TAMPA, Florida.- Una maestra de preparatoria del condado de Hillsborough se declaró culpable de participar en una red internacional de contrabando de armas que abastecía a una organización criminal en Trinidad y Tobago. Shannon Lee Samlalsingh, de 46 años, admitió haber conspirado para realizar declaraciones falsas a distribuidores de armas de fuego en Florida, como parte de un esquema que involucró compras ilícitas, envío de armamento oculto y transferencias internacionales de dinero.
Maestra de Florida atrapada por contrabando de armas al crimen organizado: así operaba la red internacional
La acusada ocultó armas en costales de boxeo y bocinas para enviarlas desde Florida hacia Trinidad y Tobago. Varias de las armas decomisadas fueron rastreadas y vinculadas directamente con compras hechas por la maestra.
Según documentos judiciales, Samlalsingh adquirió múltiples armas de fuego y componentes entre 2020 y 2021 en los condados de Hillsborough y Miami-Dade. Al completar el formulario federal ATF 4473, requisito para la verificación de antecedentes, la docente mintió al declarar que era la compradora legítima. En realidad, estaba actuando por encargo de una organización criminal transnacional con sede en Trinidad.
La investigación reveló que Samlalsingh recibía transferencias internacionales con instrucciones específicas para adquirir determinado tipo de armamento. Tras realizar las compras, entregaba las armas a otros integrantes del grupo delictivo, quienes se encargaban de enviarlas al extranjero ocultas en objetos comunes como bocinas inalámbricas o costales de boxeo. A cambio, Samlalsingh se quedaba con una parte del dinero como compensación.
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¿Cómo fue descubierta la operación de tráfico de armas al crimen organizado?
Uno de los envíos fue interceptado por las autoridades de Trinidad el 21 de abril de 2021 en el Aeropuerto Internacional de Piarco. Dentro de dos costales de boxeo enviados desde Estados Unidos, los agentes encontraron un arsenal: once pistolas calibre 9 mm, dos revólveres .38, una escopeta semiautomática calibre 12, decenas de piezas y cargadores para fusiles AR-15, y cientos de municiones.
Varias de estas armas, incluyendo modelos de las marcas SAR-9, Ruger y Taurus, fueron rastreadas hasta compras realizadas por Samlalsingh.
El caso fue investigado por varias agencias estadounidenses e internacionales, entre ellas el Departamento de Seguridad Nacional (HSI), la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF), el Departamento de Justicia de Estados Unidos y el Ministerio de Seguridad Nacional de Trinidad y Tobago.
La causa forma parte de una operación más amplia liderada por el Grupo de Trabajo contra el Crimen Organizado y el Narcotráfico (OCDETF), que tiene como objetivo desarticular organizaciones criminales transnacionales de alto perfil.
Samlalsingh se declaró culpable el pasado 20 de junio y enfrenta hasta cinco años de prisión federal. La fecha de su sentencia aún no ha sido fijada por la corte.
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