María Fernanda Benítez, de 17 años, fue encontrada muerta y calcinada luego de cuatro días desaparecida en Paraguay. Los investigadores creen que la joven embarazada aún estaba viva cuando le prendieron fuego. El principal sospechoso del crimen es un menor de edad, quien es el padre del bebé que la víctima llevaba en su vientre.
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