¿Es realmente posible extraer el submarino argentino ARA San Juan hasta la superficie?

Dos expertos en salvamento explican que son muchos los riesgos que se correrían al subirlo a la superficie, entre ellos que la nave se parta. Un perito naval considera que ya hay elementos que pueden ir adelantando algunas respuestas.

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Por:
Patricia Clarembaux.
Los restos de el ARA San Juan, desaparecido en noviembre del año pasado, fueron hallados en una zona donde los familiares de la tripulación pidieron que se reactivara la búsqueda. Con el nuevo operativo también se conocieron los motivos del hundimiento.
Video El grito de dolor por los 44 tripulantes del submarino argentino encontrado tras un año desaparecido

Extraer el casco del submarino ARA San Juan no parece fácil. Está a 907 metros de profundidad, encallado en una zona de caños y abismos y con toneladas de agua por encima en un mar revuelto y complicado que lo separa de la superficie. Todas estas condiciones dibujan el peor escenario para poder subirlo a la superficie.

Sin embargo, después de que la empresa estadounidense Ocean Infinity encontrara la nave el pasado viernes por la noche, para las familias, la extracción de este buque del fondo del mar es una exigencia sin condiciones: quieren recuperar los cuerpos de los 44 tripulantes de la nave, que son sus esposos, hijos, padres, y quieren además saber exactamente qué falló.

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¿Existe la tecnología para traer al ARA San Juan a la superficie? "Posiblemente", responde Eugenio Dimier, exjefe de la Estación de Salvamento y Buceo de Mar de Plata en 1985, justo cuando este submarino alemán llegó a Argentina. "La pregunta es si tiene sentido extraerlo", asegura a Univision Noticias.

Después de la explosión que ocurrió en la nave y su descenso hasta pasar a una profundidad de colapso e implosión, cree que son muchos los daños que ya tiene la estructura. "Si lo extraes para peritaje, lo que puedes es perder la pieza de investigación porque puede partirse y hundirse nuevamente".

Durante el fin de semana, las autoridades argentinas insistieron en que el país no cuenta con la tecnología para recuperar el buque. Y aunque la tuvieran, aseguraron que es la jueza Marta Yanez, a cargo de la investigación, quien tiene la última palabra sobre qué debe pasar con él.

Carlos Villa, exjefe del Servicio de Salvamento de la Armada y gerente técnico de la empresa de buceo argentina Hydroservice, estima además que una operación de este tipo puede tardar mucho tiempo y coincide en sus complicaciones y lo costosa que puede ser para Argentina. Él, sin dudar, asegura que no traería el buque a la superficie.

"Creería que esa tiene que ser la tumba final de los 44 tripulantes del ARA San Juan. No creo que se pueda obtener mucho si se saca a la superficie".

Una prueba útil

Carlos Paz es perito naval en salvamento y buceo en Argentina. Él es de los que piensan que si la justicia necesita más pruebas para determinar lo que pasó con el submarino, debe ser extraído. "El rescate es posible y debe ser analizado para ver la factibilidad técnica y el costo, pero es posible", dice al teléfono.

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"Se puede generar un diseño a la medida (del equipamiento con barcos grúas especiales) y hay antecedentes de trabajos con muchísima dificultad técnica que fueron llevados a cabo sin problemas", agrega. Se refiere al caso del submarino ruso K-141 Kursk, que fue extraído por un equipo holandés con tecnología especializada y embarcaciones diseñadas específicamente para este rescate. Reconoce que en este caso, la nave se encontraba a menos profundidad.

Por ahora, considera que hay algunas cosas que se pueden ir adelantando para comprender qué ocurrió el 15 de noviembre de 2017, cuando la nave regresaba de Ushuaia rumbo a Mar de Plata, a 240 millas naúticas (unos 430 kilómetros) del Golfo San Jorge y desapareció.

Entre ellas, esperar a que se conozca lo que revelan las 57,000 fotografías que fueron tomadas por los equipos submarinos de la compañía Ocean Infinity, la que halló el buque. Con ellas, explica, se reconstruirá un modelo en 3D que dirá con certeza cuál es el estado real del cuerpo de la nave y si es posible su extracción. "Sin eso, difícilmente se puede periciar", advierte.

<b>Los tubos lanzatorpedos.</b> Una de las 67,000 imágenes tomadas por la empresa estadounidense Ocean Infinity muestra la sección del frente del ARA San Juan. Varias naves autónomas no tripuladas fueron llevadas hasta el punto en el que presumían podía estar el submarino perdido y cada una de ellas guió a su vez a un minisubmarino. Estos barrieron el fondo de océano con sonares para construir imágenes de alta resolución.
<b>La hélice y el eje del ARA San Juan.</b> El submarino desapareció el 15 de noviembre de 2017 con 44 tripulantes a bordo mientras se dirigía desde Ushuaia a Mar del Plata, Argentina. La primera operación de búsqueda donde participaron expertos de España, Chile, Brasil, Estados Unidos, Reino Unido, Colombia, Uruguay, Perú y otros países no dio resultados.
<b>El buque Seabed Constructor. </b>La empresa Ocean Infinity comenzó la nueva búsqueda a principios de septiembre de 2018. Desde el buque noruego Seabed Constructor, utilizado para la exploración del fondo marino, los especialistas de Ocean Infinity coordinaron la búsqueda de alta tecnología. Estuvieron acompañados de cuatro familiares de los tripulantes del ARA San Juan, que sirvieron de testigos de la operación.
<b>El lugar del hallazgo.</b> La compañía Ocean Infinity encontró los restos del ARA San Juan a 2,624 pies de profundidad (800 metros), a unas 372 millas (600 kilómetros) de Comodoro Rivadavia, justo donde se había montado el centro de operaciones durante las búsquedas de noviembre de 2017.
<b>La vela del ARA San Juan</b>. Esta es la sección superior del submarino. El gobierno argentino informó que no tienen la tecnología necesaria para sacar la nave del fondo del mar. La decisión de lo que se hará con los restos del submarino quedó en manos de una jueza.
<b>La flota de mini submarinos que encontró la nave perdida.</b> Desde el buque Seabed Constructor se estableció una red de comunicación entre los USV Seaworker, botes no tripulados y los AUV Hugin 6000 (en la fotografía), unos pequeños submarinos autónomos utilizados para explorar el fondo marino.
El ARA San Juan (en una fotografía de 2010) es un submarino diesel-eléctrico de fabricación alemana y las razones de su hundimiento siguen siendo un misterio. Poco antes de que la Armada argentina perdiera rastro de la nave su comandante comunicó que había un fallo causado por la entrada de agua por un conducto de ventilación y que fue solucionado. Momentos después se perdió el rastro de la nave y varias agencias internacionales reportaron una explosión en la zona.
El capitán de Navío Enrique Balbi, jefe del Departamento Comunicación Institucional de la Armada Argentina, explicó a los medios detalles del hallazgo con las fotografías. Ocean Infinity cobrará 7.5 millones de dólares por haber encontrado el submarino.
El ARA San Juan entró en servicio en 1985 y en 2011 fue parte de un programa de reparaciones de naves de la Armada argentina. En la fotografía, varios trabajadores posando junto al submarino recién repotenciado en el Complejo Industrial Naval Argentino (CINAR) el 27 de septiembre de 2011.
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Los tubos lanzatorpedos. Una de las 67,000 imágenes tomadas por la empresa estadounidense Ocean Infinity muestra la sección del frente del ARA San Juan. Varias naves autónomas no tripuladas fueron llevadas hasta el punto en el que presumían podía estar el submarino perdido y cada una de ellas guió a su vez a un minisubmarino. Estos barrieron el fondo de océano con sonares para construir imágenes de alta resolución.
Imagen @DefensaNAC/Twitter

La reconstrucción 3D, explica, puede dar pistas sobre fallas críticas en el snórkel que permitieron la entrada de agua a las baterías de proa, lo que generó el incendio reportado por la tripulación. Y también permitirán ver la deformación en el casco y tener una primera idea de cuánto daño se pudo haber generado en el interior y a quienes viajaban en la nave.

Otro elemento importante para la investigación, antes de una extracción, es la revisión del logbook del submarino, el libro donde queda registrada toda la información de la nave, sus mantenimientos, fallas previas y reparaciones. Para Paz, esta es una evidencia de las más importantes.

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Con el recuento de los hechos concretos hasta la última vez que se supo de los marinos, el perito naval cree que los familiares no podrán recuperar los cuerpos tal como se acostumbra cuando una persona fallece. Puede que hallen restos óseos o mutilados.

Este jueves, las autoridades de la Armada argentina informaron a los familiares de los 44 tripulantes del submarino ARA San Juan que hace ocho días, cuando hicieron el último contacto con la nave, fue detectada una explosión en la zona. Todos comenzaron a llorar desconsolados tras una semana de angustiosa espera. (REUTERS/Marcos Brindicci)
Los familiares que se encontraban en la base naval de Mar de Plata quedaron devastados. Recibieron la noticia con una mezcla de furia y dolor, pues aseguran que las autoridades les mintieron y porque sienten que perdieron la esperanza de un rescate. (Eitan Abramovich/AFP/GettyImages)
María Itatí Leguizamón, esposa de uno de los marinos, explicó que la información que les dieron es que la explosión pudo haber ocurrido el miércoles pasado, cuando las autoridades se comunicaron por última vez con la tripulación del submarino. 
<b>"No dijeron que están muertos, pero es una suposición lógica. Nos acaban de decir que la explosión fue el miércoles (15 de noviembre) a las 11 de la mañana". </b>(AP Photo/Esteban Felix)
Muchos de los familiares se retiraron de la base naval llorando. Los reportes de la prensa local refieren que al conocer la noticia 
<b>se vivieron "situaciones de dolor y locura"</b> que incluyeron desmayos y personas descompensadas. (AP Photo/Esteban Felix)
A pesar de que las autoridades no habían tenido nuevos contactos con la tripulación del submarino desde hace ocho días, las familias aún mantenían la esperanza de que la nave sería hallada y de que todos estuvieran vivos. El portavoz de la Armada, Enrique Balbi, explicó que 
<b>las labores de búsqueda continúan</b> y que barcos de distintos países siguen en el lugar. (AP Foto / Esteban Felix)
En la base naval no solo había familiares. También lloraban los compañeros de los tripulantes del submarino y se abrazaban para reconfortarse con la noticia de la explosión en una zona cercana al Golfo San Jorge, donde supieron de ellos por última vez. (Eitan Abramovich/AFP/Getty Images)
<b>"Hay que rezar por todas las mujeres, madres y todos los hijos que se quedaron sin papá"</b>, dijo una de las esposas de los marinos, Jessica Gopar, a los medios locales. (Eitan Abramovich/AFP/Getty Images)
Desde el miércoles pasado, las familias se habían mantenido en la base naval rezando, pero al conocerse de la explosión más de 60 vecinos de la zona se unieron a los pedidos. 
<b>"Mar de Plata es una gran familia solidaria y que está presente en los momentos difíciles"</b>, dijo una vecina al diario Clarín. (Eitan Abramovich/AFP/Getty Images)
Al retirarse de la base naval, los familiares lloraban e iban decepcionados. El diario La Nación narra que desde los vehículos quienes salían gritaban "nos mintieron". Muchos esperaban que en cualquier momento fuera hallado el submarino, pero tras la noticia de que hubo una explosión hace ocho días se sintieron traicionados de haber esperado tanto tiempo para notificarles lo que pasaba. 
<b>"Son unos perversos"</b>, gritó Itatí Leguizamón. (Eitan Abramovich/AFP/Getty Images)
Según narró Leguizamón a La Nación, 
<b>las familias ni siquiera dejaron que el vocero de la Armada terminara de leer el comunicado</b> con la actualización sobre el estatus del rescate. "Están furiosos. Empezaron a romper todo", contó. (Eitan Abramovich/AFP/Getty Images)
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Este jueves, las autoridades de la Armada argentina informaron a los familiares de los 44 tripulantes del submarino ARA San Juan que hace ocho días, cuando hicieron el último contacto con la nave, fue detectada una explosión en la zona. Todos comenzaron a llorar desconsolados tras una semana de angustiosa espera. (REUTERS/Marcos Brindicci)
Imagen REUTERS/Marcos Brindicci
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