EEUU retira a más de la mitad del personal de su embajada en Cuba tras 'ataques acústicos'

El Departamento de Estado está implementando la medida desde este viernes y afecta a más de la mitad de su personal en La Habana tras los misteriosos ataques sónicos que dejaron con daño cerebral permanente a varios funcionarios.

Por:
Univision
La embajada de EEUU en La Habana seguirá funcionando con mínimo personal y no emitirá más visas a cubanos.
La embajada de EEUU en La Habana seguirá funcionando con mínimo personal y no emitirá más visas a cubanos.
Imagen Getty Images

El Departamento de Estado ordenó el retiro de más de la mitad de sus diplomáticos no esenciales de Cuba, así como a sus familiares, tras los misteriosos ataques acústicos contra empleados de su embajada en La Habana que dejaron a varios con daño cerebral permanente.

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La representación diplomática en la capital cubana seguirá funcionando, pero con personal reducido.

En un comunicado escrito, el secretario de Estado, Rex Tillerson, indicó que la decisión de reducir su presencia diplomática en La Habana fue hecha para resguardar la seguridad de su personal. "Mantenemos relaciones diplomáticas con Cuba y nuestro trabajo con Cuba sigue siendo guiado por los intereses de seguridad nacional y política exterior de Estados Unidos. Cuba nos ha dicho que seguirá investigando estos ataques y nosotros continuaremos cooperando con ellos en este esfuerzo".

La medida incluye también la suspensión indefinida de emisión de visas a cubanos y la publicación de advertencias a estadounidenses que visiten la isla caribeña de la posibilidad de que se vean afectados por estos misteriosos ataques acústicos en hoteles de la capital.

La decisión del gobierno de Donald Trump se produce tras una amplia investigación llevada a cabo por el Departamento de Estado sobre la seguridad de sus diplomáticos en La Habana y luego de discusiones con el gobierno de Raúl Castro, quien negó categóricamente que hayan llevado a cabo tales ataques.

El martes pasado el secretario de Estado, Rex Tillerson, se reunió con el canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, quien insistió en negar los ataques, agregando que el gobierno estadounidense estaba politizando el incidente. En todo caso, dijo que seguirá trabajando con el Departamento de Estado para aclarar lo sucedido.

En una inusual conversación cara a cara a cuyos detalles tuvo acceso la agencia de noticias Associated Press, Raúl Castro le dijo al embajador de EEUU en La Habana, Jeffrey DeLaurentis, que estaba igual de perplejo por los ataques. En lugar de dejar que sus subordinados se encargaran del asunto, Castro negó personalmente cualquier responsabilidad de su gobierno.

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"Los cubanos incluso se ofrecieron a permitir el ingreso del FBI a La Habana para que investigara. Las agencias de seguridad de ambas naciones han cooperado con mayor frecuencia desde que se descongelaron las relaciones entre Estados Unidos y Cuba en 2015. Sin embargo, el permiso de entrada fue extraordinario", citó en ese entonces AP.

La medida que se anuncia este viernes desde Washington es un golpe duro a la apertura diplomática bilateral tras décadas de parálisis.

Hace algunos meses las autoridades estadounidenses determinaron que su personal diplomático en Cuba comenzó a experimentar pérdida de la audición, náuseas, dolores de cabeza, desórdenes del equilibrio, o más grave, como lesiones cerebrales traumáticas leves y daños al sistema nervioso central.

En total fueron afectadas 21 personas relacionadas con su embajada en La Habana, en lo que la prensa ha bautizado como "ataque acústico".

Tillerson llegó a la conclusión el pasado martes tras reunirse con su contraparte cubano que el gobierno de Castro no estaba en condiciones de garantizar la seguridad de su personal diplomático en la isla y que por ello se ha decidido llevar al mínimo la actividad diplomática y consular estadounidense en La Habana, según indicó una fuente del Departamento de Estado al diario The New York Times.

El jefe de la diplomacia estadounidense incluso estaba considerando cerrar la embajada completamente, pero decidió no hacerlo tras la creciente información que han recibido que apunta a que el gobierno cubano no es responsable de los ataques y que un tercer país está detrás de los misteriosos bombardeos acústicos.

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Cuando el FBI revisó las viviendas de diplomáticos de EEUU en la isla no fue capaz de detectar alguna irregularidad y la inspección de las cámaras de seguridad no halló nada sospechoso. Según el Times, el FBI no ha sido capaz de imitar en laboratorio los efectos que han experimentado los diplomáticos.

Otro de los hechos que han llevado a la hipótesis de que Cuba quizás no esté involucrada, es que un diplomático canadiense también se vio afectado por los ataques acústicos. La Habana y Ottawa han tenido relaciones muy estrechas durante décadas.

Citando a un funcionario no identificado, el Times señala que este incidente pudo haber sido obra de un trabajo de espionaje o de vigilancia con dispositivos tecnológicos de algún otro país como Rusia que terminó mal.

En relación a la advertencia del Departamento de Estado a los turistas del país que viajen a la isla, un comunicado escrito indica que también podrían estar en riesgo y recomienda simplemente "no viajar a Cuba".

"Los ataques han ocurrido en residencias de diplomáticos y hoteles frecuentados por ciudadanos estadounidenses (...) Debido al retiro de personal, la embajada de EEUU en La Habana tiene limitaciones para asistir a sus ciudadanos".

El malecón de La Habana suele estar transitado por turistas y habaneros que por la tarde se sientan en los bordes con vista al mar. Está cerrado al tráfico y completamente desierto tres días después de que el huracán Irma pasara por Cuba.
Una casa frente al Malecón, llena de basura y escombros. Los medios estatales cubanos reportaron 10 muertes a pesar de los típicos preparativos para desastres que el país suele desplegar y de los que se enorgullece. Más de un millón de personas fueron evacuadas de zonas propensas a inundaciones. 
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Un hombre recorre el edificio de apartamentos en el que vivía en La Habana, colapsado por el paso del huracán. La agencia AP dice que en este colapso dos personas murieron durante el paso del huracán Irma. 
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Un hombre sentado en medio de los escombros frente al mar en La Habana. Según las cifras oficiales, estos 10 muertos son la peor cifra de víctimas fatales en huracanes en Cuba 
<b><a href="http://www.nhc.noaa.gov/data/tcr/AL042005_Dennis.pdf" target="_blank">desde que el paso de Dennis en 2005, que mató a 16 personas</a></b>.
Gente que limpia los escombros de sus hogares en La Habana. Irma golpeó en Cuba como un huracán categoría 5 y atravesó la costa norte de la isla, por buena parte de las provincias del centro y el oeste.
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Una mujer trabajando para limpiar una llena en La Habana, Cuba. Las calles de la capital cubana están llenas de basura y árboles caídos después del paso del huracán Irma. Los medios oficiales reportaron que siete de las 10 víctimas fatales murieron en La Habana.
Así luce la casa de Daylin Rodríguez en el Malecón de La Habana, tres días después del paso de Irma. Escombros apilados dentro de su casa y sus pertenencias en el frente para intentar recuperarlas luego de la inundación. Como ella, cientos de miles de personas están sin electricidad.
Residentes de La Habana limpian sus casas destruidas por los vientos del huracán Irma y por las inundaciones que hubo en la ciudad. En el fondo de la imagen se ve el edificio Focsa, en el barrio El Vedado. Data de los años 50 y con sus 36 pisos (en su mayoría destinados a viviendas) es uno de los edificios más visibles de la ciudad.
Una pala mecánica remueve restos de árboles, basura y muebles dañados por los vientos y la inundación.
"Patria o Muerte", dice este cartel destruido por Irma en la Tribuna Antiimperialista, una plaza ubicada frente a la embajada de Estados Unidos.
"Venceremos", otro ángulo de la Tribuna Antiimperialista frente a la Embajada de Estados Unidos. En el fondo se ve el edificio López Serrano, levantado en los años 30 en la calle 13 y L en el barrio de El Vedado.
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Una estación de autobús en La Habana este miércoles, rodeada de árboles caídos y escombros. Los edificios de La Habana, muchos de ellos históricos están en franca decadencia y con problemas estructurales. Muchos no pudieron soportar los embates de la tormenta con ráfagas de vientos de más de 130 mph.
Los residentes de Cojimar, La Habana, intentan recuperar algunas de sus pertenencias después del paso del huracán Irma.
Una vista de una de las calles del barrio Cojimar, en La Habana. Los residentes de la capital de Cuba tuvieron el agua "a la altura de la cintura" por las inundaciones causadas por el huracán Irma.
Gerardo Hernández (el segundo desde la izquierda, con camiseta negra) integrante de los llamados 'Los Cinco' trabaja junto con estudiantes cubanos para ayudar a limpiar la casa de una anciana tres días después del impacto del huracán Irma en La Habana. 'Los Cinco' son grupo de cubanos que estuvieron presos en EEUU bajo cargos de espionaje y conspiración entre otros cuya liberación se tornó una causa nacional para Cuba. 
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El malecón de La Habana suele estar transitado por turistas y habaneros que por la tarde se sientan en los bordes con vista al mar. Está cerrado al tráfico y completamente desierto tres días después de que el huracán Irma pasara por Cuba.
Imagen Sven Creutzmann / Mambo photo / Getty Images
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