Un adolescente de 15 años fue condenado a cadena perpetua por asesinar a un hombre en los baños de un supermercado.
Regañó a unos adolescentes por orinar en el suelo y uno de ellos, de 14 años, le clavó una puñalada en el corazón
La víctima, de 53 años, se enfrascó en una discusión con un grupo de adolescentes dentro de un baño de un supermercado, cuando uno de ellos sacó un cuchilló y lo apuñaló. "No merecía morir", dijo su esposa en el juicio que duró 10 semanas.
Ian Kirwan, un ingeniero informático de 53 años, fue atacado el pasado 8 de marzo de 2022 en Redditch, Reino Unido, luego de reprimir a unos adolescentes que estaban dentro de los sanitarios de la cadena Asda, contó Daily Mail.
Durante el juicio contra el menor, que duró 10 semanas, el tribunal escuchó que Kirwan se topó con cuatro adolescentes, de entre 14 y 16 años, quienes habían entrado al comercio encapuchados.
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Cuando el hombre vio que uno de ellos estaba riéndose por haber orinado en el suelo, mientras otro no dejaba de golpear la puerta donde la víctima estaba haciendo sus necesidades, fue entonces cuando los reprimió para que dejaran de “hacer el tonto”.
Había ido por vino y aperitivos
Fue entonces cuando el adolescente, en ese momento de 14 años y quien pertenecía a una pandilla que solía hacer desmanes en la zona, se acercó hasta Kirwan y lo apuñaló directo en el corazón.
En una declaración durante el juicio, la esposa de la víctima Lyndsey Blythe, dijo que Kirwan era su roca, su alma gemela “y no merecía morir”.
Aquel fatídico día, Kirwan había salido de casa para comprar un interruptor de luz de repuesto que le hacía falta y decidió pasar al supermercado para comprar vino y aperitivos con la intención de pasar una noche tranquila con su esposa, contó Metro.
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Un solo culpable de homicidio
Tras los alegatos durante el juicio, los miembros del jurado absolvieron a los otros tres jóvenes de asesinato y homicidio involuntario, aunque fueron encontrados culpables de causar desórdenes violentos.
A los cuatro se les impuso órdenes de rehabilitación juvenil.
Antes de dictar sentencia contra el homicida, el juez Fraser describió el asesinato de Kirwan como “una tragedia tan absurda” y recordó el peligro de normalizar en la sociedad que adolescentes “lleven cuchillos consigo”.
Lindsay Clancy, una enfermera de 32 años, fue arrestada y acusada por presuntamente estrangular a sus tres hijos y luego intentar quitarse la vida. Su esposo pide que la perdonen, pues sufría de psicosis posparto. Una experta explica cómo se manifiesta esta condición en algunas mujeres.