Coyotes armados con ‘cuernos de chivo’: el arsenal decomisado por la Patrulla Fronteriza

Traficantes de personas, narcotraficantes y ladrones de droga operan armados, incluso portando rifles de alto poder, en la zona limítrofe entre México y Estados Unidos, según reportes de las autoridades. En el sector San Diego, en California, han notado un reciente incremento del 50% en el decomiso de armas.

Foto Isaias Alvarado
Por:
Isaías Alvarado.
Adolescentes que viven en estados fronterizos, como Arizona, reciben ofertas a través de redes sociales, con la promesa de ganar mucho dinero al cruzar inmigrantes, por lo que advierten a padres de familia para que estén pendientes y eviten que sus hijos cometan un delito.
Video Reclutan adolescentes en Arizona para traficar migrantes

Una madre y su hijo de ocho años fueron llevados por coyotes hasta una zona donde una pequeña reja es lo único que separa a México y Arizona. Dos hombres con rifles de asalto tipo AK-47 o “Cuernos de chivo”, dirigieron el cruce, se observa en un video que difundió la Patrulla Fronteriza en abril de 2019.

Estas son las imágenes capturadas por una cámara de vigilancia:


Dos años después, en junio de 2021, un agente fronterizo fuera de servicio fue encarado por tres sujetos armados que cruzaron por el Río Grande, cerca de Laredo, en Texas. Se identificaron como “federales”. Uno de ellos fue fotografiado con su rifle mientras nadaba hacia el lado mexicano, informó la dependencia.

Imagen de un narcotraficante armado que cruzaba hacia México por el Río Grande, capturada en junio de 2021.
Imagen de un narcotraficante armado que cruzaba hacia México por el Río Grande, capturada en junio de 2021.
Imagen Patrulla Fronteriza


En años recientes, distintos reportes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) han advertido sobre la presencia de coyotes y narcotraficantes que operan armados a lo largo de la frontera.

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El sector de San Diego, en California, encendió las alertas este viernes al informar que sus agentes han notado un incremento en decomisos de pistolas y rifles de alto poder. Esta semana, incautaron dos armas en incidentes separados y una de estas la tenía un menor.

“Hemos visto un aumento en los encuentros armados”, dijo Aaron Heitke, encargado del sector San Diego de la Patrulla Fronteriza, en un comunicado.

“En 2022, nuestros agentes incautaron más de 60 armas de fuego, un aumento de casi el 50% en comparación con 2021… Nunca sabemos con quién nos encontraremos mientras patrullamos la frontera”, agregó el oficial.

Una de las incautaciones más recientes ocurrió al filo del mediodía del lunes, cuando un adolescente de 17 años que viajaba en una camioneta Chevy de color oscuro fue remitido a una inspección adicional en un retén en la carretera interestatal 8, en Pine Valley, una zona rural al este del condado de San Diego.

Luego de interrogar al menor, agentes fronterizos registraron el vehículo y encontraron una pistola calibre .9 milímetros cargada y sin número de serie, así como un cargador para 30 balas.

En un suceso distinto registrado el martes, contratistas que hacían reparaciones a daños en la cerca fronteriza en Imperial Beach, donde la cerca fronteriza llega hasta el mar de California, descubrieron una pistola cargada.

“Estos hechos ocurren a menos de una semana después de que un traficante armado disparó contra un agente de la Patrulla Fronteriza de El Paso (Texas) asignado a la estación de Lordsburg, Nuevo México, durante una parada de tránsito”, señala CBP en el comunicado.

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El policía federal sobrevivió al ataque gracias a su chaleco antibalas. El sospechoso fue arrestado después de una breve persecución.

150 armas decomisadas

De octubre a diciembre de 2022, los datos más recientes publicados por CBP, los nueves sectores de la frontera suroeste, las autoridades decomisaron 143 pistolas y 10 rifles, incluyendo armamento que fue incautado antes de que fuera cruzado ilegalmente hacia México.

El sector de Tucson fue el más problemático en ese período: confiscaron 64 pistolas y 3 rifles.

El segundo con más actividad criminal fue San Diego, con 17 pistolas aseguradas.

Ametralladora decomisada en 2022 por agentes fronterizos en San Diego, California.
Ametralladora decomisada en 2022 por agentes fronterizos en San Diego, California.
Imagen Patrulla Fronteriza


A finales de septiembre de 2022, oficiales fronterizos rescataron a 33 migrantes que eran transportados en un remolque para caballos que jalaba una camioneta pick-up en una carretera de Tucson, Arizona.

Los indocumentados viajaban hacinados, en peligrosas condiciones. Los agentes también detuvieron otra camioneta en la zona y creen es parte de la misma banda de coyotes. En cada vehículo había una pistola cargada, de acuerdo con un comunicado de la Patrulla Fronteriza.

En un incidente similar, en septiembre de 2020, en el mismo estado, las autoridades notaron que un coyote portaba tres rifles de alto calibre, cuatro pistolas y varios cartuchos. Así protegía su negocio. Llevaba cinco indocumentados, cuatro de México y uno de Honduras, dentro de su camioneta y en un remolque para caballos.


Ese mismo mes, también en Arizona, oficiales federales detuvieron a dos presuntos traficantes que habían escondido a seis migrantes en tres cajas para herramientas, que estaban en la parte trasera de una camioneta pick-up. Estos coyotes portaban tres pistolas y cargadores, según una acusación.

Los ‘bajadores’ de droga en Arizona

No son los únicos criminales que llevan a cabo sus actividades en la frontera. En la región también hay ladrones de cargamentos de droga que operan típicamente en zonas desérticas. Les apodan 'bajadores' y son hombres fuertemente armados que trabajan de manera independiente.

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Atacan a golpes y tiros a sus rivales con tal de quedarse con los narcóticos y venderlos por su cuenta. Las autoridades han lidiado desde hace varios años con estos "bandidos", como también les dicen.

Como ejemplo de que están dispuestos a todo, el 12 de junio de 2018 emboscaron a un oficial fronterizo en el sur de Arivaca, una ruta frecuente de transportistas de los carteles. El agente intercambió disparos con esos 'bajadores', uno de los cuales le tiró "a corta distancia", describe la investigación.

El agente recibió múltiples disparos y milagrosamente sobrevivió gracias a que aplicó sus conocimientos como paramédico: él mismo se atendió las heridas de bala y se arrastró hasta su patrulla para pedir auxilio. Después perdió el conocimiento. Un equipo táctico acudió a rescatarlo y lo transportó en una ambulancia aérea a un hospital.

Aquella madrugada, el oficial respondió a un reporte de un sensor que marcó actividad sospechosa en ese lugar, a unas 10 millas de la línea divisoria con el estado mexicano de Sonora, una zona que células del Cartel de Sinaloa reclaman como suya.

“Le pegaron en la rodilla y se puso un torniquete. Se cree que cuando puso la mano sobre su radio (en el hombro de su uniforme) le dieron un balazo y le volaron el dedo”, dijo a este medio, en la primavera de 2019, Jesús Vasavilbaso, vocero de la Patrulla Fronteriza en el sector Tucson.

El ataque ocurrió dentro de un rancho de 50,000 acres por donde suelen pasar traficantes de droga y grupos de indocumentados. Es un tramo de 25 millas donde hay poblados que parecen sacados de una película del Viejo Oeste.

Un robo que acabó en balacera

Otro suceso relacionado con estos delincuentes se registró durante la noche del 2 de mayo de 2016. Agentes fronterizos respondieron a una llamada al 911 que hizo una persona que fue baleada en una zona remota de la reserva Tohono O’odham.

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Al llegar al lugar, los oficiales encontraron a dos hombres, uno de los cuales tenía heridas de bala en las piernas. Ambos fueron identificados como ‘bajadores’. También hallaron 10 paquetes de marihuana que pesaban unos 224 kilos, dos rifles de asalto AK-47, una pistola, municiones, un chaleco táctico y una capucha. Se cree que ellos habían robado la droga a transportistas de un cartel.

Esa misma noche, las autoridades arrestaron a uno de los atacantes, el mexicano Pedro Ojeda Ramírez, a menos de tres millas del sitio donde se registró el tiroteo. Él admitió ser uno de los que balearon a los ladrones y contó que sus cómplices huyeron tan pronto escucharon que se acercaban helicópteros.

Unos días después, un alguacil del condado Pinal detuvo cerca de Arizona City una camioneta Ford en la que viajaban 13 indocumentados. Al investigarlos se descubrió que tres detenidos habían participado en aquella balacera.

En marzo de 2017, Ojeda Ramírez fue sentenciado a 11 años de prisión por los delitos de conspiración para poseer marihuana con la intención de distribuirla y de portación de un arma de fuego durante un crimen ligado al narcotráfico.

Este narcotraficante se encuentra en un penal federal de baja seguridad en Ohio y su liberación se ha programado para mayo de 2026, según la base de datos del Buró de Prisiones (BOP).

Su cómplice, Ulises Alaim Saijas Zamorano, recibió una condena de 5 años tras las rejas y fue liberado en septiembre de 2020. Otros cuatro acusados recibieron penas de hasta 11 años de cárcel.

Una investigación encabezada por la Patrulla Fronteriza (USBP), la unidad de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) y el Sheriff del condado de Webb detectó una casa de seguridad de un grupo de traficantes de personas en Laredo, Texas, la tarde del 23 de noviembre de 2019.
En el interior de la vivienda estaban 43 inmigrantes originarios de México, Guatemala, Honduras y Ecuador. “Todos se encontraron en buen estado de salud y fueron arrestados en espera de la investigación”, indicó la Oficina de Aduanas y Control Fronterizo (CBP) en un comunicado.
Las deplorables condiciones de esta vivienda contrastan con el multimillonario negocio de los coyotes, que solo en 2017 pudo haber generado hasta $2,300 millones, según un informe del Departamento de Seguridad Nacional (DHS en inglés).
Se cree que esta actividad ilícita no se ha visto afectada con las caravanas de migrantes que se presentan en la frontera para pedir asilo a Estados Unidos. Estos seis migrantes, por ejemplo, fueron descubiertos en otra casa de seguridad en Laredo, Texas, el 5 de agosto de 2019. Llegaron desde México, Guatemala y Honduras.
“Los traficantes de personas continúan utilizando hogares y negocios locales como punto de partida para los inmigrantes ilegales, causando molestias a los residentes de Laredo”, advierte la Patrulla Fronteriza. En esta guarida fueron hallados 38 indocumentado en mayo de 2018.
Las tarifas que deben pagar los migrantes ahora superan los $10,000. Sin embargo, ellos reciben un trato miserable por parte de los coyotes mientras son llevados a sus destinos, de acuerdo con las autoridades.
En estas condiciones vivieron temporalmente ocho guatemaltecos detenidos por la Patrulla Fronteriza y el Sheriff del condado de Webb en Central Laredo en julio de 2018.
A principios de febrero de 2017, las autoridades encontraron a 11 inmigrantes en una vivienda en la ciudad de Eagle Pass, cerca de la zona limítrofe con México. Se trataba de ocho mexicanos, una hondureña, y un hombre y una mujer salvadoreños.
“Las organizaciones criminales utilizan habitualmente sus casas secretas para colocar inmigrantes en condiciones a menudo infrahumanas. Por lo general, las personas deben esperar a que los transporten hacia el interior de Estados Unidos y pagar tarifas a los contrabandistas”, señala la Patrulla Fronteriza.
La Patrulla Fronteriza advierte que “no es raro que estos inmigrantes indocumentados sean retenidos durante semanas o más en estructuras pequeñas y estrechas sin ventilación adecuada, agua potable, ni condiciones saludables”.
Las autoridades también alertan que las personas que vigilan estas guaridas también se dedican al secuestro, robo, abuso físico y agresiones sexuales de los inmigrantes que reciben.
Los migrantes son transportados a estos lugares inmediatamente después de que cruzan ilegalmente la frontera de distintas maneras: caminando varios días por el desierto, ocultos en vehículos que pasan por garitas aduanales o nadando por el peligroso Río Grande.
Los crímenes que ocurren en estos sitios y durante el recorrido por la frontera generalmente no se reportan a las autoridades por miedo a la deportación o porque los migrantes desconfían en la policía en sus lugares de origen, según oficiales fronterizos entrevistados por Univision Noticias.
Estos 37 indocumentados estaban en una vivienda secreta detectada en el sur de Texas en mayo de 2016. La mayoría de ellos eran hombres jóvenes.
Este escondite fue encontrado en junio de 2018 en Laredo. Lo hallaron después que la Patrulla Fronteriza y el Sheriff de Webb recibieron información de que varios indocumentados estaban allí.
El operativo concluyó con la detención de 62 personas que cruzaron la frontera ilegalmente. Procedían de México, Guatemala, Honduras y El Salvador.
Al anunciar los arrestos, José Martínez, entonces subjefe de la Patrulla Fronteriza en el sector de Laredo, dijo que esta acción reflejaba el compromiso de las autoridades “para interrumpir la actividad ilícita, negar a las organizaciones criminales la capacidad de operar y proteger la vida humana”.
Una de las medidas para combatir el contrabando de migrantes es demoler sus escondites, como este ubicado en la ciudad de San Juan, en Texas.
La pequeña vivienda fue derrumbada usando maquinaria pesada y bajo el resguardo de oficiales de la Patrulla Fronteriza.
Un estudio publicado por Rand Corporation en abril contradice una añeja versión de funcionarios de EEUU: que los carteles están involucrados directamente en el tráfico de personas. Pero alerta que los migrantes les tienen que pagar al pasar por sus territorios, generando una ganancia de entre $30 y $180 millones al año.
El reporte de Rand Corporation recomendó a las autoridades estandarizar y ampliar el rango de preguntas que los oficiales fronterizos hacen a los migrantes para buscar información más consistente sobre los contrabandistas, rutas y pagos. Además de expandir sus esfuerzos para interrumpir los pagos que los coyotes reciben de los familiares de los migrantes en EEUU.
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Una investigación encabezada por la Patrulla Fronteriza (USBP), la unidad de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) y el Sheriff del condado de Webb detectó una casa de seguridad de un grupo de traficantes de personas en Laredo, Texas, la tarde del 23 de noviembre de 2019.
Imagen Oficina de Aduanas y Control Fronterizo (CBP)
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