“No fue un accidente”: Padre es acusado de asesinar a su hija y herir a su hijo tras una discusión con su pareja

Jermaine Bass enfrenta cargos de asesinato e intento de asesinato tras la muerte de su hija y las heridas de su hijo en 2022. La fiscalía presentó pruebas forenses, llamadas al 911 y testimonios que sugieren que el tiroteo no fue un accidente.

Por:
Univision
Se debate entre la vida y la muerte el menor de 10 años que, supuestamente, fue torturado por su madre, identificada como Kimberley Mills, y su novio, quien responde al nombre de Andre Walker. Los sospechosos permanecen detenidos, sin derecho a fianza, luego de que los detectives dijeran que encontraron evidencia de abuso prolongado dentro de la casa de la víctima. Ambos tienen una comparecencia formal fijada para marzo.
Video Niño de 10 años sigue luchando por su vida tras presunta tortura de su madre y su novio

TAMPA, Florida.- Jermaine Lavanda Bass Jr., de 32 años, está siendo juzgado por el asesinato de su hija de 5 años, Jaylah Bass, y el intento de asesinato de su hijo de 8 años, Jermaine "J.J." Bass. El crimen, ocurrido en agosto de 2022 en la vivienda familiar en Tampa, ha generado interrogantes sobre los hechos que llevaron al fatal desenlace.

Los fiscales acusan a Bass de asesinato en primer grado, intento de asesinato y abuso infantil agravado. Según los informes de las autoridades, la noche del 29 de agosto de 2022, las autoridades encontraron a Bass sosteniendo a su hijo herido, mientras que su hija yacía en la litera con tres disparos en la cabeza. J.J. también recibió un impacto de bala en la sien y otro en el dedo meñique.

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Bass declaró a la policía que el arma se disparó de manera accidental cuando intentaba retirar el cargador. Sin embargo, el fiscal del caso, John Terry, aseguró en la apertura del juicio que “esto no fue un accidente”, señalando que los niños estaban dormidos en la cama cuando se efectuaron los disparos.

Un juicio lleno de emociones y pruebas forenses

Durante el primer día de juicio, se reprodujeron en la corte la llamada al 911 de Shirley Bass, esposa del acusado, así como imágenes de la escena del crimen captadas por las cámaras corporales de los agentes. Shirley, entre sollozos, pidió ayuda desesperadamente: “¿Dónde está la ambulancia? Mi hijo está sangrando...”.

Un vecino testificó que escuchó entre 4 y 5 disparos antes de ver a una mujer salir de la casa gritando. Los oficiales que respondieron a la emergencia describieron un ambiente caótico, con juguetes infantiles en la habitación y rastros de sangre en la cama de los niños. Además, se encontró un arma dentro de un cochecito de bebé y un bolso con municiones.

La defensa de Bass, encabezada por la abogada Jennifer Spradley, argumentó que existen inconsistencias en la evidencia y que el ADN del pequeño J.J. también estaba presente en el arma, sugiriendo que otra persona podría haber disparado. “Al final, tendrán más preguntas que respuestas”, señaló Spradley ante el jurado.

Las incógnitas del caso

Uno de los puntos que la fiscalía presentó como posible motivo del crimen fue una discusión entre Bass y su esposa horas antes del tiroteo. Testimonios indicaron que Bass siguió a Shirley y su hermana en la carretera tras una cena familiar, confrontándolas antes de regresar a casa. Ocho minutos después de que Shirley llegara a la vivienda, se escucharon los disparos.

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Inicialmente, los fiscales habían solicitado la pena de muerte, pero retiraron la petición antes del juicio. Si es declarado culpable del asesinato en primer grado, Bass enfrentará cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.

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Un hombre murió este martes luego de que fuera abatido por agentes del Sheriff del condado de Highlands en Florida Central cuando intentaba quemar a su hijo de nueve años, quien cría que estaba poseído por un demonio, según un comunicado de prensa.
El incidente se registró poco después de las 4 p.m., cuando los cuerpos de socorro recibieron una denuncia sobre una pila de escombros que estaba en llamas en una calle.
Los bomberos del condado respondieron al llamado y debido a lo que catalogaron como la "sospechosa naturaleza del incidente", se solicitó apoyo de los agentes del Sheriff, según el comunicado.
Los oficiales que llegaron al lugar encontraron a Richard Myron Ham, de 39 años, quien estaba armado con dos barras metálicas y quien se rehusó a seguir las indicaciones que le dieron, por lo que se le disparó con un arma eléctrica táser, la cual no surtió efecto.
"Ham se sacó las sondas táser de su cuerpo y se volvió a armar con una de las barras. Luego golpeó a un agente en la cabeza", se explicó en el comunicado.
En ese momento, otro de los oficiales le disparó al sospechoso, quien luego fue transportado a un hospital y fue declarado muerto. El oficial herido fue llevado a otro hospital y posteriormente fue dado de alta.
"La investigación inicial reveló que Ham y Lakenya Phillips, de 30 años, estaban quemando las posesiones del hijo de Phillips, de 9 años, porque creían que estaba poseído por un demonio", dijo en un video publicado en redes sociales el Sheriff del condado Highlands, Paul Blackman. "En un momento dado, dijeron los testigos, Ham puso al niño en el fuego y lo cubrió con una manta que también estaba en llamas. El niño no sostuvo heridas graves", agregó.
Las autoridades también encontraron armas y drogas en el auto en el que andaban Ham y Phillips. El caso sigue bajo investigación.
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