Una sobreviviente del tiroteo de Chesapeake, Virginia, del pasado 22 de noviembre demandó a Walmart por $50 millones, acusando a la empresa de mantener empleado al supervisor que la hirió, asesinó a otras seis personas e impactó con disparos a otros cuatro.
Sobreviviente del tiroteo de Chesapeake demanda a Walmart por $50 millones
Donya Prioleau alega que Walmart sabía de las conductas agresivas de Andre Bing, quien confesó el asesinato de 6 compañeros de trabajo en la tienda donde era supervisor antes de quitarse la vida.
Donya Prioleau presentó el primer recurso legal contra la empresa por el tiroteo en el Tribunal de Circuito de Chesapeake, al alegar que la compañía sabía que el asesino "tenía propensiones conocidas a la violencia, amenazas y comportamiento extraño".
Andre Bing, de 31 años y supervisor del establecimiento de Sam’s Circle, abrió fuego contra compañeros en la sala de descanso. Era trabajador de la tienda desde 2010.
Prioleau acudió al Walmart la mañana del 24 de noviembre, unas 36 horas después del tiroteo, donde vio las cintas amarillas por la investigación y pequeños altares en memoria de las víctimas.
La demanda de Prioleau
Donya Prioleau describió en la demanda que las balas pasaron zumbando por su cara y fue impactada en el costado izquierdo.
“Ella fue testigo de cómo varios de sus compañeros de trabajo eran brutalmente asesinados a ambos lados de ella”, se lee en la demanda presentada por la empleada.

“La Sra. Prioleau miró a uno de sus compañeros de trabajo a los ojos justo después de que le dispararan en el cuello. La Sra. Prioleau vio la herida de bala en el cuello de su compañero de trabajo, la sangre que brotaba y la mirada de asombro en el rostro indefenso de su compañero de trabajo”.
También alega que ha experimentado un trastorno de angustia postraumática, que incluye angustia física y emocional, a causa del tiroteo..





















El tiroteo de Chesapeake
El martes 22 de noviembre a las 10:12 pm, el sistema de emergencias 911 recibió el reporte de un tiroteo en la sucursal de Walmart de Sam's Circle, en Chesapeake, Virginia.
Dos minutos después arribaron los primeros agentes. El saldo fue de seis personas muertas, cinco heridas y el atacante que se quitó la vida en el lugar.
Las autoridades hallaron a tres víctimas mortales en la sala de descanso, una más afuera de la tienda y los últimos dos murieron en hospitales.
La Policía de Chesapeake, Virginia, reveló la identidad de un adolescente hispano de 16 años que fue asesinado en el tiroteo como Fernando Chávez Barrón, residente de la ciudad.

Las cinco víctimas mortales mayores de edad son Lorenzo Gamble (43 años), Brian Pendleton (38), Kellie Pyle (52), Randall Blevins (70) y Tyneka Johnson (22).
El atacante escribió una nota de muerte en su teléfono celular antes del tiroteo, revelaron funcionarios de la ciudad de Chesapeake.
En ella, el sospechoso dijo sentirse acosado por sus compañeros de trabajo y que su "verdadera intención nunca fue asesinar a nadie".
La Policía también reveló que la pistola de 9 milímetros que utilizó fue comprada el mismo día del tiroteo en una tienda de forma legal.
También se recuperó una caja de municiones en la casa del pistolero, quien no tenía antecedentes penales.
Supervisor hostil, con "problemas de ira" y sin vida social
Algunos de los que trabajaron con el pistolero de 31 años, dijeron que tenía fama de ser un supervisor agresivo, si no hostil, que una vez admitió tener "problemas de ira". Pero también era capaz de hacer reír a la gente y parecía estar lidiando con las típicas tensiones en el trabajo.
"No creo que tuviera mucha gente en la que apoyarse en su vida personal", dijo Nathan Sinclair, que trabajó en el Walmart durante casi un año antes de dejarlo a principios de este mes.
"Decíamos 'el trabajo está consumiendo mi vida'. Y (Bing) decía: 'Sí, de todas formas no tengo vida social'", recordó Sinclair el jueves.
Sinclair dijo que él y el pistolero no se llevaban bien. El atacante era conocido por ser "verbalmente hostil" con los empleados y no era especialmente querido, agregó. Pero hubo momentos en los que se burlaron del atacante y no necesariamente lo trataron con justicia, agregó.