Sentencian a un enfermero a cadena perpetua por matar a pacientes con sedantes porque "quería que lo dejaran en paz"

Durante el juicio contra el sentenciado, quien también fue hallado culpable de seis cargos de intento de asesinato, los fiscales demostraron que el enfermero solía estar con resaca durante sus turnos laborales.

Por:
Univision
Siete agentes de la Patrulla de Caminos de California y una enfermera fueron acusados de homicidio involuntario por la muerte de un hombre luego de una detención por DUI en 2020. El hombre gritó: "¡No puedo respirar!" mientras intentaban sacarle sangre, según fiscales.
Video "No puedo respirar": acusan a 7 agentes de la patrulla de carretera por la muerte de un hombre tras detención

Un enfermero de 27 años fue sentenciado este lunes a cadena perpetua por asesinar a dos pacientes con fármacos. Según se demostró en el juicio, buscaba que lo “dejaran en paz” durante sus turnos de trabajo, en los que solía tener resaca.

El condenado, identificado solo como Mario G también fue declarado culpable de seis cargos de intento de asesinato, explicó un portavoz del tribunal de distrito de Múnich, Alemania.

Las dos víctimas: adultos mayores

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Durante el juicio, el joven admitió haber inyectado sedantes y otros cócteles de drogas a los pacientes que estaban internado en una sala de recuperación de un hospital en Múnich.

“Quería que me dejaran en paz”, dijo al tribunal.

Los dos pacientes que perdieron la vida tras ingerir dichos fármacos no prescritos tenían 80 y 89 años.

Otro de los pacientes afectados fue el escritor Hans Magnus Enzensberger, quien padeció las acciones del enfermero en noviembre de 2020. Dos años después, moriría de causas naturales, a los 93 años.

Otros casos similares

Un enfermero alemán, identificado como Niels Högel, fue condenado en 2019 a cadena perpetua por asesinar a 85 pacientes a su cargo.

Hoegel, considerado el asesino en serie más prolífico de Alemania, mató a pacientes con inyecciones letales entre 2000 y 2005 antes de ser capturado in fraganti, contó AFP.

Un año después, un trabajador sanitario de Polonia también fue sentenciado en Múnich a pasar el resto de su vida en prisión por el asesinato de tres pacientes con insulina.