Oprah Winfrey aclara: Isabel II no era la 'preocupada' por el color de piel del hijo de Harry y Meghan
La presentadora revela la conversación que tuvo con el duque de Sussex sobre una de las confesiones que más impacto han tenido de su esperada entrevista con la pareja.
Este lunes por la mañana, la presentadora dijo en la cadena CBS que el duque de Sussex le pidió que dejara claro que ni la reina Isabel II ni su esposo, el duque de Edimburgo, eran las personas que estaban inquietas por el color de piel de su primogénito.
"No compartió la identidad (de esa persona) conmigo, pero quería asegurarse de que yo lo sabía y de que si tenía la oportunidad compartiera que no fueron ni su abuela ni su abuelo", explicó la popular presentadora.
Oprah Winfrey intentó "en cámara y fuera de cámara" que los duques de Sussex revelaran qué miembro o miembros de la familia real británica habían hecho tales comentarios que podrían interpretarse como racistas ante el nacimiento de Archie, pero la pareja evitó dar esa información.
No obstante, los duques de Sussex hicieron declaraciones muy duras sobre la familia real británica y el trato que les dieron antes, mientras y después de que decidieran abandonarla. Ante la pregunta sobre si alguien llegó a pedirles perdón, Harry respondió: "Lamentablemente no".
El objetivo de la presentadora con esta entrevista era que quedase claro por qué abandonaron tantos privilegios de la realeza, según la consigna que dio a su equipo a la hora de editar una conversación de 3 horas y 20 minutos de la que se emitió 1 hora y 25 minutos.
Sobre cómo les trataban los medios en comparación con la cobertura que daban a otros miembros de la familia real, Meghan Markle dijo: "Maleducado y racista no son lo mismo".
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"Además, normalmente tienes un equipo de prensa que habla para defenderte, especialmente cuando algo no es cierto, pero eso no ocurrió con nosotros", agregó al respecto.
Precisamente, indicó la pareja, accedieron a que Oprah Winfrey les entrevistase para poder explicar públicamente sus razones después de mucho tiempo sufriendo las "mentiras" que vertieron sobre ellos los tabloides británicos.
