En un acto blindado y en medio de protestas, Juan Orlando Hernández jura otra vez como presidente de Honduras

Juan Orlando Hernández fue investido como presidente de Honduras y comienza su segundo mandato en medio de protestas y con el rechazo de la oposición que aduce que ganó con fraude las elecciones.

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Por:
Xiomara Orellana .
Uno de los países más pobres y violentos de América Latina se enfrenta a la controvertida reelección del presidente Juan Orlando Hernández. El sábado toma posesión para su segundo mandato pero, ¿a qué costo?
Video En medio de una crisis de legitimidad, el presidente hondureño toma posesión

TEGUCIGALPA, Honduras.- Atípica y con un blindaje extremo. Así se desarrolló la toma de posesión del presidente Juan Orlando Hernández, quien este sábado asumió el segundo mandato. Fue una ceremonia cerrada, con anillos de seguridad que se instalaron a varios kilómetros a la redonda del Estadio Nacional Tiburcio Carías Andino, que fue el escenario elegido para la juramentación. Pero mientras dentro ovacionaban al mandatario, fuera lo cuestionaban protestando en la calle por las denuncias de fraude electoral en los comicios del 26 de noviembre pasado.


Toda la zona fue tomada desde horas de la madrugada por policías y militares. Aviones y helicópteros sobrevolaban la ciudad. Fueron varios los retenes que levantaron para no permitir el ingreso de vehículos al perímetro del estadio donde solo podían pasar quienes estaban acreditados. Hasta allí llegaron en buses activistas del Partido Nacional que llenaron las graderías del coloso. Alrededor de 77 delegaciones de diversos gobiernos, acompañaron al mandatario Hernández, pero, al contrario de lo que suele pasar en las investiduras de la región, no contó con la presencia de ningún mandatario extranjero.

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La ceremonia tampoco tuvo la cobertura mediática que suelen mover este tipo de eventos. Algunos medios nacionales e internacionales se quejaron porque, pese a cumplir con los requisitos para la acreditación, no les otorgaron las credenciales para tener un libre acceso a la ceremonia de investidura presidencial y se limitaron a dar cobertura desde los anillos de seguridad y de las protestas que realizaron los miembros del Partido de la Alianza de Oposición, que fueron reprimidas por las fuerzas militares con bombas lacrimógenas.

A lo largo del bulevar Centroamérica en Tegucigalpa, la oposición se apostó desde las seis de la mañana, en un intento por llegar al Estadio Nacional y mostrar su repudio ante lo que consideran un gobierno ilegal e incluso el inicio de una dictadura. Además, se reportaron bloqueos en varios puntos del país, pero pronto fueron desalojados por policías y militares. Pasado el mediodía, se reportaban varios detenidos y heridos.

Hernández saluda este sábado junto a la primera dama Ana García en el Estadio Nacional de Tegucigalpa antes de su nueva investidura en enero de 2018.
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Hernández saluda este sábado junto a la primera dama Ana García en el Estadio Nacional de Tegucigalpa antes de su nueva investidura en enero de 2018. <br>
Imagen Gustavo Amador / EFE

A las 8:50 de la mañana hora local, Juan Orlando Hernández ingresó bajo estrictas medidas de seguridad al Estadio Nacional junto a su familia. Se mostró sereno, sonriente y saludó al público que coreaba el 'Sí se pudo'. El presidente del Congreso Nacional, Mauricio Oliva, lo juramentó minutos después como presidente de Honduras en el período 2018-2022.

Propone "proceso de reconciliación nacional"

Tras la investidura, prometió una nueva relación con todos los sectores sociales y los invitó a participar en lo que llamó “Un nuevo trato” para consensuar las reformas sociales y económicas que beneficien a los hondureños y habló de un proceso de reconciliación nacional.

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“Será un diálogo abierto y sin barreras. Existen diferencias políticas sobre las que hay que sentarse a dialogar para encontrar una mejor salida. Se requieren de reformas electorales muy profundas y hay que escuchar a todos los sectores, que incluyan elecciones por distritos, segundas vueltas, ciudadanización de las mesas electorales y cambios constitucionales", dijo Hernández.

Pero quizás lo que más llamó la atención en su discurso fue cuando destacó que en esas reformas se debe poner un equilibrio en los poderes Ejecutivo y Legislativo y que es urgente limitar la reelección presidencial.

“Hay que ponerle límites a la reelección presidencial. Es bueno que existan límites a la reelección. Todas las naciones del mundo que han tenido éxito en su mayoría tienen como regla general reelección, sí, pero solo por una vez”, apuntó el presidente.

"El regreso de estas personas estaría totalmente en contra de las políticas que hemos estructurado con el mismo Estados Unidos", dijo Juan Orlando Hernández.
Video Entrevista: Presidente de Honduras no abandona la "cruzada" a favor del TPS

Hernández anunció que en los próximos días estaría mandando al Congreso Nacional un nuevo proyecto de ley para regular la reelección, algo que consideró en su discurso como “prudente” para fortalecer la estabilidad democrática del país.

Lo cierto es que Hernández comienza su mandato con una Honduras dividida y donde la inconformidad en la oposición aflora. Quienes cuestionan que hubo fraude en las elecciones aseguran que no dejarán de lado la que consideran una batalla para ganar una guerra a favor de la democracia. Este sábado inició una nueva etapa inicia y el reto que tendrá Hernández es unir a un país que desde las elecciones generales, quedó más polarizado.

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Un manifestante enmascarado en medio de la refriega. En un informe del comisionado estatal de Derechos Humanos de Honduras (Conadeh), divulgado el 15 de diciembre, se afirma que las protestas han dejado 16 muertos, "un número no cuantificado de lesionados" y al menos 1,675 detenidos. Entre los fallecidos figuran 2 policías y 14 manifestantes.
Manifestantes tiran la basura de un camión recolector para bloquear una calle de Tegucigalpa. Las fuerzas de seguridad hondureñas se enfrentan con opositores que exigen un conteo detallado de los votos. El gobierno asegura que el proceso electoral fue transparente y que aceptará el resultado definitivo que dé el árbitro electoral, pese a las dudas expresadas por algunos entes internacionales como la Organización de Estados Americanos (OEA).
La policía se ha dedicado a retirar las barricadas colocadas por los manifestantes. El informe del comisionado estatal de Derechos Humanos de Honduras se refirió a la violencia contra trabajadores de la prensa: "los ataques contra periodistas y medios de comunicación, situación que afecta el ejercicio de la libertad de expresión en el país".
Las manifestaciones son promovidas por el partido Alianza de Oposición, cuyo candidato presidencial es Salvador Nasralla. Las pérdidas económicas rondan los 1,500 millones de lempiras (unos 63 millones de dólares), según un informe de la Cámara Hondureña de Aseguradoras.
Tanto Nasralla como el presidente hondureño y aspirante a la reelección, Juan Orlando Hernández, se autoproclamaron vencedores antes del primer informe del organismo oficial electoral de Honduras (TSE) el día de las elecciones.
De acuerdo con el último informe divulgado por el TSE, Hernández ganó los comicios con 42,95 %, mientras que Nasralla, que ha reiterado que no aceptará los resultados oficiales, sumó el 41,42 %.
El organismo hondureño de derechos humanos asegura en su informe que realizó "acciones" para lograr la liberación de varios de los detenidos, especialmente jóvenes y niños que "no habían cometido delitos" y que ha sido mediador en algunos enfrentamientos entre manifestantes y policías.
El Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), que surgió después del golpe de Estado del 28 de junio de 2009 al entonces presidente Manuel Zelaya, ha convocado una "movilización nacional" para defender "la victoria" de Nasralla.
El expresidente Manuel Zelaya, derrocado en 2009, estaba al frente de uno de los bloqueos de acceso a Tegucigalpa. Dijo a medios locales que exigen un conteo "voto por voto" para comparar firmas, las actas y los cuadernillos en las más de 18,000 urnas electorales.
"Estamos exigiendo que se respete la voluntad del pueblo en las urnas (...) no vamos a dejar de protestar, no vamos a dejar que se quede en el poder el dictador Juan Orlando Hernández", anadió Zelaya, aliado de Nasralla, un popular presentador de televisión.
Los focos de violencia se han presentado en los accesos a las grandes ciudades del país, incluyendo la capital Tegucigalpa y la industrial San Pedro Sula, donde los manifestantes opositores han levantado barricadas.
En Tegucigalpa un vehículo de transporte de tropas del Ejército fue incendiado, mientras continúan bloqueos en al menos tres vías de entrada en la ciudad por partidarios opositores.
El gobierno asegura que el proceso electoral fue transparente y que aceptará el resultado definitivo que dé el árbitro electoral, pese a las dudas expresadas por algunos entes internacionales como la Organización de Estados Americanos (OEA).
Algunos choques violentos se han presentado también en Puerto Cortés, la principal terminal marítima de Honduras en la costa Atlántica.
Los bloqueos también se extienden a otros puntos del país como la ciudad de La Ceiba, en el litoral Atlántico, la sureña ciudad de Choluteca y en el departamento agrícola de Olancho. El Tribunal Electoral tiene de plazo hasta el 26 de diciembre para anunciar el ganador definitivo de los comicios, mientras analiza las impugnaciones presentadas por la oposición.
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Un manifestante enmascarado en medio de la refriega. En un informe del comisionado estatal de Derechos Humanos de Honduras (Conadeh), divulgado el 15 de diciembre, se afirma que las protestas han dejado 16 muertos, "un número no cuantificado de lesionados" y al menos 1,675 detenidos. Entre los fallecidos figuran 2 policías y 14 manifestantes.
Imagen Reuters
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