La crisis económica desencadenada por la pandemia del coronavirus ha dejado a millones de estadounidenses sin empleos, cadenas históricas de minoristas se han declarado en quiebra y las aerolíneas han anunciado el despido de miles de trabajadores. A pesar de ello, esta situación se ha convertido en una bonanza económica para unos cuantos multimillonarios que han visto aumentar sus fortunas durante estos meses.
¿Por qué le va tan bien a Wall Street mientras millones continúan sin empleo?
El índice del Dow Jones cerró el mejor mes de agosto desde 1984 y se ha vuelto a situar en cifras similares a las que registraba antes del inicio de la crisis económica provocada por el coronavirus. Sin embargo, millones de trabajos han desaparecido.
Y es que la situación que viven pequeñas y medianas empresas en todo el país contrasta con la de Wall Street. Este mes de agosto que ahora termina, ha sido el mejor para el índice Dow Jones desde 1984 mientras que los índices del S&P 500 y el Nasdaq han alcanzado récords históricos.
Ante semejante contraste, muchos se preguntan: ¿Cómo puede ser que millones de personas están sin trabajo y la fortuna de un solo hombre como Jeff Bezos sea superior a los a los $200,000 millones?
“La Bolsa de Valores sigue ganando porque la gente continúa consumiendo los productos que ofrecen en el mercado las grandes empresas como Amazon, Zoom o Microsoft, entre muchas otras”, dijo a Univision Noticias, Carlos Guamán, un experto en finanzas de la Corporación El Triunfo, con sede en Santa Ana, California. “Es por ello por lo que esas empresas han duplicado o triplicado el valor de sus acciones; la gente también invierte en ellas su dinero, con el pensamiento de subirse al tren de la riqueza”.
“Cuando se habla de las acciones”, dijo Guamán, “de lo que realmente se están hablando es de índices, por lo que el Dow Jones y el S&P 500 son índices formados por las más grandes corporaciones que cotizan en la Bolsa de Valores, por lo que, cuando hay referencias al mercado de valores, se refiere a las evaluaciones de esas en medio de la crisis de salud”.
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Otro ejemplo de un beneficiado por la subida de la bolsa es el caso de Tesla, la empresa del multimillonario Elon Musk, quien, de acuerdo con Bloomberg, es ahora la tercera personas más rica del mundo.
De acuerdo con Bloomberg, Elon Musk, vio crecer su riqueza en $87,800 millones este año.
“Los precios del mercado de valores generalmente capturan cómo los inversores valoran el futuro de la rentabilidad de las empresas cuyas acciones se negocian”, dijo a Univision Noticias el Profesor Till Marco von Wachter, catedrático en el Departamento de Economía y Director del Laboratorio de Políticas de California de la Universidad de California Los Ángeles (UCLA).
“El crecimiento futuro de las empresas podría verse influido por cómo va la economía nacional, pero para las grandes empresas que a menudo dominan índices bursátiles importantes, también importa el panorama económico mundial”, añadió. “Además, los precios de las acciones reflejan qué otras oportunidades tienen los inversores para invertir su dinero”
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El experto ejemplificó que, si la tasa de rendimiento en los mercados de bonos es baja, los inversores cambiarán hacia las acciones: este aumento en la demanda de acciones aumentará los precios de las acciones, incluso si las perspectivas de la economía no cambian.
El mercado de valores no es el mejor barómetro de la economía
“Esa es la razón del por qué no basta con mirar el mercado de valores en un momento de desempleo masivo; hay otras razones que deben ser consideradas para tener un mejor análisis de lo que está sucediendo exactamente con la economía del país”, dijo. “ El mercado de valores no es necesariamente un buen barómetro de cómo le está yendo a la economía real en EEUU. En cambio, a menudo el empleo se observa de cerca como una medida de la actividad económica".
El experto expresó que las experiencias del pasado sugieren que existe una relación relativamente estable entre desempleo y crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), y, por tanto, los aumentos del desempleo deben tomarse a menudo como un indicador de una desaceleración de la actividad económica.
De manera similar, el número de desempleados de larga duración, es decir, aquellas personas que no han trabajado por 15 o 26 semanas también se considera como una medida de cuán profunda es una recesión y cuánto tiempo podrían durar sus efectos.
“La razón de ello, es que se cree que el desempleo de larga duración es particularmente costoso para los trabajadores, y es también una señal de que los trabajos han sido destruidos permanentemente debido a la recesión”, afirmó von Wachter.










