ORLANDO, Florida.- Ada Morales, de 72 años, se enteró hace unos días de que los recortes federales a Medicare le impactarán directamente. Como ella, alrededor de 66 millones de personas en Estados Unidos dependen de este programa de salud, y su inquietud refleja el sentimiento de miles de familias que temen quedarse sin acceso a servicios médicos fundamentales.
“No es justo”: beneficiarios de Medicare denuncian recortes que pondrán en riesgo su salud y bienestar
Los recortes federales a la cobertura para servicios de salud afectan tanto a adultos mayores como a menores con necesidades médicas especiales. Las familias con hijos autistas podrían perder hasta el 75% de las horas de terapia cubiertas por Medicare.
“ No es solo por mí. También afecta a los niños que necesitan terapias especiales”, dice Morales. Y es que el ajuste presupuestal no solo compromete la atención de adultos mayores, sino que también pone en riesgo servicios dirigidos a menores con condiciones como el autismo.
En un centro de terapias en el sur de Florida, actualmente se atiende a cerca de 85 familias, la mayoría beneficiarias de Medicare. Las terapias cubiertas por este programa permiten que los niños reciban entre 15 y 20 horas de tratamiento por semana, una cantidad clave para lograr avances en su desarrollo.
“Si no tuvieran seguro, las familias tendrían que pagar entre 1,000 y 1,400 dólares semanales”, explica una de las administradoras del centro, quien pidió reservar su nombre por temor a represalias. “Con Medicare, no pagan nada, pero si los recortes se aplican como está previsto, eso podría cambiar.”
Uno de los escenarios más preocupantes es que, al momento de renovar sus documentos, las familias podrían enfrentar una reducción drástica en las horas autorizadas de terapia. “Antes te daban 20 o 15 horas, y ahora puede que solo aprueben cinco”, agrega la administradora. Esto, advierte, no solo sería insuficiente, sino que pondría en peligro los avances logrados por los niños.
Las terapias no son un lujo para estas familias
Sin las terapias, los días se vuelven caóticos para las familias. “Si tú tienes diabetes y no te dan tu tratamiento, te afecta. Para nuestra familia, si estos niños no reciben terapia, lo que viven en su casa es un día muy difícil”, relata una madre cuyo hijo de cinco años asiste al centro tres veces por semana.
A pesar de las críticas, el gobierno federal sostiene que los recortes son necesarios para garantizar la sostenibilidad del programa. Sin embargo, organizaciones de defensa de los derechos de los pacientes aseguran que la medida afectará de manera desproporcionada a las personas más vulnerables, especialmente en comunidades de bajos ingresos.
Mientras tanto, Ada Morales resume el sentimiento general: “Uno trabaja toda la vida, aporta a este país, y al final nos quitan lo que más necesitamos. No es justo.”
Diversas agrupaciones ya han anunciado que preparan acciones legales y campañas de presión para intentar revertir o al menos limitar el impacto de los recortes, aunque por ahora, la incertidumbre es lo que predomina entre las familias afectadas.
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