DALLAS, Texas. Familias mexicanas se reencuentran en el norte de Texas tras décadas separadas por la migración: Solo tienen 27 días para recuperar el tiempo perdido.
“Te extrañé toda la vida”: 15 familias mexicanas se reencuentran en Texas y solo tienen 27 días
Solo tienen 27 días juntos: Quince familias mexicanas se reencontraron en Texas tras décadas separadas por la migración. Padres abrazaron por fin a sus hijos, en un emotivo encuentro permitido por un programa especial.
Edgar se quedó inmóvil cuando la vio entrar por la puerta del aeropuerto en Dallas. No sabía si correr, llorar o abrazarla. Hizo todo al mismo tiempo. Su madre, Isabel, venía desde México. Tenía 22 años sin verlo.
“Me abrazó y me dijo que le he hecho mucha falta”, contó ella, con la voz bajita, como quien todavía no termina de creérselo.
El reencuentro duró segundos, pero se sintió eterno. Como si la distancia de dos décadas se pudiera cerrar en un abrazo.

Décadas separados por una frontera
No es solo la historia de Edgar. Es la historia de 15 familias mexicanas que, tras décadas sin verse en persona, por fin pudieron abrazarse en el norte de Texas.
Son padres y madres, adultos mayores, que llegaron desde distintos rincones de México. Hicieron el viaje con una visa especial, impulsada por el programa Corazón de Plata, de la organización Enlace Paisano.
Los esperaban hijos, nueras, nietos. Algunos nunca se habían visto. Otros solo por videollamada.
Y ahí estaban todos: con carteles, flores, mariachis y lágrimas.

"Si no estuviera aquí, tal vez mi papá ya no viviría"
Cristina García fue otra de las hijas que pudo recibir a sus padres después de 24 años. Ella migró siendo muy joven. No ha vuelto a México. Su razón: ayudar desde Texas.
“Yo siento que si no estuviera en este país, no podría ayudar a mi papá económicamente… Tal vez ya no estaría con nosotros”, dijo con firmeza.
Su padre, Raúl, necesita diálisis. Cada sesión cuesta más de lo que podría pagar en México.
“Son mis hijos los que me están pagando mis diálisis. Allá ya me hubiera muerto”, confesó Raúl sin rodeos.

27 días para vivir todo lo que no vivieron
No hay vuelta de hoja: los padres deben regresar en 27 días. Ni uno más. Es el acuerdo.
Quedarse más tiempo pondría en riesgo a sus hijos, ya que algunos siguen indocumentados en Estados Unidos, una extensión podría ser una sentencia. Por eso cada minuto cuenta.
Cocinan juntos, desayunan sin prisa, se cuentan historias, miran fotos viejas, visitan a los nietos. Y cuando el silencio los atrapa, se abrazan. Otra vez.
Porque quizá mañana, otra vez, habrá que decir adiós.
Un programa hecho con corazón
Este encuentro no hubiera sido posible sin el trabajo de Jesús Nieto y su equipo en Enlace Paisano.
“ Empezamos en 2015 con dos personas. Hoy, ya hemos traído a más de 340 padres”, cuenta con emoción.
El programa no es para cualquiera. Los hijos deben llevar más de diez años viviendo en Estados Unidos, sin antecedentes criminales.
Los padres, tener más de 60 años, estar en buen estado de salud y con pasaporte vigente.
El éxito de Corazón de Plata depende de una sola cosa: que todos cumplan su promesa de volver. Y hasta ahora, así ha sido.
Un abrazo que vale más que el miedo
Francisco de la Torre Galindo, cónsul general de México en Dallas, lo resumió mejor que nadie: “El hecho de que alguien que no ha visto a su mamá en 30 o 40 años pueda despedirse, o que una abuelita conozca a sus nietos por primera vez… es profundamente emotivo”.
No es solo un trámite. No es solo un vuelo. Es un pedazo de vida que se recupera.
¿Cómo aplicar al programa?
La organización Enlace Paisano comparte información y actualizaciones a través de su página oficial de Facebook: Haz clic aquí
Desde ahí se puede iniciar el proceso para futuros grupos. También se puede colaborar o apoyar como voluntario.
El tiempo no perdona, pero el amor resiste
Tal vez 27 días no alcancen para recuperar los cumpleaños perdidos, las Navidades ausentes, las comidas de domingo. Pero sí alcanzan para abrazar fuerte, mirarse a los ojos y decir: te extrañé toda la vida. Y eso, para muchos, ya lo vale todo.







