Rapados y golpeados: así liberaron a los detenidos en las protestas en Nicaragua

Decenas de personas arrestadas en los últimos días en las protestas contra el gobierno de Daniel Ortega fueron liberadas este martes. La policía los dejó en diferentes puntos de Managua con la cabeza rapada, golpeados, hambrientos y sin dinero. Las autoridades aseguran que todos los presos están en libertad algo que desmienten las organizaciones de derechos humanos.

Lorena Arroyo
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Lorena Arroyo.
La policía los dejó en diferentes puntos de Managua con la cabeza rapada, golpeados, hambrientos y sin dinero. Las autoridades aseguran que todos los presos están en libertad algo que desmienten las organizaciones de derechos humanos.
Video Detenidos por protestas en Nicaragua fueron liberados rapados y golpeados

MANAGUA, Nicaragua.- Gerarld Rodríguez se despertó este martes en una calurosa celda de la penitenciaría La Modelo en Tipitapa, un municipio a 30 minutos de Managua. Lo pusieron en una fila bajo el sol junto a decenas de hombres que, como él, tenían la cabeza rapada, y tras esperar durante una hora, los subieron a un autobús amarillo para sacarlos de la cárcel.

"A cada uno nos dieron 20 córdobas (unos 60 centavos de dólar). Tomá para que se vayan pa’ la verga, a su casa. Fue injusto porque nos quitaron el dinero y los documentos y ellos no nos regresaron eso", se lamenta el joven de 27 años. Él es uno de los tantos detenidos durante las protestas de la última semana en Nicaragua en contra del gobierno de Daniel Ortega que ya han dejado una treintena de muertos.

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La noticia de la liberación de los presos la dio a primera hora de la mañana Francisco Díaz, comisionado de la Policia Nacional, quien aseguró que han entregado a todas las personas apresadas durante los disturbios de los últimos días "por las graves alteraciones al orden al público".

Después, surgieron en las redes sociales fotos de los liberados: hombres con la cabeza rapada que caminaban en fila, algunos descalzos, sin camisa y desorientados, en diferentes puntos de Managua. "Nos andaban esparciendo", explica Rodríguez. "Al grupo que yo venía nos dejaron en el (balneario popular de) Trapiche y ellos dieron vuelta y se fueron".

Organizaciones de derechos humanos confirmaron que la policía dejó a los liberados en diferentes carreteras de la ciudad, algo que consideran una estrategia del gobierno para no revelar el número total de detenidos ni cuántos quedan en las cárceles.

Siguen buscando a sus familiares presos

"Si nosotros hubiéramos observado saliendo a todas las personas con su pelo rapado, era como el reconocimiento del atropello", le dijo a Univision Noticias Gonzalo Carrión, del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), quien también critica la "irresponsabilidad del Estado" de no hacerle entrega a los familiares de todos los detenidos.

"Aquí hay una cantidad grande de violaciones a los derechos humanos porque las autoridades no informan y la detención ha sido otro de los grandes abusos. Detenciones en masa, sin proceso, sin que les lean los derechos y además hasta la forma en que los liberaron y no rinden cuentas", afirma.


La noticia de la liberación de los jóvenes también provocó la llegada de familiares a la puerta de la penitenciaría donde estaban detenidos. Entre quienes ansiaban noticias de sus seres queridos estaba Marlene Sánchez Granados. A su hijo detuvieron el viernes pasado cuando salía de trabajar y no sabe dónde lo llevaron.

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Este martes por la mañana seguía sin respuestas, pero un equipo de la Comisión Permanente de los Derechos Humanos (CPDH) estaba a la puerta de la cárcel tomando datos de las personas que están en su situación.

El director de esa organización, Marcos Carmona, le dijo a Univision Noticias que, aunque no sabe el número exacto de detenidos en las protestas, la mayoría estudiantes, cree que aún quedan muchos en prisión, algo que contradice la versión oficial dada por la policía la mañana del martes.

"Nosotros tenemos reportadas 154 personas detenidas. Sin embargo, sabemos que son muchas más. Ayer los universitarios nos decían que eran 289 jóvenes detenidos", explicó.

"Nos maltrataron y nos tuvieron como si fuéramos delincuentes"

Por su parte, los liberados consiguieron llegar a sus casas y reunirse con sus familias dejando atrás una experiencia que seguramente les será difícil de olvidar.

Gerarld Rodríguez, de 27 años, dice que no estaba protestando sino trabajando cuando lo detuvieron.
Gerarld Rodríguez, de 27 años, dice que no estaba protestando sino trabajando cuando lo detuvieron.
Imagen Wilfredo Miranda


"Nos maltrataron, nos rasuraron y nos tuvieron como si éramos delincuentes", explica Gerald Rodríguez, ya rodeado de su familia en el patio de tierra de su casa del barrio de Hialeah, en Managua. "Nos metieron a las cárceles sin agua, sin luz y nos decían que si nos creíamos que estábamos en un hotel cinco estrellas para que les pidiéramos agua. Nos trataron de vagos y nos dijeron que si sabíamos lo que estábamos haciendo y, que yo sepa, pues yo estaba trabajando".

El joven asegura que él no estaba en la protesta cuando lo detuvieron el pasado domingo, sino que estaba manejando su caponera, como le llaman a los mototaxis en Nicaragua. Dice que los policías que lo detuvieron le golpearon con una AK-47 en la cara, en las costillas y en el pie.

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"Tengo unos rasguños aquí que me hicieron", cuenta y muestra unos arañazos en el costado de su espalda. "Me agarraron confundido. Andaban agarrando al mundo y a Raimundo ahí", explica usando esa expresión popular para indicar que las detenciones eran indiscriminadas.

Después, junto con otros arrestados, lo trasladaron al Chipote, una cárcel que las organizaciones de derechos humanos piden reiteradamente que se cierre y que es conocida por la represión a los reos.

Gerald Rodríguez da fe de ello. "Habían muchachos con cabezas rajadas, con cejas partidas, heridas grandes que no le ponían ni puntadas ni nada, muchachos con un codo inflamado... No les importaba, los metían así y los volvían a golpear", explica.

En los dos días que el joven estuvo en la cárcel sin comer, las cosas cambiaron mucho en Nicaragua: el domingo el presidente Daniel Ortega dio marcha atrás a las reformas a la seguridad social que provocaron las protestas, pero no convenció a la población de poner fin a sus reclamos.

El lunes, una multitudinaria marcha inundó las calles de Managua para pedirle al gobierno de Ortega el fin de la represión que ya ha dejado una treintena de muertos y la salida del poder.


Durante su estancia en prisión tampoco acabó la represión. En la noche del domingo, la policía cargó contra los estudiantes que llevan una semana atrincherados en la Universidad Politécnica (UPOLI) de Managua en rechazo al gobierno, en una operación que dejó un muerto y una decena de heridos.

"Esa protesta me dijeron que es nacional", dice Rodríguez sin tener aún todos los detalles de lo sucedido en los últimos días. "Está bueno que las personas apoyen a su país. Que no apoyen a un partido que nos está llevando a la quiebra, que nos perjudica a todos. En el momento que el gobierno o el presidente manda a tirar bala, que ya no son de goma son de verdad, y a matar a gente, no es bueno para todos nosotros".

Una multitudinaria manifestación inundó las calles de Managua el 23 de abril. Activistas exigieron al gobierno de Daniel Ortega el fin de la represión. Departamento de Estado de EEUU ordenó la salida de militares y personal del estadounidense de Nicaragua.
Esta manifestación masiva resultó inédita en Nicaragua. Desde hace más de una década, cuando Ortega regresó al poder en 2007, ninguna protesta social había logrado disputarle el control de las calles al aparato oficial.
Algunos manifestantes enseñaron sus armas de fabricación casera con la que se enfrentan a la policía. El presidente Daniel Ortega y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, aseguran que los universitarios son “pandilleros y vándalos”.
Parte de la multitud también exigió rendir cuentas al gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo por la treintena de 
<b><a href="https://www.univision.com/noticias/america-latina/les-dije-soy-el-pueblo-y-se-me-tiraron-encima-suman-cuatro-muertos-y-decenas-de-heridos-al-tercer-dia-de-protestas-en-nicaragua">asesinados en estos disturbios</a></b> a manos de la Policía Nacional y las turbas sandinistas.
La crisis desatada en Nicaragua desde la semana pasada se complica con denuncias de “militarización” que hacen algunos manifestantes y el rechazo del empresariado nicaragüense a acudir al diálogo. En la fotografía, estudiantes pelean con agentes de la policía antidisturbios cerca del Colegio Técnico de Nicaragua durante protestas contra las reformas del gobierno en el Instituto de Seguridad Social (INSS) en Managua.
Existe una gran disparidad en la cifra de muertes ocasionadas por la violencia, que oficialmente es de 10 personas (más el periodista Angel Gahona, cuya muerte quedó registrada en vivo cuando hacía una transmisión en Facebook Live), pero que grupos de derechos humanos hablan de hasta 24 fallecidos hasta la noche del sábado. En la fotografía, estudiantes se enfrentan con agentes de la policía antidisturbios.
Según el recuento oficial, esta ola de protestas y la correspondiente represión de policía y grupos civiles armados ha dejado ya 
<b>once muertos</b>. Sin embargo, según la Iniciativa Nicaragüense de Defensores de Derechos Humanos y el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), 
<b>los fallecidos a primera hora de la tarde del sábado eran 24</b>. Las organizaciones independientes publicaron una lista con los nombres de las víctimas que, dijeron, remitirán a organismos internacionales de derechos humanos. En la fotografía, amigos y familiares lloran junto al ataúd de Álvaro Conrado (15), un estudiante de secundaria asesinado durante una protesta. 
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Uno de los puntos más tensos ha sido la Universidad Politécnica de Nicaragua, en Managua, en cuyas instalaciones un grupo de jóvenes se mantiene atrincherado y rodeado por fuerzas antimotines. En la fotografía, estudiantes esperan a los agentes de la policía antidisturbios en una barricada.
En un comunicado difundido la noche del sábado el Ejército aseguró que “en el marco de las misiones establecidas en la Constitución y las leyes estamos brindando protección y seguridad a las entidades y objetivos estratégicos vitales para el funcionamiento del país”. En la fotografía, los nicaragüenses que viven en Costa Rica se manifiestan en apoyo a los nicaragüenses que protestan contra las reformas de pensiones del gobierno durante una vigilia en la Plaza de la Democracia en San José.
La última muerte de la que se tuvo conocimiento fue la de Ángel Eduardo Gahona, director del noticiero El Meridiano en Bluefields y corresponsal de Canal 6 de Managua, controlado por el oficialismo, quien murió producto de un disparo en la cabeza mientras cubría la protesta contra las reformas de la Seguridad Social en las inmediaciones del parque central de esa ciudad caribeña del sur del país.
En los últimos días, muchas personas han denunciado la “militarización” del control de las protestas, asegurando que los soldados han sido enviados a reforzar a las fuerzas de policía que se han visto desbordadas. En la fotografía, estudiantes se esconden de balas de goma de agentes antidisturbios.
En la mañana del domingo se veían grupos de personas llamando a mantener las movilizaciones contra la decisión del gobierno de introducir modificaciones en la Seguridad Social que, según sus críticos, implica mayores cotizaciones y menor cobertura. En la fotografía, los “árboles de la vida” son enormes estructuras metálicas con los que la vicepresidenta y primera dama Rosario Murillo ha decorado la capital de Nicaragua en los últimos años. En esta crisis se han convertido en objetivo de los manifestantes, aunque no es claro si tienen valor político o significado esotérico.
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La aparición del presidente nicaragüense Daniel Ortega la tarde del sábado por primera vez desde que empezó la crisis no logró calmar los ánimos, en parte a que, pese a sus llamados al dialogo, el mandatario no se refirió a los muertos que ha dejado la ola de violencia, la mayoría de las cuales se le atribuye a la acción represiva de las fuerzas policiales. En la fotografía, estudiantes esperan a los agentes de la policía antidisturbios en una barricada cerca del Colegio Técnico de Nicaragua.
Ortega calificó a los manifestantes de “minorías” y los acusó de estar siendo manipulados por quienes buscan desestabilizar, reproduciendo la retórica que Murillo ha venido ofreciendo desde que estalló la crisis. En la fotografía, un estudiante se prepara para disparar con un arma casera a la policía antidisturbios.
Si bien las protestas comenzaron en rechazo a un paquete de reformas impositivas en el sistema de la seguridad social en un intento de sanear sus golpeadas finanzas, miles de manifestantes de todo el país han aprovechado la chispa que se prendió esta semana para mostrar su descontento con un gobierno de tintes autoritarios que lleva más de 10 años al frente del país y que en los últimos días ha sacado a la policía a reprimirlos. En la fotografía, estudiantes pelean con agentes de la policía antidisturbios.
Según dijo Ortega, “existen sectores políticos” que atentan contra la estabilidad del país promoviendo “estos hechos que no tienen nombre”. “Es cierto que hay jóvenes que llegan a protestar por lo que piensan es justo, pero también hay mucha manipulación en las redes sociales”, afirmó. En la fotografía, un hombre monta una bicicleta junto a neumáticos quemados cerca del Colegio Técnico de Nicaragua.
Medios locales informan que el ejército fue desplegado en Estelí, ciudad a 200 kilómetros de Managua que es uno de los focos de la protesta.
Las fuerzas antidisturbios emplearon bombas lacrimógenas y balas de hule de disolver los plantones pacíficos, y en algunos casos los manifestantes denunciaron el uso de armas de fuego.
Amnistía Internacional condenó la represión por parte del régimen Ortega. El organismo resaltó que los ataques del gobierno representan “un intento flagrante e inquietante” de restringir los derechos a la libertad de expresión y reunión pacífica.
El gobierno de Daniel Ortega asegura que está dispuesto a dialogar luego de varios
<a href="https://www.univision.com/noticias/america-latina/les-dije-soy-el-pueblo-y-se-me-tiraron-encima-suman-cuatro-muertos-y-decenas-de-heridos-al-tercer-dia-de-protestas-en-nicaragua?hootPostID=dd9730ff83de323dbbb0ea39eed2e0e1"> días de violentas manifestaciones</a>.
En su primera alocución pública, Murillo no hizo referencia a la brutal represión que han ejercido las fuerzas de orden público en contra de quienes protestan, ni a los ataques de miembros de la Juventud Sandinista (progobierno) que han salido a las calles para atacar a periodistas y manifestantes.
Los estudiantes de las universidades públicas lideran las protestas en Managua, lo que un hecho inusual bajo el gobierno Ortega-Murillo.
Miles de ciudadanos llevan varios días de 
<a href="https://www.univision.com/noticias/america-latina/al-menos-tres-muertos-tras-fuerte-represion-a-protestas-por-paquetazo-de-reformas-en-nicaragua">protesta contra el “paquetazo” de reformas a la Seguridad Social</a>, que elevan las tasas de pago a los trabajadores y empleadores e impone un impuesto del 5% a las pensiones para costear la atención médica de los jubilados.
Grupos oficialistas han agredido a los periodistas que cubrían las protestas. El fotoperiodista de la agencia Associated Press Alfredo Zuniga (en la foto) fue golpeado por un miembro de la juventud sandinista, resultó con una lesión en el cráneo y su cámara fue robada. Julio López, reportero del programa de radio Onda Local, fue trasladado de urgencia a un hospital de Managua al resultar herido de gravedad en la golpiza.
Testigos aseguran que los civiles represores son de la Juventud Sandinista, quienes viajan en motos con sus rostros ocultos detrás de cascos.
Darling Urbina protesta por el asesinato de su hijo Darwin Urbina, uno de los fallecidos en los disturbios. Urbina murió en un enfrentamiento con fuerzas afines al gobierno cerca de la Universidad Politécnica de Managua.
Ana Quiroz, activista de la Red de Mujeres contra la Violencia, fue herida por un grupo de enmascarados cuando protestaba contra la reforma a la Seguridad Social en Managua.
Un grupo de choque motorizado, identificado con el gobierno de Daniel Ortega, ha intervenido contra los manifestantes con palazos y pedradas. El lunes 16 de abril fueron anunciadas las reformas por Roberto López, presidente Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS).
El “paquetazo de reformas”, como le han llamado a la decisión gubernamental, también establece que los trabajadores deberán pagar 7% de su salario a la Seguridad Social.
La vicepresidenta y esposa del presidente Ortega, Rosario Murillo, condenó las muertes y las atribuyó a los propios manifestantes y calificó las acciones como “crímenes de odio”. Testigos y medios de comunicación han reportado que grupos civiles enmascarados afines al gobierno han agredido a los manifestantes.
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Una multitudinaria manifestación inundó las calles de Managua el 23 de abril. Activistas exigieron al gobierno de Daniel Ortega el fin de la represión. Departamento de Estado de EEUU ordenó la salida de militares y personal del estadounidense de Nicaragua.
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