Maduro suscribe acuerdo con un reducido grupo de partidos opositores venezolanos de escasa representatividad

Cuatro organizaciones opositoras de baja representatividad firmaron un documento con los jerarcas del régimen en el que se comprometen a que los diputados oficialistas regresen al parlamento y a gestionar la liberación de algunos presos políticos. Guaidó consideró que se trata de "una maniobra" del régimen para seguir excluyendo a los partidos mayoritarios.

Por:
Univision y Agencias
Las conversaciones, que incluyen a dirigentes de poco peso en la opinión pública, comenzaron con el ofrecimiento del régimen de regresar a su fracción parlamentaria a la Asamblea Nacional que preside Juan Guaidó, reformar el poder electoral para futuros comicios y liberar presos políticos, entre otros. En la nueva mesa de diálogo se firmaron pactos preliminares delante de delegaciones diplomáticas extranjeras.
Video Sin incluir a Guaidó, partidos opositores minoritarios anuncian el inicio de negociaciones con el régimen de Maduro

Un grupo de partidos opositores minoritarios, de escasa representatividad y algunos sin ninguna presencia en Legislativo, suscribieron este lunes un acuerdo político con el régimen de Nicolás Maduro, al margen de las organizaciones mayoritarias y del líder opositor Juan Guaidó, una maniobra que muchos han percibido como un traje a la medida del gobernante venezolano.

El acuerdo, que prevé el retorno del oficialismo a la Asamblea Nacional, bajo control opositor, fue firmado por representantes de varias fuerzas minoritarias sin mayor apoyo popular, algunas fundadas por exmiembros de la alianza oficialista, junto con los principales asesores de Maduro en un acto al que asistieron diplomáticos extranjeros, aunque algunos de ellos se retiraron al percatarse de qué se trataba, según confiaron a la agencia Efe.

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Entre los firmantes destaca el partido Avanzada Progresista, del excandidato presidencial y exdirigente oficialista Henry Falcón, quien se enfrentó a Maduro en los comicios presidenciales de 2018 y declaró fraude el día de la elección. Aunque su organización tiene una representación de dos diputados dentro del Legislativo, al menos uno de ellos, Julio César Reyes, confirmó a la Efe que no comparte la decisión del partido.

También estuvo el Movimiento al Socialismo (MAS), que por años formó parte de la alianza política del fallecido presidente Hugo Chávez y que luego derivó en un crítico severo tanto del gobierno de Maduro como de los principales partidos de oposición.

Otro de los que estamparon su rúbrica es el Movimiento Soluciones, fundado por Claudio Fermín, que recientemente estableció una alianza con la organización del exalcalde de Caracas y exdirigente oficialista, Juan Barreto, para impulsar acuerdos al margen de los principales partidos de oposición.

El diputado opositor Timoteo Zambrano, líder del partido Cambiemos, organización que tiene una representación de seis de los 109 escaños de la oposición en el Parlamento, también avaló el acuerdo.

Por el régimen de Maduro la representación estuvo en el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez y la vicepresidenta, Delcy Rodríguez.


El documento firmado por la fracción minoritaria opositora y Maduro contempla la renovación de autoridades del Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE), donde cuatro de sus cinco directivos son cercanos al oficialismo

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Según Zambrano, el pacto también prevé que las autoridades dejen en libertad a los dirigentes partidistas y otros adversarios del gobierno que la oposición y grupos de derechos humanos consideran ' presos políticos', muchos de ellos diputados a los que les fue arrebatado el fuero parlamentario. Al respecto Maduro adelantó que se le entregó a la Comisión de la Verdad un conjunto de solicitudes y peticiones de liberaciones de presos para que las evalúen.

Además, supuestamente contempla un compromiso de hallar una solución a la institucionalidad del Poder Legislativo, que le fue arrebatada por la Asamblea Nacional Constituyente, un parlamento paralelo conformado en su totalidad por partidarios del oficialismo.

“Por la paz del país vamos a la Asamblea y nos incorporamos sin ningún tipo de problema”, anunció a la prensa el jefe de la Asamblea Nacional Constituyente y vicepresidente del partido oficialista, Diosdado Cabello, al confirmar el retorno al Congreso de unos 54 diputados vinculados al gobierno que se habían retirado desde el 2016 del cuerpo legislativo alegando que estaba en desacato de las decisiones del Tribunal Supremo de Justicia.

Sin embargo, el retorno de los diputados oficialistas aún no le da el control del Congreso porque el bloque que respalda a Guaidó tiene más de 80 diputados.

Guaidó muestra sus cartas

Maduro calificó el acuerdo como “paso acertado” que “abre todas las puertas del dialogo”. En un acto en el palacio presidencial, el mandatario añadió: "Nosotros jugamos varios escenarios, todos de paz, constitucionales, democráticos y soberanos”, agregó.

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Sin embargo, Guaidó, presidente del Legislativo y reconocido como presidente interino por más de 50 países, consideró una “maniobra” del gobierno el anuncio que realizaron los partidos minoritarios de ir a una mesa de diálogo paralela.

Este domingo Guaidó había dado por finalizados los contactos con los representantes de Maduro que auspiciaba Noruega.

En rueda de prensa, reveló que sus negociadores habían propuesto como una solución a la crisis la salida de Maduro, su separación de la presidencia encargada, y la conformación de un Consejo de Gobierno plural para dar entrada a la ayuda humanitaria y convocar elecciones presidenciales libres, pero el régimenrechazó la propuesta.

La Unión Europea (UE) recordó el martes al régimen venezolano que un diálogo nacional es "la única vía" para salir de la crisis, pero subrayó que las negociaciones deben tener la representación de los principales actores políticos.

"La UE sigue creyendo que una solución política negociada es la única manera pacífica y duradera de salir de la crisis en Venezuela", estimó un portavoz.

Sin embargo, Bruselas recalcó que para "tener éxito y generar la confianza necesaria, es importante que cualquier proceso de negociación sea representativo, cuente con el respaldo de la Asamblea Nacional y tenga el objetivo de organizar elecciones presidenciales creíbles".

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Samuel Romero, un inmigrante venezolano de 21 años, lleva una orden de entrega de la aplicación Rappi en Bogotá, Colombia, donde vive desde el año pasado. Este sistema, que se ha expandido a ocho países latinoamericanos desde que fue fundado hace cuatro años, conecta a través del teléfono a un ciclista con un cliente para que le lleve casi cualquier cosa, desde comida china hasta una caja de pañales. Para Romero esta entrega es el comienzo de una jornada laboral de 15 horas, en donde ganará el equivalente a 15 dólares.
<b>"Estoy agradecido de tener algo de trabajo",</b> dijo Romero a la agencia AP, "pero realmente tienes que dedicar mucho tiempo a esto para ganar dinero decente”, agregó. Romero es ingeniero y trabajaba para la compañía petrolera estatal venezolana (PDVSA). Ahora pedalea durante 15 horas al día para ganar el equivalente a un mes de salario mínimo en su país natal, sumido en una profunda crisis económica y política. Esto es apenas lo suficiente para sobrevivir en Colombia, mucho más costosa.
Un grupo de inmigrantes venezolanos espera bajo un árbol de Bogotá que lleguen las órdenes de entrega de 
<i>Rappi</i>. 
<a href="https://www.univision.com/noticias/inmigracion/este-inmigrante-paso-de-ser-politico-en-su-pais-a-chofer-de-uber-en-eeuu-ahora-lucha-contra-la-deportacion">En todo el mundo los inmigrantes están acudiendo en masa a aplicaciones de este tipo</a> para trabajar por cuenta propia. Son sistemas que ofrecen una oportunidad rápida de ganar dinero en efectivo en lugares donde los recién llegados luchan por encontrar trabajos regulares.
Pero estas innovadoras fuentes de trabajo requieren muchas horas en ocupaciones que dan un pago modesto, sin beneficios y pocas oportunidades para el avance profesional. En Colombia, 
<a href="https://www.univision.com/noticias/crisis-en-venezuela/el-exodo-de-venezolanos-sigue-en-aumento-ya-hay-3-millones-de-migrantes-y-refugiados-segun-la-onu">que recientemente ha acogido a más de 1.3 millones de venezolanos que huyen de las dificultades económicas</a>, miles de inmigrantes están trabajando en la plataforma 
<i>Rappi</i> y algunos de ellos son profesionales universitarios. En la fotografía un grupo de venezolanos comparten emparedados mientras esperan por nuevas entregas.
Romero preparándose para salir a trabajar. 
<b><i>Rappi</i> recaudó más de mil millones de dólares de capitalistas de riesgo cuando se fundó,</b> convirtiéndose en una obra maestra para la industria tecnológica del país. "Creció tan rápido que se olvidó de nuestro bienestar", dijo Lina Hernández, una ciclista que trabaja para 
<i>Rappi</i> en Bogotá. Recientemente participó en una fuerte protesta de repartidores frente a la sede de la empresa.
"La belleza de esto es que 
<b>a través de la tecnología conectamos a dos personas",</b> dijo Alejandro Galvis, jefe de personal de 
<i>Rappi</i>. En la compañía estiman que los repartidores pueden ganar de 2.3 a 2.9 dólares por hora durante las horas pico cuando la demanda es más alta. Eso es el doble del salario mínimo de Colombia por hora. Los repartidores, quienes no son considerados empleados, inician su sesión en la plataforma a su conveniencia. Unos 18,000 trabajan de forma independiente en toda América Latina.
Los ciclistas de 
<i>Rappi</i> 
<b>carecen de beneficios que son obligatorios para los empleados con salario mínimo, seguro médico o licencia por enfermedad. </b>También deben pagar el mantenimiento de sus bicicletas y comprar una mochila naranja. Muchos se quejan de que los pagos están cayendo a medida que más trabajadores independientes se unen a la plataforma y compiten por cada entrega. Según Rappi, el sistema no retiene nada del dinero de la transacción sino que cobra a los vendedores asociados a la aplicación una tarifa.
Luis Tarre, venezolano de 60 años, pedaleando con una entrega por una calle de Bogotá. Dijo que comenzó a trabajar para 
<i>Rappi</i> a principios de este año porque la aplicación no lo obliga a cumplir con un horario exigente. Dirigía su propia empresa de construcción en su estado natal, Portuguesa, pero la crisis económica lo obligó a mudarse Colombia con su familia. Antes de 
<i>Rappi</i> había trabajado como como administrador de edificios, camarero y asistente de construcción.
<b>"Tuve que dejar esos trabajos después de una semana porque mi cuerpo no podía manejarlo",</b> dijo Tarre. "En 
<i>Rappi</i>, solo trabajo alrededor de seis horas al día, que es lo que pueden dar mis piernas", agregó. En la fotografía junto a su hijo Raúl, de 20 años, quien también es repartidor. Legisladores en Colombia y Argentina están considerando regulaciones para aumentar la protección de los trabajadores de este tipo de plataformas.
Tarre se despide de su esposa, Dingle González, antes de salir a repartir paquetes en bicicleta. Ella encontró trabajo en un restaurante pero ocasionalmente hace algunas horas en 
<i>Rappi</i>, en su tiempo libre. Según Romero, no es raro que varios miembros del mismo hogar trabajen en la aplicación. 
<b>"Aquí es muy difícil conseguir empleo en el campo en el que uno está formado",</b> aseguró.
Romero dijo que la hiperinflación en su país natal diezmó su salario hasta el punto en que apenas era suficiente para pagar la comida. Sin embargo, 
<b>la vida no ha sido mucho más fácil en Colombia </b>y por eso está tratando de obtener una visa de trabajo en Chile. Allí, según le contaron, hay más oportunidades para profesionales como él. "
<i>Rappi</i> puede ser mi trabajo en este momento, pero no estoy contento con eso", dijo. "Quiero crecer como persona y pasar a algo mejor".
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Samuel Romero, un inmigrante venezolano de 21 años, lleva una orden de entrega de la aplicación Rappi en Bogotá, Colombia, donde vive desde el año pasado. Este sistema, que se ha expandido a ocho países latinoamericanos desde que fue fundado hace cuatro años, conecta a través del teléfono a un ciclista con un cliente para que le lleve casi cualquier cosa, desde comida china hasta una caja de pañales. Para Romero esta entrega es el comienzo de una jornada laboral de 15 horas, en donde ganará el equivalente a 15 dólares.
Imagen Fernando Vergara/AP
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