Tras la fuga y muerte de Gonzalo López, el Departamento de Justicia Criminal de Texas confirmó que suspenderá temporalmente el traslado de reclusos hasta que concluya una investigación exhaustiva a sus protocolos.
Quedan suspendidos los traslados de reos en Texas tras fuga de Gonzalo López
Tras la fuga del reo Gonzalo López, el pasado 12 de mayo, ahora el Departamento de Justicia Criminal de Texas confirmó que suspenderá el traslado de reclusos. Esta medida, asegura la agencia, estará vigente hasta que concluya una investigación sobre los protocolos de los trasladados de reos en autobuses.
Esta medida la anuncian seis días después de la muerte de Gonzalo López, reo que estuvo prófugo por 21 días y murió al ser abatido en Atascosa, Texas.
Añadieron que el Departamento de Justicia Criminal del Texas está haciendo una revisión interna, tras varios incidentes y hasta plantean contratar una empresa externa.
“Se tiene la intención de contratar a una empresa externa para que realice una revisión independiente para identificar los factores que pueden haber llevado a la fuga de López”, respondió Robert C. Hurst, el oficial encargado de información pública.
Explicaron que si un recluso necesita una emergencia médica, buscarán medidas de seguridad adicionales a las que ya seguían.
Hasta el momento no han dado un plazo sobre cuándo se podrá reanudar el traslado de reos o qué han arrojado las investigaciones que han hecho sobre la fuga de López.
El pasado 12 de mayo, Gonzalo López agredió al chofer que los trasladaba a una cita médica en un autobús.
López logró darse a la fuga cerca de Centerville en el condado Leon, lo buscaron con caballos, drones y perros por el bosque.
También U.S. Marshals ofrecía una recompensa de $50,000 dólares a quien diera información que lleve al arresto de López.
Además difundieron fotografías de los tatuajes de López, quien era integrante del grupo criminal “Mexican Mafia”.
La noche del jueves 2 de junio, López, de 46 años, fue abatido en Atrascosa, tras el hallazgo de cinco cuerpos, de un abuelo y cuatro menores de la familia Collins, que eran residentes de Houston.
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