Así son los alrededores del Alcatraz de los Caimanes ante la llegada de primeros inmigrantes

TAMPA, Florida.- Rodeado por pantanos, manglares y caimanes, el polémico centro de detención migratoria apodado “Alcatraz de los Caimanes” ya comenzó a recibir a sus primeros detenidos. Ubicado en pleno corazón de los Everglades de Florida, el sitio fue adaptado en cuestión de semanas en lo que antes era el aeropuerto de entrenamiento y transición Dade-Collier, en Ochopee.

La confirmación llegó a través del vocero del fiscal general estatal James Uthmeier, quien declaró a AP que “ya hay personas allí”, aunque evitó ofrecer cifras específicas o detalles sobre la llegada. En una publicación en la red social X, Uthmeier resumió el espíritu de la iniciativa con un mensaje contundente: “Próxima parada: de regreso a donde vinieron”.

Este centro es parte de una ofensiva impulsada por el gobernador Ron DeSantis para contener la migración en el estado y acelerar las deportaciones de personas consideradas como “extranjeros criminales”.

DeSantis ha justificado la ubicación extrema del recinto en medio de un ecosistema subtropical, con altas temperaturas, humedad intensa y plagas de mosquitos, como un intento de disuadir a quienes cruzan sin documentos. “El mensaje es claro”, declaró el gobernador. “ No es un lugar al que nadie quiera regresar”.

En menos de dos semanas, el remoto aeropuerto de entrenamiento en los Everglades de Florida, hábitat del amenazado puma de Florida, fue transformado en un extenso centro de detención migratoria. Inspirado en la respuesta estatal a huracanes, el sitio fue construido con carpas y remolques rodeados por alambre de púas, y costará 450 millones de dólares.

¿Cómo es la zona donde se encuentra el Alcatraz de los Caimanes?

El recinto se levanta en una zona ecológicamente frágil donde coexisten caimanes y cocodrilos americanos, algo único en el mundo. De hecho, el apodo de “Alcatraz de los Caimanes” fue propuesto originalmente por Uthmeier en junio pasado, al sugerir que las instalaciones del aeropuerto, con una pista de más de 10,000 pies y 39 millas cuadradas de terreno, podían ser rápidamente reconvertidas en un centro de detención temporal.

Ambientalistas y defensores de derechos humanos denuncian que el proyecto, levantado sin consulta pública, amenaza un ecosistema frágil y podría convertirse en una instalación permanente. El gobierno federal aclaró que no ha financiado el centro, aunque Florida planea solicitar reembolso. Empresas vinculadas a importantes donantes republicanos obtuvieron contratos millonarios para su construcción y operación.

Organizaciones como Friends of the Everglades y el Center for Biological Diversity han presentado demandas, temiendo daños irreversibles a la vida silvestre. Para las autoridades, el aislamiento natural del lugar lo convierte en una "barrera de seguridad"; para sus críticos, en un símbolo de castigo y oportunismo político.

Los activistas denuncian que la operación se desarrolla en una de las zonas más frágiles del Parque Nacional Everglades, hogar de unas 200,000 especies de caimanes y otras tantas protegidas. También alertan sobre los riesgos para la salud y el bienestar de los detenidos en un entorno hostil, aislado y carente de servicios básicos.

Florida alberga cerca de 1.3 millones de caimanes, y el parque Everglades es el único sitio en Estados Unidos donde se pueden ver cocodrilos y caimanes conviviendo en libertad. Ahora, en medio de ese hábitat salvaje, un nuevo capítulo de la política migratoria estatal comienza a escribirse con el arribo de sus primeros “pobladores” al Alcatraz de los Caimanes.

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