La frontera entre Estados Unidos y MĂ©xico es una de las más activas del mundo. Anualmente ingresan a Estados Unidos más de cinco millones de camiones y más de 10,000 largos trenes de carga, que mueven buena parte de la economĂa de los dos paĂses. Pero los camiones y los trenes vienen de lejos y van lejos. No se quedan en la zona. Las que hacen que bulla la frontera son las personas que la habitan. A lado y lado de la lĂnea fronteriza viven más de 14 millones de personas que vienen y van tratando de aprovechar lo mejor de la proximidad entre los dos paĂses. Solo el año pasado ingresaron a Estados Unidos más de 40 millones de peatones por la frontera con MĂ©xico.
CĂłmo se ve en la actualidad el muro fronterizo
Composiciones gráficas de James Whitlow Delano sobre la valla que divide a México y Estados Unidos en el estado de California.

Hay, sin embargo, quienes quieren minar esa vitalidad y hacerla cada vez más difĂcil de expresarse, e insisten en la terminaciĂłn de un muro que divida para siempre a los dos paĂses. La frontera tiene 1,989 millas de extensiĂłn y ya se han construido 653 millas de muro: 300 millas en barreras para evitar el cruce de vehĂculos y 353 millas de valla para evitar el cruce de peatones. Para hacerlo se han invertido más de 2,500 millones de dĂłlares, segĂşn el de Departamento de Seguridad Interna. Y el presupuesto de mantenimiento asciende a 50 millones de dĂłlares anuales. Pero eso no parece suficiente para quienes creen que el muro debe extenderse por toda la frontera.
James Whitlow Delano ha documentado durante más de treinta años con su cámara y su pluma la evolución de la franja fronteriza entre México y Estados Unidos en el estado de California. Su trabajo más reciente fue publicado por la National Geographic. Aquà reproducimos sus exquisitas composiciones gráficas, con textos basados en su propia descripción.
Jacumba-Jacume
Jacumba, California, está separada de Jacume, Baja California, en el alto desierto, por esta porciĂłn de muro. Aun despuĂ©s de que se construyera la primera barricada fronteriza a mediados de los años noventa, para interrumpir el tráfico de personas y de drogas, los residentes de Jacume, del lado de MĂ©xico, cruzaban libremente hacia Jacumba para comprar comestibles o para trabajar, y llevaban a los niños a travĂ©s de la frontera para asistir a la escuela o acudir a la clĂnica. DespuĂ©s de los ataques del 11 de septiembre de 2001, la Patrulla Fronteriza cerrĂł este paso, transformando una caminata de diez minutos en un viaje de dos horas en vehĂculo para poder cruzar la frontera oficial en Tecate (sĂłlo para quienes cuentan con visas para los Estados unidos), segregando a estas comunidades.
San Diego

Un muro doble, cerca de San Diego, impide que los migrantes indocumentados utilicen el rĂo Tijuana como corredor de entrada a Estados Unidos. En los años ochenta del siglo pasado familias enteras corrĂan a travĂ©s la frontera pensando que si lograban agobiar por su nĂşmero a los agentes de la Patrulla Fronteriza la mayorĂa de ellos podrĂan cruzar al otro lado, aun a riesgo de sufrir serias lesiones y de perder la vida al cruzar una autopista cercana cargada de tráfico. Este segmento del muro puso fin a las entonces llamadas “corridas banzai” [tĂ©rmino utilizado por las fuerzas aliadas para referirse a la táctica japonesa de lanzar ataques suicidas en avalanchas humanas durante la Segunda Guerra Mundial].
Field State Park

A comienzos de los años ochenta del siglo pasado la frontera entre Estados Unidos y MĂ©xico, en el lugar donde la lĂnea fronteriza llega hasta el ocĂ©ano PacĂfico (en el Border Field State Park, en San Diego, California), habĂa un muro sencillo de acero corrugado que llegaba hasta la parte superior de la playa. HabĂa helicĂłpteros girando por encima del muro, pero todavĂa era posible entrar a MĂ©xico desde Estados Unidos, y viceversa, con gran facilidad. Ahora el muro se extiende hasta el lugar donde rompen las olas, bien entrado en el mar, y permanece vigilado las 24 horas del dĂa.
Tecate

Por lo general, en la frontera sur de Estados unidos las ciudades del lado mexicano están pegadas a la lĂnea fronteriza, mientras que del otro lado existe todavĂa mucho campo abierto. Es el caso de Tecate, una ciudad famosa por la cerveza del mismo nombre. En 2012 recibiĂł la etiqueta turĂstica de “Pueblo mágico”, por sus bellos paisajes y la calidez de su gente. Aunque Tecate es una ciudad fronteriza relativamente segura, las montañas tanto hacia el este como hacia el oeste a lo largo de la frontera pueden ser peligrosas para los migrantes. La Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, como se observa en la foto, mantiene una permanente vigilancia de la zona.
Imperial Sand Dunes

El incremento en la vigilancia en el sector de Tijuana y la costa del PacĂfico hizo que los migrantes se desplazaran hacia el este, donde hay menos patrullaje pero el terreno es más accidentado y difĂcil. Es el caso del sector conocido como Imperial Sand Dunes, donde se encuentran California, Arizona y MĂ©xico, y que los estadounidenses suelen usar como parque recreativo. Los traficantes, tanto de personas como de drogas, solĂan utilizar vehĂculos todo terreno para colarse entre los estadounidenses que hacĂan deporte con este tipo de autos. Por eso, y a pesar de los difĂcil del terreno, las autoridades del norte decidieron extender el muro por medio de las dunas.
Valle imperial

Pese a todo lo que se dice sobre el cierre de la frontera de Estados Unidos, no todas las brechas en el muro fronterizo de California se deben al terreno accidentado. La valla fronteriza termina y es reemplazada por una simple barrera para evitar el paso de vehĂculos en una llanura del desierto en el Valle Imperial de California, al borde de las cultivadas tierras que hay al oeste de Calexico. AquĂ la Patrulla Fronteriza está virtualmente ausente si se la compara con otros lugares fronterizos. Muy de vez en cuando los agentes preguntan por la nacionalidad y el oficio de la gente que se mueve por la zona, pero en general en el Valle no hay más que soledad.
Mexicali-Calexico

Mexicali, del lado mexicano, y Calexico, del lado de Estados Unidos, son ciudades hermanas separadas por un alto muro. En Mexicali hay cerca de 160 maquiladoras, fábricas dedicadas a la manufactura parcial en la cadena de producciĂłn trasnacional, que hacen de la ciudad un prĂłspero centro de comercio. Pero la ciudad se ha visto afectada por el no menos prĂłspero negocio del contrabando y el tráfico de drogas. Debido a que se ha hecho difĂcil pasar por encima de la cerca, los carteles suelen recurrir a construir tĂşneles clandestinos –equipados con alumbrado elĂ©ctrico y con ventilaciĂłn– que se extienden por debajo de la cerca y llegan bien adentro de Calexico.