Mató a golpes a su pareja y se lo confesó a una amiga: La muerte de Corinna Johnson en Texas

Corinna Johnson, de 27 años, fue asesinada por su pareja, Omar Alejandro Lucio, tras una discusión en Dallas. Lucio la escondió en un armario después de envolverla en sábanas. Una amiga delató el crimen a la policía. Haim Vázquez, abogado, destaca la importancia de reportar delitos inmediatamente y buscar ayuda legal en casos de trauma o miedo.

Por:
Univision
Corinna Johnson habría salido de un bar el pasado 13 de abril junto a su pareja, cuando presuntamente fue golpeada por el sujeto al interior de un auto. Tras llegar al apartamento y percatarse de que la víctima no respiraba, el sospechoso la metió en un closet y llamó a una amiga, quien reportó a la policía lo que había ocurrido, pero no lo hizo inmediatamente por lo que podría enfrentar consecuencias.
Video Joven es encontrada muerta en un closet: ¿fue víctima de un caso de violencia doméstica?

DALLAS, Texas. El lunes pasado, la familia de Corinna Johnson se encontró frente a una desgarradora tarea: visitar la funeraria para ultimar los detalles del funeral de su ser querido. Corinna, una joven de 27 años, había salido en busca de diversión con su pareja, pero su noche acabó en tragedia cuando fue asesinada por Omar Alejandro Lucio.

Este crimen se añade otro lamentable episodio en la creciente problemática de la violencia doméstica en el norte de Texas.


La presencia de ambos en el bar pronto se vio interrumpida por quejas dirigidas hacia Corinna, lo que resultó en su expulsión, según lo confesado por el propio Lucio en la declaración jurada del crimen.

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Este incidente desencadenó la ira de Lucio, provocando una acalorada discusión que culminó en un violento ataque dentro de un automóvil.

Una vez en el complejo de apartamentos donde reside Lucio, la situación empeoró.

Según documentos judiciales, Omar Alejandro Lucio confiesa haber tenido un altercado con Corinna Johnson


Lucio envolvió el cuerpo de Corinna en sábanas y lo escondió en un armario. Fue hasta tres horas después que decidió confesar su crimen a una amiga cercana, mostrándole el cuerpo de Corinna.

Conmocionada por lo que vio, la amiga de Lucio se enfrentó a una decisión difícil pero inevitable: denunciar el crimen a las autoridades locales.

Finalmente, tras 48 horas de angustia para la familia de Corinna, las fuerzas del orden arrestaron a Lucio.

Fotografía de la fachada del bar en el centro de Dallas, donde Corinna Johnson y Omar Alejandro Lucio estuvieron antes de su discusión.
Fotografía de la fachada del bar en el centro de Dallas, donde Corinna Johnson y Omar Alejandro Lucio estuvieron antes de su discusión.
Imagen Noticias 23

Abogado enfatiza la urgencia de denunciar delitos y buscar ayuda legal en casos de violencia doméstica


Haim Vázquez, abogado y exfiscal del condado de Dallas, hizo hincapié en la importancia de denunciar los delitos de inmediato. Destacó los riesgos asociados con la demora en la notificación, como la destrucción de pruebas o incluso la complicidad en el encubrimiento de un criminal.

Vázquez también instó a aquellos que puedan sentirse traumatizados o temerosos a buscar asesoramiento legal sin demora, subrayando la necesidad de no retener información crucial en casos como este.

En el estado de la Estrella Solitaria, una sombra devastadora: La violencia doméstica


Las estadísticas son alarmantes y reflejan una realidad que no puede ignorarse: Una de cada 3 mujeres y uno de cada 4 hombres en Estados Unidos han sufrido violencia doméstica por parte de su pareja íntima en algún momento de sus vidas.

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Los datos más recientes de la Oficina de Estadísticas de Justicia revelan que Texas enfrenta una de las tasas más elevadas de este tipo de violencia en el país.

Es una realidad que se manifiesta en diversas formas, desde el abuso físico hasta el emocional, el sexual y el económico.

Los agresores utilizan una variedad de tácticas para mantener a sus víctimas atrapadas en un ciclo de terror y sufrimiento, incluyendo golpes, insultos, amenazas y control financiero.

Violencia doméstica en Texas: Miles de víctimas.
Violencia doméstica en Texas: Miles de víctimas.
Imagen Cortesía


En 2021, se registraron más de 180,000 casos de violencia doméstica en Texas, con más de 100,000 de ellos siendo casos de agresión.

La ciudad de Dallas ha sido testigo de u n número alarmante de muertes relacionadas con la violencia doméstica en los últimos años. En 2022, se reportaron 14 víctimas, y en 2023, otras 13 personas perdieron la vida.

Las mujeres son las principales víctimas de la violencia doméstica en Texas, representando el 78% de los casos reportados en 2021. Sin embargo, los hombres también sufren en silencio, constituyendo el 22% de las víctimas.

Recursos en Texas: Apoyo para víctimas de violencia doméstica


En Texas, se han establecido una variedad de recursos cruciales para ayudar a las víctimas de violencia doméstica a superar situaciones difíciles y peligrosas.

Desde líneas directas hasta organizaciones especializadas, estas instituciones brindan asistencia esencial y orientación a quienes lo necesitan desesperadamente.

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La Línea Nacional de Violencia Doméstica (1-800-799-SAFE) y la Línea Legal del Proyecto de Defensa de Texas (1-800-374-4673) son recursos vitales para quienes necesitan ayuda inmediata y asesoramiento legal en situaciones de violencia doméstica.

La División de Servicios a Víctimas del Crimen de la Procuraduría General de Texas ofrece orientación legal y apoyo a las víctimas para navegar por los desafíos legales asociados con la violencia doméstica.

El Consejo de Violencia Familiar de Texas, el Proyecto de Defensa de Texas y el Centro contra la Violencia Sexual y Familiar (CASFV) son algunas de las organizaciones clave que ofrecen servicios de apoyo, refugio y recursos a las víctimas en todo el estado.

Además de los recursos disponibles, se ofrecen consejos prácticos para ayudar a las víctimas a mantenerse seguras, como la elaboración de un plan de seguridad, la documentación del abuso y la toma de medidas de protección, como cambiar cerraduras o tener un teléfono celular siempre a mano.

La violencia doméstica es un delito grave, pero nadie tiene que enfrentarlo solo. Con la ayuda de estos recursos y la solidaridad de la comunidad, las víctimas pueden encontrar apoyo y una salida segura de situaciones abusivas.

Si te encuentras en una situación de emergencia y necesitas ayuda inmediata, llama al 911.

¿Tienes algún caso o denuncia que quieras reportar?

Te invitamos a hacerlo a través de nuestra plataforma Repórtalo. Haz clic aquí. Solo debes seguir los pasos y subir tu fotografía o video. Es muy sencillo y gratuito.

En medio de la densa selva del Darién, la 
<b>familia Rosales, procedente de Venezuela</b>, se embarcó en una travesía que desafía los límites de la resistencia humana. 
<b>Javier Rosales</b>, un hombre marcado por las cicatrices de la delincuencia, y su esposa Jessica Sánchez, junto con sus cuatro hijos, viajaron cinco meses solo con 
<b>la promesa de un futuro y la posibilidad de un milagro que creen les aguarda al otro lado de la frontera.</b>
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El milagro: encontrar una oportunidad para que Javier, víctima de la violencia que azota a su país, pueda 
<b>volver a caminar y brindar a su familia una calidad de vida digna.</b>
<b>"Esto no es de suerte, esto fue de misericordia",</b> reflexiona Javier sobre su llegada a Miami. Su camino estuvo marcado por un desafío tras otro, desde ser víctimas de la delincuencia hasta sortear los peligrosos caminos de la selva y el desierto.
La historia de Javier es la de muchos compatriotas venezolanos, cuyas vidas se ven truncadas por la violencia callejera. Un fatídico incidente 
<b>dejó a Javier en silla de ruedas</b>, con lesiones en la médula que desafiaron su movilidad y espíritu.
"A causa de la delincuencia 
<b>por no entregar mi moto me dieron unos disparos y tuve lesiones en las vértebras 711-712 de la médula.</b> Yo muevo mis piernas, las siento, y sé que aquí sí me pueden dar la oportunidad de tener una mejor calidad de vida", expresa con determinación Javier, reflejando la esperanza que los impulsó en su travesía.
El viaje de los Rosales fue una odisea y muchos no creían que se lograra completar.
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Otros migrantes ayudaron a la familia en todo el trayecto en esa espesa selva de más de 
<b>5 mil kilómetros cuadrados</b> que separa a Colombia de Panamá.
<b>“Dijeron él no va a pasar, él no va a entrar y yo insistía y decía a ‘Diosito sí va a pasar,</b> tú me dices que no yo digo que sí va a pasar’”, dice su esposa Jessica.
En los videos se ve a otros migrantes cómo lo cargan por la selva y a su esposa que lo lleva a sus espaldas por un empinado trayecto. 
<b>“¿Falta mucho arriba?”,</b> pregunta su esposa en el video cansada.
<b>“Mi silla se quedó entrando a la selva </b>y ahí los muchachos me cargaron hasta llegar a Panamá y el resto era mi esposa ayudándome a cargar y mis hijos”, cuenta Javier.
El futuro de sus hijos y de su familia fue lo que motivó a Javier a luchar.
Desde Panamá, atravesaron fronteras, enfrentando los 
<b>desafíos más extremos para llegar a México, </b>donde aguardaron durante meses a que la aplicación CBP One les diera una cita que les permitiera ingresar legalmente a los Estados Unidos.
Esta es la familia Rosales en su paso por Costa Rica, el siguiente país que recorren los migrantes después de atravesar Panamá.
En carpas tuvo que dormir la familia Rosales en la larga travesía para llegar a Estados Unidos.
“En un momento casi se me ahoga con uno de los muchachos, porque 
<b>lo traían amarrado y el pisó mal y se estaban hundiendo....</b>
"Yo empecé a gritar mira que se está ahogando, yo no sabía si meterme, y yo con los niños, no sabía que hacer”, cuenta Jessica.
Finalmente, tras una larga espera, fueron liberados con un 
<b>parole de dos años que les otorga el derecho a obtener un permiso de trabajo,</b> comentó José Guerrero, abogado de inmigración.
Llegaron a Miami, donde la Fundación Hermanos en la Calle les brindó refugio y apoyo para retomar sus habilidades artesanales, pues 
<b>en Venezuela tuvieron una fábrica de piñatas y hacen múltiples trabajos manuales</b>, que quieren retomar para salir adelante y rehacer sus vidas.
A la familia Rosales ya se les terminó la estadía que les ha ofrecido la organización y de hecho ya tienen boletos para salir hacia Nueva York el próximo martes, donde alguien los va a recibir temporalmente.
<b>Aunque no pierden la esperanza de regresar a Miami,</b> donde aspiran a reconstruir sus vidas y que sus hijos puedan volver a la escuela y tener las oportunidades que ellos nunca tuvieron.
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En medio de la densa selva del Darién, la familia Rosales, procedente de Venezuela, se embarcó en una travesía que desafía los límites de la resistencia humana. Javier Rosales, un hombre marcado por las cicatrices de la delincuencia, y su esposa Jessica Sánchez, junto con sus cuatro hijos, viajaron cinco meses solo con la promesa de un futuro y la posibilidad de un milagro que creen les aguarda al otro lado de la frontera.