TAMPA, Florida.- María llegó a Estados Unidos desde Guatemala hace más de dos años con la esperanza de trabajar y enviar dinero a su familia. Pero el destino cambió sus planes: se casó, quedó embarazada y hoy, con seis meses de gestación, enfrenta una incertidumbre aún más profunda que la económica. No tiene documentos migratorios y teme que ni ella ni su hija por nacer estén a salvo.
Con embarazo avanzado y miedo de ir al hospital: así viven madres sin documentos en Florida
María teme ser detenida por migración cuando viaje a Tampa para dar a luz a su hija, ya que no tiene documentos legales. Mujeres indocumentadas embarazadas temen que sus hijos nazcan sin acceso a ciudadanía, salud o educación.
"Mi temor es que cuando comience con los dolores y me tengan que llevar a Tampa para dar a luz, me detenga la migra", relata con voz entrecortada. En su comunidad del centro de Florida, es bien sabido que los partos suelen ser referidos a hospitales de ciudades más grandes como Tampa, lo que implica desplazamientos por carretera. Para mujeres sin papeles, este simple trayecto puede convertirse en una pesadilla.
Pero más allá del temor al arresto, la mayor angustia de María es el futuro legal de su hija.
Como miles de otras mujeres migrantes embarazadas, teme que el gobierno estadounidense niegue a su bebé el derecho a la ciudadanía por nacimiento, un principio protegido históricamente por la Enmienda 14 de la Constitución, pero recientemente cuestionado por iniciativas del presidente Donald Trump y otros sectores conservadores.
"Así como estoy yo y mi pareja, tenemos miedo de que nuestra niña nazca sin derecho. Hay muchas otras mujeres embarazadas con esta misma preocupación: que nuestros hijos no tengan derecho a la salud, a la educación", explica.
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La posibilidad de que hijos de inmigrantes indocumentados no reciban automáticamente la ciudadanía al nacer ha generado alarma en comunidades vulnerables. Aunque no se ha producido un cambio definitivo en la ley, la mera discusión ha sembrado miedo.
Para María, todo esto es más que una teoría jurídica: es una preocupación diaria. "Si ella nace y se enferma, ¿cómo la voy a llevar al hospital? Y cuando crezca, ¿qué va a pasar si no puede estudiar?", se pregunta con angustia.
Mientras se espera una decisión definitiva por parte de las autoridades sobre este asunto, madres como María siguen enfrentando cada día con una mezcla de esperanza, temor y resistencia. La ciudadanía de sus hijos, y con ella, su derecho a un futuro más seguro, está en juego.
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