TAMPA, Florida.- El futuro de los Tampa Bay Rays, tanto a nivel institucional como territorial, atraviesa un momento decisivo. La franquicia de las Grandes Ligas de Béisbol ( MLB) confirmó este miércoles que se encuentra en negociaciones exclusivas con un grupo de inversión de Florida para una posible venta del equipo, en medio de una situación compleja relacionada con su estadio y su permanencia en la región de Tampa Bay.
Tampa Bay Rays en venta: ¿quiénes quieren comprarlos y qué pasará con su estadio?
El estadio Tropicana Field fue dañado por un huracán y los Rays juegan temporalmente en el campo de entrenamiento de los Yankees en Tampa. El alcalde está dispuesto a colaborar con nuevos dueños, siempre que respeten los acuerdos y prioridades de la comunidad local.
Según el comunicado emitido por el club, las conversaciones involucran a un consorcio encabezado por Patrick Zalupski, Bill Cosgrove, Ken Babby y otros inversionistas prominentes del área. Aunque los detalles específicos no han sido revelados, el interés por adquirir la franquicia llega en un momento de inestabilidad física y administrativa para el equipo.
Los Rays están actualmente valorados en $1,250 millones, de acuerdo con estimaciones recientes de la revista Forbes. Stuart Sternberg, actual propietario del equipo, lo compró en 2004 por 200 millones de dólares. Desde entonces, la organización ha experimentado una evolución tanto deportiva como financiera, aunque su relación con la ciudad de St. Petersburg ha sido, en ocasiones, tensa.
El equipo juega esta temporada en el campo de entrenamiento primaveral de los New York Yankees, ubicado en Tampa, debido a que el techo del Tropicana Field, su estadio habitual en St. Petersburg, sufrió graves daños durante el paso del huracán Milton en octubre del año pasado.
Incertidumbre sobre la reconstrucción del Tropicana Field
Antes del desastre natural, los Rays y las autoridades locales habían acordado el desarrollo de un nuevo estadio junto al Tropicana Field, con una inversión proyectada de 1,300 millones de dólares. Sin embargo, en marzo pasado, Sternberg anunció el retiro del club de ese plan, lo que generó incertidumbre sobre el futuro del equipo en la ciudad.
En respuesta, St. Petersburg destinó 55 millones de dólares a las reparaciones del Tropicana Field, con la intención de que los Rays regresen a su estadio original en 2026. Existe un acuerdo vigente de tres años para que el equipo permanezca allí, pero más allá de ese plazo, no hay compromisos claros que garanticen la permanencia de la franquicia en la zona.
El alcalde de St. Petersburg, Ken Welch, reaccionó en marzo al retiro del club del proyecto de desarrollo y a los rumores de venta con una postura firme. “Si en los próximos meses surge un nuevo propietario que demuestre compromiso con honrar los acuerdos y las prioridades de nuestra comunidad, consideraremos una asociación para mantener el béisbol en St. Pete”, declaró. “Pero no pondremos en pausa el progreso de nuestra ciudad esperando a un socio deportivo que comparta nuestra visión”.
La eventual venta del equipo podría redefinir no solo el panorama deportivo de Tampa Bay, sino también su economía local y planificación urbana. Por ahora, la incertidumbre se mantiene, tanto sobre quién dirigirá el destino de los Rays como sobre el lugar donde seguirán jugando en el futuro cercano.
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