono de estilo, el elegantísimo vestido de Brandon Maxwell en color blanco hizo que hasta Barack Obama tuviera que dejarle todo el protagonismo a su esposa.
Y para su última aparición como anfitriona en la Casa Blanca, Michelle Obama eligió un vestido de la marca italiana Atelier Versace en cota de malla color oro rosa que opacó a los presentes con su brillo. Así cerró la Primera Dama el ciclo estilístico más aplaudido de los últimos años por sus acertadas elecciones.
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Desde Naeem Khan hasta Carolina Herrera, los diseñadores que han firmado los looks de Michelle Obama han ayudado a convertirla en un icono de estilo que pasará a la historia, y no sólo la política.
Imagen Getty Images


Tan consiente está Michelle de la trascendencia de su relato que, por supuesto, no quiere sustraerse de hablar sobre el actual presidente. "Donald Trump, con sus insinuaciones ruidosas e imprudentes puso en riesgo la seguridad de mi familia. Y por esto nunca lo perdonaré ", escribe Michelle sobre los señalamientos que hizo el entonces magnate de bienes raíces sobre la partida de nacimiento de Barack Obama.

Más adelante lo tilda de "acosador" y "misógino", de estar haciendo todo lo posible para deshacer el legado que dejó su marido y de reemplazar con crueldad descarada las políticas “cuidadosa y compasivamente construidas por él". "A veces me pregunto", sentencia Michelle Obama, "dónde podrá estar el fondo".

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Su repudio hacia el accionar del presidente Trump no es, sin embargo, un motivo suficiente para siquiera plantearse la posibilidad de lanzarse a la presidencia. “Lo diré claramente: no tengo ninguna intención de optar por un lugar en la Oficina Oval”, sentencia Michelle Obama, que a sus 54 años, con sus hijas ya grandes y lejos de la Casa Blanca, dice estar teniendo tiempo simplemente para ser ella misma: “Estoy aún en progreso y espero que así siempre sea”.

Este recorrido por el clóset de Michelle Obama y de todos esos vestidos que se irán con ella de la Casa Blanca el próximo 20 de enero lo iniciamos con este vestido de colores en bloques y geometrías que eligió la primera dama para inaugurar su gira por Asia en 2015.
Para esa ocasión Michelle eligió la vivacidad de un vestido creado por 
<b>Roksanda, de la colección Spring 2015</b> de un 
<b>valor de </b>
<a href="https://www.tradesy.com/dresses/roksanda-ilincic-dress-18080170/?utm_medium=pla&utm_source=gpl&gclid=Cj0KEQiA-MPCBRCZ0q23tPGm6_8BEiQAgw_bAtga8YxP-rBKOvDr25O1mBUOFleZI6otG1oURGDbrPsaAmO08P8HAQ">2,175 dólares</a>
Para la tradicional Cena de los Corresponsales 2016, un evento que siempre reunió a la élite del periodismo en la Casa Blanca, Michelle Obama eligió entre su clóset un suntuoso vestido de seda color champagne con bordados y manto de piedrería.
El vestido lujoso que usó Michelle esa noche fue creado por la marca 
<b>francesa Givenchy</b>, para su colección de 
<b>Alta Costura primaveral de 2016</b>. Su precio es difícil de calcular, una vez que la alta costura es hecha sobre medida y tiene mucho trabajo a mano.
<b> Sus costos sin duda superan los 10,000 dólares</b>.
El arribo de Michelle Obama en 2011 a Brasil estuvo protagonizado por su vestido, uno de rayas gruesas y colores vibrantes que se agotó en cuestión de horas en la tienda online de Marc Jacobs una vez la primera dama fue capturada en las fotos usándolo.
Creado por 
<b> Marc Jacobs, </b>el vestido salió al mercado
<b> por un valor de </b>685 dólares.
Michelle Obama eligió estratégicamente los modistos que la acompañaron con sus diseño en su viaje por Latinoamérica. Para su encuentro con la primera dama argentina Juliana Awada, eligió un vestido de falda amplia y corte a la cintura de de mangas amplias y estampado floral.
El vestido que usó en esa ocasión la primera dama lo diseñó 
<b>Michael Kors </b>para la colección 
<b>Spring 2016</b> y aún se vende
<b> por un valor de <a href="http://www.saksoff5th.com/main/ProductDetail.jsp?PRODUCT%3C%3Eprd_id=845524442151770&site_refer=AFF001&mid=38801&siteID=gcdL_ATRVoE-oT_2gaM9r9582qpetF3Otw">613 dólares</a></b>
En marzo de 2015, para liderar el evento '
<i>Black Girls Rock',</i> Obama eligió un favorecedor vestido blanco (un color no muy recurrente en su clóset) off-shoulder de corpiño y largo a media rodilla.
Con acierto, Michelle eligió para ese día una creación de 
<b>Zac Posen</b> de la colecicón 
<b>Spring 2015</b> de un
<b> valor de <a href="http://www.neimanmarcus.com/Zac-Posen-Off-The-Shoulder-Cocktail-Dress-Coral/prod188610227/p.prod?ecid=NMAF__J84DHJLQkR4&CS_003=5630585">1,990 dólares</a></b>
Michelle Obama usó un color poco convencional para la cena de Estado ofrecida para el primer ministro japonés, Shinzo Abe, en abril de 2015 en la Casa Blanca. Un traje púrpura de shifón de seda que aún se recuerda como memorable.
Antes de que Michelle lo luciera en la alfombra roja, lo vimos desfilar en la pasarela de 
<b>Tadashi Shoji, </b>en la colección 
<b>Fall 2015.</b>
<br>
A solo unos días de haber visto este modelo creado por Naeem Khan desfilar en septiembre, en la semana de la moda de Nueva York, se lo vimos lucir a Michelle Obama para darle la bienvenida al Primer Ministro de Singapur.
El vestido de intenso amarillo con flores cortadas en 3D fue diseñado por Naeem Khan para la colección Spring 2017 y aún no está a la venta. Michelle le ganó a todas las 'it girls'.
Ni siquiera en vacaciones Michelle Obama se olvidó de la moda. En agosto de 2016, en su llegada a la isla de Martha’s Vineyard, lució un 
<i>'wrap dress' </i>azul marino con ribetes naranja que accesorizó con unas sandalias de 900 dólares de la marca Fendi.
En una versión más ligera y sin mangas el vestido fue presentado en la colección 
<b>Resort 2017 de Tory Burch </b>y como la colección aún no está a la venta para el público masivo, Michelle fue una vez más la primera en tenerla.
Cantando a capella el 10 de diciembre de 2010, Michelle Obama eligió por primera vez, entre las múltiples opciones que la acechaban, a uno de los diseñadores estadounidenses más reconocidos entre los más jóvenes, Marc Jacobs.
El traje de corte recto, de falda tipo lápiz con lentejuelas en el frente y guantes verdes como accesorios fue creado por 
<b>Marc Jacobs</b> para el 
<b>Fall 2010</b>
Para las celebraciones de la pascua en 2011, Michelle Obama eligió un florido vestido en tonos amarillos de fondo gris que hizo que muchas críticas de moda alabaran su elección.
El comentado trajecito fue creado por
<b> Tracy Reese</b>, para su colección 
<b>Spring 2011</b>
En su visita por España en 2016, Michelle Obama se aseguró de llevar cómodos vestidos de estampados geométricos y de siluetas complejas, una costante en su clóset. Así lució cuando ella y sus hijas Malía y Sasha aterrizaron en la base aérea de Torrejon.
El vestido de caótico estampado y cortes asimétricos fue creado por 
<b>Preen,</b> para la colección 
<b>Spring 2016</b>. 
<b><a href="http://www.fwrd.com/product-preen-by-thornton-bregazzi-arcane-dress-in-leopard/PEEX-WD65/?d=Womens&srcType=plpaltimage&page=1&lc=16&list=plp-list-4">Salió al mercado con un costo de 2,732 </a>dólares pero las plataformas lo vendieron finalmente a 547 dólares</b>.
La gira de los Obama por Latinoamérica fue una gran oportunidad para ver el estilo fresco y fácil de llevar de Michelle Obama, que estratégicamente escogió vestidos floreados y estampados que resultaron útiles para diferentes ocasiones. Así, con este vestido de mangas largas y arabescos se despidió la primera dama de Argentina.
El traje de un valor 
<a href="https://www.net-a-porter.com/us/en/product/752045/Tory_Burch/tovero-printed-crepe-de-chine-midi-dress-">685 dólares</a> fue presentado por 
<b>Tory Burch</b> en la pasarela de 
<b>Fall 2016</b>
Para el discurso de los Estados de la Unión dado en 2015 por el Presidente Barack Obama, Michelle Obama eligió un sastre gris de paño que fue leído como eco de los aires conservadores que invocó su marido en esta alocución.
Para una ocasión patriótica nada mejor que elegir un vestido del diseñador estadounidense 
<b>Michael Kors.</b> Este de paño y cierres metálico fue presentado en la colección 
<b>Fall 2013</b>
El histórico viaje de un Presidente de los Estados Unidos a Cuba ameritaba toda la gala posible. Para la cena de Estado ofrecida por Raúl Castro, Michelle Obama lució un suntuoso vestidos de bordados botánicos, que sin embargo, generó críticas por su alto valor.
El vestido negro de vistosos bordados fue creado por
<b> Narciso Rodriguez</b> y se vendió en su versión corta por 
<b>4,490 dólares</b>
Las cenas de estado celebradas en la Casa Blanca fueron, en general, ocasiones privilegiadas para que MIchelle luciera su estilo y celebrara a sus homenajeados. Para la cena con el primer ministro canadiense, Michelle eligió estratégicamente un vestido de un diseñador que a pesar de ser de orígen chino vivió toda su vida en Canada.
El traje de fondo azul bordado y flores amarillas fue presentado por Jason Wu en su pasarela Spring 2016. En su versión corta salió al mercado 
<a href="https://www.net-a-porter.com/us/en/product/751150?cm_mmc=LinkshareUS-_-J84DHJLQkR4-_-Custom-_-LinkBuilder&siteID=J84DHJLQkR4-GGVRBikgX9OjuvtOpMpSgg">por un valor de 1,995 dólares. Hoy se consigue en 998 dólares.</a>
Para su viaje a India, la primera dama no perdió la oportunidad de buscar un talento que combinara las dos nacionalidades para que le diseñara su ajuar. Así eligió estratégicamente un vestido azul floreado de de dos capas.
La elección de Michelle Obama fue un vestido de 
<b>Bibhu Mohapatra</b> de la colección 
<b>Spring 2015</b>
El vestido del optimismo, ese con el que Michelle Obama intentó hacer eco del positivo resumen que hizo Barack Obama en su último discurso de los Estados de la Unión en enero de 2016, es uno de esos trajes que pasaron a la historia y que, por supuesto, se agotó en las tiendas online.
Lo creó el cubano-americano 
<b>Narciso Rodriguez </b>para su colección 
<b>Fall 2015</b>. Se vendió inicialmente por 
<b>2,095 dólares (pero en Black Friday se vendió por 628 dólares).</b>
El lamé dorado y la pedrería fueron los elementos elegidos por Michelle Obama para su vestido de la recepción del Kennedy Center Honors en 2012.
El suntuoso vestido de corte griego y piedras en el top fue diseñador por 
<b>Michael Kors </b>para su coelcción 
<b>Resort 2012-2013.</b>
Durante su histórica estancia en Cuba, muchos vaticinaron que Michelle Obama elegiría a alguno de los diseñadores cubano-estadounidenses que han marcado su estilo desde su posesión como primera dama. Sin embargo, solo cuando dejó la isla y llegó a territorio argentino usó un traje creado por Narciso Rodriguez.
Este vestido de 
<b>Narciso Rodriguez</b> de la colección 
<b>Spring 2016</b> se encuentra en tiendas por 
<a href="http://www.bergdorfgoodman.com/Narciso-Rodriguez-Sleeveless-Circle-Print-Georgette-Midi-Dress-Purple/prod115840154/p.prod?ecid=BGAF__tZkYzve9Cvk">2,195 dólares</a>
'Sensibilidad', 'obediencia y 'sinceridad' fueron las palabras estampadas en este vestido que logró robarse el show en la reciente aparición de la primera dama en el programa de Ellen Degeneres.
De la colección de Gucci Spring 2016, el traje se encuentra en tiendas por 
<a href="https://www.lyst.com/search/?q=gucci+dresses&term=gucci+dresses&page=5&meta_gender=Women">4,200 dólares</a>
Michelle Obama se encargó durante sus años en la Casa Blanca de darle espaldarazos a diseñadores nuevos que luego se convirtieron en los favoritos de Estados Unidos. Sucedió con Isabel Toledo, Narciso Rodríguez, Jason Wu o Rachel Roy, que la vistió para Conferencia Nacional de Voluntarios en 2009.
El vestido de 
<b>Rachel Roy,</b> que combinaba paño y estampado animal, 
<b>salió al mercado a un precio de 1,195 dólares pero llegó a venderse a $597</b>
Michelle Obama echó mano de uno de los diseñadores más atrevidos en sus estampados y siluetas para recibir al presidente chino, Xi Jinping, en la Casa Blanca.
El diseño modificado para la primera dama y presentado en una versión de vestido y abrigo fue creado por 
<b>Phillip Lim, </b>para su pasarela 
<b>Spring 2016</b>. 
<b>Salió al mercado por 650 pero la variación</b> con saco largo de Michelle Obama seguro resultó un poco más costosa.
Michelle Obama logró crear un estilo, un carácter, con su ropa, una que pareció siempre adecuada para los códigos del vestido, y que resultó elegante y fácil de replicar por las mujeres que eran sus testigas. Así lució en agostode 2013, en la conmemoración Let Freedom Ring junto a su esposo Barack Obama.
Este traje de corte 'lady like' fue creado por
<b> Tracy Reese,</b> una de las favoritas de Michelle, para su colección 
<b>Fall 2013</b>. 
<b>Su valor fue de <a href="http://www.shefinds.com/2013/michelle-obamas-tracy-reese-dress-from-the-mlk-tribute-is-still-in-stock/">498 dólares</a></b>
En noviembre de 2016, Michelle Obama quiso usar un vestido de print maxi botánico que invocara optimismo en la reunión con los veteranos desvalidos.
De nuevo, se trató de un traje de 
<b>Tracy Reese</b>. Michelle Obama usó una versión de tela más pesada y falda más corta 
<b>de $350</b>
Para su viaje por Japón, promocionando su programa de educación para las niñas, Michelle Obama se mantuvo fiel a un espíritu primaveral y eligió un sastre de falda de un único estampado naranja.
El vestido en su versión más veranera se vio en la pasarela de 
<b>Altuzarra, Spring 2015.</b>
En su viaje por Marruecos, en junio de 2016, para darle fuerza a su programa 'Let Girls Learn', Michelle Obama eligió un vestido de crepe floreado que recientemente se había visto en las pasarelas.
El traje negro de estampado floral y corte setentero fue diseñado por 
<b>Proenza Schouler</b> y salió al mercado por un valor de 
<a href="http://www.saksfifthavenue.com/main/ProductDetail.jsp?FOLDER%3C%3Efolder_id=2534374306418048&PRODUCT%3C%3Eprd_id=845524446974240&R=888209131547&P_name=Proenza+Schouler&N=4294911991+306418048+399545540&bmUID=luVn99f">342 dólares</a>
Para la cena con la princesa Lalla Salma en Marruecos, Michelle eligió un vestido tipo kaftan muy recatado que contrastaba con el dorado y brillante vestido de su anfitriona.
El vestido diseñado por la casa Altuzarra fue llevado con un poco más de riesgo en la pasarela Fall 2016, donde la modelo lo usó desabotonado y con las mangas recogidas. Salió al mercado 
<a href="http://www.fwrd.com/product-altuzarra-winnie-dress-in-black-paisley/ALTU-WD47/?d=Womens&source=cj&utm_medium=affiliate&utm_source=cj&utm_campaign=glob_p_2936164">por un precio de 2,995 pero ahora se encuentra en tiendas por 1,797 dólares</a>
Este 'twin set' en un intenso lila fue la apuesta de la primera dama para asistir al Museo Metropolitano de Nueva York, en 2009.
Esta dupla de intenso color fue creada por 
<b>Isaac Mizrahi</b> para su colección
<b> pre-fall 2009</b>
Para presenciar un emblemático juego de béisbol y despedirse de Cuba, Michelle buscó en su armario un vestido veranero, fresco, de estampados floreales de fondo azul, naranja y verde.
El vestido fue diseñado por
<b> Tory Burch</b> para su colección 
<b>Resort 2016</b> y se encuentra en el mercado por un valor de 
<a href="https://www.lyst.com/clothing/tory-burch-knee-length-dress-dark-blue-31/?reason=search-product&product_overlay_uid=WFKKMLE">513 dólares.</a>
Michelle Obama nunca tuvo recelo en mostrar sus brazos descubiertos o sus hombros en los eventos más formales, así lo dejó claro con su vestido drapeado en la cena de los Corresponsales en 2014.
Eligió un vestido de cuidadoso drapeado, de piedrería fina y bordado presentado por 
<b>Marchesa</b> en su colección 
<b>fall 2013. </b>Los vestidos largos de Marchesa suelen estar en un rango entre 
<b>7,000 y 5,000 dólares</b>
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Este recorrido por el clóset de Michelle Obama y de todos esos vestidos que se irán con ella de la Casa Blanca el próximo 20 de enero lo iniciamos con este vestido de colores en bloques y geometrías que eligió la primera dama para inaugurar su gira por Asia en 2015.
Imagen Getty Images
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