TAMPA, Florida.- El famoso autor de novelas de terror Stephen King generó una ola de reacciones en redes sociales tras tuitear que 23 de sus libros han sido prohibidos en escuelas de Florida. Su comentario, que señala: “Florida ha vetado 23 de mis libros. ¿Qué diablos?”, desató un intenso debate sobre la censura y la libertad de expresión.
Stephen King se indigna tras prohibición de 23 de sus libros en escuelas de Florida
Seis grandes editoriales han demandado al estado de Florida, alegando que la ley infringe los derechos de libertad de expresión garantizados por la Primera Enmienda, intensificando la controversia en torno a la censura de libros en las escuelas.
La discusión sobre la censura, la libertad de expresión y la protección infantil en el ámbito educativo es compleja. Mientras algunos defienden la necesidad de proteger a los menores de contenidos considerados inapropiados, otros advierten sobre el riesgo de restricciones excesivas que podrían socavar los principios fundamentales de la libertad de expresión.
Algunas respuestas al tuit del autor originario de Portland, Maine, criticaron el contenido de las novelas de King, argumentando que ciertas escenas pueden no ser apropiadas para niños.
Cynical Publius cuestionó si los niños deberían leer pasajes explícitos de libros como " The Stand", mientras que Paul A. Szypula expresó su preocupación por el acceso de los niños a contenido sexual en los libros de King. Styxhexenhammer666 también señaló que los libros contienen descripciones de violencia que, según él, no deberían estar en las escuelas financiadas con fondos públicos.
En contraste, otros usuarios vieron la prohibición como una forma de censura. Pekka Kallioniemi criticó a los seguidores del gobernador Ron DeSantis, llamándolos hipócritas por apoyar la libertad de expresión mientras censuran libros. G reg Cantwell hizo eco de esta crítica, señalando la contradicción entre la oposición de los republicanos a la "cancel culture" y su participación en la censura de libros. Barbie for Congress (FL-11) también se unió a la defensa de la libertad de elección, abogando por el derecho a preservar tanto los cuerpos como los libros de los ciudadanos.
La comparación de la censura en Florida con regímenes autoritarios históricos también emergió en las discusiones. Rachel Bitecofer hizo una analogía con la Alemania nazi, sugiriendo que la censura de libros es un indicio de tendencias autoritarias bajo la administración de Trump.
Por otro lado, Valentina Gomez apoyó el veto con una postura conservadora respecto a la inclusión de temas LGBT en el material educativo, argumentando que ciertos contenidos "gays" no deberían estar presentes en las escuelas ni alrededor de los niños.
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En 2022, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, firmó una ley que prohíbe en las escuelas los libros que contengan material sexualmente explícito. Esta medida surgió a raíz de quejas de grupos como Moms for Liberty. Mientras que los republicanos, incluido DeSantis, defienden la ley como una forma de proteger a los estudiantes de contenidos no apropiados para su edad, críticos argumentan que esta legislación es un intento de censurar temas relacionados con la raza y la comunidad LGBTQ+, planteando preocupaciones sobre la libertad de discusión en las escuelas públicas.
La controversia llevó a seis importantes editoriales a demandar al estado de Florida. Penguin Random House, Simon & Schuster, Hachette Book Group, HarperCollins Publishers, Macmillan Publishers y Sourcebooks presentaron una demanda el jueves, alegando que la ley de Florida infringe los derechos de libertad de expresión garantizados por la Primera Enmienda.


















