LOS ÁNGELES, California. – Con la voz quebrantada, David Valdéz recuerda el miedo que sintió cuando fue detenido en la garita de Otay Mesa, California.
Hispano en proceso de residencia fue detenido y deportado en Otay Mesa pese a tener permisos legales
David Valdéz, un padre hispano con un hijo con discapacidad, fue detenido en la garita de Otay Mesa pese a contar con documentos en regla. Su abogado logró revertir la orden de deportación inmediata.

Había viajado a México para visitar a su madre y, al regresar, fue arrestado por agentes de inmigración, a pesar de contar con todos los permisos necesarios y estar en proceso de obtener su residencia permanente.
David, quien tiene un hijo de 23 años con discapacidad, temió nunca más volver a verlo. Durante cuatro horas fue interrogado, trasladado de cuarto en cuarto, le tomaron huellas dactilares y una fotografía.
Sin entender por qué, vio cómo le revocaban su permiso de trabajo y le entregaban una orden de deportación inmediata, acusándolo de un delito grave: “Me sentaron y me esposaron como si fuera un delincuente”, recuerda.
Afortunadamente, su hermano, ciudadano estadounidense, estaba con él y alertó a su abogada, Noemí Ramírez, quien de inmediato envió un correo electrónico a la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas en Otay Mesa.
Su representante legal adjuntó todos los documentos que comprobaban la legalidad de su estatus migratorio: la aprobación de su petición familiar, su visa, su permiso de trabajo y su autorización de viaje.
Tras 24 horas de incertidumbre, la respuesta llegó: el proceso en su contra quedaba cancelado, su permiso de trabajo sería restituido y la orden de deportación anulada.
Sin embargo, hasta la fecha, su representante legal no ha recibido una explicación sobre por qué fue detenido y tratado de esa manera. “Eso es una injusticia. ¿Qué hace este gobierno con los demás que no tienen cómo defenderse? Porque yo sí me defendí”, cuestiona David.