Senadores republicanos proponen elevar el salario mínimo a $10, pero obligan a verificar el estatus migratorio de los trabajadores

En una suerte de contrapropuesta al alza del salario mínimo a $15 por hora propuesta por los demócratas, los senadores republicanos Mitt Romney y Tom Cotton plantearon subirlo a $10 por hora. Sin embargo, su plan contempla también obligar a los empleadores a verificar el estatus migratorio de los trabajadores y personas que soliciten empleo, lo que probablemente será rechazado por los demócratas.

Por:
Univision
El presidente aseguró que se han hecho algunas modificaciones al Programa de Protección de Nómina con el objetivo de poner fin a la disparidad y así lograr que establecimientos con menos de 20 empleados puedan acceder a los auxilios habilitados ante la crisis del coronavirus. Miles de contratistas de reparación de vivienda, centros de belleza y pequeños minoristas, entre otros, se empezarían a ver beneficiados. Más información aquí.
Video Biden anuncia medidas para garantizar que los pequeños negocios golpeados por la pandemia reciban ayuda federal

Los senadores republicanos Mitt Romney y Tom Cotton pusieron este martes sobre la mesa una contrapropuesta al alza al salario mínimo que contempla el plan de ayuda del presidente Joe Biden. Pero solo si las empresas revisan el estatus migratorio de los trabajadores, algo que posiblemente será rechazado por los demócratas en el Congreso.

Su plan propone elevar gradualmente el salario mínimo a $10 por hora, frente al alza a $15 por hora incluida en el paquete de estímulo de Biden. Sin embargo, la iniciativa de Romney y Cotton condiciona esa subida a que los empleadores verifiquen el estatus migratorio de sus trabajadores y personas que solicitan empleo, algo que actualmente se hace solo en algunos estados usando el sistema E-Verify.

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E-Verify es el programa federal que compara electrónicamente la información de los formularios de impuestos I-9 con las bases de datos federales del Departamento de Seguridad Nacional y Administración de Seguridad Social.

El proyecto de los senadores republicanos sería bloqueado por los demócratas, en momentos en que Biden intenta avanzar una difícil reforma migratoria con un camino regulado hacia la ciudadanía para los 11 millones de inmigrantes indocumentados que viven en el país.

"Nuestro proyecto protege los trabajos estadounidenses al requerir a los empleadores usar E-Verify para asegurarse de que los negocios no contratan a inmigrantes indocumentados. Debemos crear oportunidades para los trabajadores estadounidenses y proteger sus trabajos, mientras eliminamos uno de los principales propulsores de la inmigración ilegal", dijo Romney.

En la misma línea, Cotton afirmó que "los trabajadores estadounidenses compiten con millones de inmigrantes indocumentados por poco trabajos con salarios que son demasiado bajos, eso es injusto. Poner fin al mercado negro del trabajo ilegal abrirá puestos de trabajo para los estadounidenses".

Los migrantes toman trabajos que los estadounidenses no quieren

Lo que ambos dicen, sin embargo, es cuestionado por estudios. Uno realizado por el Pew Research Center el año pasado en medio de la pandemia del coronavirus mostró, por ejemplo, que el 77% de las personas encuestadas consideró que los inmigrantes indocumentados aceptan trabajos que no quieren los ciudadanos estadounidenses. Ese mismo porcentaje se vio en otro estudio similar realizado en 2019, antes de la crisis que disparó la tasa de desempleo a sus peores niveles desde la Gran Depresión.

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De acuerdo con el Pew, cerca de 7.6 millones de inmigrantes indocumentados trabajaban en Estados Unidos para el 2017, lo que representa casi al 5% de todos los trabajadores en el país. Asimismo, unos 750,000 inmigrantes indocumentados tienen trabajos en industrias consideradas esenciales en la pandemia, como las que producen y distribuyen alimentos, agregó el centro investigativo.

El plan de Romney y Cotton plantea elevar el salario mínimo a los $10 por hora para el 2025, con un período de adecuación más prolongado para los negocios con menos de 20 empleados. Asimismo, a diferencia de la propuesta de Biden, el alza sería implementada una vez termine la pandemia.

Sobre la implementación del sistema computarizado E-Verify, daría 18 meses a las pequeñas empresas para que comiencen a usarlo. El proyecto también propone aumentar las sanciones civiles y criminales para los empleadores que contraten inmigrantes indocumentados.

Este sistema ha sido criticado incluso por republicanos en estados como Florida, donde poderosas asociaciones empresariales lideradas por la Cámara de Comercio estatal argumentaron el año pasado que hacer obligatorio el uso del E-Verify es innecesario, ineficaz y costoso.

Mira también:

<b>La vida en los campos de Florida -</b> Algunos campos de vegetales de Homestead, una ciudad con una gran producción agrícola del sur de Florida, redujeron su ritmo en medio de la pandemia pero lograron seguir llevando alimentos a los supermercados y hogares del Estados Unidos. Ese fue el caso de estos surcos de ocra donde un trabajador cosecha casi cubierto de pies a cabeza, en parte para evitar contagiarse con el coronavirus.
<b>Vegetales que van al norte -</b> Este es uno de los campos de ocra de Sifuentes Farms, donde la producción se redujo cerca de un 60% cuando sus principales compradores en Nueva York cerraron sus negocios al arreciar la pandemia a mediados de marzo.
<b>Decenas de cajas repletas perdidas -</b> La ocra es un vegetal con una textura parecida al nopal consumido ampliamente en México. Debe ser recolectado de la plata cuando alcanza apenas unos tres centímetros o, de lo contrario, puede crecer demasiado y ser rechazado en los puntos de compra. Muchas de estas cajas como las de la imagen se perdieron cuando la crisis secó la demanda casi por completo.
<b>La esencial mano de obra migrante -</b> Los trabajadores de estos campos de ocra son casi en su mayoría inmigrantes indocumentados que han seguido trabajando a pesar de temer contagiarse porque no recibieron ayuda del paquete de estímulo económico aprobado en el Congreso a fines de marzo y deben mantener en la medida de lo posible sus fuentes de sustento. Trabajan cubiertos con bolsas de plástico y con mascarillas ya sea para evitar un contagio como la picazón que pueden producir los arbustos de ocra con el constante roce.
<b>De recolector a dueño de cientos de acres -</b> Pedro Sifuentes llegó a Estados Unidos en 1999 desde su natal México. "Como cualquier inmigrante que llega, me acuerdo que en ese tiempo no conocía a nadie en la región. Me tocó vivir en un parque por una semana hasta conseguir trabajo, fui trabajador en el campo, siempre busqué el campo porque en México desde muy pequeños nos dedicamos a trabajar en el campo", contó a Univision Noticias. Pedro cultiva ahora unos 1,400 acres de ocra y otros cultivos como la calabaza.
<b>"También somos unos héroes" -</b> Blanca Rivas es una migrante de Guatemala que lleva 14 años en los campos de Homestead. En este de Sifuentes Farms supervisa todos los días desde bien temprano en la mañana las labores de recolección de unos 55 trabajadores. "Nosotros también somos unos héroes, somos unos héroes porque a pesar del miedo y la pandemia estamos aquí. No hemos fallado ni un día, estamos aquí levantando vegetales, recogiendo las cosechas para que cualquier persona tenga un plato de comida en su casa, estamos aquí sin saber qué pasa mañana", dijo a Univision Noticias.
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<b>"Tengo miedo, pero tengo que trabajar" -</b> Teresita es una migrante indocumentada de México que ha seguido trabajado sin tregua en los campos de ocra. "Aunque tengo miedo, tengo que trabajar. Porque si voy a estar en la casa nadie nos va a mantener. Nosotros necesitamos dinero para pagar la renta... todo", relató haciendo un alto en uno de los surcos que cosecha día tras día junto con su esposo.
<b>Una contingencia inédita -</b> La crisis llevará a que los agricultores de Florida pierdan unos $522 millones de dólares este año, estima el gobierno estatal. Para algunos agricultores como Pedro Sifuentes la meta es sobrevivir a la crisis lo mejor que se pueda hasta que haya una vacuna o un tratamiento contra la enfermedad.
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<b>"Los indocumentados somos los que andamos agachados" -</b> En un recorrido realizado por Univision Noticias por los campos de Homestead, los trabajadores contaron lo sacrificado que es su trabajo. 'Piscan' o recogen los cultivos con lluvia o con un sol abrasador. "Nosotros los indocumentados somos los que andamos así agachados, a veces uno cuando llega a la casa ni puede ir al baño por el dolor de espalda. Y al otro día volvemos a los mismo", relató Sofía Santiago, una de las trabajadoras de la ocra.
<b>'Piscando' bajo lluvia, sol y sereno -</b> Los arbustos de ocra son cosechados desde que están casi pegados al suelo. A medida que crecen se facilita 'piscar' los pequeños vegetales que salen de una flor amarillo brillante.
<b>En busca de ocras para cosechar -</b> Un trabajador separa las hojas en busca de la ocra. Luego la va acumulando en la cubeta que lleva sobre su espalda.
<b>Un día que arranca muy temprano - </b>La jornada arranca desde las 3:00 de la mañana aproximadamente. Para poder ver dónde está la ocra, los trabajadores llevan en sus frentes un bombillo.
<b>Una zona rica en cultivos -</b> Una trabajadora 'pisca' berenjena en un campo en Homestead. Allí se plantan cultivos tan diversos –desde ocra y berenjena hasta calabaza y 
<i>lychee</i>– que los productores suelen requerir mano de obra casi todo el año.
<b>El golpe de la crisis en un campo de berenjena -</b> Francisco Maldonado, un mexicano que migró en 1985, es el encargado de este campo donde se cultivan berenjenas. Con la crisis, Francisco también perdió temporalmente clientes en Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut, sus principales mercados. "Cuando eso cerró por allá arriba, las empacadoras aquí tuvieron que cerrar y no podían recibir productos. Entonces nosotros teníamos que siempre mantener cierta cantidad de parcelas para cortar diariamente. Y al no poderlas cortar, tuvimos que cancelar todo", explicó.
<b>"Uno tiene que pensar en ellos" -</b> Pero en su campo, los trabajadores tuvieron al menos una labor que hacer durante los peores días de la pandemia. "Todas las semanas, la gente nunca dejó de trabajar, siempre recibieron su cheque por lo menos al 80%", aseguró. "Son personas que necesitan llevar su cheque a su casa cada semana porque tienen gastos. Algunos de ellos no tienen documentos y no tienen dónde pedir ayuda. Uno tiene que tratar de pensar en ellos", agregó a Univision Noticias.
<b>"Todos somos iguales" -</b> Melda Velázquez es una migrante guatemalteca que perdió su trabajo recogiendo guayabas. Tiene 10 hijos y le angustia no conseguir otro empleo que le ayude a pagar sus gastos básicos, como la electricidad y el arriendo. El gobierno "ayudó a toda la gente que dicen que tienen documentos de aquí y a nosotros no nos quisieron ayudar porque somos inmigrantes. Pero todos somos iguales, el que no tengamos papeles (no debería importar) (...) Tenemos nuestros hijos de aquí, ellos son nacidos aquí y ellos tienen derecho a la ayuda", lamentó.
<b>"Mira a tu alrededor para que veas quiénes están trabajando" -</b> Claudia González es organizadora de la Asociación Campesinade Florida, que ha estado recopilando y entregando ayuda a los trabajadores del campo. "Antes nos decían ilegales y ahora somos esenciales. Con esto, ¿quiénes son los que están trabajando? Solo mira a tu alrededor para que veas quiénes son los que están trabajando", afirmó.
<b>"Nos sentimos defraudados" -</b> Blanca Marín también fue otra de las trabajadoras que perdió su trabajo en un vivero de Homestead. Pero esta guatemalteca que lleva cinco años en Estados Unidos no se amilanó y comenzó a coser mascarillas, lo que ahora se ha convertido en una microempresa que le ayuda a sufragar los gastos de su casa. Triste por no recibir la ayuda federal por la crisis a pesar de que paga impuestos con un número de identificación personal conocido como ITIN, contó que "tenía una máquina que me regaló una amiga. Entonces la tenía ahí empolvada, digo 'yo voy a hacer mascarillas, necesito un molde'. Saco un molde del internet, lo recortamos y empiezo con la tela que yo tenía ahí guardada...".
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La vida en los campos de Florida - Algunos campos de vegetales de Homestead, una ciudad con una gran producción agrícola del sur de Florida, redujeron su ritmo en medio de la pandemia pero lograron seguir llevando alimentos a los supermercados y hogares del Estados Unidos. Ese fue el caso de estos surcos de ocra donde un trabajador cosecha casi cubierto de pies a cabeza, en parte para evitar contagiarse con el coronavirus.
Imagen Mauricio Rodríguez Pons/Univision Noticias
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