CHICAGO, Illinois - La construcción de un nuevo ducto para el suministro de agua en Chicago comenzó este mes, para asegurar el abastecimiento en áreas del suroeste de la ciudad que, según estudios previos, enfrentarían escasez en un futuro no muy lejano.
Chicago da inicio a las obras para que el agua potable no falte al suroeste, dentro de cinco años
Para garantizar el suministro de agua potable en el suroeste de la ciudad de Chicago, comenzó la construcción de un ducto de transmisión desde el lago Michigan.
Durante una conferencia de prensa, esta semana, Brandon Johnson, alcalde de Chicago, y representantes de la Comisión de Agua de Grand Prairie (GPWC) ofrecieron los detalles del proyecto.
La nueva tubería tendrá una longitud de 60 millas y conectará el sistema de suministro de agua de Chicago con seis sectores del suroeste, como Joliet, Crest Hill, Channahon, Minooka, Romeoville y Shorewood.
La Comisión fue creada tras el informe del Estudio del Agua del Estado de Illinois, que indicó que el acuífero de casi un siglo de antigüedad que abastece a los suburbios del suroeste se está agotando rápidamente.
El estudio, realizado en 2018, advirtió que uno de los pozos que abastecen a estas localidades no sería suficiente para cubrir la demanda futura.
"Hoy tenemos un motivo para celebrar, no solo por garantizar agua potable limpia, segura y confiable para nuestras comunidades, sino también por la excelente coordinación interjurisdiccional que nos ha permitido llegar hasta aquí", declaró Clarence DeBold, alcalde de Shorewood y presidente de la Comisión de Agua de Grand Prairie.
Detalles del proyecto: cuándo estará listo
El proyecto incluye la instalación del ducto para distribuir agua proveniente del lago Michigan, además de la construcción de una planta para tratar el agua.
Se anticipó que la construcción de la obra dure cinco años, a un costo total de 1,400 millones de dólares.
"Inicialmente, el sistema atenderá a unos 250,000 residentes, con la posibilidad de ampliar la capacidad hasta medio millón", comentó DeBold.
La infraestructura incluirá una planta de almacenamiento con capacidad para 15 millones de litros, dos estaciones de bombeo que enviarán hasta 208 millones de litros diarios a Chicago; 96 millas de tuberías de transmisión, tres estaciones de bombeo y tres tanques de almacenamiento.
Todo el proceso contribuiría a la creación de empleos tanto en la construcción de la infraestructura como en su posterior mantenimiento y operación.
Financiamiento e impacto económico
Aunque el costo total del proyecto se estima en 1,400 millones de dólares, se financiará en parte con fondos del Congreso de los Estados Unidos, que ha destinado recursos para la construcción.
El resto provendrá de préstamos a bajo interés ofrecidos por el gobierno federal y bonos emitidos por la Comisión de Agua de Grand Prairie, compuesta por las seis comunidades involucradas.
“Proyectos como este no solo modernizan infraestructuras obsoletas, sino que también representan una inversión en el bienestar de nuestras familias, empresas y la economía regional”, señaló la congresista Lauren Underwood.
Preliminarmente, no se descarta que podría generar aumentos en las tarifas del agua en las ciudades involucradas, dependiendo de cómo cada localidad maneje la implementación de estos cambios.
Sin embargo, DeBold expresó que "ninguna comunidad quiere que las facturas de agua se disparen de manera desmesurada".
Por su parte, la directora de Servicios Públicos de Joliet, Allison Swisher, indicó que las tarifas en su ciudad han ido incrementando paulatinamente.
"Joliet ya tenía tarifas bajas, por lo que prevemos que se duplicarán", señaló.
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