Halloween: ¿por qué nos gusta pasar miedo? Esta es la explicación

Por definición, el miedo es un proceso emocional que nos avisa de una amenaza, de algo que pone en riesgo nuestra integridad física o psíquica. Por lo tanto, la experiencia debería ser de todo menos regocijante.

Por:
Enrique García Fernández-Abascal* / The Conversation.
Los asistentes podrán disfrutar de diferentes actividades para conmemorar esta tradición mexicana, como bailes folclórico y altares para los difuntos, entre otros. Más noticias en Univision
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Resulta paradójico que en algunas circunstancias nos guste pasar miedo. Una película de terror que nos pone los pelos de punta se torna divertida cuando la escena termina bien o cuando nos damos cuenta de que estamos viendo una mera fantasía. Entonces el miedo se alivia y da paso a la alegría, es decir, a disfrutar de algo que en principio nos ha atemorizado.

La paradoja está en que, por definición, el miedo es un proceso emocional que nos avisa de una amenaza, de algo que pone en riesgo nuestra integridad física o psíquica. Por lo tanto, la experiencia debería ser de todo menos regocijante.

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Se enciende el sistema de alarma

Para entender este fenómeno, debemos empezar concibiendo las emociones como un sistema de alarma que nos avisa que algo importante está ocurriendo. Algo relevante por ser bueno para nosotros o por amenazarnos de alguna forma.

Hay, por lo tanto, dos tipos de emociones. En primer lugar, tenemos las de tono hedónico positivo, que son las que nos resultan agradables, las que queremos que se repitan y nos llevan a aproximarnos a eso que nos las producen. Nos gusta estar con las personas que nos quieren y hacemos todo tipo de acercamientos para permanecer junto a ellas el mayor tiempo posible.

En segundo lugar, están las emociones de tono hedónico negativo, que son las desagradables. No queremos que se repitan y nos llevan a alejarnos lo más posible de ellas. No nos gusta estar al lado de una persona violenta que nos mira mal y nos revuelve el cuerpo.

Como buen sistema de alarma, las emociones deben estar activas el menor tiempo posible: si duran más de lo estrictamente necesario se convierten en un problema en sí mismas. Tienen que avisarnos de la situación y apagarse lo más rápidamente posible.

Contrapeso de emociones

Para lograr esto, las emociones positivas y negativas se regulan entre sí. Es decir, después de la alegría de encontrarme con un amigo que hacía mucho tiempo que no veíamos, al separarnos nos queda la tristeza de no saber cuánto tardaremos en encontrarnos de nuevo. La emoción positiva es sustituida por la negativa, que desactiva la anterior y nos permite regresar a una situación emocionalmente neutra con rapidez.

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Del mismo modo, el miedo que nos puede producir la presencia de un perro grande, con ojos inyectados de sangre y que parece mirarnos con pérfidas intenciones se disipa cuando aparece el dueño y le pone la correa.

Y si no ha sido suficiente esto, desaparecerá cuando se aleje de nosotros lo suficiente para perderlo de vista. El miedo se torna alivio, produce una emoción positiva que desactiva el propio temor cuando este ya no es necesario.

Esta paradoja que convierte las emociones de tono hedónico positivo en negativo y al contrario se denomina técnicamente proceso oponente. Es el principal responsable de la regulación de las emociones que conocemos como primarias, es decir, aquellas producidas por algo externo a nosotros, como ver a un amigo o la aparición de un perro mal encarado.

Sin embargo, este fenómeno no aparece con las emociones secundarias, es decir, aquellas que son producidas por una representación mental, como recordar dicho encuentro o rememorar el episodio del can amenazante. La persistencia de la situación en nuestra mente hace que las emociones secundarias duren mucho más tiempo que las primarias y que su proceso de regulación sea muy diferente.

La psicología de las montañas rusas

El proceso oponente es el responsable de que cuando, por ejemplo, nos montamos en una montaña rusa, el miedo que nos produce nos resulte divertido, especialmente si la experiencia es suficientemente corta para que no nos sensibilicemos a dicho miedo.

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Para que sea divertida, una montaña rusa debe asustar mucho durante un periodo muy breve. Pero las siguientes veces que nos montemos, el susto casi ya ni aparecerá, la anticipación que hemos aprendido de que saldremos ilesos de la situación hace que prácticamente no sintamos el miedo. Y al mismo tiempo, también irá desapareciendo la diversión del proceso oponente cuando termine.

La relación es directa: a más miedo, más diversión. Por eso, las nuevas montañas rusas tienen que ir siendo cada vez más grandes y más bestiales, para disfrutar del efecto del proceso oponente. Y por eso disfrutamos de una historia de terror, de una película de miedo, de un deporte de riesgo o de los tétricos disfraces y celebraciones de Halloween. La intensidad de lo divertido (proceso oponente) que resulte proviene de la intensidad que proporcione el proceso primario (el miedo).

Los restos del miedo se suman al alivio

Hay una transferencia de la intensidad o excitación emocional de la emoción primaria, el miedo, a la secundaria, el alivio, la alegría o la diversión. La llamada transferencia de la excitación formula que si una persona se ha activado en un contexto emocional primario y al poco rato se encuentra en el contexto oponente, este provocará una segunda emoción, que tendrá la intensidad de la primera más la de esa segunda activación. Algo así como si los restos de la activación que ha producido la primera emoción se suman a la que produce la segunda.

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Sin duda, u na de las cosas que nos puede producir más miedo, o miedo con máxima intensidad, es la muerte y todo lo relacionado con ella. Por eso no es de extrañar que a su alrededor hayan surgido muchas actividades divertidas, desde Halloween a las películas y series de terror. Y dada la transferencia de las intensidades emocionales, resulta que librarse de la muerte es una de las actividades no solo más divertidas que pueda haber, sino que además es adaptativa, ya que nos prepara para enfrentarnos y luchar con nuestros miedos.

* Enrique García Fernández-Abascal es Catedrático de Psicología de la Emoción y la Motivación, UNED - Universidad Nacional de Educación a Distancia.

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.


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<b>El ladrón de murciélagos</b> de Fernando Constantino Martínez Belmar, México.
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<br>Fernando Constantino Martínez Belmar esperó en la oscuridad mientras una serpiente rata de Yucatán atrapaba un murciélago. El fotógrafo tuvo solo unos segundos para disparar cuando la serpiente rata se retiró a su grieta con su presa.
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<br>Todas las tardes al atardecer en la Cueva de las Serpientes Colgantes, miles de murciélagos parten para alimentarse durante la noche. También 
<b>es cuando emergen serpientes rata hambrientas</b>, colgando del techo para arrebatar a su presa en el aire.
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<b>De la niebla</b> de Ismael Domínguez Gutiérrez, España.
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<br>Ismael Domínguez Gutiérrez revela una escena monocromática cuando 
<b>un águila pescadora se sienta en un árbol muerto</b> esperando que se levante la niebla en la provincia de Andalucía.
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<br>Cuando Domínguez llegó al humedal, se sintió decepcionado por no poder ver más allá de unos pocos metros, y ciertamente no tenía ninguna esperanza de vislumbrar los somormujos que quería fotografiar. Pero a medida que la niebla comenzó a disiparse, reveló la oportunidad para esta sorprendente composición.
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<br>Ubicación: Embalse de Los Hurones, Cádiz, Spain
<b>La delgadez del oso</b> de Daniel Mideros, Ecuador.
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<i>Ganador categoría animales en su entorno.</i>
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<br>Daniel Mideros toma un retrato conmovedor de un hábitat que desaparece y su habitante.
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<br>Mideros instaló cámaras trampa a lo largo de un corredor de vida silvestre utilizado para llegar a mesetas de gran altitud. La imagen muestra el paisaje natural que enmarca al animal en el centro de la imagen.
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<br>Estos osos, que se encuentran desde el oeste de Venezuela hasta Bolivia, 
<b>han sufrido una disminución masiva como resultado de la fragmentación y pérdida de su hábitat</b>. En todo el mundo, a medida que los humanos continúan construyendo y cultivando, el espacio para la vida silvestre se reduce cada vez más.
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<b>Fallecimiento de Ndakasi</b> de Brent Stirton, Sudáfrica.
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<br>Brent Stirton comparte el capítulo final de la historia de un gorila de montaña muy querido de nombre Ndakasi. El fotógrafo capturó la imagen del ejemplar que fue rescatado dos meses después de que su manada fuera brutalmente aniquilada por una poderosa mafia de carbón. 
<b>En la fotografía se observa a él y a su salvador y cuidador durante 13 años, el guardabosques Andre Bauma momentos antes de morir.</b>
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<br>Como resultado de los incansables esfuerzos de conservación centrados en la protección diaria de los gorilas individuales, el número de gorilas de montaña se ha cuadruplicado a más de 1000 en los últimos 40 años.
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<br>Ubicación: Centro Senkwekwe, Parque Nacional Virunga, República Democrática del Congo
<b>El lago moribundo</b> de Daniel Núñez, Guetamala.
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<i>Ganador categoría Humedales - Panorama general.</i>
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<br>Daniel Núñez usa un dron para capturar el contraste entre el bosque y el crecimiento de algas en el lago Amatitlán. La imagen busca crear conciencia sobre el impacto de la contaminación en el lago Amatitlán, que 
<b>recibe alrededor de 75,000 toneladas de desechos de la ciudad de Guatemala</b> cada año. "Fue un día soleado con condiciones perfectas", dice, "pero es un momento triste e impactante".
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<br>Las cianobacterias prosperan en presencia de contaminantes como las aguas residuales y los fertilizantes agrícolas que forman la proliferación de algas. Se están realizando esfuerzos para restaurar el humedal de Amatitlán, pero se han visto obstaculizados por la falta de fondos y las denuncias de corrupción política.
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<br>Ubicación: Lago Amatitlán, Villa Canales, Guatemala
<b>La casa de los osos</b> de Dmitry Kokh, Rusia.
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<i>Ganador categoría vida silvestre urbana.</i>
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<br>Dmitry Kokh presenta esta inquietante escena de osos polares envueltos en una casa abandonada en el asentamiento de Kolyuchin, Rusia. Cuando buscaba refugio de una tormenta, Kokh vio a los osos polares vagando entre los edificios. Mientras exploraban cada ventana y puerta, usó un dron de bajo ruido para tomar 
<b>la foto que evoca un futuro postapocalíptico</b>.
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<br>En la región del mar de Chukchi, los osos normalmente solitarios suelen migrar más al norte en el verano, siguiendo la retirada del hielo marino del que dependen para cazar focas, su alimento principal. Si el hielo suelto permanece cerca de la costa de esta isla rocosa, los osos a veces investigan.
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<br>Ubicación: Isla Kolyuchin, Chukotka, Rusia
<b>Puff perfect</b> de José Juan Hernández Martinez, España.
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<i>Ganador categoría retratos de animales.</i>
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<br>José Juan Hernández Martínez presencia el vertiginoso despliegue de cortejo de una hubara canaria. A la luz de la luna, se ocultó para 
<b>captar el perfil completo e hinchado del ave</b> mientras tomaba un breve descanso de su frenética actuación.
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<br>Un macho de hubara canario regresa anualmente a su sitio de cortejo para realizar exhibiciones impresionantes.
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<br>Ubicación: La Oliva, Fuerteventura, Spain
<b>Flamencos celestiales</b> de Junji Takasago, Japón.
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<i>Ganador categoría arte natural.</i>
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<br>Junji Takasago supera el mal de altura para producir una escena de ensueño. El fotógrafo 
<b>se deslizó hacia el grupo acicalado de flamencos chilenos</b>. Enmarcando su coreografía dentro de las nubes reflejadas, luchó contra su mal de altura para capturar esta escena de ensueño.
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<br>En lo alto de los Andes, el Salar de Uyuni es la salina más grande del mundo. También es 
<b>una de las minas de litio más grandes de Bolivia</b>, lo que amenaza el futuro de estos flamencos. El litio se usa en baterías para teléfonos y computadoras portátiles.
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<br>Ubicación: Salar de Uyuni, Provincia Daniel Campos, Bolivia
<b>La conexión cubana</b> de Karine Aigner, Estados Unidos.
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<i>Ganador categoría premio a la historia de fotoperiodista.</i>
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<br>Un camachuelo cubano se coloca junto a una carretera para que se acostumbre al bullicio de la vida callejera y, por lo tanto, sea menos probable que
<b> se distraiga durante una competencia</b>. Estas aves son muy apreciadas por su dulce voz y espíritu luchador.
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<br>Durante cientos de años, algunos 
<b>cubanos capturaron y mantuvieron pájaros cantores y realizaron concursos de canto de pájaros</b>. A lo largo de un período turbulento de sanciones económicas y disturbios políticos, estas pequeñas y hermosas aves han brindado compañía, entretenimiento y competencia amistosa dentro de la comunidad.
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<br>Ubicación: Estados Unidos y Cuba
<b>La belleza de las barbas</b> por Katanyou Wuttichaitanakorn, Tailandia.
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<i>Ganador categoría de 15 a 17 años.</i>
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<br>Katanyou Wuttichaitanakorn quedó intrigado por los colores y texturas contrastantes de 
<b>una ballena de Bryde</b>, que emerge cerca. El barco turístico en el que viajaba el fotógrafo apagó el motor cuando la ballena apareció cerca. Esto significó que Katanyou tuvo que mantener las manos firmes para capturar esta composición de primer plano mientras el barco se mecía con el oleaje.
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<br>Las ballenas de Bryde tienen hasta 370 pares de placas de barbas de color gris que crecen dentro de sus mandíbulas superiores. Las placas están hechas de queratina, una proteína que también forma el cabello y las uñas humanas, y se utilizan para filtrar pequeñas presas del océano.
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<br>Ubicación: Alto Golfo de Tailandia, Phetchaburi, Tailandia
<b>Bajo el hielo antártico</b> de Laurent Ballesta, Francia.
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<i>Ganador categoría premio portafolio.</i>
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<br>Torres vivientes de invertebrados marinos puntúan el lecho marino frente a Adelie Land, 105 pies bajo el hielo de la Antártida Oriental. Aquí, en el centro, una esponja con forma de árbol está cubierta de vida, desde gusanos de cinta gigantes hasta estrellas de mar.
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<br>Ballesta soporta inmersiones bajo cero para revelar la diversidad de vida debajo del hielo de la Antártida. El biólogo y fotógrafo submarino, ha liderado una serie de importantes expediciones, todas relacionadas con misterios científicos y desafíos de buceo, y todas resultaron en imágenes sin precedentes.
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<br>Su expedición a la Antártida, explorando su vasta biodiversidad submarina, tomó dos años de planificación, un equipo de buzos expertos y un equipo especialmente desarrollado. Sus 32 inmersiones a una temperatura del agua de hasta -1,7 ˚C (29 °F) incluyeron la inmersión más profunda y más larga jamás realizada en la Antártida.
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<br>Ubicación: Tierra Adelia, Antártida
<b>Un teatro de pájaros</b> de Mateusz Piesiak, Polonia.
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<i>Ganador premio categoría rising star portfolio.</i>
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<br>Piesiak colocó su cámara remota en el barro del lecho de juncos y aprovechó la oportunidad para capturar el momento en que un halcón peregrino que pasaba 
<b>hizo que algunos de los correlimos comunes volaran hacia arriba</b>.
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<br>Ubicación: Polonia
<b>El pájaro que escucha</b> de Nick Kanakis, Estados Unidos.
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<i>Ganador categoría comportamiento de aves.</i>
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<br>Nick Kanakis echa un vistazo a la vida secreta de los reyezuelos. El fotógrado vio 
<b>al joven reyezuelo de pecho gris alimentándose</b>. Sabiendo que desaparecería en el bosque si se le acercaba, encontró un claro de hojarasca y esperó. Efectivamente, el pajarito saltó dentro del marco, presionando su oreja contra el suelo para escuchar pequeños insectos.
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<br>Ubicación: Parque Nacional Tatamá, Risaralda, Colombia
<b>Nueva vida para la tohorā</b> de Richard Robinson, Nueva Zelanda
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<i>Ganador categoría océanos: panorama general.</i>
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<br>Richard Robinson capturó un momento de esperanza para una población de ballenas que ha sobrevivido contra viento y marea. 
<b>Obstaculizado por la mala visibilidad, Richard usó una polecam para fotografiar a las ballenas</b> que se movían gradualmente hacia su bote. Empujando su cámara al límite en el agua oscura, se sintió aliviado al encontrar la imagen nítida y el momento de la cópula cristalizado en el tiempo.
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<br>Cuando está lista para aparearse, la ballena franca austral hembra rueda sobre su espalda, lo que requiere que el macho pase su pene por encima del cuerpo de la hembra.
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<br>Ubicación: Deas Head, Islas Auckland, Nueva Zelanda
<b>Shooting Star</b> de Tony Wu, Estados Unidos/Japón.
<br>Ganador categoría submarina.
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<br>Tony Wu observa la electrizante danza reproductiva de una estrella de mar gigante.
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<br>Mientras el agua circundante se llenaba de esperma y óvulos de estrellas de mar en desove, Wu enfrentó varios desafíos. Atrapado en una pequeña bahía cerrada con solo una lente macro para fotografiar sujetos pequeños, retrocedió para meter 
<b>la estrella de mar ondulante en su campo de visión</b>, en esta escena similar a una galaxia.
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<br>Ubicación: Bahía Kinko, Prefectura de Kagoshima, Japón
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El gran revuelo de Karine Aigner, Estados Unidos.
Ganador categoría comportamiento de Invertebrados.

Con una lente macro, Aigner capturó la ráfaga de actividad cuando una bola zumbante de abejas de cactus giraba sobre la arena caliente.

Las abejas del mundo están amenazadas por la pérdida de hábitat, los pesticidas y el cambio climático. Con el 70% de las especies de abejas anidando bajo tierra, es cada vez más importante que las áreas de suelo natural no se alteren.

Ubicación: Sur de Texas, EEUU.
Imagen Karine Aigner / Cortesía Museo de Historia Natural, Londres.
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