Los estadounidenses pobres que reúnen los requisitos para votar podrían incidir en el resultado de las elecciones presidenciales y en 13 estados que escogerán senadores, si en noviembre aumentaran su participación electoral hasta igualar la de sectores de la población con mayores ingresos, concluyó un estudio difundido este martes.
Los más pobres votan menos, pero tienen la fuerza para cambiar elecciones si aumentaran su participación
Un estudio de Poor People's Campaign indica que la participación electoral de pobres y personas de bajo ingreso es menor debido a enfermedades, falta de transporte o porque sienten que sus votos no son importantes.


Poor People's Campaign, una iniciativa apartidista creada en 2018 para defender los derechos de 140 millones de estadounidenses que viven en condición de pobreza, estima que la participación en las elecciones nacionales de ese grupo poblacional es de 22 puntos porcentuales por debajo de personas con mayores ingresos, incluso con el incremento de 10 por ciento que ambos segmentos registraron en las elecciones de medio término de 2018.
Un total de 225 millones de estadounidenses reúnen los requisitos para votar, de los cuales 63 millones son pobres o de bajos ingresos.
Un incremento de 1% en la participación del electorado de bajos ingresos equivaldría al margen con el que el presidente Donald Trump se impuso en el estado de Michigan, mientras que un aumento de entre el 4% y el 7% tendría el mismo impacto en Florida, New Hampshire, Pennsylvania y Wisconsin, de acuerdo con el informe titulado ' Desatando el poder de los estadounidenses pobres y de bajos recursos'.
Robert Paul Hartley, profesor adscrito a la facultad de Trabajo Social de la Universidad de Columbia, elaboró el informe concentrándose en los 34 millones de estadounidenses pobres o con bajos ingresos que no votaron en 2016, quienes representan un quinto del electorado en Arkansas, Kentucky, Mississippi, Nuevo México, Oklahoma, Tennessee y Virginia Occidental.
"Organizar (a este segmento del electorado) puede cambiar la narrativa de nuestro proceso electoral y generar políticas que sean justas y representativas de todos los estadounidenses", escribió Shailly Gupta Barnes, directora de política en Poor People's Campaign.
Un sector olvidado
El informe señala que muchas personas de bajos ingresos dejan de votar porque están enfermos, por falta de medios de transporte o sienten que sus votos no servirían de nada porque los candidatos no suelen dirigirse a ellos, pese a que el 40 por ciento de la población estadounidense vive en pobreza o con bajos ingresos.
Gupta recordó que casi 40 debates presidenciales celebrados antes de las elecciones del 2016 y durante las primarias del 2020 no han dedicado siquiera una hora a este grupo de la población y sus necesidades, porque la conversación suele versar sobre la clase media.
Poor People's Campaign lanzó el 26 de julio una campaña para inscribir nuevos votantes pobres y de bajos ingresos en Alabama, Arizona, las Carolinas, Georgia, Kansas, Kentucky, Maine, Michigan, Mississippi, Ohio, Pennsylvania, Texas, Virginia, Virginia Occidental, y Wisconsin.
Los organizadores no indicaron el costo de la campaña ni la meta de nuevos votantes inscritos.
Los 140 millones de estadounidenses en situación de pobreza o que perciben ingresos anuales menores a $25,520 (el 200% del índice de pobreza calculado por el gobierno federal), incluye a 38 millones de latinos, lo cual representa al 38 por ciento de la comunidad en Estados Unidos.
El Pew Research Center proyecta que 32 millones de latinos reunirán los requisitos para votar en noviembre, una cifra récord que convertiría a los hispanos en la principal minoría étnica en una elección presidencial.
Un 18% de los hispanos son pobres, según estadísticas de la Oficina del Censo correspondientes a 2018 citadas por la página web PobrezaUSA.








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