Una amenaza amarilla: las arañas Joro se expanden por la costa Este

TRENTON, Nueva Jersey – El avance que han tenido las arañas Joro en la Costa Este hace posible que este año puedan ser detectadas en Nueva Jersey, Nueva York y hasta el sur de Canadá; esto debido en mucho a la resistencia que tienen en condiciones difíciles estos animales amarillos.

Originarias del este de Asia, fue en Georgia, en 2013, donde encontraron en este territorio por primera vez a la Trichonephila clavata, su nombre científico. Sin embargo, es probable que su llegada a Estados Unidos haya ocurrido unos tres años antes, en barcos de carga o equipaje personal.

Ha sido vista en sitios como Nueva Jersey, Delaware, Alabama, Florida, Kentucky, Mississippi, Carolina del Norte y del Sur, Tennessee, Virginia, Virginia Occidental y Ohio.

Su facilidad de adaptación a entornos fríos hace pensar a los expertos que se irán trasladando hacia el norte.

Arañas Joro: su expansión por la Costa Este de Estados Unidos

Son de gran tamaño, de color brillante y tejen redes planas y circulares. Las hembras son de color amarillo con negro, del tamaño de un clip y unas largas patas; los machos son un poco más pequeñas y marrones.

Pueden extender las patas hasta cuatro pulgadas, casi del tamaño de la palma de la mano de una mujer promedio.

Son capaces de tender sus redes en sitios concurridos; además de hallarlas en la vegetación, es perfectamente normal encontrarlas en un semáforo. Así lo destaca un estudio de la Universidad de Georgia, según el cual las arañas Joro se adaptan lo mismo a entornos rurales que urbanos.

"Tímidas" y no voladoras

“Queríamos conocer la personalidad de estas arañas y ver si son capaces de ser agresivas. Resulta que no lo son”, destacó el coautor del estudio Andy Davis.

No tienen la habilidad de volar, pero sus crías pueden ser arrastradas con el viento y corrientes electromagnéticas. Para ello, liberan hilos de seda al aire a través de los cuales se movilizan.

Las arañas Joro son invasivas, pueden hacer que disminuyan las poblaciones de arañas nativas en un área, lo que significa alteraciones medioambientales.

Comen insectos como chinches, o incluso mariposas que caigan en su red.

Tienen veneno; sin embargo, la cantidad no es mortal para los humanos. Su picadura es considerada menos dolorosa que la de una abeja; se considera que solo muerden a una persona o mascota en defensa propia.

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