Los congresistas regresarán este martes a Washington tras un receso de verano en el que no pudieron acercar sus lejanas posiciones sobre un posible nuevo paquete de estímulo económico. Tampoco han anunciado ningún encuentro en persona entre los negociadores de la Casa Blanca y el liderazgo demócrata.
Los congresistas regresan esta semana a Washington, ¿cómo van las negociaciones para el envío de otro cheque?
Los legisladores regresarán este martes de su receso del verano y, hasta el momento, las posturas republicanas y las demócratas siguen alejadas sobre a cuánto debe ascender y qué debe contener un nuevo paquete federal.
En días pasados hubo reportes de que los republicanos buscaban presentar y votar a su retorno un plan menos ambicioso por unos $500,000 millones que dejaría fuera el envío de otra ronda de cheques de $1,200, lo que representa un cambio frente a la propuesta que dejaron sobre la mesa a inicios de agosto y posiblemente se tope con un férreo rechazo demócrata.
Sin embargo, ese plan está en duda pues el líder de los republicanos en el Senado, Mitch McConnell, dijo este miércoles a periodistas en Kentucky que "desconocía si habrá otro paquete en las próximas semanas".
Dos fuentes consultadas por el medio The Hill dijeron que algunos republicanos apoyan ahora presentar un plan por un monto menor al del proyecto de ley HEALS Act de agosto –$1 billón– en un intento por lograr consenso dentro de sus filas y ayudar así a legisladores que afrontan desafíos electorales.
El paquete de estímulo previo fue criticado por algunos de los senadores más conservadores, entre ellos el texano Ted Cruz, quienes consideraron innecesario brindar nuevas ayudas económicas tras el masivo plan de $2 billones de marzo pasado, conocido como el CARES Act.
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La aprobación de cualquier plan republicano luce cuesta arriba en este momento, dado que los demócratas difícilmente apoyarán un plan cuyo monto se ubique lejos del suyo, de $2.2 billones. De hecho, su plan inicial ascendía a unos $3.4 billones y lo han ido bajando hasta llegar a este nuevo número, por lo que no queda claro si están dispuestos a reducirlo más.
Los republicanos también han tenido idas y venidas, tanto en la Casa Blanca como en el Congreso.
Presentaron el HEALS Act de $1 billón en agosto y, la semana pasada, el jefe de gabinete de Donald Trump, Mark Meadows, dijo que el mandatario estaba dispuesto a firmar un proyecto de ley por $1.3 billones. Pero ahora ha salido esta nueva propuesta por menos de la mitad de esa cifra.
"Serias diferencias"
Además de lo lejanos que se encuentran en ese punto, las recientes conversaciones que ha tenido la líder demócrata Nancy Pelosi con los negociadores de la Casa Blanca –Meadows y el jefe del Tesoro, Steven Mnuchin– han resultado poco alentadoras. La última se produjo el martes pasado y, otra vez, concluyó con amargas recriminaciones.
"Lamentablemente, esta llamada telefónica dejó claro que los demócratas y la Casa Blanca continúan teniendo serias diferencias al comprender la gravedad de la situación que afrontan las familias trabajadoras en Estados Unidos", dijo Pelosi en un comunicado.
Antes de que comenzara el habitual receso de verano eran varios los puntos espinosos que separaban a los congresistas y a la Casa Blanca. Ahí entraban, por ejemplo, la renovación del subsidio adicional de $600 semanales por desempleo –vencido a fines de julio– y la asignación de fondos a los estados.

Los demócratas buscaron extender la entrega de los $600 en su totalidad hasta principios del próximo año, mientras
los republicanos abogaron por reducir la ayuda a $200 semanales por un par de meses y poner en marcha un nuevo esquema bajo el cual las millones de personas desempleadas recibirían el equivalente al 70% del salario perdido.
Como ello quedó en un limbo, Trump firmó un memorando reasignando fondos de la Oficina para el Manejo de Emergencias, FEMA, a este subsidio federal.
Ahora, FEMA ha aprobado fondos para que los estados entreguen $300 semanales, pero ese dinero sería suficiente solo por unas cinco a seis semanas y podría tardar en llegar a los bolsillos de las personas pues cada Departamento del Trabajo debe ajustar sus sistemas a este nuevo mecanismo.




































Trump reasignó a través de un memorando fondos usualmente usados en momentos de desastres al beneficio federal por desempleo durante la pandemia en un esfuerzo por esquivar a un Congreso que no se puso de acuerdo para extender la entrega de los $600 que se habían estado sumando al seguro habitual de cada estado. Cada estado será responsable de solicitar los fondos a FEMA.
Otro punto que dividía a los demócratas y republicanos era la asignación de fondos a los estados: los primeros apuntaban a darles unos $900,000 millones y los segundos aflojaron levemente su postura inicial de no otorgar nada prometiendo luego unos $150,000 millones.
Esto en medio de la pelea de Trump con gobernadores demócratas a los que acusa sin fundamentos de querer afectar sus posibilidades de reelección 'cerrando' sus economías.
Sí hubo un acuerdo en la cuestión de enviar una segunda ronda de cheques a los hogares siguiendo los mismos parámetros de la primera, sin embargo ello quedó en un punto muerto.



















