“No pueden escapar”: el infierno de los inmigrantes en las guaridas de los coyotes

Un reciente informe de la Patrulla Fronteriza advierte sobre los peligros que pasan los indocumentados en las residencias secretas en Estados Unidos donde estos hacen escala antes de continuar hacia sus destinos finales. Secuestros, robos y violaciones son algunos delitos que siguen ocurriendo allí.

Foto Isaias Alvarado
Por:
Isaías Alvarado.
Las menores, de 3 y 5 años, fueron rescatadas por las autoridades migratorias en Nuevo México. Las niñas, de origen ecuatoriano, fueron trasladas a un hospital y actualmente están en custodia.
Video Las imágenes de dos niñas cuando fueron lanzadas desde el muro fronterizo por traficantes

En solo 24 horas, agentes de la Patrulla Fronteriza detectaron a mediados de abril siete casas de seguridad usadas por organizaciones dedicadas al tráfico de inmigrantes en Laredo, Texas. Allí tenían hacinados a un total de 112 indocumentados, casi todos originarios de México y Centroamérica.

Operativos como este ocurren a menudo en Laredo, que es considerado uno de los principales centros de operaciones de los coyotes dentro de Estados Unidos. En esa ciudad que colinda con Nuevo Laredo (México), más de 1,200 inmigrantes fueron detenidos en esos escondites del 1 de octubre de 2020 al pasado 27 de enero, un aumento del 436% comparado al mismo período del año fiscal anterior.

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En esos lugares los indocumentados pasan varios días, a veces sin agua potable, electricidad, ni comida. Pero no es lo único que preocupa a las agencias del orden. Secuestros, violaciones y robos siguen ocurriendo en esas guaridas, según reportes de la Patrulla Fronteriza.

Este martes, Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Nacional (DHS), anunció una nueva operación enfocada en organizaciones transnacionales que participan en el tráfico de personas, advirtiendo que durante el año 2020 agentes fronterizos localizaron a 250 inmigrantes que murieron durante su viaje al norte.

El funcionario indicó que no solo buscan arrestar a los guías en el desierto, sino golpear la estructura de sus células criminales. Las acciones que realizarán incluyen revocar documentos de viaje, suspender entidades comerciales y congelar cuentas bancarias y otros activos financieros vinculados a esos grupos.

“Tenemos la intención de interrumpir todas las facetas de la red logística que estas organizaciones utilizan para tener éxito”, dijo Mayorkas en un comunicado.

Secuestros a punta de pistola

Baylee Lugo, un coyote de 21 años, fue condenado en marzo a más de tres años de prisión por secuestrar a punta de pistola a cuatro indocumentados que hicieron una escala en Texas. La acusación señala que en julio de 2020 el joven los retuvo en un hotel en Pharr, les robó sus celulares y el poco dinero que tenía, y llamó a sus familiares para pedirles un rescate.

Un reciente informe de la Oficina de Aduanas y Control Fronterizo (CBP) señala que, mientras están bajo el resguardo de estas bandas, los inmigrantes a menudo son retenidos por la fuerza y terminan pagando cuotas más altas.

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“Muchas veces los traficantes extorsionan pidiendo más dinero solo para tener a su ‘cargamento humano’ en pútridas condiciones insalubres. No pueden escapar porque a menudo están encerrados”, dijo Kenneth Kroupa, supervisor de la Patrulla Fronteriza, citado en el reporte.

En el sureste de Texas, la franja que colinda con el estado mexicano de Tamaulipas, las autoridades han encontrado más casas operadas por ‘polleros’, como también les dicen. En el año fiscal 2020, que abarcó del 1 de octubre de 2019 al pasado 30 de septiembre, agentes federales hallaron un total de 397 escondites en toda la frontera, de los cuales 103 estaban en Laredo y 141 en Edinburg.

La CBP asegura que el problema es mayor en esas ciudades texanas por la falta de una barrera física que detenga los cruces ilegales y porque “una organización criminal internacional bien arraigada” opera al otro lado de la frontera.

“Tradicionalmente han tenido control sobre esa área y el contrabando de extranjeros es un esfuerzo sumamente rentable para ellos”, advirtió Hudak.

Vinculados a los carteles

Noe Garza era operador de un grupo dedicado a esa actividad criminal. Tiene 46 años y desde la adolescencia fue engrosando su historia criminal. El caso más reciente ocurrió el 28 de febrero de 2020, cuando la Policía le ordenó que detuviera su auto y este huyó protagonizando una persecución.

Lo capturaron poco después y terminó confesando que estaba a cargo de una casa en Edingurg, en la cual recibía a inmigrantes. También coordinaba sus viajes hacia otros estados. Al llegar al lugar, agentes federales rescataron a cinco indocumentados y confiscaron dos armas de fuego. Garza tenía otra arma en el coche. A finales de marzo lo sentenciaron a más de cinco años de cárcel.

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Se sabe que los carteles están involucrados en el tráfico humano o les pagan derecho de piso. Uno de ellos es el de Sinaloa; otro es el del Golfo. Por eso no es extraño que confisquen droga y armas de fuego en los sitios donde esconden a los indocumentados.


Una práctica común de los coyotes es quitarles los celulares a los inmigrantes para evitar que le llamen a la policía o a sus familiares cuando están en apuros.

De esa manera, un grupo de 46 indocumentados logró que los liberaran de una propiedad en Edinburg durante el verano de 2016. Uno de ellos marcó al 911 para reportar que él y varias personas estaban detenidos en contra de su voluntad. La Policía de Pharr encontró allí a decenas de inmigrantes de México, El Salvador, Guatemala y Honduras.

“Una de las inmigrantes, una ciudadana salvadoreña, afirmó que fue violada por dos traficantes que grabaron el acto en una tableta iPad”, de acuerdo con un comunicado de la CBP.

“Nos traían una pizza al día”

A pesar de los constantes operativos de la Patrulla Fronteriza y policías locales, los coyotes siguen operando a sus anchas en Edinburg, que está cerca de la ciudad mexicana de Reynosa, Tamaulipas.

Hace dos meses, los coyotes perdieron una de sus guaridas en esa zona. La Policía de Pharr investigó el lugar y pidió ayuda a la Patrulla Fronteriza. Al ingresar a la vivienda encontraron a 71 indocumentados, incluyendo tres niños que viajaban solos. Todos eran de México y de Centroamérica.

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“No les importa la gente”, dijo Oscar Joanicot, supervisor de la Patrulla Fronteriza en Yuma (Arizona) y quien es mencionado en el reporte de la CBP. “Cuando hablas con estos indocumentados dicen: 'Nos traían una pizza una vez al día o algo así'. Les dan lo mínimo, porque (los coyotes) no quieren pagar la comida de sus ganancias”, agregó.

En Yuma descubrieron 8 viviendas usadas para ese fin el año pasado.

Escondites en vecindarios poblados

En San Diego, California, pocas veces encuentran casas repletas de inmigrantes, pues lo común es llevar directamente a los “clientes” hasta Los Ángeles y luego a sus destinos finales, de acuerdo con la CBP.

“Solían pagar alrededor de 200 dólares por persona para cruzar, así que empacaban a tantos como podían en un auto”, explicó Mark Hansen, supervisor de la CBP en San Diego.

“Ahora, están pagando 8,000 dólares o más por persona, así que vale la pena enviar a una persona de Los Ángeles a recoger a una o dos personas. Así que no hay necesidad de ir a un escondite”, agregó.

Los agentes fronterizos han notado que los coyotes ya no dejan a los indocumentados en escondites localizados en zonas remotas, sino en barrios poblados. A veces los colocan en casas móviles dentro de una propiedad. Son los propios vecinos quienes los denuncian a la Policía.

Una de esas llamadas fue atendida por la Patrulla Fronteriza y la Policía de Laredo durante la noche del pasado 15 de abril. El denunciante los condujo hasta una residencia en el sur de Laredo. Al registrar una casa móvil en pésimas condiciones, encontraron a 87 inmigrantes de México, Guatemala y El Salvador.

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Eran tantos, que los sentaron en el suelo y formaron cuatro filas para que todos salieran en una foto. Nadie miró hacia el agente que capturó la imagen.

Una investigación encabezada por la Patrulla Fronteriza (USBP), la unidad de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) y el Sheriff del condado de Webb detectó una casa de seguridad de un grupo de traficantes de personas en Laredo, Texas, la tarde del 23 de noviembre de 2019.
En el interior de la vivienda estaban 43 inmigrantes originarios de México, Guatemala, Honduras y Ecuador. “Todos se encontraron en buen estado de salud y fueron arrestados en espera de la investigación”, indicó la Oficina de Aduanas y Control Fronterizo (CBP) en un comunicado.
Las deplorables condiciones de esta vivienda contrastan con el multimillonario negocio de los coyotes, que solo en 2017 pudo haber generado hasta $2,300 millones, según un informe del Departamento de Seguridad Nacional (DHS en inglés).
Se cree que esta actividad ilícita no se ha visto afectada con las caravanas de migrantes que se presentan en la frontera para pedir asilo a Estados Unidos. Estos seis migrantes, por ejemplo, fueron descubiertos en otra casa de seguridad en Laredo, Texas, el 5 de agosto de 2019. Llegaron desde México, Guatemala y Honduras.
“Los traficantes de personas continúan utilizando hogares y negocios locales como punto de partida para los inmigrantes ilegales, causando molestias a los residentes de Laredo”, advierte la Patrulla Fronteriza. En esta guarida fueron hallados 38 indocumentado en mayo de 2018.
Las tarifas que deben pagar los migrantes ahora superan los $10,000. Sin embargo, ellos reciben un trato miserable por parte de los coyotes mientras son llevados a sus destinos, de acuerdo con las autoridades.
En estas condiciones vivieron temporalmente ocho guatemaltecos detenidos por la Patrulla Fronteriza y el Sheriff del condado de Webb en Central Laredo en julio de 2018.
A principios de febrero de 2017, las autoridades encontraron a 11 inmigrantes en una vivienda en la ciudad de Eagle Pass, cerca de la zona limítrofe con México. Se trataba de ocho mexicanos, una hondureña, y un hombre y una mujer salvadoreños.
“Las organizaciones criminales utilizan habitualmente sus casas secretas para colocar inmigrantes en condiciones a menudo infrahumanas. Por lo general, las personas deben esperar a que los transporten hacia el interior de Estados Unidos y pagar tarifas a los contrabandistas”, señala la Patrulla Fronteriza.
La Patrulla Fronteriza advierte que “no es raro que estos inmigrantes indocumentados sean retenidos durante semanas o más en estructuras pequeñas y estrechas sin ventilación adecuada, agua potable, ni condiciones saludables”.
Las autoridades también alertan que las personas que vigilan estas guaridas también se dedican al secuestro, robo, abuso físico y agresiones sexuales de los inmigrantes que reciben.
Los migrantes son transportados a estos lugares inmediatamente después de que cruzan ilegalmente la frontera de distintas maneras: caminando varios días por el desierto, ocultos en vehículos que pasan por garitas aduanales o nadando por el peligroso Río Grande.
Los crímenes que ocurren en estos sitios y durante el recorrido por la frontera generalmente no se reportan a las autoridades por miedo a la deportación o porque los migrantes desconfían en la policía en sus lugares de origen, según oficiales fronterizos entrevistados por Univision Noticias.
Estos 37 indocumentados estaban en una vivienda secreta detectada en el sur de Texas en mayo de 2016. La mayoría de ellos eran hombres jóvenes.
Este escondite fue encontrado en junio de 2018 en Laredo. Lo hallaron después que la Patrulla Fronteriza y el Sheriff de Webb recibieron información de que varios indocumentados estaban allí.
El operativo concluyó con la detención de 62 personas que cruzaron la frontera ilegalmente. Procedían de México, Guatemala, Honduras y El Salvador.
Al anunciar los arrestos, José Martínez, entonces subjefe de la Patrulla Fronteriza en el sector de Laredo, dijo que esta acción reflejaba el compromiso de las autoridades “para interrumpir la actividad ilícita, negar a las organizaciones criminales la capacidad de operar y proteger la vida humana”.
Una de las medidas para combatir el contrabando de migrantes es demoler sus escondites, como este ubicado en la ciudad de San Juan, en Texas.
La pequeña vivienda fue derrumbada usando maquinaria pesada y bajo el resguardo de oficiales de la Patrulla Fronteriza.
Un estudio publicado por Rand Corporation en abril contradice una añeja versión de funcionarios de EEUU: que los carteles están involucrados directamente en el tráfico de personas. Pero alerta que los migrantes les tienen que pagar al pasar por sus territorios, generando una ganancia de entre $30 y $180 millones al año.
El reporte de Rand Corporation recomendó a las autoridades estandarizar y ampliar el rango de preguntas que los oficiales fronterizos hacen a los migrantes para buscar información más consistente sobre los contrabandistas, rutas y pagos. Además de expandir sus esfuerzos para interrumpir los pagos que los coyotes reciben de los familiares de los migrantes en EEUU.
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Una investigación encabezada por la Patrulla Fronteriza (USBP), la unidad de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) y el Sheriff del condado de Webb detectó una casa de seguridad de un grupo de traficantes de personas en Laredo, Texas, la tarde del 23 de noviembre de 2019.
Imagen Oficina de Aduanas y Control Fronterizo (CBP)
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