8 respuestas que explican por qué los anuncios de Trump cambian poco (o nada) en Cuba

Economistas, politólogos, abogados y agentes de viajes cubanos explican, desde las dos orillas, por qué el reajuste de Trump será más efectivo en Miami que en La Habana.

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Por:
Lioman Lima.
Un exilado cubano se manifiesta en favor de Donald Trump frente al teatro de Miami donde el presidente de EEUU anunció el reajuste de la política hacia Cuba.
Un exilado cubano se manifiesta en favor de Donald Trump frente al teatro de Miami donde el presidente de EEUU anunció el reajuste de la política hacia Cuba.
Imagen José Carucí / AFP / Getty Images

Los reajustes de Donald Trump a la política exterior de Estados Unidos hacia Cuba impactan más en Miami que en La Habana.

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Este viernes, cuando el presidente estadounidense hizo el anuncio formal, la gente común en la isla ni siquiera sabía que su país era otra vez noticia en Estados Unidos. Mientras en Miami, en una movida escénica digna de un acto de campaña, el presidente se fue hasta el mismo corazón del exilio cubano, la calle 8, y se reunió con un grupo de efusivos emigrados para firmar una serie de medidas que, en teoría, reforzarán las presiones sobre el gobierno de Raúl Castro.

Economistas, politólogos, abogados y agentes de viajes que explican, en ocho respuestas, el alcance real y el trasfondo de las nuevas políticas de Washington hacia La Habana.

1.-¿Qué cambia realmente Trump de las políticas de Barack Obama?

“En profundidad, no mucho. Creo que es importante dejar claro que el anuncio no significa una reversión de las medidas tomadas por Obama. Son medidas más bien focalizadas y no hay ninguna que tenga un impacto directo real sobre el gobierno de Raúl Castro”, asegura el politólogo Armando Chaguaceda, investigador de la Universidad de Guanajuato.

Los principales “logros” de la anterior administración seguirán como hasta ahora: el restablecimiento de las relaciones diplomáticas, la reapertura de la embajada, los viajes familiares, los vuelos comerciales, las remesas y el fin de la política ‘pies secos, pies mojados’.

Solo se muestran dos puntos de confrontación: un intento de restringir los viajes de turismo desde Estados Unidos y una barrera para el comercio con las empresas controladas por los militares, la clase política que mueve el trasfondo de la realidad cubana.

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Pero en ese mismo sentido, las medidas son difusas y con un margen legal de difícil aplicación.

2.-¿Cómo afectará el reajuste al turismo estadounidense en Cuba?

“Los turistas estadounidenses podrán seguir volando a Cuba o tomando cruceros a La Habana, no será un gran problema”, asegura el abogado de inmigración cubanoamericano Steven Fernández.
Solo necesitarán demostrar que el motivo de su viaje se encuentra en las 12 categorías que ya había propuesto Obama.

“Es cierto que las presiones hacia los viajes de los estadounidenses se relajaron después del restablecimiento de las relaciones diplomáticas, pero igual existía la posibilidad de que el Departamento de Tesoro los investigara a su regreso. Es un riesgo que siempre ha existido con los viajes a Cuba”, afirma Fernández.

3.-¿Cuáles son las empresas militares con las que EEUU no podrá hacer negocios?

El otro núcleo de las medidas se dirige a controlar el intercambio comercial con las empresas militares en Cuba. Otra nebulosa, si tenemos en cuenta que son los militares quienes controlan el país.

“A quien no conozca la realidad cubana le puede parecer una medida fuerte pero, en el fondo, da risa pensar en cómo se las ingeniará la Casa Blanca para aplicarla, porque ¿qué es y qué no es militar en Cuba?”, se pregunta Chaguaceda.

Según lo que ha adelantado la Casa Blanca sobre la implementación de la Acción Ejecutiva, el principal foco de atención en las restricciones será el Grupo de Administración Empresarial S.A. (GAESA), que pertenece a las Fuerzas Armadas. Se trata de un conglomerado que controla entre el 60 y el 70% del comercio minorista y el turismo en la isla, de acuerdo a estimaciones de algunos expertos.

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GAESA es dirigido por el yerno de Raúl Castro, el general Luis Alberto Rodríguez y el alcance real de sus negocios es incierto pues, como todo asunto militar, se mantiene en el más estricto secreto. Sin embargo, se estima que este grupo controla unas 57 empresas.

4.-¿Qué pasa si un turista estadounidense se aloja en un hotel de Gaesa o compra en uno de sus comercios?

Según Fernández , es teóricamente posible que el Departamento del Tesoro pida a un turista que regresa de Cuba informes sobre los lugares que visitó, dónde comió o durmió. Pero en la práctica, sería muy difícil que en realidad puedan tener certeza de lo que hicieron los estadounidenses en sus vacaciones.

En Cuba, la casi totalidad de las transacciones comerciales se realiza en efectivo y no con tarjetas de crédito o débito, lo que dificulta su rastreo. Y no se descarta que el gobierno cubano pueda tomar nuevas medidas para sortear todavía mejor estos controles.

En los años en que los vuelos directos estaban prohibidos entre los dos países, los rigurosos agentes de emigración cubanos “se distraían” para no sellar los pasaportes a los turistas estadounidenses y evitarles así problemas a su regreso.

Y en un país donde todas las empresas pertenecen al Estado y pueden cambiar de nombre de un día para otro, sin anuncio o explicación previa, cualquier listado del Departamento del Tesoro con una lista negra de hoteles, restaurantes o comercios podría quedar obsoleto al día siguiente de ser emitido.

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5.-¿Qué impacto podrían tener en la economía de Cuba estas medidas?

Un profesor de economía cubana —que solicitó el anonimato por temor a perder su puesto en la Universidad de La Habana— señaló que no se debería descartar un impacto real de las medidas en la actual situación económica de Cuba, teniendo en cuenta que la apertura en las relaciones comerciales con Estados Unidos era una de las esperanzas del régimen tras el declive del apoyo de Venezuela, principal abastecedor de la isla en las últimas dos décadas.

En ese sentido, existe la posibilidad de que el gobierno cubano busque afianzar nuevos nexos con Rusia y China.

El académico opinó que el principal impacto recaerá sobre el sector turístico, que ha visto un inusitado crecimiento desde la apertura con Washington. Para finales de 2017 se espera que unos 400,000 turistas estadounidenses visiten la isla.

Como los hoteles pertenecen en su mayoría a los militares, los viajes de grupos turísticos podrían volverse un dolor de cabeza para las agencias, asegura Adrián Rodríguez Ferrán, un agente que coordina viajes a Cuba desde Miami.

“Ahora con Airbnb, las posibilidades de trabajar con el sector privado son mayores para las agencias, pero todo se complicará si tienes que buscar alojamiento para un grupo turístico y no cuentas con suficiente infraestructura para ellos”, opinó.

6-¿Puede beneficiar al gobierno de Cuba retomar la disputa ideológica con Estados Unidos?

Todo indica que sí. Al menos a nivel político que, en Cuba, es lo que más importa.

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Según Chaguaceda, al gobierno de Raúl Castro le puede convenir este tipo de medidas para inflar su retórica de ‘guerra fría’ y el discurso ‘antiimperialista’ que la caracterizó durante décadas.

Además, aparece nuevamente en el escenario político cubano la figura del ‘enemigo’ que ahora, en la nueva forma de Trump o en la antigua del ‘imperialismo’, puede volverse la excusa para justificar todas las meteduras de pata del castrismo, como ha acontecido históricamente.

“El restablecimiento de la disputa con Estados Unidos puede volverse el pretexto para cualquier tipo de medidas o de violaciones de los derechos humanos en el futuro. Si hacemos una lectura de las variables internas, no podemos olvidar que existe una población, de algún modo, molesta, y que se valora la posibilidad de una sucesión. En este contexto, tener a Estados Unidos nuevamente de enemigo puede ser muy beneficioso”, dijo.

El anticastrismo de Miami también recibe una bocada de oxígeno, según el sociólogo Haroldo Dilla: “Trump mantuvo la política de Obama y le regaló retórica y medidas inefectivas a la derecha cubanoamericana”.

7- ¿Cuáles son las posibles respuestas de Cuba al discurso de Trump?

Todo los expertos consultados coinciden en tres aspectos: un regreso a la retórica de ‘guerra fría’, posibles medidas de presión en el emergente sector privado y un eventual endurecimiento en la represión de la disidencia interna.

Desde diciembre de 2014, cuando se restablecieron las relaciones entre los dos países, uno de los pilares del discurso y la acción de la revolución cubana, la propaganda ‘antiimperialista’, se vio progresivamente en crisis.

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Las vallas, los anuncios públicos y alocuciones contra el gobernante de turno de la Casa Blanca fueron desapareciendo lentamente. Pero ahora, con el nuevo inquilino de la Casa Blanca, la retórica combativa parece estar de vuelta.

El presidente manifestó que durante seis décadas el pueblo cubano ha sufrido bajo el dominio comunista y que el régimen de Castro le ha embarcado armas a Corea del Norte y ha causado caos en Venezuela encarcelando inocentes.
Video Trump dice que respaldará al pueblo cubano en su lucha por la libertad

Llamativamente, el periódico Granma, portavoz del Partido Comunista, realizó este viernes una cobertura en vivo del discurso de Trump. Algo que no había pasado ni durante la visita de Obama. Palabras como ‘guerra fría’, ‘injerencia’ e ‘imperialismo’ estuvieron a la orden del día.

Un periodista de ese diario que solicitó el anonimato contó a Univision Noticias que el Comité Ideológico del Partido, que coordina la política informativa de la Isla, les ha dado instrucciones para la cobertura de temas de Estados Unidos “que nos regresan a como era antes del restablecimiento de las relaciones”.

En opinión de Chaguaceda, la lógica del régimen cubano ha sido responder con medidas radicales a las presiones de Estados Unidos.
“No es cierto que este tipo de medidas vaya a influir en un compromiso normativo de Cuba con los derechos humanos, más bien va a llevar a que el gobierno tome ‘medidas de chantaje’ con el sector privado, como ha hecho históricamente, y a que reprima más a la oposición”, opinó.

Se trata de un argumento que tiene su base en el pasado reciente cubano: cuando la imposición de restricciones a Cuba por Bush llevó a Fidel Castro a tomar una serie de medidas numantinas que fueron, desde imponer un gravamen del 20% al dólar, hasta una inusitada represión de la disidencia que terminó en el encarcelamiento masivo de opositores conocido como la ‘primavera negra’.

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Desde el punto de vista económico, el profesor de la Universidad de La Habana prevé que el el gobierno podría imponer más restricciones o aumentar el cobro de impuestos a los emprendedores, el sector emergente que ha crecido desde la apertura.

“Tampoco podemos olvidar que el funcionamiento de la economía cubana impera un razonamiento político en el que las pérdidas económicas pueden ser iguales a una ganancia política”, dijo.

8-¿Qué dicen las medidas de Trump sobre su visión de Cuba?

Al parecer, lo mismo que dicen la mayoría de las que ha tomado hasta ahora: que no hay una lógica, una alternativa y un razonamiento de fondo, según el sociólogo Haroldo Dilla.

En opinión de Chaguaceda es importante destacar que las medidas no reflejan un verdadero compromiso del presidente con la causa de los derechos humanos, como argumenta, sino que más bien responden a intereses políticos y presiones del lobby cubanoamericano y del sector más conservador y anciano del exilio cubano, que lo respaldó en las elecciones de noviembre.

“Si Trump respetara los derechos humanos, no mantendría relaciones con Arabia Saudita, donde las condiciones son iguales o peores que en Cuba. Detrás de estas medidas hay más bien una lógica política. No quita que, en el caso cubano, las violaciones tengan una base real, pero no es el verdadero trasfondo de la medida”, aseguró.

Los alrededores del teatro Manuel Artime de Miami, donde Trump anunció este viernes los cambios de la política estadounidense hacia Cuba, mostraron desde primera hora de la mañana la pasión con la que se vive en esta ciudad del sur de Florida cualquier decisión sobre la isla. De un lado estaban las personas que defendían los cambios propuestos por Trump.
Del otro, los que se oponían a que Trump revierta algunas de las medidas emprendidas por el expresidente Barack Obama en el proceso de deshielo con Cuba. El presidente mantiene la reapertura de la embajada de su embajada en La Habana, los viajes de cruceros a la isla y los vuelos comerciales regulares, pero prohíbe los negocios con los militares castristas y restringe más los viajes de los estadounidenses.
Del lado de los partidarios de Trump, cada frase del anuncio del presidente la celebraban como si de un gol se tratara.
Laura Vianello de la Vigilia Mambisa no se separó de sus folletos de 10 motivos para rechazar el socialismo. La mujer estaba contenta con los cambios emprendidos por Trump aunque le hubiera gustado que fueran más radicales y que volviera a incluir a la isla en la lista de países patrocinadores del terrorismo. "En Cuba todo es del gobierno. Los generales de Raúl Castro, bajo la sombrilla de la compañía GAESA, son los dueños de todos los negocios en Cuba", afirmó. "Pero hubiéramos querido que por lo menos restringiera los viajes y las remesas un poco de restricción porque Cuba no es un país amigo. Cuba es una dictadura militar".
"No todos los cubanos somos Rubios", se podía leer en la camiseta de Bernardo Gutiérrez, un profesor retirado cubanoestadounidense de 70 años que lleva 40 en Miami. "Lo que sucede es que los de enfrente se han quedado en el pasado", afirmó en referencia a quienes se manifestaban a favor de las medidas de Trump. A su juicio, todo lo que hizo el presidente Obama "es un beneficio para el pueblo de Cuba y para el pueblo norteamericano". Pese a que creía que los cambios anunciados por Trump "iban a ser peores", considera que de una marcha atrás no beneficia a nadie.
Del lado de los partidarios de Trump se colocó un grupo de venezolanos que aprovechó la visita del presidente para recordarle la difícil situación que vive su país que está en medio de una crisis política y económica sin precedentes.
“Estamos apoyando la idea del proyecto del presidente Donald Trump. Está buscando la forma de fortalecer las acciones en contra del régimen de los militares castristas que tienen el control de la república de Cuba y que los turistas americanos que vienen a Cuba tengan dificultades con las restricciones”, defendía Miguel Saavedra (a la izquierda de la imagen). El dirigente de la Vigilia Mambisa, uno de los grupos más conocidos del núcleo duro del exilio, desde hace décadas no se pierde una sola manifestación en contra del gobierno castrista en Miami. En la foto posa con otro partidario del presidente que llegó hace 18 años a EEUU en balsa.
"Si en 50 años no ha funcionado ¿por qué va a funcionar ahora?", se pregunta.Rosa, una peruana que lleva 30 años viviendo en EEUU haciendo referencia a la ruptura de relaciones diplomáticas con Cuba que había hasta que, en diciembre de 2014, Cuba anunció el deshielo. "En estos años he visto el sufrimiento de los cubanos y he visto que el sistema anterior no funcionó. Me parecen muy buenos los cambios de Obama y creo que no se debe volver atrás. Es inútil", opina.
"Libertad para el pueblo cubano", se podía leer en la pancarta de este hombre.
Estos manifestantes parecieron pensar que cualquier atuendo es bueno para protestar contra las políticas del presidente Trump.
"Trump dice que se preocupa por los derechos humanos en Cuba pero él acaba de regresar de Arabia Saudita donde las mujeres no pueden manejar, donde a los homosexuales los meten en prisión y donde le cortan la cabeza a gente con espadas si se oponen al gobierno y es amigo del presidente de Filipinas aunque mata a quienes consumen drogas", afirmó Ernesto Medina, un cubano de 27 años que llegó a los 18 a Miami.
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Algunos curiosos se acercaron para ver pasar el auto del presidente a su salida del teatro Manuel Artiles
Michael Martínez, cubanoestadounidense de Miami llegó a la protesta con una camiseta en rechazo al embargo económico a la isla y un colgante del Che Guevara. "Estoy en contra de cualquier nueva restricción de viajes que imponga el régimen de Trump, cualquier restricción en el envío de paquetes y remesas a mi familia. Estoy aquí porque el embargo es una industria donde un grupo de cubanos que no tienen familias en Cuba se ganan el pan a costa de los otros", afirmó.
Walter, cubanoestadounidense nacido en Nueva York, estaba del lado de quienes estaban a favor de Trump. "¿Cómo podemos hacer negocios con un criminal asesino de Cuba, Raúl Castro?, se podía leer en su pancarta que era una especie de carta a Donald Trump en la que le pedía revertir el acercamiento emprendido por Obama.
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Los alrededores del teatro Manuel Artime de Miami, donde Trump anunció este viernes los cambios de la política estadounidense hacia Cuba, mostraron desde primera hora de la mañana la pasión con la que se vive en esta ciudad del sur de Florida cualquier decisión sobre la isla. De un lado estaban las personas que defendían los cambios propuestos por Trump.
Imagen Lorena Arroyo
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